Hice a Marc que me pellizcase para ver si estaba soñando, pero no todo esto era real.
Me puse el vestido, me maquillé un poco, y baje corriendo las escaleras.
Antes de salir, miré por la ventana, no veía a nadie solo veía como caían copos de nieve, sí estaba nevando, todos mis deseos se estaban cumpliendo, ir a un baile y nevando.
Abrí la puerta, y allí estaba él, apoyado en un coche blanco que hacía juego con la nieve blanca que caía del cielo, acompañado de un traje y la mejor parte de todas, su sonrisa.
Sí os estoy hablando de Jake, había venido a por mi, me iba a llevar al baile ¿podía ser más perfecto?
- Creía que no querías saber nada mi. -dije.
- Tu lo has dicho creías, pero por algo estoy aquí, ¿no? - dije haciéndote el interesante.
No dudé en abrazarlo.
- Si no dejas de achucharme te habré comprado ese vestido tan bonito, para que no lo luzcas, y eso no puede ser eh. - dijo en tono gracioso Jake.
- Lo siento me he dejado llevar por la situación. - dije.
Jake se despegó de mi, y se dirigió hacia la puerta del coche la cuál abrió.
- Señorita Valeria, su coche está listo.
- ¿Pero qué dices payaso? -dije riendo.
- Perdón, siempre había querido decirlo. - dijo mientras sonreía.
Me cerró la puerta, y se metió el también en el coche.
De casa al instituto habían unos 10 minutos, así que Jake puso la radio.
Quedaban 3 minutos para llegar al instituto, cuando de repente 'All I want is you' comenzó a sonar en la radio.
Le miré sonriendo, cruzamos ambas miradas, era nuestra canción, no sé si sería cosa del destino, pero me gustaba.
Al fin llegamos, pero para mi sorpresa eso no era el intituto, era una casa de madera, con vistas al lago.
- Jake, creo que te has equivocado de sitio eh. -dije riendo por no llorar.
- No, es aquí dónde quería traerte. - dijo.
Me cogió la mano, y me llevó a dentro.
Al entrar todo estaba como había soñado toda mi vida que era un baile, estaba todo decorado con nieve falsa, un árbol de Navidad enorme, luces y guirnaldas rebosaban por toda la casa.
- Lo siento por tener que haberte traído aquí, no quedaban entradas para el baile, pero no podía permitir que te perdieses un baile tan mágico como el de Navidad, y menos por mi culpa.
- Dios mío Jake, esto es mejor que cualquier baile, ¿has montado esto tu solo? - pregunté mientras alucinaba de lo bonito que estaba todo.
- No, Stacy me ha ayudado a montarlo y sobretodo decorarlo, porque ya sabes que yo no tengo ni idea.
- ¿Stacy? ¿En serio? - dije anonadada.
- Si, de hecho fue ella la que me animó a hacerte esto, y darme cuenta que lo que hiciste el otro día en el trabajo al fin y al acabo no era para que me enfadase.
- Y pensar que hace 3 días me llevaba mal con ella, esto es realmente increíble. -dije sonriendo.
- Detrás de esa chica egocéntrica, se esconde una gran persona. - dijo.
- Es cierto que las apariencias engañan.
- Bueno, dejemos de hablar de Stacy, y empecemos a disfrutar de este maravilloso baile, señorita Valeria, ¿sería tan amable de concederme este baile?
- Lo siento, estoy esperando a que llegue mi pareja, pero creo que aquella chica de allí, espera haber como se llama, mmm Casper sí Casper, estaría encantado de bailar contigo. - dije riendo.
- ¿Qué de vas de graciosa o qué? - dijo desafiándome con la mirada.
- Perdona, soy graciosa tete. - dije vacilandole.
- Veo que se te ha olvidado que a mi no me vacila nadie. - dijo.
- Veo que se te ha olvidado que yo si. - dije desafiándole.
- Tu juega con fuego enana, que hoy te acabas quemando.
- No me hagas reír, y sácame a bailar de una vez, jodido aburrido.
Jake me cogió del brazo, y me plantó en medio del salón de la casa aquella, 'All I want is you' volvía a sonar entre nosotros, copos de nieve falsa caían sobre ambos, Jake me cogió de la cintura, yo puse mis brazos alrededor de su cuello, ambos sonreíamos como idiotas al tenernos en frente, no había nada más, solo existíamos nosotros dos, sobre el mundo.
Sobraban las palabras, sobraba todo, si lo tenía ahí delante, sentía la necesidad de besarle, pero tenía miedo, ¿y si no me ha olvidado ya? ¿y si se aparta? ¿y si estropeo este momento?
Miles de preguntas rondaban por mi cabeza sin respuesta alguna.
Le miré y pude observar como no me quitaba el ojo de encima, este momento era demasiado bonito como para jugármela.
Ahora sonaba 'Live my life' solté a Jake de mi cintura y me puse a bailar como una loca, adoraba esa canción y lo movida que era.
- No te recordaba tan marchosa eh. - dijo.
- Calla y sigue el ritmo venga unch unch unch.
- ¿Hola, hablo con el psiquiátrico, sí? Verás, es que se les ha escapado una loca, si se llama Valeria Williams.
- Ni puta gracia Jake, sabes que esa parte de mi vida me jodió muchísimo y encima tu, juegas con eso. - dije seria.
Jake se quedó blanco, no sabía que decir.
- Perdón Valeria, no me acordaba..
- Que es broma gilipollas, ven aquí. -me tiré encima suya y lo tiré al suelo.
- Oye..¿pero a ti que te han dado de cenar? lo digo porque pesas más que una vaca.. -dijo riéndose.
- Cómete un pijo nene.
- Que es broma idiota. - dijo mientras me hacía cosquillas. - por cierto tengo la play ahí, te recuerdo que debes un fifa.
- ¿Y qué estás esperando a perder o a que te deje ganar por penita? Saca los mando va, que te esta noche vas a flipar.
- Tu si que vas a flipar payasa.
Jake sacó los mandos, la enchufó.
Antes de encenderla observé como se quitaba la camisa, y los pantalones.
- Eh..Jake..que vamos a jugar al fifa..
- Ya lo sé idiota, pero tendré que ponerme cómodo para ganarte ¿no?
- Dirás para perder.
- Bueno lo que tu digas, pero yo voy a jugar cómodo, mientras que tú vas a estar ahí sufriendo con el vestido.
Me quedé mirándolo con cara de perdonarle la vida, lo estaba haciendo aposta, era una estrategia para desnudarme, la verdad es que Jake era bueno para seducirme.
- Tu lo que quieres es que me quite la ropa. - dije.
- Te he visto mil veces sin ella, ¿crees que es un misterio para mi lo que hay debajo de ese vestido?
- Ahora que lo pienso, tienes razón. -dije riendo. - Pero es que abajo, solo tengo la ropa interior y así voy a tener frío.
- Yo si quieres te dejo mi camisa, total para ganarte no la necesito.
- Dame tu camisa, y comprobemos quien es el perdedor.
Me quité el vestido, y me puse su camisa, olía a él, sonreí eso me recordaba a cuando estábamos juntos y utilizaba sus camisetas como pijama o simplemente para ir por casa.
Encendió la tele, y empezamos a jugar.
A medida que transcurría el tiempo y veía que perdía, me ponía más histérica, de normal conmigo no se puede jugar, porque le grito a la tele, insulto a los muñecacos del juego, y le pego al mando, pues imaginaros si pierdo. Opté por apagar 'accidentalmente' la televisión.
- Ui que pena. - dije.
- Pena es la que das, que apagas la televisión para no asumir que pierdes pringada.
- Tu si que eres un pringado, normal si jugamos a algo en lo que tu sabes y yo no..
- Pero si eras tu la que quería jugar que hablas. -dijo a carcajada limpia.
- Juguemos ahora a lo que a mi se me da bien.
- A ver, sorpréndeme.
Saqué mi móvil, lo conecté a los altavoces, busqué en mi reproductor, en un instante 'Love me like you do' empezó a sonar por todo el comedor.
Seguido del sonido del primer 'love me like you do', mi cuerpo comenzó a moverse lentamente, a subir y a bajar, acerqué a Jake, y empecé a perrearle de la manera más lenta y sensual que hay, observé como se mordía el labio y la cara de tonto iba apareciendo.
- Deja de hacer eso, o vas a acabar haciéndolo mejor y no precisamente aquí.
- ¿Decías? - dije bajando y subiendo lentamente por su cuerpo.
Jake me cogió en brazos y me llevó al sofá, me puso sobre él, me quitó la camisa, puso sus manos en mi espalda, las cuáles fueron bajando hasta llegar a mi trasero, empezó a besarme, su lengua entrelazaba la mía, pronto dejaron de hacerlo, cuando empezó a bajarla por mi cuello, seguidamente de mi pecho y mi tripa, cada vez iba bajando más, llegó al borde de mis bragas, las cuáles en cuestión de segundos fueron al suelo, sus manos subieron lentamente por mi espalda mientras me desabrochaba el sujetador, de nuevo su lengua iba bajando por mi cuerpo, hasta llegar a mi feminidad, minutos más tarde,sus calzoncillos quedaron en el suelo haciendo compañía al resto de la ropa, me coloqué encima, si lo que quería era guerra, la iba a tener, su masculinidad fue entrando poco a poco, pero eso duro poco, ya que empezó fuerte con las embestidas, creo que mis gemidos se oían por toda la ciudad, le mordí el labio, me estaba matando, subía y bajaba, a medida que la velocidad aumentaba más placer me daba, estaba viendo las estrellas, finalmente llegué al orgasmo.
Él me miró y sonrió, realmente ninguno de los dos creíamos lo que acababa de pasar, pero sinceramente nos daba igual, nuestro cuerpos lo necesitaban, y nosotros también, había demasiada tensión sexual no resuelta.
Tras aquello, nos quedamos durmiendo abrazados.
A la mañana siguiente, me desperté antes que Jake, así que decidí despertarle.
- Tengo una hambre feroz esta mañana, voy a empezar contigo el desayuno. - le dije.
- ¿Quieres repetir lo de anoche gatita? - dijo chulesco.
- Pretendía comerte a veces imbécil.
- Que ya lo se idiota, ven aquí. - me besó.
- No sabes lo que echaba de menos esto.
- ¿Mis polvos? Lo sé son adictivos.
- Ver lo gilipollas que eres. - dije vaciládole.
- No ahora en serio, el que.
- Despertarme a tu lado.
- ¿Esto es una manera de decirme que vuelves a ser mía?
- Nunca he dejado de serlo.
- Te quiero Valeria, y nunca dejaré de hacerlo.
- Eres mi vida Jake, y siempre lo serás. - le besé.
- Te has ganado que te traiga el desayuno a la cama como en los viejos tiempos, ahora vuelvo mi vida.
Jake bajó a hacerme el desayuno, mientras que yo me quedé en la cama, analizando todo lo que había pasado, no era consciente que volvía a ser suya, que volvía a ser feliz, todo era demasiado bonito para ser verdad.
El móvil de Jake sonó, era un mensaje.
- Jake, te ha llegado un mensaje, voy a ver de quien es.
- Vale - gritó desde la cocina.
- Es de tu madre, lo abro ¿vale?
- Valeeeeee -dijo.
Al segundo.
- No Valeria, espera no lo abras. - subió corriendo.
Ya era tarde, lo había abierto, en él decía.
'Acuérdate de tomarme las pastillas, y de que mañana tienes hora con el cirujano, a y también que te quiero'.
Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, el móvil cayó al suelo, Jake entró a la habitación.
- ¿Y mi móvil? - preguntó.
- En el mismo lugar que tu confianza conmigo, por el suelo.
- ¿De qué hablas?
- ¿Me puedes explicar que pastillas tienes que tomarte y porque tienes hora con el cirujano?
- Las pastillas son para la garganta y lo del cirujano no lo sé.
- Jake, ¿crees que soy tonta? ¿Qué está pasando?
- Creía que no querías saber nada mi. -dije.
- Tu lo has dicho creías, pero por algo estoy aquí, ¿no? - dije haciéndote el interesante.
No dudé en abrazarlo.
- Si no dejas de achucharme te habré comprado ese vestido tan bonito, para que no lo luzcas, y eso no puede ser eh. - dijo en tono gracioso Jake.
- Lo siento me he dejado llevar por la situación. - dije.
Jake se despegó de mi, y se dirigió hacia la puerta del coche la cuál abrió.
- Señorita Valeria, su coche está listo.
- ¿Pero qué dices payaso? -dije riendo.
- Perdón, siempre había querido decirlo. - dijo mientras sonreía.
Me cerró la puerta, y se metió el también en el coche.
De casa al instituto habían unos 10 minutos, así que Jake puso la radio.
Quedaban 3 minutos para llegar al instituto, cuando de repente 'All I want is you' comenzó a sonar en la radio.
Le miré sonriendo, cruzamos ambas miradas, era nuestra canción, no sé si sería cosa del destino, pero me gustaba.
Al fin llegamos, pero para mi sorpresa eso no era el intituto, era una casa de madera, con vistas al lago.
- Jake, creo que te has equivocado de sitio eh. -dije riendo por no llorar.
- No, es aquí dónde quería traerte. - dijo.
Me cogió la mano, y me llevó a dentro.
Al entrar todo estaba como había soñado toda mi vida que era un baile, estaba todo decorado con nieve falsa, un árbol de Navidad enorme, luces y guirnaldas rebosaban por toda la casa.
- Lo siento por tener que haberte traído aquí, no quedaban entradas para el baile, pero no podía permitir que te perdieses un baile tan mágico como el de Navidad, y menos por mi culpa.
- Dios mío Jake, esto es mejor que cualquier baile, ¿has montado esto tu solo? - pregunté mientras alucinaba de lo bonito que estaba todo.
- No, Stacy me ha ayudado a montarlo y sobretodo decorarlo, porque ya sabes que yo no tengo ni idea.
- ¿Stacy? ¿En serio? - dije anonadada.
- Si, de hecho fue ella la que me animó a hacerte esto, y darme cuenta que lo que hiciste el otro día en el trabajo al fin y al acabo no era para que me enfadase.
- Y pensar que hace 3 días me llevaba mal con ella, esto es realmente increíble. -dije sonriendo.
- Detrás de esa chica egocéntrica, se esconde una gran persona. - dijo.
- Es cierto que las apariencias engañan.
- Bueno, dejemos de hablar de Stacy, y empecemos a disfrutar de este maravilloso baile, señorita Valeria, ¿sería tan amable de concederme este baile?
- Lo siento, estoy esperando a que llegue mi pareja, pero creo que aquella chica de allí, espera haber como se llama, mmm Casper sí Casper, estaría encantado de bailar contigo. - dije riendo.
- ¿Qué de vas de graciosa o qué? - dijo desafiándome con la mirada.
- Perdona, soy graciosa tete. - dije vacilandole.
- Veo que se te ha olvidado que a mi no me vacila nadie. - dijo.
- Veo que se te ha olvidado que yo si. - dije desafiándole.
- Tu juega con fuego enana, que hoy te acabas quemando.
- No me hagas reír, y sácame a bailar de una vez, jodido aburrido.
Jake me cogió del brazo, y me plantó en medio del salón de la casa aquella, 'All I want is you' volvía a sonar entre nosotros, copos de nieve falsa caían sobre ambos, Jake me cogió de la cintura, yo puse mis brazos alrededor de su cuello, ambos sonreíamos como idiotas al tenernos en frente, no había nada más, solo existíamos nosotros dos, sobre el mundo.
Sobraban las palabras, sobraba todo, si lo tenía ahí delante, sentía la necesidad de besarle, pero tenía miedo, ¿y si no me ha olvidado ya? ¿y si se aparta? ¿y si estropeo este momento?
Miles de preguntas rondaban por mi cabeza sin respuesta alguna.
Le miré y pude observar como no me quitaba el ojo de encima, este momento era demasiado bonito como para jugármela.
Ahora sonaba 'Live my life' solté a Jake de mi cintura y me puse a bailar como una loca, adoraba esa canción y lo movida que era.
- No te recordaba tan marchosa eh. - dijo.
- Calla y sigue el ritmo venga unch unch unch.
- ¿Hola, hablo con el psiquiátrico, sí? Verás, es que se les ha escapado una loca, si se llama Valeria Williams.
- Ni puta gracia Jake, sabes que esa parte de mi vida me jodió muchísimo y encima tu, juegas con eso. - dije seria.
Jake se quedó blanco, no sabía que decir.
- Perdón Valeria, no me acordaba..
- Que es broma gilipollas, ven aquí. -me tiré encima suya y lo tiré al suelo.
- Oye..¿pero a ti que te han dado de cenar? lo digo porque pesas más que una vaca.. -dijo riéndose.
- Cómete un pijo nene.
- Que es broma idiota. - dijo mientras me hacía cosquillas. - por cierto tengo la play ahí, te recuerdo que debes un fifa.
- ¿Y qué estás esperando a perder o a que te deje ganar por penita? Saca los mando va, que te esta noche vas a flipar.
- Tu si que vas a flipar payasa.
Jake sacó los mandos, la enchufó.
Antes de encenderla observé como se quitaba la camisa, y los pantalones.
- Eh..Jake..que vamos a jugar al fifa..
- Ya lo sé idiota, pero tendré que ponerme cómodo para ganarte ¿no?
- Dirás para perder.
- Bueno lo que tu digas, pero yo voy a jugar cómodo, mientras que tú vas a estar ahí sufriendo con el vestido.
Me quedé mirándolo con cara de perdonarle la vida, lo estaba haciendo aposta, era una estrategia para desnudarme, la verdad es que Jake era bueno para seducirme.
- Tu lo que quieres es que me quite la ropa. - dije.
- Te he visto mil veces sin ella, ¿crees que es un misterio para mi lo que hay debajo de ese vestido?
- Ahora que lo pienso, tienes razón. -dije riendo. - Pero es que abajo, solo tengo la ropa interior y así voy a tener frío.
- Yo si quieres te dejo mi camisa, total para ganarte no la necesito.
- Dame tu camisa, y comprobemos quien es el perdedor.
Me quité el vestido, y me puse su camisa, olía a él, sonreí eso me recordaba a cuando estábamos juntos y utilizaba sus camisetas como pijama o simplemente para ir por casa.
Encendió la tele, y empezamos a jugar.
A medida que transcurría el tiempo y veía que perdía, me ponía más histérica, de normal conmigo no se puede jugar, porque le grito a la tele, insulto a los muñecacos del juego, y le pego al mando, pues imaginaros si pierdo. Opté por apagar 'accidentalmente' la televisión.
- Ui que pena. - dije.
- Pena es la que das, que apagas la televisión para no asumir que pierdes pringada.
- Tu si que eres un pringado, normal si jugamos a algo en lo que tu sabes y yo no..
- Pero si eras tu la que quería jugar que hablas. -dijo a carcajada limpia.
- Juguemos ahora a lo que a mi se me da bien.
- A ver, sorpréndeme.
Saqué mi móvil, lo conecté a los altavoces, busqué en mi reproductor, en un instante 'Love me like you do' empezó a sonar por todo el comedor.
Seguido del sonido del primer 'love me like you do', mi cuerpo comenzó a moverse lentamente, a subir y a bajar, acerqué a Jake, y empecé a perrearle de la manera más lenta y sensual que hay, observé como se mordía el labio y la cara de tonto iba apareciendo.
- Deja de hacer eso, o vas a acabar haciéndolo mejor y no precisamente aquí.
- ¿Decías? - dije bajando y subiendo lentamente por su cuerpo.
Jake me cogió en brazos y me llevó al sofá, me puso sobre él, me quitó la camisa, puso sus manos en mi espalda, las cuáles fueron bajando hasta llegar a mi trasero, empezó a besarme, su lengua entrelazaba la mía, pronto dejaron de hacerlo, cuando empezó a bajarla por mi cuello, seguidamente de mi pecho y mi tripa, cada vez iba bajando más, llegó al borde de mis bragas, las cuáles en cuestión de segundos fueron al suelo, sus manos subieron lentamente por mi espalda mientras me desabrochaba el sujetador, de nuevo su lengua iba bajando por mi cuerpo, hasta llegar a mi feminidad, minutos más tarde,sus calzoncillos quedaron en el suelo haciendo compañía al resto de la ropa, me coloqué encima, si lo que quería era guerra, la iba a tener, su masculinidad fue entrando poco a poco, pero eso duro poco, ya que empezó fuerte con las embestidas, creo que mis gemidos se oían por toda la ciudad, le mordí el labio, me estaba matando, subía y bajaba, a medida que la velocidad aumentaba más placer me daba, estaba viendo las estrellas, finalmente llegué al orgasmo.
Él me miró y sonrió, realmente ninguno de los dos creíamos lo que acababa de pasar, pero sinceramente nos daba igual, nuestro cuerpos lo necesitaban, y nosotros también, había demasiada tensión sexual no resuelta.
Tras aquello, nos quedamos durmiendo abrazados.
A la mañana siguiente, me desperté antes que Jake, así que decidí despertarle.
- Tengo una hambre feroz esta mañana, voy a empezar contigo el desayuno. - le dije.
- ¿Quieres repetir lo de anoche gatita? - dijo chulesco.
- Pretendía comerte a veces imbécil.
- Que ya lo se idiota, ven aquí. - me besó.
- No sabes lo que echaba de menos esto.
- ¿Mis polvos? Lo sé son adictivos.
- Ver lo gilipollas que eres. - dije vaciládole.
- No ahora en serio, el que.
- Despertarme a tu lado.
- ¿Esto es una manera de decirme que vuelves a ser mía?
- Nunca he dejado de serlo.
- Te quiero Valeria, y nunca dejaré de hacerlo.
- Eres mi vida Jake, y siempre lo serás. - le besé.
- Te has ganado que te traiga el desayuno a la cama como en los viejos tiempos, ahora vuelvo mi vida.
Jake bajó a hacerme el desayuno, mientras que yo me quedé en la cama, analizando todo lo que había pasado, no era consciente que volvía a ser suya, que volvía a ser feliz, todo era demasiado bonito para ser verdad.
El móvil de Jake sonó, era un mensaje.
- Jake, te ha llegado un mensaje, voy a ver de quien es.
- Vale - gritó desde la cocina.
- Es de tu madre, lo abro ¿vale?
- Valeeeeee -dijo.
Al segundo.
- No Valeria, espera no lo abras. - subió corriendo.
Ya era tarde, lo había abierto, en él decía.
'Acuérdate de tomarme las pastillas, y de que mañana tienes hora con el cirujano, a y también que te quiero'.
Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, el móvil cayó al suelo, Jake entró a la habitación.
- ¿Y mi móvil? - preguntó.
- En el mismo lugar que tu confianza conmigo, por el suelo.
- ¿De qué hablas?
- ¿Me puedes explicar que pastillas tienes que tomarte y porque tienes hora con el cirujano?
- Las pastillas son para la garganta y lo del cirujano no lo sé.
- Jake, ¿crees que soy tonta? ¿Qué está pasando?