martes, 30 de diciembre de 2014
¡Bye 2014!
Cuánta gente pasa por nuestra vida en un año, cuántos se van y qué pocos siguen permaneciendo ahí.
No tengo mucho que decir sobre lo bueno o lo malo que ha sido este año porque pienso que una imagen vale más que mil palabras, y afortunadamente tengo miles de imágenes mentales mientras escribo esto, así que gracias a todos los que de alguna forma u otra habéis formado parte de este 2014. En especial a los que me habéis dado tantas cosas para recordar y tanto por lo que estar orgullosa de vosotros, sois increíbles.
lunes, 29 de diciembre de 2014
ATENCIÓN NUEVOS LECTORES.
Atención a nuevos lectores, a partir del capítulo 6, hasta no sé cuál algunos personajes como Hugo, el primo de Valeria, o Brenda, su novia, en esos capítulos Hugo sale como que se llama Eric, y Brenda me parece como Allison. es por unos fallos del blog, en otras ocasiones Jake, es sustituido por el nombre de Justin, eso es fallo mío, ya que cuando escribo me inspiro con Justin, y claro, se me va un poco la pinza y lo pongo a él, así que entre hoy y mañana intentaré solucionar esos fallos y ponerlos correctamente, para que así los nuevos lectores que hayáis decidido engancharos a la historia de Valeria, podáis seguir el hilo, perdón por las molestias.
Un besito, Ari.
Capítulo 47 - 'Donde una pisa una leona, no deja huella una gatita.'
- No estoy intentado nada, y bueno ya que nos estamos sincerando, me gustaría disculparme ya no solo por lo de hoy, si no por todo lo que tuviste que aguantar con Andrea aquí, yo no sabía que tu estabas pasándolo tan mal.
- Eso es pasado, no tienes que pedirme perdón por nada.
- Si que tengo que pedirte perdón, hiciste el esfuerzo de venir aquí para estar con todos, aguantando todo.
- Jake, he dicho que es pasado, y punto no más que hablar del tema, en serio.
- ¿De verdad?
- Sí, además mira de que le sirvió venir a Andrea. - reí.
- ¿De qué le sirvió?
- Le sirvió para irse, y darse cuenta que donde una pisa una leona, no deja huella una gatita.
Jake me miró confundido, no sabía a que venía el comentario ese.
- En el fondo me alegro de que fuese. - dijo.
- ¿Por qué? Según tú, estabas muy enamorado de ella.
- Tu lo has dicho, estaba, venir aquí me hizo ver como era realmente, y bendita noche la que te besé.
Me quedé callada por un momento, no sé sabía a que quería referirse con eso de 'bendita noche la que te besé', tardé unos minutos en asimilar tal frase, hasta que solo pude decir esto:
- ¿Cómo que bendita noche la que me besaste?
- Sí, haber no malinterpretemos las cosas, besarme contigo hizo que Andrea se fuese, si no llega a ser por ese beso, probablemente ella seguiría aquí.
- Ah si es por eso, aleluya por el beso, porque mira que me caía mal Andrea.
- Nunca entendí por qué la verdad.
- A veces pienso que eres tonto. - dije.
- ¿Por qué?
- Nada déjalo. - miré el reloj, marcaba las 4:34 am - Y vete de una vez de aquí anda, que ya es tarde y tengo sueño.
- Veo esta habitación muy vacía..como que le falta algo..
- Yo la veo bien.
- Más bien le falta alguien.
- Tú no eres, así que pírate ya cansino.
- ¿De verdad que no quieres que me quede? - dijo con voz de interesante.
- Largo si no quieres dormir en el jardín después de que te haya tirado por la ventana.
- Bueno había que intentarlo. - dijo. - Buenas noches idiota.
- Cierra la puerta cuando salgas. - dije.
Jake se marchó de la habitación, a pesar de que se había hecho tarde, yo no tenía sueño, ni siquiera sé porque había echado a Jake de la habitación, estaba muy cómoda con él, quizás es por eso por lo que lo eché, hacía tanto tiempo que no estábamos así de bien que tenía miedo a que esa comodidad y tranquilidad que después de mucho tiempo al fin había vuelto a nosotros, fuese más allá de lo que era.
'Valeria, deja de comerte la cabeza como haces siempre y disfruta' me dije a mí misma. Dicho eso, apagué la luz y me dormí.
Al día siguiente los gritos de los chicos desde el salón me despertaron, no dudé ni un segundo en bajar a ver qué pasaba.
- ¡Se puede saber qué hacéis gritando a las..! - miré el reloj, marcaba las 13:53, me callé.
- Shhhh Valeria. - dijo Ryan. - Estamos ocupados.
Miré la tele pensando que estaban jugando al fifa, pero no, estaban viendo un partido de volley-ball femenino, por lo que esos gritos provenían de su enorme desesperación por no poder tener una chica así.
- Hugo no sé que haces viendo eso, teniendo a tu novia haciendo topless en el jardín. - dije.
Todos abrieron los ojos como platos y se levantaron corriendo hacia la ventana que daba al jardín.
- Era coña, pero he aquí lo babosos que podéis llegar a ser, de nada chicos. - dije riendo, mientras salía al jardín a tomar el sol con Brenda.
- ¿Qué miraban tan emocionados por la ventana?
- Les he dicho que estabas haciendo topless.
- ¡Tía! - me pegó en el hombro.
- Solo quería reírme un poco, que me han despertado con sus chillidos de desesperación al ver a los culos de las chicas de volley-ball, como si no hubiesen visto un culo nunca.
- Son tíos, ¿qué te puedes esperar de ellos?
- También es verdad.
- Por cierto, ¿qué hacía anoche Jake hasta las tantas en tu habitación?
- Deja de poner esa cara de emoción, porque no es lo que estás pensando.
- Ya claro, me vas a decir que estuvo casi dos horas en tu habitación hablando.
- Brenda parece mentira que seas tú la que me esté diciendo esto..
- Ui es que es verdad tía.
- Hace a penas días que Christian se ha ido, ¿de verdad piensas que me importa mucho ahora Jake?
- Jake nunca ha dejado de importarte.
- Ya lo sé, pero mis sentimientos hacia él han cambiado.
- Tu dirás lo que quieras, pero a mi no me engañas, pero bueno a qué fue.
- A pedirme perdón por haberme visto ayer desnuda, y también a pedirmelo por todo lo mal que me lo había hecho pasar cuando Andrea estaba aquí, que no era su intención.
- Parece que ha madurado un poco.
- La verdad es que agradezco que viniese, no me preguntes por qué, pero me gustó.
- Haber cuánto os dura la simpatía esta mutua.
- Espero que al menos dure lo poco que nos queda aquí. - dije. - por cierto, ¿aprovechamos que están entretenidos para hacer topless en serio?
- ¿Estás loca? Estos pueden salir en cualquier momento.
- En la vida hay que arriesgarse. - le guiñé el ojo.
- Serás la culpable si nos ven.. - dijo algo insegura.
Ambas nos desabrochamos el bikini, y lo dejamos en el suelo, justo al lado de la hamaca. Pasamos largas horas tomando el sol, hasta que terminó el partido y los chicos salieron como locos a darse un baño en la piscina, según ellos para 'rebajar' los calores que dicho partido les había provocado, fijaros si tenían ganas de pegarse el baño, que ninguno, se dio cuenta de como estábamos Brenda y yo. Lo que hizo que Brenda y yo nos volviésemos a colocar la parte de arriba del bikini sin ningún problema.
-¿Brenda me puedes echar crema? - pregunté.
- Sí claro. - contestó.
Yo estaba tumbada boca abajo con los ojos cerrados, esperando que Brenda me echase la crema, cuando de repente, empecé a notar como gotas diminutas de agua helada caían sobre mi espalda, algo no encajaba, Brenda no se había mojado, y si ella no se había mojado, ¿quién narices estaba echándome crema? Me di la vuelta, para mi sorpresa, era Jake el que me estaba echando crema.
- Em, ¿y Brenda?
- Hugo le ha hecho señas desde el agua para que fuese, y me han dicho que te la echase yo, pero vamos que si te molesta, no te la echo. - dijo.
- No tranquilo, échame. - contesté.
Jake me untó la crema, tanta que acabé más blanca de lo que soy.
- Ups, me parece que me he pasado un poco con la crema. - dijo riendo.
- Ups me parece que yo me he pasado con el barro. - dije.
- Pero si tu no me has echado nad..- antes de que pudiese acabar la frase le eché barro en toda la cara.
Él no se quedó corto y me la devolvió, lo que inició una guerra de barro, que acabó con ambos embarrizados perdidos, con un grupo de espectadores risueños (Ryan, Chaz, Hugo y Brenda) en la piscina.
- ¿Sabéis que así no vais a entrar en casa no? - dijo Hugo.
- Pero si ha empezado él, que culpa tengo yo. - dije.
- Perdona la que me ha tirado barro has sido tú. - replicó Jake.
- Por que tu me has llenado de crema.
- Ha sido sin querer. - dijo riéndose.
- Vamos Jake, si estás riendo.
- En lugar de estar discutiendo podríais buscar la forma de como limpiaros, porque como he dicho antes, así no entráis a casa. - dijo Hugo mientras se secaba y se metía en casa.
Jake y yo nos habíamos quedados en el jardín, llenos de barro, sin saber manera alguna de entrar a casa sin que Hugo se diese cuenta, para así poder darnos una ducha.
- Estarás contenta, mira lo que has conseguido. - dijo mientras me daba un golpecito en el brazo.
- Yo no soy la que va embadurnando a la gente en crema solar sabes.
- Ya pero has sido tú la que ha empezado a lanzarme barro.
- La verdad es que discutiendo no nos vamos a limpiar mucho, y no sé tú, pero yo quiero entrar a darme una ducha. - dije.
- ¿Y qué hacemos? ¿Nos metemos en la piscina?
- Jake, ¡qué luego nos bañamos en ella pedazo de idiota!
- ¿Acaso se te ocurre algo mejor listilla? - se burló Jake.
- Busquemos una manguera.
- ¿Una manguera, para qué?
- Para hacer una paella, Einstein. - dije vacilándole. - tu qué crees.
- Perdone usted, diosa del olimpo. - volvió a burlarse.
- Em, 5 minutos sin amigos. - reí.
- Deja de intentar ser graciosa y busca la puta manguera anda. - dijo mientras me daba una colleja.
Me piqué por la colleja y salí a correr detrás suya, con tan mala suerte que me resbalé, me caí al suelo, y me hice daño en la rodilla, tanto que a penas podía andar.
- Eres toda una campeona - dijo vacilando - anda voy a buscar yo la manguera. - dijo.
Jake enchufó la manguera y se limpió, después de limpiarse él, me limpió a mí, con mucho cuidado y delicadez, tras eso, me enrolló con una toalla y me llevó en brazos a mi habitación.
- ¿Puedes ducharte tu sola o te ayudo? - dijo.
Mi cara en ese momento era un auténtico poema.
- Largo aquí imbécil.
- Como quieras.
- No espera. - dije.
Jake se emocionó pensando que le iba a pedir ayuda con la ducha.
- Dime.
- Dile a Brenda que venga a ayudarme ella.
Jake se fue de mi habitación y avisó a Brenda para que viniese a ayudarme, y así hizo.
- ¿Qué ropa vas a querer? - me preguntó Brenda.
- Alguna cómoda, creo que no me voy a poder mover en todo el día de la cama.
- No quiero saber que estabais haciendo para que hayas acabado así..
- Capulla.
- Es verdad. - rió.
- Por cierto te odio. - dije.
- ¿A mí? - dijo - por qué.
- Le has dicho a Jake que me echase crema.
- Vamos Valeria, admite que te encantado.
- La verdad es que no. - dije.
- Si pues bien que te revolcabas con él en el barro..
- Tenía que devolvérsela.
- Si si, devolvérsela.. - dijo con cara de pillina. - Bueno ya estás vestida, si necesitas algo ya sabes.
Brenda me dejó sola, cogí el ordenador y mi aburrimiento me llevó a meterme en la carpeta de archivos eliminados, allí estaban todas las fotos con Jake, desde las de pequeño hasta las últimas que nos hicimos, de pronto alguien tocó a la puerta, inmediatamente bajé la tapa del ordenador.
-Servicio de habitaciones, te traigo la comida. - dijo Jake.
- Tu otra vez aquí no por favor.. - dije, aunque en realidad me gustaba su presencia.
- Después de lo que te traigo, agradecerás mi compañía.
- Sorprendeme. - dije.
- Te traigo una pizza de jamón york y queso, con un huevo dejado caer, y de postre una tarta de oreo.
- La comida se queda, tú no, gracias. - dije bromeando.
- Eres tonta. - reprochó.
- Es broma, quédate, no me viene mal compañía.
- ¿Cómo llevas la rodilla?
- Me dan pinchazos, pero supongo que con reposo hoy, se me curará.
- Lo siento..
- No ha sido tu culpa, he sido yo la que me he caído.
- Ya lo sé, pero porque te he dado una colleja.
- Da igual, en el fondo me lo he pasado bien.
- Yo también, ha sido divertido, sobretodo cuando Hugo se ha enfadado y no nos dejaba entrar así. - dijo riendo.
- Es la segunda vez que nos dice eso. - dije riendo.
- ¿La segunda vez?
- Sí. - reí. - hubo una vez, cuando estuvimos en su camping, que tú me llevaste a un sitio, llovió, tuvimos que empujar del coche y nos pusimos perdidos de barro, a parte de que hicimos otra guerra de barro, y al llegar al camping, Hugo nos dijo que así no entrábamos, y nos limpiamos con una manguera y después nos metimos en la piscina de allí, total esa no la limpiábamos nosotros. - volví a reír.
- ¿Te das cuenta de que estamos volviendo a vivir lo pasado? Igual el destino quiere hacerme pasar por lo mismo, pero de distinta manera.
- Aguanta flipado, que solo es casualidad, estas cosas suelen pasar, y más cuando hay un capullo como tú de por medio. - reí.
- ¿Cómo que un imbécil de por medio? - intentó darme en el brazo.
- Eh, que estoy inválida. - dije poniendo cara de pena.
- Anda, un portátil, ¿me lo dejas? - lo cogió antes de que yo le contestase, y se encontró con todo el panorama de las fotos.
- ¿Esos somos tú y yo? - preguntó.
- Sí. - contesté.
- Vaya, ¿nos conocemos desde pequeños? - preguntó.
- Sí, fuiste desde la guardería con Hugo, y siempre estabais juntos, y como no, yo estaba con vosotros.
- ¿No decías que me odiabas? ¿Por qué salimos tan felices en las fotos?
- Cuando eras pequeño me caías genial, de hecho eras mi amor platónico, me pasaba el día con mi primo Hugo solo para verte, porque me cuidabas mucho, ¿ves la foto esa que es un collage? - le pregunté.
- Sí. - contestó.
- Ahí yo tenía 11 años, tu acabas de cumplir los 13, y fue cuando empezaste a convertirte en un estúpido, esas son las últimas fotos que tuvimos juntos, a partea fue la última vez que volvimos a estar juntos hasta que nos juntamos en el camping.
- ¿Tanto asco me cogiste? - preguntó.
- Sí, me caías muy mal.
- Vaya pues parecía que nos llevábamos genial.. ¿y las otras fotos?
- En la que tu vas de blanco, es de la tarde que te he contado antes que acabamos manchados de barro, y la otra, ya es de cuando estábamos juntos.
- Se nos ve muy felices en las fotos.
- Éramos muy felices.
domingo, 28 de diciembre de 2014
Llorar es de valientes.
Todos para arriba. Todos para abajo. Todos sí. Todos no. Nada especial, todos iguales. Vivimos un mundo en el que salirse de lo normal es malo. Nada puede ser distinto, y la verdad es que nada tiene sentido. Te dejas arrastrar por todos, por miedo a un par de insultos dichos por un imbécil que no tiene otra cosa que hacer, te arriesgas a ser el "pipa" el "rarito" pero, ¿y qué? Que más dará yo soy como soy, y si me quiero reír pues me rió. Es odiosamente injusto tener que sonreír cuando lo único que quieres hacer es llorar, deshacerte en un mar de sollozos y quitarte un rato esa asquerosa máscara de falsa alegría que llevas siempre. Todos necesitamos respirar, expresar lo que sentimos de una manera o de otra. Cada uno hará lo que necesite hacer, pero ¿quien narices eres tú para decirme qué está bien y qué está mal? Quiero romper esos tópicos que dicen que para ser feliz hay que sonreír todo el rato. ¿A quien quieres engañar? Todos tenemos que pasar por algún mal momento, y la solución no está en sonreír. La solución es llorar, gritar, reír, saltar... La solución es dejarte llevar, expresar lo que sientes sin miedo al que dirán, y solo después podrás sonreír. Porque no se trata de sonreír porque si, se trata de sonreír porque de verdad quieres hacerlo, porque de verdad eres feliz y porque de verdad lo sientes. Porque llorar es de valientes.
Capítulo 46 - 'Deja de intentar camelarme de nuevo listillo'.
No iba a quedarme de brazos cruzados viendo esa estúpida última conexión sin haber obtenido respuesta alguna ante mi mensaje. Así que insistí.
'Me gustaría tener una respuesta, aunque sea un simple ok, no sé al menos por educación contéstame'
'En línea'
Mensaje de whatsapp: 'El contacto te ha bloqueado'.
Tras leer ese mensaje, no daba crédito a lo que acababa de ocurrir. Yo, Valeria, la víctima de aquel momento de adulterio que tuvo Christian, le hablo diciéndole en pocas palabras que lo echo de menos y que vuelva, y él, lo paga bloqueándome. ¿Para esto sirven las segundas oportunidades? Estaba claro que había quedado una vez más como una auténtica imbécil, aunque no sé de que me sorprendía, si siempre me pasaba lo mismo, si no era con uno, era con otro, al final todos acaban siendo iguales.
_______________________ En otro lugar de la ciudad ______________________
'¿Por qué he hecho esto? ¿Por qué estoy en la habitación de mi casa en lugar de en la suya diciéndole que la quiero? Esas son preguntas para las que por mucho que intento ponerles respuesta, ninguna termina de autoconvencerme. Tal vez hubiese sido mejor decirle como me sentía desde el principio en lugar de haber montando tal situación, o tal vez debería de haber aprovechado el whatsapp para decirle que nos veíamos en 5 minutos, porque no me hubiese importado saltarme las normas de velocidad por el arco del triunfo con tal de volver a verla una vez más.
Sinceramente, no soy capaz de seguir adelante con esta situación, he perdido todo el rumbo de mi vida, quizás son los efectos de llevar anclado a ella durante tanto tiempo.' esas eran las palabras que se repetía una y otra vez Christian en su cabeza.
Mientras tanto yo (Valeria), seguía en mi habitación de la misma manera que estaba Christian, lamentándome de los errores que habíamos cometido el uno con el otro, la lástima es que él, no era capaz de dirigirme la palabra.
____________________ En la casa ______________________
Me había quedado dormida entre tanto remordimiento de conciencia, así que Brenda aprovechó para entrar, llevarse la carta y volver a dejarla en su sitio para que así, ninguno se enterase de que yo la había leído. Tras varias horas de sueño que tuve, me desperté rodeada de un charco inmenso de lágrimas, así que me paré a pensar una vez más, y llegué a la conclusión de que tengo 17 años, y que no tengo edad de estar día sí y día también triste, que ya lo había pasado bastante mal estos tres últimos años, y que no quería ni un solo año más así, era hora de plantarle cara a todo, y volver a ser la Valeria que era antes de enamorarme por primera vez, creo que después de 3 años pasándolo mal, estoy preparada para no tropezar con la misma piedras dos veces, sí que señoras y señores ¡Valeria ha vuelto! (en realidad no me lo creo ni yo misma, pero la intención es lo que cuenta).
Me di un baño relajante, me arreglé y bajé al salón a limpiar un poco la casa, al ratito de eso, aparecieron todos oliendo a mierda seca, cosa que era evidente después de haberse pasado el día jugando a fútbol con todo calor que hacía.
- Qué bien huele aquí. - dijo Ryan.
- Qué pena no poder decir lo mismo. - dije entre risas.
- Muy graciosa Valeria, - dijo Ryan.
- ¡Joder! Qué limpio está todo. - dijo Hugo.
- Y qué dure, o aquí vuelan hostias. - dije bromeando.
- ¿Y este cambio de humor a qué se debe? - preguntó Hugo.
- No hagas preguntas y vete a la ducha que falta te hace.. - dije poniendo cara de asco, bromeando.
- ¿Quieres ver como la que necesita una ducha eres tú? - contestó desafiante.
- Hugo me acabo de duchar, ojito con lo que haces.
- Ven aquí primita, que hace mucho que no nos abrazamos. -salió a correr detrás de mi.
- Hugo déjame apestas a mierda. - dije casi ahogándome bajo su sobaco.
- Te lo has buscado tu sola. - dijo sacándome la lengua.
Le fulminé con la mirada, y subí corriendo arriba a robarle las toallas de su baño para que no tuviera con que secarse cuando saliese de la ducha, y ya aproveché para irme a mi habitación y ducharme yo.
Mientras me estaba duchando, Hugo fue a su habitación y se dio cuenta de que le había robado las toallas, y sin pensarselo dos veces fue a la habitación de Chaz, Jake y Ryan, y les robó las suyas.
Aunque la tontería de las toallas no acabó ahí, si no en mi cuarto y ahora sabréis por qué.
Salí de la ducha, y solo me puse toalla en el pelo ya que me iba a echar crema por el cuerpo, las demás las dejé encima del bidé, al terminar de echarme crema me acordé de que me había dejado la ropa interior encima de la cama, así que salí a por cogerla cuando derepente Jake entró a mi habitación en pantalón de chándal y sin camiseta, en busca de toallas.
- ¿Valeria cuando has limpiado dónde has dejado las toall.. - se dio cuenta de que estaba desnuda. - lo siento, lo siento. - se tapó los ojos algo nervioso y sonrojado.
Pero no fue el único que se puso nervioso y sonrojado, ya que en lo que tardé en reaccionar y ponerme una toalla, me di cuenta que Jake se había empalmado completamente, parecía que el pantalón le fuese a reventar.
- Emm..juraría que se las había robado a mi primo. - dije algo nerviosa.
- Pues me parece que me las has robado a mi.. - dijo tapándose su erección disimuladamente con las manos, pero sin quitarme el ojo de encima.
- Supongo que lo siento, me habré confundido. - dije mientras le daba un par de toallas.
- Muchas gracias. - dije entrecortado.
- Y tranquilo que no es la primera vez que me ves desnuda. - dije riendo para cortar la tensión.
- La falta de costumbre. - dijo riendo. - bueno gracias. - se fue.
En cuánto Jake se fue, no tardé ni dos minutos en vestirme e ir corriendo a estrangular a Hugo.
- ¡¿ Qué coño haces robándole las toallas a Jake, para que venga a mi habitación a por ellas?!
- ¿Me habías robado las toallas a mi? Igual te has confundido de habitación. - dijo riendo.
- Hoy te la estás ganando eh. - dije.
- Dentro de unos meses me lo agradecerás y ahora si no te importa vete que voy a ducharme con mis dulces toallas. - rió.
'¡Valeria, baja a hacerme compañía que estoy muy sola!' gritó Brenda desde el salón.
Y allí que fui al salón a hacerle compañía.
- ¿Por qué llevas esa cara de perdonarle la vida alguien? - preguntó Brenda.
- Porque se la acabo de perdonar a tu querido novio. - dije.
- ¿Qué ha hecho ahora? - dijo riendo.
- Le he robado las toallas en venganza por lo de abrazarme y dejarme toda la peste encima después de que yo me acababa de duchar, y ha cogido y se las ha robado a Jake, y claro Jake ha venido a mi habitación a ver si sabía algo de las toallas, y yo estaba desnuda, pero eso de que estaba desnuda no se lo he dicho a Hugo, porque si no se hubiese reído aún más de mí.
Brenda empezó a reír sin parar.
- Sí, se hubiese reído de la misma manera que tú ahora. - dije.
- Perdona que me ría, pero es que Hugo para devolver las bromas es un dios, ¿y qué ha hecho Jake cuando te ha visto así?
- Jake ponerse rojo como un tomate, su pene más tieso que una farola. - dije riendo.
Brenda comenzó a reír de nuevo, esta vez, incluso llorando de la risa.
- Esto no es real Valeria tío. - dijo riendo.
- Tan real como que estoy aquí a tu lado, pero es que esto no ha acabado ahí.
- Dios sorpréndeme.
- Me he puesto tan nerviosa que al darme cuenta de su erección le he dicho 'Tranquilo que no es la primera vez que me ves desnuda'.
- Esto es mortal. - dijo entre carcajadas.
- No me quiero imaginar como estaba por dentro cuando le he dicho eso.
- Por dentro no lo sé, por fuera empalmado. - dijo llorando de risa.
- Qué hija de puta eres. - dije riendo yo también.
- Es que me lo has dejado a huevo tía.
Entre tanta risa, se hizo la hora de cenar, cosa que ambas no nos dimos cuenta de lo entretenidas que habíamos estado.
- ¿Qué tenéis pensado cenar a mesa puesta o qué? - dijo Hugo.
- La verdad es que sí. -dijo Brenda riendo.
- Por hoy os lo perdono porque Valeria ya ha sufrido bastante hoy conmigo.
Diez minutos después Hugo vino a avisarnos de que ya estaba la cena preparada.
- Bueno, ¿qué tal el partido de hoy? - pregunté.
- Pues la verdad que bien, nos hemos juntado con otros chavales que estaban allí. - dijo Chaz.
- Cuando queráis os echamos un partido Brenda y yo.
- ¿Por qué me metes a mi? Si yo no sé jugar. - dijo Brenda.
- Tía pero cállate que así no intimidamos a nadie. - dije.
- Valeria sois unas paquetes en todo, y más Brenda. - dijo Hugo.
- Brenda, ¿se te da bien el baloncesto? - dije por lo bajini.
- Sí. - respondió.
- Cuando queráis echamos un partido de baloncesto. - desafié.
- ¿Pero os habéis visto? No pasáis ni el metro sesenta, por no decir que ni el metro y medio.
- Hugo, están volando hostias, y tú tienes cara de aeropuerto. - dije enfadada.
- Calma chicos. - dijo Ryan. - Vamos a tener una cena tranquila, venga ¡que aproveche!
Dicho y hecho, todos empezamos a cenar, Hugo había echo una fuente de patatas enorme, acompañada de otra fuente aún más grande llena de chuletas, y aparte un bol de ajo aceite casero, yo estaba disfrutando como una niña pequeña cuando le dan un caramelo, ya que esa era mi comida favorita, Hugo la había hecho en forma de perdón por las pequeñas putadas que me había hecho, así que como era mi comida favorita iba a disfrutarla como la que más, y fui a coger pan para untarme ajo aceite, cuando Jake también fue a coger pan y nuestras manos se juntaron, aunque poco duró eso.
Me miró algo nervioso y dijo.
- Las damas primero. - sonrió.
- Gracias. - le respondí.
Mientras tanto Hugo nos miraba con cara de satisfacción, cosa que yo no entendía. Al acabar de cenar, Brenda y yo nos encargamos de fregar los platos, mientras que los chicos hacían una hoguera en el jardín para quemar jamones de chuche y algodones de azúcar.
La verdad es que había un sido bastante divertido, y eso me gustaba, mi nueva vida estaba comenzando.
Apagamos el fuego del jardín, y subimos todos a las habitaciones, ya que se había hecho tarde.
En lo que me estaba poniendo el pijama alguien tocó a mi puerta.
- ¿Se puede? - preguntó Jake.
-Un segundo. - dije.
2 minutos después..
- Adelante. - dije.
- ¿Podemos hablar?
- Claro, pasa pasa. - dije. - Dime.
- Lo siento por haber entrado antes sin avisar y haberte visto ya sabes... no era mi intención de verdad.
Comencé a reír.
- ¿ De qué te ríes?
- ¿Me estás diciendo en serio que has venido a disculparte por eso? - dije.
- Sí, ¿qué pasa? - preguntó intrigado.
- Que no tienes porque pedirme perdón, le puede pasar a cualquiera.
- Ya, pero no sé igual te pensabas que lo había hecho aposta para verte así.
- Como te he dicho esta mañana, no es la primera vez que me has visto desnuda, además me has alegrado el día.
- ¿Alegrarte el día, yo?
- Bueno tú no, tú erección. - dije riendo.
Jake se puso rojísimo.
- Oye.. - dijo cabizbajo y avergonzado.
- Que no pasa nada, que es algo habitual en los chicos cuando ven a una diosa del olimpo como yo desnuda. - dije riendo. - No ahora en serio, que me has alegrado el día.
- Pero por qué.
- Igual a sido una situación incómoda al principio, pero me ha hecho reír, y eso es algo que hacía bastante que no hacía, así que gracias.
- Bueno parece que tendré que entrar más veces.. - dijo riendo.
- Ya has cagado el momento bonito. - dije.
- De nada mujer. - me contestó.
- ¿Sabes? Lo de esta mañana me ha recordado a la primera vez que tu y yo compartimos habitación.
- ¿Por qué? - preguntó.
- Yo te odiaba, y yo acababa de salir de la ducha como hoy, y tu entraste sin avisar como hoy, la diferencia es que ahí compartíamos habitación, pero da igual entraste así de repente y encima te pedí que me trajeses algo de ropa al baño y me trajiste lo más corto que pillaste para verme todo, ¡marrano!
- ¿Por qué me odiabas?
- Porque eras un capullo el cuál usaba a las chicas como si fuesen pañuelos, a lo 'usar y tirar', y claro yo acababa de salir de un centro de rehabilitación por culpa de un chico que se comportaba como tú, y me repateaba no sabes cuánto tener que compartir habitación contigo, porque sabía que ibas a intentar que cayese en tus encantos.
- Por lo que sé, al final caíste... - dijo con cara de pillo.
- Tu lo has dicho caí, así que deja de intentar camelarme de nuevo listillo. - dije riendo.
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