lunes, 23 de marzo de 2015

Capítulo 48 - ¿Realmente has llegado alguna vez a olvidarme?


- Bueno ahora también lo somos. - dijo.

- Pero no de la misma manera.

- Prefiero estar así, a saber que me odias.

- La verdad es que yo también. - contesté.

- Por cierto, ¿no tienes más cosas para enseñarme nuestras? - preguntó.

- Tengo cosas nuestras para dar y vender, pero para verlas tendrás que ganártelo. - dije.

- Pero si son nuestras, tengo el mismo derecho que tú a tenerlas y verlas. - protestó.

- Si sí, pero, ¿quién es la única que las tiene? Yo, si, si, has oído bien, yo la tita Valeria campeón. - le vacilé.

- Primero me llenas de barro, y ahora me vacilas de esta manera, me parece que te estás pasando hoy.

- Eres un llorón. - reí.

'¡Toc, toc!'

Alguien llamó a la puerta.

- Adelante. - dije.

- Jake dice Hugo que si te vas con ellos al centro un rato. - dijo Brenda.

- Dile que no, que prefiero quedarme con Valeria, así no se queda sola.

- No tranquilo, me voy a quedar con ella.

- Sal un rato Brenda, me quedo yo de verdad que no me importa.

- ¿De verdad? - preguntó.

- De verdad.

- Está bien, me voy con ellos, cuidadito con lo que hacemos eh. - dijo guiñando un ojo.

- Jake deberías haberte ido. - dije.

- ¿Por qué? Quedarme cuidándote es lo menos que podría hacer después de todo.

- Porque no me apetece estar más contigo tío. - dije.

Jake se quedó callado.

- En ese caso me voy al salón y te dejo tranquila..- dijo cabizbajo.

- Oye, ¿me llevas al salón contigo?

- ¿No decías que no querías estar más conmigo?

- Mira que eres inocente. - reí. - ¡te lo has creído!

- A este paso voy a odiarte.

- ¿Bueno me llevas o qué? - pregunté.

- Mejor subo unas palomitas y una peli, y la vemos aquí, recuerda que tienes que estar en reposo.

- Es cierto doctor Jake. - reí.

- Ui cuánta risita llevas hoy.. mi madre siempre me ha dicho que cuando te ríes mucho luego acabas llorando.

- Llorando de la risa tal vez, porque contigo al lado es imposible no reírse.

- ¿Eso es un cumplido? - dijo sonriente.

- Sería un cumplido si me riese contigo, no de ti. - reí de nuevo.

- Hoy cobras. - dijo serio.

- En efectivo si puede ser por favor.

- Que te den tío. - dijo mientras se iba de la habitación, a abajo para subir todo lo necesario para pasar la tarde lo más a mena posible.

Habían pasado 10 minutos desde que Jake había bajado a por las palomitas y la película, me parecía muy raro que no estuviese ya en la habitación, cuando de repente escuché un golpe que provenía de las escaleras, seguido de un plato roto. Comencé reírme, ya que deduje que Jake se había caído por las escaleras, tras varios minutos de risa, decidí preguntarle si estaba bien.

- ¿Jake estás bien? - grité.

- ¡Recuérdame que no vuelva a acercarme a ti! - dijo mientras venía cojeando a la habitación.

- ¡Dios mío Jake! - no pude evitar ver la brecha que llevaba en la cabeza.

- ¿Qué pasa? - preguntó.

- Estás sangrando por la cabeza, ¿no te has dado cuenta? - dije.

Jake empezó a marearse, no me acordaba que era muy propenso con la sangre y que a la mínima se desmayaba.

- Túmbate, que voy a por el botiquín. - dije.

Jake se tumbó en la cama en lo que yo iba en busca del botiquín para curarle la brecha, me costó un buen rato encontrarlo pero sobretodo volver a la habitación porque no olvidemos que yo tenía la rodilla mal a causa de mi torpe caída en el jardín.

- Ya estoy aquí. - dije. - Te he traído un trozo de chocolate también por el mareo, para que te suba al azúcar otra vez.

Jake sonrió. Abrí el botiquín, saqué el agua oxigenada y el vetadine , algodón y una gasa para tapar la brecha. Al echarle el agua oxigenada Jake empezó a gritar como un energúmeno, pero aún así aguantó como un campeón hasta que lo terminé de curar. Me quedé mirándolo unos minutos mientras le acariciaba la cabeza, por un momento se me escapó una sonrisa que provocó que Jake me preguntase por el motivo de dicha sonrisa.

- ¿Por qué sonríes? - dijo.

- Porque menudo enfermero me he buscado, que he acabado cuidándolo yo a él.. - bromeé.

- Oye..que no ha sido a propósito..

- No sé que decirte eh.. - volví a bromear.

Jake me fulminó con la mirada.

- Es broma idiota. - dije. - A ver qué película habías traído.

- Bajo la misma estrella. - dijo,

- No puede ser. - dije

- ¿El qué no puede ser? - preguntó.

- Tú, Jake Billhodd, viendo 'Bajo la misma estrella'.

- Tampoco creo que sea para tanto, es una película normal.

- No dirás lo mismo cuando la hayas visto.. -dije

- ¿A qué te refieres?

- Vas a llorar,

- Soy un hombre, y los hombres no lloramos.

- Ya veremos. - dije.

Jake se levantó y puso la peli mientras yo preparaba en la cama todo el tema de las palomitas, el chocolate y las chuches. Cuando puso la película, vino a la cama y nos tapamos con una manta, parecía mentira que en pleno mes de agosto tuviésemos que estar tapados pero en aquella casa siempre hacía frío. La película empezó, creo que era la octava vez que yo la veía, por lo que me sabía los diálogos y no paraba de decirlos, cosa que a Jake le ponía realmente nervioso, pero que en cierto modo a mi me gustaba. Llega la parte más emotiva de la película, Augustus Waters le cuenta a Hazel Grace Lancaster que tiene el cáncer esparcido por todo el cuerpo y que se va a morir, unos sonidos extraños se apoderan de la habitación, una mano empezó a deslizarse por mis mejillas, seguido de un '¿estás llorando Valeria?' de Jake. No le contesté, puesto que no paraba de escuchar a Jake lloriqueando, miré hacia arriba y lo vi secándose las lágrimas, así que no pude evitar reírme de él.

- Yo no estoy llorando, pero me parece que el hombre más hombre de los hombres si. - reí.

- Es la alergia del ojo, que me ha salido. - se excusó.

- Vamos Jake, hace más de 15 minutos que llevas lloriqueando como una nena, admite que te has emocionado.

- No se lo digas a nadie, que si a quién le cuente que he llorado con una película..

- ¡Qué idiotas podéis llegar a ser los chicos a veces! - dije.

- Idiotas no, pero llorar con una película..

- Llorar es de valientes, los que no lloran son los verdaderos cobardes no lo olvides. - dije.

- ¿Podemos terminar de verla? - suplicó Jake.

- Si no te vuelve a entrar la alergia si. - reí.

- Idiota. - me pegó en el hombro.

Volví a darle al play a la película, y terminamos de verla.
Evidentemente Jake acabó llorando a moco tendido, aunque no fue el único, yo acabé igual que él.

- Para haberla visto tantas veces, te has puesto hecha una magdalena. - dijo bromeando.

- Ya lo sé, llevaba demasiado meses sin verla y me he venido abajo.

- No me gustaría estar en el lugar de la chica, debe de ser durísimo.. - dijo.

- Lo es. - bajé la cabeza.

- ¿Cómo lo sabes?

- Tampoco hay que pensar mucho Jake. - dije.

- No sé de qué me estás hablando, de verdad.

- Hablo por ti, es cierto que tú, afortunadamente saliste adelante, pero estuviste en coma, y cuando alguien que significa tanto para ti, se encuentra en esa situación, es difícil recuperarse y más si es por tu culpa, por eso me cambié de colegio, y empecé de cero, porque no quería volver a verte así.

- No digas tonterías Valeria no fue por tu culpa.

- Si lo fue Jake, casi te quito la vida, por mi inmadurez, por haberte dejado tirada aquel día cuando me enteré que te estabas medicando, y no quise escuchar ni el por qué, solo pensé en mi, fui una egoísta.

- Me devolviste la vida en el momento en el que entraste llorando a la habitación y me dijiste que fuese fuerte que era un campeón.

- Pe..pe..ro - tartamudeé. - Tú ahí estabas dormido.

- Es cierto, pero escuché eso, y todo lo que parecía que había empeorado desapareció, así que deja de lamentarte que de no ser por ti, probablemente no estaría aquí lloriqueando contigo.

- Es increíble como consigues calmarme, incluso en los peores momentos. - sonreí.

Jake sonrió y se quedó mirándome un buen rato.

- ¿Puedo hacerte una pregunta?

- Por supuesto. - contesté.

- ¿Por qué te enamoraste de mí?

Por un momento se me paró el mundo, ¿cómo debía actuar ante esa pregunta? Realmente me esperaba cualquier pregunta menos esa, empecé a ponerme nerviosa, pero conseguí disimularlo hasta que fui capaz de contestar.

- No lo sé, nunca fui capaz de contestarte a esa pregunta cuando estábamos juntos, para mi nunca hubo un por qué, simplemente me enamoré de ti como jamás lo había hecho, estando contigo me di cuenta que había perdido mi tiempo pasándolo mal por Michael, y que había arruinado parte de mi adolescencia por alguien que creía ser 'mi primer amor', quizás me enseñaste a verle el lado bueno a la vida, por muchas cosas malas que tuviera, tú siempre me hacías ver las buenas, fuiste como la cuerda que me ayudó a salir del pozo en el que yo misma me había ahogado, realmente no sabría decirte el por qué concreto, solo que me enamoré perdidamente y que me hiciste muy feliz.

Tras haber soltado ese discurso profundo, Jake no dijo nada, permaneció en silencio durante unos minutos, sin quitarme el ojo de encima, observé que le estaba temblando la pierna, lo que quería decir que se estaba poniendo nervioso. No pude evitar abrazarlo, y decirle que se tranquilizase.
De pronto sonrió, de una manera que su sonrisa era capaz de iluminar con luz propia la habitación.

- ¿Qué pasa? - pregunté.

- Que me encanta oírte hablar de nosotros, ver como se te iluminan los ojos como la primera vez que me dijiste 'te quiero', o verte tan nerviosa como la noche de tu primera vez en aquella habitación de la Torre Eiffel.

- ¿Cómo te acuerdas eso?

- Desde que me dijiste que tenía vídeos nuestros en una carpeta de mi ordenador, los he visto día y noche, y te aseguro que no me canso de verlos.

- ¿Por qué sigues viendo nuestros vídeos? - pregunté algo confundida.

- Porque creo que lo único bueno de mi pasado eras tú.

Me limité a sonreír, la situación estaba empezando a ser un poco incómoda, ya no sé si era porque se me hacía raro estar hablando de nosotros con él, o porque sin darme cuenta estaba removiendo el pasado de una manera que yo no quería, es decir añorándolo.

- ¿Puedo hacerte una última pregunta?

- Si, dime.

-  ¿Realmente has llegado alguna vez a olvidarme?

[Perdonad por el retraso, intentaré no tardar tanto en subir el siguiente, un besito]