Aquí os dejo el link del capítulo 49 para que hagáis memoria de lo que sucedió y así poder seguir el hilo de este, ya que hace demasiados meses que no escribía ( http://enelmundogenialdelascosasquedices16.blogspot.com.es/2015/05/capitulo-49-me-gusta-cuando-sonries.html )
Mi indignación y mis celos se notaban a kilómetros de distancia, tal vez el arrebato que me había dado, no me iba a ayudar mucho a ocultar que volvía a haber algo entre Jake y yo, pero es que no podía evitarlo.
Subí a mi habitación y me tumbé en la cama a pensar como de costumbre, nunca he llegado a entender porque es tan difícil estar enamorado de alguien. Aunque poco me duró el momento de pensar, ya que minutos después de haberme tumbado en la cama, alguien llamó a la puerta.
- ¿Puedo entrar? - preguntó Jake.
- No. - dije en tono muy serio.
- Me da igual, voy a entrar. - dicho y hecho.
- ¿Para qué te molestas en subir, no deberías estar hablando con la delantera?
- ¿En serio te piensas que le he dado importancia a esa chica?
- Te ha dado su número, no creo que te lo haya dado por el simple hecho de respirar Jake.
- No tengo la culpa de ser irresistible, no eres la única que se muere por mis huesos.
- Por eso mismo, como no soy la única, vete con todas las demás, y ahora si no te importa, vete no quiero verte Jake.
- Pero Valeria...
- No hay peros que valgan, no estamos hechos para estar juntos, no hagas esto más difícil.
Tras esas duras palabras, Jake abandonó la habitación y me dejó sola, tal y como le había pedido.
Hace meses, en un momento como este, estaría abrazada a Christian, mientras me daba helado de chocolate a la vez que me acariciaba la cabeza y me decía que todo iba a salir bien.
Creo que Christian, es la única persona que realmente se ha enamorado de mi, y a día de hoy a pesar de lo que pasó, lo echo de menos, más de lo que se puede imaginar.
Sé que no debería, pero me apetece enviarle un mensaje.
'Chris, soy Valeria, espero que te vaya todo muy bien, las cosas por aquí son muy distintas desde que te fuiste, dicen que el tiempo todo lo cura, y creo que ya ha curado lo que pasó aquel día, me gustaría verte, un besito'.
2 minutos después, el móvil me vibró, con el tono que tenía para cuando Chris me hablaba, no podía creérmelo.
' Valeria, a mi también me gustaría verte, hay ciertas cosas que me gustaría que supieras, estoy solo en mi casa hasta este finde, si te apetece voy a buscarte a la playa en media horita y vamos a dar una vuelta, más que nada porque si voy a recogerte a casa, no vuelvo con vida a la mía, ya sabes... ¿te apetece?'
No dudé ni un solo segundo en responderle y decirle que nos veíamos en media hora en la playa.
Estaba nerviosa, no sabía ni que ponerme, abrí mi armario y por un momento pensé que nada me iba a quedar bien para verlo. Al final decidí ponerme un vestido blanco estilo ibicenco, acompañado de unas cuñas, y un collar de pequeñas conchas. Un poco de colorete y rímel, y lista para dar un vuelta.
Para mi desgracia, todos seguían en la piscina, así que respiré hondo antes de salir al jardín, porque eso suponía exponerme a un interrogatorio.
- ¿Dónde vas? - preguntó Hugo.
- A dar una vuelta, que unas amigas de mi instituto han alquilado un apartamento cerca de la playa y como sabían que estaba aquí, me han dicho si me apetecía salir a dar una vuelta, supongo que volveré tarde no me esperéis despierta.
- Ten cuidado, y no rompas muchos corazones esta noche, que vas preciosa. - dijo Brenda.
- Lo intentaré. - dije riendo.
Antes de salir, pude ver como a Jake le cambió la cara totalmente cuando me vio así de guapa sabiendo que me iba por ahí. Podía notar los celos en los ojos, pero no terminaba de creérmelo.
Dejé a un lado a Jake, y me centré en que en unos minutos volvía a ver a Christian, después de tanto tiempo.
Llegué a la playa, y allí estaba él, con unas bermudas azul marino, un polo azul cielo, y las roshe run negras, sonreí porque pasa el tiempo y sigue pensando que esas zapatillas son para ir arreglado.
Se acercó a mí y me sonrió.
- Estás preciosa. - me dijo.
No sé por qué, pero Christian siempre sabe que tiene que decir en cada momento, y eso es algo que me encanta.
- Te diría lo mismo de no ser por tus zapatillas... - reí.
- Oye.. - me pegó un puñetazo de broma en el hombro. - ¿dónde te apetece ir?
- La verdad es que tiene pinta de llover...
- ¿Es una indirecta para que vayamos a mi casa? - dijo entre carcajadas.
- No, eso quiere decir que va a llover y punto. - reí de nuevo.
- Tengo gofres, y un bote de nutella sin empezar...
- ¿Cuando dices que vamos a tu casa? - ambos reímos.
Christian no dudó dos veces en llevarme a su casa, la verdad es que la tarde solo acababa de empezar y ya me estaba encantando porque entre Christian y yo pueden pasar mil cosas, pero nos queremos tanto el uno al otro, que tras cada error, es como si el tiempo no hubiese pasado entre nosotros, como si nada pasase, cada error que cometemos hace lo nuestro más fuerte y eso es algo que solo me pasa con él.
- ¿Vas a querer que te ponga yo la nutella en el gofre o te traigo el bote de nutella?
- ¿En serio me estás haciendo esa pregunta a mí? - reí. - ¡Traeme el bote ya!
Chris rió y me trajo el bote de nutella, estaba sin empezar, y en cuestión de 20 minutos no quedaba ni la mitad.
- Yo creo que lo tuyo y lo de los gofres es una excusa para comer nutella..
- Parece mentira que no me conozcas Christian. - le manché de nutella la nariz.
- Oye que yo no quiero más. - me manchó la frente.
- Pues tu mejilla no dice lo mismo. - le manché.
- Tu cuello me parece que tampoco. - me manchó de nuevo.
- Eh eh frena que estás emocionando...
- ¡Vamos Valeria, no seas aguafiestas!
- Conozco como acaba esto y no tengo intención de que así sea.
- Sabes que yo no soy de esos...
- No lo eras hasta el día en que te acostaste con aquella chica del parque acuático, pero da igual Chris, no quiero hablar de ese tema, ahora mismo ni si quiera sé que hago aquí.
- Ese es del tema del que quiero hablar contigo y por el que he quedado contigo Valeria.
- ¿Qué vas a decirme que ella lo hace mejor o no espera, que estás súper arrepentido? Venga por favor, que esta historia me la conozco ya de sobra.
- Estaría súper arrepentido si lo hubiese hecho, eso lo dudes.
- ¿Si lo hubieses hecho? - pregunté algo confusa.
- Exacto, no hice nada Valeria, le pedí a esa chica que fingiese haberse acostado conmigo.
- Ya claro, y ¿qué me dices de la ropa del suelo?
- La tiramos apropósito, ella estaba en bikini dentro de la cama, yo ni siquiera me metí en la cama.
- Christian, ¿por qué lo hiciste, por qué has dejado que todos te odien durante todo este tiempo? ¿Por qué no me contestaste entonces a mis putos mensajes? ¡Tú sabes lo mal que lo he pasado! - comencé a llorar.
- ¿Te crees que para mí ha sido fácil tener que fingir todo este tiempo que me dabas igual, que no estaba enamorado de ti y que quería estar lejos tuya? Pues claro que no, pero que querías que hiciese Valeria, si tu seguías enamorada de Jake y yo no podía hacer otra que aguantar como te morías de celos cada vez que Jake miraba a Andrea, siempre te he dicho que quiero tu felicidad, fuese conmigo o con cualquier otro chico, recuérdalo que para mí primero tú, después el resto del mundo Valeria. - dijo entre lágrimas.
- No sé si meterte dos hostias por gilipollas, o comerte a besos por tener tanta suerte de tenerte.
- Hombre pues si se puede elegir, prefiero la segunda.. - se secó las lágrimas.
- Sigues siendo el mismo idiota de siempre, - le abracé. - Ven anda.
Mi dedo índice comenzó a rozar la parte inferior de sus ojos, limpiando así las lágrimas que le quedaban. Christian estaba cabizbajo y una vez más me dolía verlo así, le miré y le sonreí, él me devolvió la sonrisa aunque algo forzada.
Comencé también a limpiarle toda las manchas de nutella que tenía por la cara, aún quedaba una, la de la comisura de los labios. No me preguntéis por qué, pero tenía unas ganas impresionantes de quitársela y no precisamente con el pañuelo. Christian seguía cabizbajo, así que apoyé mi mano en su barbilla y lentamente levanté su cabeza, rodeé sus brazos a mi cuerpo, me acerqué a él y le sonreí.
No pude resistirrme más y le besé.
- Valeria, ¿qué estás haciendo? - me preguntó.
- Tenías un poco de nutella y... - me besó.
No sé porque lo había besado, ni siquiera sé porque lo seguía besando, pero no quería dejar de hacerlo. Christian me cogió en brazos y me sentó en el banco de la cocina, rodeé su cuerpo con mis piernas, también rodeé su cuello con mis brazos, a la vez que le acariciaba con una mano la cabeza y otra el cuello. Él puso sus manos sobre mis nalgas, nunca había visto a Christian tan lanzado, pero me encantaba. Una de sus manos se deslizó suavemente hacia mi camiseta, la cuál poco a poco fue subiendo con delicadeza hasta desaparecer de mi cuerpo y terminar en el suelo. Así pues hice lo mismo con él, su camiseta ahora también estaba en el suelo.
Christian comenzó a besarme el cuello, como nunca nadie lo había besado, su mano derecha permanecía en mi trasero, su mano izquierda estaba acariciándome la tripa, al borde del botón de mi pantalón, mientras tanto mis manos comenzaron a deslizarse lentamente por su pecho. Me desabrochó los pantalones, y muy lentamente los retiró de mi cuerpo.
De nuevo su mano derecha seguía en mi culo, la única diferencia es que ahora, su mano izquierda estaba acariciando mi feminidad. Sus labios fueron bajando del cuello, a mi pecho despacio, seguido de mi ombligo, hasta llegar al borde del tanga.
Me miró con dudas, le sonreí, y cuando me quise dar cuenta sus labios estaban besando los míos y no precisamente los de la boca.
Su lengua recorría de arriba abajo mi feminidad, no pude evitar soltar un gemido de auténtico placer.
Christian a medida que me escuchaba gemir, aumentaba la velocidad de su lengua, creo que por un momento estaba en el paraíso, porque lo que estaba sintiendo en ese instante no era de este planeta.
Con mis piernas lo rodeé de nuevo y poco a poco le quité los pantalones con ellas y la ayuda de mis pies, acto seguido hice lo mismo con sus bóxers. Deslicé una de mis manos hasta su miembro viril y comencé a acariciarlo, Christian empezó a gemir, creo que no lo había visto tan excitado en la vida.
No sé por qué, aparté a Christian de ahí abajo, y lo acerqué a todo él a mí, incluyendo a su miembro, que estaba a escasos centímetros de mi feminidad, lo miré con cara de deseo y desesperación porque me hiciese el amor allí mismo.
- ¿Estás segura de esto? - me preguntó.
- Creo que no he estado tan segura de algo en mi vida.
Tras esas palabras Christian no dudó un solo segundo en introducirla en mí, sé que era raro hacerlo sobre la encimera de la cocina, pero tenía tantas ganas de tenerlo dentro de mí y me daba tanto morbo que me dio igual todo. Las embestidas de Christian al principio era suaves, poco a poco fue aumentando el ritmo, hasta el punto de hacerme tener el mayor orgasmo de mi vida.
Al acabar, me puse su camiseta a modo de pijama, y me puse a hacer la cena, mientras Christian me miraba sonriendo. Cenamos tranquilamente y el resto de la noche, lo pasamos en el sofá viendo una película, hasta que se hizo hora de que me llevase de vuelta.
- Me lo he pasado genial esta noche Chris, te echaba de menos.
- Lo mismo te digo Valeria, espero verte pronto. - me besó en la frente y se marchó.
Antes de entrar a casa me eché colonia, puesto que mi ropa olía a la de Chris, y todos conocen a la perfección su aroma. Para mi suerte las luces estaban apagadas, así que supuse que todos estaban durmiendo, bueno todos menos Jake, que se había quedado dormido en mi cama con un papel en la mano.
- Eh Jake, despierta. - dije mientras le daba golpecitos en el hombro la despertarlo.
Jake empezó a moverse por la cama.
- ¿Qué hora es? - dijo con voz de medio dormido.
- Son las 4 de la mañana, ¿se puede saber qué haces en mi habitación?
- Estaba esperándote, para decirte una cosa, y a parte porque me tenías preocupado.
- Pues ya has visto que he llegado bien, por favor, vete.
- Pero tengo que decirte una cosa..
- Me la dices mañana que vengo reventada, buenas noches. - lo eché de la habitación.
Me puse el pijama, y cogí el móvil para ponerlo a cargar, cuando vi que tenía un mensaje de Chris.
'Repito que me ha encantado estar contigo hoy, y no lo digo por lo que ha pasado, si no por tu presencia, por ti, por mí, por volverte a ver, por cierto tengo una sorpresa para ti, no me preguntes que es porque no te lo voy a decir, buenas noches pequeña'.
Morí de amor con el mensaje para que mentir, le contesté y me dormí.
Al día siguiente un ruido me despertó, al despertarme tenía un papel al lado de la almohada el cuál decía.
'Buenos días canija, cuando leas esto, levántate de la cama, abre tu armario y coge tu maleta, no te preocupes porque debes meterte, ya la tienes echa y cerrada con candado para que no puedas ver que ropa te he metido, en la silla tienes lo que debes ponerte hoy. Cuando estés vestida, ponte la venda que está al lado de este papel, en los ojos, solo tienes que gritar que ya estás lista, y apareceré para guiarte durante todo el camino, va a ser muy largo y no va a ser fácil, pero solo te digo que va a merecer la pena.
Pd: estás preciosa cuando duermes.'
Dicho y hecho, hice todo lo que la nota decía, no sé como Christian había logrado colarse en casa y preparar todo pero la verdad es que se lo había currado bastante.
Hice el grito de guerra para que viniese a buscarme, y alguien vino a por mi, pero sin hablar, me montó en un coche, hasta llegar al aeropuerto, donde cogimos un vuelo de 9 horas.
- Me gustaría saber donde vamos. - dije.
- Shhhhhh. - dijo.
Pude sentir como el avión aterrizaba, y como tras bajar del avión, cogimos un taxi, que nos dejó en el sitio al que me había llevado.
Subimos en ascensor, y escuché como abría una puerta, creo que no había estado tan nerviosa en mi vida. La puerta se cerró y la banda desapareció de mis ojos, contemplé el lugar y no podía creérmelo, me había llevado a la suite de la Torre Eiffel en la que estuve con Jake, el lugar de mi primera vez.
Me gire para darle un beso por la pedazo sorpresa que me había preparado, en cuestión de horas, porque me parece increíble que de ayer a hoy hubiese conseguido todo eso, pero al darme la vuelta no era Christian el que estaba ahí, si no Jake.
___________________________ Continuará... _________________________