lunes, 16 de diciembre de 2013

Capítulo 34 -¿Y tú quien eres?


-Todo esto tiene una explicación, pero no creo que debas saberla.. -dijo.
- Pues si no debo saber que te pasa, no sé que mierdas hago contigo. - dije cabreada.
- No es tan fácil ¿sabes?
- Ocultándomelo tampoco lo va a ser, pero eh Jake, que paso ya sabes, creía que esto podría volver a funcionar, pero veo que ha sido un error, olvídate de todo lo que pasó a noche, incluso de todo lo que ha pasado entre nosotros.
- No puedo creer que me estés haciendo esto.
- Te lo has buscado tú solo. - me fui de la habitación.
Bajé a bajo, me vestí, cogí mis cosas y me fui.
- Espera Valeria.
-¿Esperar a qué? ¿A ver como no confías en mi? No Jake, ya me he cansado de tus mentiras, adiós.
Definitivamente me largué de allí, ya me había cansado de que me ocultase todo, de que hiciese conmigo lo que quisiera, llegué a casa.
- Ey chiquitina ¿qué tal el baile? - preguntó mi madre.
- De puta madre, adiós. - solté las cosas en el suelo y subí a mi habitación.
Me encerré en mi habitación, menuda manera de empezar las vacaciones de Navidad más bonita oye.
Los días pasaban, tras mi ventana observaba a la gente decorar sus casas, a niños construyendo muñecos de nieve, a Marc y a Dani haciendo guerras de nieve e incluso a Hugo haciendo angelitos de nieve, todos estaban tan felices, en cambio yo, seguía tocada, prometí a mi misma no darle importancia a lo de Jake, pero me estaba matando, me arrepentía tanto de lo que le dije aquella mañana, ¿y si era grave lo que le pasaba?
Tal vez por eso no quería contarmelo, o no se veía capaz de decírmelo, eran demasiadas preguntas las que recorrían por mi mente, y esta vez no iban a quedarse sin respuesta.
Me puse mi jersey de lana, mis vaqueros, esas botas calentitas tan de invierno, mi gorrito de lana y me dispuse a ir a casa de Jake a pedirle perdón, y a darle la oportunidad de contarme todo sin miedo.
Para mi sorpresa al llegar a casa de Jake, a lo lejos vi una ambulancia, pensé que sería para el anciano loco que vivía en la casa de al lado, pero no, para mi desgracia la ambulancia estaba justo parada en la puerta de Jake, comencé a correr lo más rápido que pude, pero ya era tarde, la ambulancia había arrancado, volví a casa corriendo y pedí a Hugo que me llevase al hospital.
Al llegar al hospital, vi en la puerta a Caitlin, la cuál nos dijo que los demás estaban a dentro.
- ¿Qué ha pasado? - dije preocupada.
Todos me miraron y agacharon la cabeza.
- Decidme que ha pasado joder. - dije gritando.
- ¿En serio tienes la cara de preguntar que qué ha pasado? - preguntó Chris.
- ¿De qué hablas? - dije.
- ¿Quieres saber lo que ha pasado? Pues que Jake, dejó de tomarse las pastillas el día que tu le dijiste que se olvidase de todo lo que habíais pasado juntos, el día que lo echaste de tu vida por el simple de hecho de haber podido contarte que le pasaba, ninguno sabíamos que le pasaba, todos éramos conscientes de que se tomaba pastillas y que su madre siempre se lo recordaba, y nunca nos quiso contar nada, ¿acaso nos viste echarlo de nuestra vida? Sus motivos tendría para no contarlo, y sin embargo tú, en vez de apoyarle, seguir a su lado, sabiendo que eres la persona más importante de su vida, lo echaste, lo alejaste de ti, pues enhorabuena por tu egoísmo, Jake está en coma por un chute de pastillas que no eran, apropósito. ¿Sabes lo que significa eso? Que se ha querido suicidar, estarás contenta, y te juro que como se muera por tu culpa, te vas a acordar de esta. -dijo Chris cabreado.
- ¿Te crees que yo pensaba que iba a pasar esto? Si he ido a su casa, ha sido para disculparme, porque o del otro día fue sin pensar.
- ¿Y has tenido que esperar 4 días después para darte cuenta de que eres gilipollas? -dijo Chris.
- Aquí el único gilipollas eres tú, todos tenemos derecho a equivocarnos. - dije.
- Pues mira tu mierda de equivocación dónde lo ha traído.
- Bueno vale ya, ¿no? - dijo Ryan - cómo si no tuviéramos suficiente con esto, para que encima esteis aquí vosotros discutiendo como dos críos.
- Solo le estoy diciendo lo que ninguno de todos vosotros se atreve a decirle, mierdas que sois unos mierdas. -dijo Chris.
- Christian te estás pasando. - dijo Hugo.
- Valeria es la responsable de que tu mejor amigo esté en coma, ¿y encima el que me estoy pasando, soy yo?
- ¿Te piensas que a ella le hace feliz saber que Jake está en coma, te crees que a ella le gusta saber que está aquí porque dejó de tomarse las pastillas? Pues no tío. -dijo Hugo.
- Está bien, defenderla todos, total siempre voy a ser última mierda aquí. - dicho esto, Chris se marchó.
El silencio se apoderaba de la sala, todos estaban cabizbajos sin a penas dirigirse la palabra.
Un médico salió.
- Hemos encontrado esto en uno de los bolsillos de la chaqueta de Jake, es una carta para una tal Valeria.
- Soy yo. -dije.
- Pues ten, bueno he salido para informaros de que vuestro amigo está bastante bien tenemos que hacerle un lavado de estómago, y unas pruebas para ver el estado del cuerpo, y en un par de horas saldrá del coma, así que podéis tranquilos. - dijo.
- Gracias doctor. - dijimos todos.
El doctor se marchó, y yo comencé a leer la carta en voz alta.
'Valeria, no sé cuando llegará esta carta a tus manos, probablemente cuando la leas ya no esté aquí, pero no puedo irme sin decirte que me pasa, tengo amnesia retógrada, es una especie de enfermedad de perdida de memoria, que te sale de repente, y bueno en mi caso me la detectaron a tiempo y con las pastillas la puedo retrasar un largo tiempo, la amnesia retógrada una vez se desarrolla del todo, nada de lo que has vivido antes de que de apareciera vuelves a recordarlo, por eso hice todos esos vídeos con nuestros momentos, con nuestros recuerdos, porque cuando se me desarrolle, yo quiero seguir acordándome de todo lo que he pasado a tu lado, no me perdonaría olvidarlo, nadie excepto mi madre y los médicos, sabían esto, no quería preocuparos a ninguno, ni que estuvieráis encima mía cada día, no me hubieráis visto con los mismos ojos, sería el pobrecito de Jake, tenía miedo a que todo dejase de ser igual, temía que volvieses a ser mía por pena, sabes lo que tozudo que soy para todo, y mejor que tú, no me conoce nadie, y sabes que lo hubiera pasado mal, creo que no tengo que decirte que te quiero, ni nada, tu lo sabes'. la carta decía eso, estaba inacabada lo que me hacía pensar que la hizo después de meterse tal chute de pastillas.
Mientras leía la carta lloré, no podía creer que todos esos vídeos fuesen por esto, no podía creerme como aún después de todo, quería acordarse de mí, de las peleas, de los lloros, de cada cosa, todos y cada uno de los recuerdos que tenías juntos, estaban grabados, para recordarme, si le pasase algo, yo no podría perdonarmelo.
Me disculpé a todos, principalmente a Pattie, su madre.
Vale que yo he sufrido muchísimo por Jake, pero he de decir que él por mí, las ha pasado putas también.
Pasaron 5 horas, y Jake hacía escasos minutos que había salido de hacerle las pruebas que el doctor había dicho que debían hacerle.
- Doctor ¿podemos pasar a verle? -preguntó Hugo.
- Traigo malas noticias, en las pruebas que le acabamos de realizar a Jake, hemos encontrado un pequeño tumor en el corazón, y vamos a tener que operarle de urgencia, debido a su soplo en el corazón, el cuál puede propagar y extender el tumor por gran parte del corazón y acabar con la vida de Jake.
- No, no puede ser no. - dije entre lágrimas.
- Tenéis 10 minutos para verlo antes de que lo bajen a quirófano, la operación durará 7 horas aproximadamente, eso es todo chico, espero que salga bien. - tras eso se marchó.
- Haber tenemos 10 minutos para verle todos, lo más justo es entrar por parejas 2 minutos, y así quedan 4 minutos, para su madre. - dijo Hugo. - Primero entraréis Chaz y Ryan, luego Paula y Caitlin, después Valeria y yo y finalmente Pattie.
Todos observaron como yo estaba en un rincón de la sala tirada el suelo, llorando.
Pattie se acercó a mi.
- Te cedo mis 4 minutos Valeria, la última voluntad de mi hijo sería pasar sus últimos minutos de vida a tu lado. - dijo llorando.
- No, no quiero minutos de nadie, eres su madre te mereces estar con él, la que no se merece nada soy yo, que soy la culpable de todo esto. - dije.
- Eres la persona que ha hecho feliz a mi hijo estos 2 años, y créeme que yo sé que tu no querías esto, así que entra a verle tú, que yo ya lo tengo muy visto. -dijo mientras me abrazaba.
- Muchísimas gracias Pattie, te prometo que no voy a fallarle, que si Jake sale de esta, que estoy segura de que sí, no le vas a ver sufrir nunca más porque le voy a hacer el chico más feliz del mundo. -dije.
- Confío en ti Valeria. - me abrazó.
Tras ese abrazo, entré al box dónde estaba Jake, estaba conectado a muchos cables, un aparato respiratorio estaba enchufado a él, parecía una estatua, las lágrimas empezaron a caer sobre mis mejillas, me senté a su lado, me apoyé y comencé a acariciarle el pelo, mientras mis lágrimas caían sobre su hombro.
- Soy una jodida mierda Jake, siento muchísimo que estés así por mi culpa,  me arrepiento tanto de no haberte escuchado aquel día, pero sobre todo me arrepiento tanto de haberte fallado cuando más me necesitabas, te juro que no voy a perdonarme nunca esto, ¿pero sabes lo que más me duele? que si te vas, no me habré despedido de ti, y tu última imagen mía será de cuando te dejé solo ante el problema, nunca debí tratarte así, tú siempre has estado a mi lado, incluso cuando no quería, te disfrazaste de tía para verme y estar cerca de mí, sé fuerte, lucha como el campeón que eres, que te quiero joder, te prometo que si sales de está la única vez que vas a llorar es de la risa por el pedazo ataque de cosquillas que te voy a dar - tocaron a la puerta.
- Lo sentimos señorita, el tiempo de visita se ha acabado.
- Por favor, no me ha dado tiempo a despedirme de él.. - dije.
- El tiempo es oro, lo sentimos. - dijo mientras me tiraba del box.
La cuenta atrás había empezado, menos 6 horas y 59 minutos.
5 horas 46 minutos.
4 horas 34 minutos.
3 horas 23 minutos.
2 horas 10 minutos.
Todos se habían marchado a descansar, Pattie y yo éramos las únicas que quedábamos ahí.
1 hora 2 minutos.
50 minutos.
39 minutos.
27 minutos.
12 minutos.
6 minutos.
2 minutos.
1 minutos.
3 segundos, 2 segundos, 1.
La alarma de mi móvil sonó, al fondo del pasillo el doctor se aproximaba hacia nosotros.
- La operación ha salido bastante bien, está sedado pero en cuestión de 15 minutos se despertará, por comodidad y sobretodo por no agobiarle es recomendable que vayáis entrando de 1 en 1 a medida que se haya despertado. -dijo.
No me lo pensé dos veces, y me fui yo la primera, al fin y al cabo había aguantado 7 horas como una campeona.
Al entrar, comencé a abrazarle y a besarle a la vez que le decía.
- Dios dios estás bien joder, Jake lo has conseguido tio. - lloraba de alegría.
En uno de mis arrebatos de abrazos y besos, Jake abrió los ojos.
- Awwwwwwwwww estás despierto, Jake antes de nada déjame pedirte perdón, yo no sabía que ibas a acabar aquí por mi culpa, no sé ni que decir, es que estoy tan contenta de que estés bien, ay - le abracé.
Jake me miró con cara extraña.
- ¿Y tú quien eres? - dijo tras mi abrazo.