lunes, 16 de diciembre de 2013

Capítulo 34 -¿Y tú quien eres?


-Todo esto tiene una explicación, pero no creo que debas saberla.. -dijo.
- Pues si no debo saber que te pasa, no sé que mierdas hago contigo. - dije cabreada.
- No es tan fácil ¿sabes?
- Ocultándomelo tampoco lo va a ser, pero eh Jake, que paso ya sabes, creía que esto podría volver a funcionar, pero veo que ha sido un error, olvídate de todo lo que pasó a noche, incluso de todo lo que ha pasado entre nosotros.
- No puedo creer que me estés haciendo esto.
- Te lo has buscado tú solo. - me fui de la habitación.
Bajé a bajo, me vestí, cogí mis cosas y me fui.
- Espera Valeria.
-¿Esperar a qué? ¿A ver como no confías en mi? No Jake, ya me he cansado de tus mentiras, adiós.
Definitivamente me largué de allí, ya me había cansado de que me ocultase todo, de que hiciese conmigo lo que quisiera, llegué a casa.
- Ey chiquitina ¿qué tal el baile? - preguntó mi madre.
- De puta madre, adiós. - solté las cosas en el suelo y subí a mi habitación.
Me encerré en mi habitación, menuda manera de empezar las vacaciones de Navidad más bonita oye.
Los días pasaban, tras mi ventana observaba a la gente decorar sus casas, a niños construyendo muñecos de nieve, a Marc y a Dani haciendo guerras de nieve e incluso a Hugo haciendo angelitos de nieve, todos estaban tan felices, en cambio yo, seguía tocada, prometí a mi misma no darle importancia a lo de Jake, pero me estaba matando, me arrepentía tanto de lo que le dije aquella mañana, ¿y si era grave lo que le pasaba?
Tal vez por eso no quería contarmelo, o no se veía capaz de decírmelo, eran demasiadas preguntas las que recorrían por mi mente, y esta vez no iban a quedarse sin respuesta.
Me puse mi jersey de lana, mis vaqueros, esas botas calentitas tan de invierno, mi gorrito de lana y me dispuse a ir a casa de Jake a pedirle perdón, y a darle la oportunidad de contarme todo sin miedo.
Para mi sorpresa al llegar a casa de Jake, a lo lejos vi una ambulancia, pensé que sería para el anciano loco que vivía en la casa de al lado, pero no, para mi desgracia la ambulancia estaba justo parada en la puerta de Jake, comencé a correr lo más rápido que pude, pero ya era tarde, la ambulancia había arrancado, volví a casa corriendo y pedí a Hugo que me llevase al hospital.
Al llegar al hospital, vi en la puerta a Caitlin, la cuál nos dijo que los demás estaban a dentro.
- ¿Qué ha pasado? - dije preocupada.
Todos me miraron y agacharon la cabeza.
- Decidme que ha pasado joder. - dije gritando.
- ¿En serio tienes la cara de preguntar que qué ha pasado? - preguntó Chris.
- ¿De qué hablas? - dije.
- ¿Quieres saber lo que ha pasado? Pues que Jake, dejó de tomarse las pastillas el día que tu le dijiste que se olvidase de todo lo que habíais pasado juntos, el día que lo echaste de tu vida por el simple de hecho de haber podido contarte que le pasaba, ninguno sabíamos que le pasaba, todos éramos conscientes de que se tomaba pastillas y que su madre siempre se lo recordaba, y nunca nos quiso contar nada, ¿acaso nos viste echarlo de nuestra vida? Sus motivos tendría para no contarlo, y sin embargo tú, en vez de apoyarle, seguir a su lado, sabiendo que eres la persona más importante de su vida, lo echaste, lo alejaste de ti, pues enhorabuena por tu egoísmo, Jake está en coma por un chute de pastillas que no eran, apropósito. ¿Sabes lo que significa eso? Que se ha querido suicidar, estarás contenta, y te juro que como se muera por tu culpa, te vas a acordar de esta. -dijo Chris cabreado.
- ¿Te crees que yo pensaba que iba a pasar esto? Si he ido a su casa, ha sido para disculparme, porque o del otro día fue sin pensar.
- ¿Y has tenido que esperar 4 días después para darte cuenta de que eres gilipollas? -dijo Chris.
- Aquí el único gilipollas eres tú, todos tenemos derecho a equivocarnos. - dije.
- Pues mira tu mierda de equivocación dónde lo ha traído.
- Bueno vale ya, ¿no? - dijo Ryan - cómo si no tuviéramos suficiente con esto, para que encima esteis aquí vosotros discutiendo como dos críos.
- Solo le estoy diciendo lo que ninguno de todos vosotros se atreve a decirle, mierdas que sois unos mierdas. -dijo Chris.
- Christian te estás pasando. - dijo Hugo.
- Valeria es la responsable de que tu mejor amigo esté en coma, ¿y encima el que me estoy pasando, soy yo?
- ¿Te piensas que a ella le hace feliz saber que Jake está en coma, te crees que a ella le gusta saber que está aquí porque dejó de tomarse las pastillas? Pues no tío. -dijo Hugo.
- Está bien, defenderla todos, total siempre voy a ser última mierda aquí. - dicho esto, Chris se marchó.
El silencio se apoderaba de la sala, todos estaban cabizbajos sin a penas dirigirse la palabra.
Un médico salió.
- Hemos encontrado esto en uno de los bolsillos de la chaqueta de Jake, es una carta para una tal Valeria.
- Soy yo. -dije.
- Pues ten, bueno he salido para informaros de que vuestro amigo está bastante bien tenemos que hacerle un lavado de estómago, y unas pruebas para ver el estado del cuerpo, y en un par de horas saldrá del coma, así que podéis tranquilos. - dijo.
- Gracias doctor. - dijimos todos.
El doctor se marchó, y yo comencé a leer la carta en voz alta.
'Valeria, no sé cuando llegará esta carta a tus manos, probablemente cuando la leas ya no esté aquí, pero no puedo irme sin decirte que me pasa, tengo amnesia retógrada, es una especie de enfermedad de perdida de memoria, que te sale de repente, y bueno en mi caso me la detectaron a tiempo y con las pastillas la puedo retrasar un largo tiempo, la amnesia retógrada una vez se desarrolla del todo, nada de lo que has vivido antes de que de apareciera vuelves a recordarlo, por eso hice todos esos vídeos con nuestros momentos, con nuestros recuerdos, porque cuando se me desarrolle, yo quiero seguir acordándome de todo lo que he pasado a tu lado, no me perdonaría olvidarlo, nadie excepto mi madre y los médicos, sabían esto, no quería preocuparos a ninguno, ni que estuvieráis encima mía cada día, no me hubieráis visto con los mismos ojos, sería el pobrecito de Jake, tenía miedo a que todo dejase de ser igual, temía que volvieses a ser mía por pena, sabes lo que tozudo que soy para todo, y mejor que tú, no me conoce nadie, y sabes que lo hubiera pasado mal, creo que no tengo que decirte que te quiero, ni nada, tu lo sabes'. la carta decía eso, estaba inacabada lo que me hacía pensar que la hizo después de meterse tal chute de pastillas.
Mientras leía la carta lloré, no podía creer que todos esos vídeos fuesen por esto, no podía creerme como aún después de todo, quería acordarse de mí, de las peleas, de los lloros, de cada cosa, todos y cada uno de los recuerdos que tenías juntos, estaban grabados, para recordarme, si le pasase algo, yo no podría perdonarmelo.
Me disculpé a todos, principalmente a Pattie, su madre.
Vale que yo he sufrido muchísimo por Jake, pero he de decir que él por mí, las ha pasado putas también.
Pasaron 5 horas, y Jake hacía escasos minutos que había salido de hacerle las pruebas que el doctor había dicho que debían hacerle.
- Doctor ¿podemos pasar a verle? -preguntó Hugo.
- Traigo malas noticias, en las pruebas que le acabamos de realizar a Jake, hemos encontrado un pequeño tumor en el corazón, y vamos a tener que operarle de urgencia, debido a su soplo en el corazón, el cuál puede propagar y extender el tumor por gran parte del corazón y acabar con la vida de Jake.
- No, no puede ser no. - dije entre lágrimas.
- Tenéis 10 minutos para verlo antes de que lo bajen a quirófano, la operación durará 7 horas aproximadamente, eso es todo chico, espero que salga bien. - tras eso se marchó.
- Haber tenemos 10 minutos para verle todos, lo más justo es entrar por parejas 2 minutos, y así quedan 4 minutos, para su madre. - dijo Hugo. - Primero entraréis Chaz y Ryan, luego Paula y Caitlin, después Valeria y yo y finalmente Pattie.
Todos observaron como yo estaba en un rincón de la sala tirada el suelo, llorando.
Pattie se acercó a mi.
- Te cedo mis 4 minutos Valeria, la última voluntad de mi hijo sería pasar sus últimos minutos de vida a tu lado. - dijo llorando.
- No, no quiero minutos de nadie, eres su madre te mereces estar con él, la que no se merece nada soy yo, que soy la culpable de todo esto. - dije.
- Eres la persona que ha hecho feliz a mi hijo estos 2 años, y créeme que yo sé que tu no querías esto, así que entra a verle tú, que yo ya lo tengo muy visto. -dijo mientras me abrazaba.
- Muchísimas gracias Pattie, te prometo que no voy a fallarle, que si Jake sale de esta, que estoy segura de que sí, no le vas a ver sufrir nunca más porque le voy a hacer el chico más feliz del mundo. -dije.
- Confío en ti Valeria. - me abrazó.
Tras ese abrazo, entré al box dónde estaba Jake, estaba conectado a muchos cables, un aparato respiratorio estaba enchufado a él, parecía una estatua, las lágrimas empezaron a caer sobre mis mejillas, me senté a su lado, me apoyé y comencé a acariciarle el pelo, mientras mis lágrimas caían sobre su hombro.
- Soy una jodida mierda Jake, siento muchísimo que estés así por mi culpa,  me arrepiento tanto de no haberte escuchado aquel día, pero sobre todo me arrepiento tanto de haberte fallado cuando más me necesitabas, te juro que no voy a perdonarme nunca esto, ¿pero sabes lo que más me duele? que si te vas, no me habré despedido de ti, y tu última imagen mía será de cuando te dejé solo ante el problema, nunca debí tratarte así, tú siempre has estado a mi lado, incluso cuando no quería, te disfrazaste de tía para verme y estar cerca de mí, sé fuerte, lucha como el campeón que eres, que te quiero joder, te prometo que si sales de está la única vez que vas a llorar es de la risa por el pedazo ataque de cosquillas que te voy a dar - tocaron a la puerta.
- Lo sentimos señorita, el tiempo de visita se ha acabado.
- Por favor, no me ha dado tiempo a despedirme de él.. - dije.
- El tiempo es oro, lo sentimos. - dijo mientras me tiraba del box.
La cuenta atrás había empezado, menos 6 horas y 59 minutos.
5 horas 46 minutos.
4 horas 34 minutos.
3 horas 23 minutos.
2 horas 10 minutos.
Todos se habían marchado a descansar, Pattie y yo éramos las únicas que quedábamos ahí.
1 hora 2 minutos.
50 minutos.
39 minutos.
27 minutos.
12 minutos.
6 minutos.
2 minutos.
1 minutos.
3 segundos, 2 segundos, 1.
La alarma de mi móvil sonó, al fondo del pasillo el doctor se aproximaba hacia nosotros.
- La operación ha salido bastante bien, está sedado pero en cuestión de 15 minutos se despertará, por comodidad y sobretodo por no agobiarle es recomendable que vayáis entrando de 1 en 1 a medida que se haya despertado. -dijo.
No me lo pensé dos veces, y me fui yo la primera, al fin y al cabo había aguantado 7 horas como una campeona.
Al entrar, comencé a abrazarle y a besarle a la vez que le decía.
- Dios dios estás bien joder, Jake lo has conseguido tio. - lloraba de alegría.
En uno de mis arrebatos de abrazos y besos, Jake abrió los ojos.
- Awwwwwwwwww estás despierto, Jake antes de nada déjame pedirte perdón, yo no sabía que ibas a acabar aquí por mi culpa, no sé ni que decir, es que estoy tan contenta de que estés bien, ay - le abracé.
Jake me miró con cara extraña.
- ¿Y tú quien eres? - dijo tras mi abrazo.


lunes, 18 de noviembre de 2013

Capítulo 33 - ¿Esto es una manera de decirme que vuelves a ser mía? + Nunca he dejado de serlo.


Hice a Marc que me pellizcase para ver si estaba soñando, pero no todo esto era real.
Me puse el vestido, me maquillé un poco, y baje corriendo las escaleras.
Antes de salir, miré por la ventana, no veía a nadie solo veía como caían copos de nieve, sí estaba nevando, todos mis deseos se estaban cumpliendo, ir a un baile y nevando.
Abrí la puerta, y allí estaba él, apoyado en un coche blanco que hacía juego con la nieve blanca que caía del cielo, acompañado de un traje y la mejor parte de todas, su sonrisa.
Sí os estoy hablando de Jake, había venido a por mi, me iba a llevar al baile ¿podía ser más perfecto?
- Creía que no querías saber nada mi. -dije.
- Tu lo has dicho creías, pero por algo estoy aquí, ¿no? - dije haciéndote el interesante.
No dudé en abrazarlo.
- Si no dejas de achucharme te habré comprado ese vestido tan bonito, para que no lo luzcas, y eso no puede ser eh.  - dijo en tono gracioso Jake.
- Lo siento me he dejado llevar por la situación. - dije.
Jake se despegó de mi, y se dirigió hacia la puerta del coche la cuál abrió.
- Señorita Valeria, su coche está listo.
- ¿Pero qué dices payaso? -dije riendo.
- Perdón, siempre había querido decirlo. - dijo mientras sonreía.
Me cerró la puerta, y se metió el también en el coche.
De casa al instituto habían unos 10 minutos, así que Jake puso la radio.
Quedaban 3 minutos para llegar al instituto, cuando de repente 'All I want is you' comenzó a sonar en la radio.
Le miré sonriendo, cruzamos ambas miradas, era nuestra canción, no sé si sería cosa del destino, pero me gustaba.
Al fin llegamos, pero para mi sorpresa eso no era el intituto, era una casa de madera, con vistas al lago.
- Jake, creo que te has equivocado de sitio eh. -dije riendo por no llorar.
- No, es aquí dónde quería traerte. - dijo.
Me cogió la mano, y me llevó a dentro.
Al entrar todo estaba como había soñado toda mi vida que era un baile, estaba todo decorado con nieve falsa, un árbol de Navidad enorme, luces y guirnaldas rebosaban por toda la casa.
- Lo siento por tener que haberte traído aquí, no quedaban entradas para el baile, pero no podía permitir que te perdieses un baile tan mágico como el de Navidad, y menos por mi culpa.
- Dios mío Jake, esto es mejor que cualquier baile, ¿has montado esto tu solo? - pregunté mientras alucinaba de lo bonito que estaba todo.
- No, Stacy me ha ayudado a montarlo y sobretodo decorarlo, porque ya sabes que yo no tengo ni idea.
- ¿Stacy? ¿En serio? - dije anonadada.
- Si, de hecho fue ella la que me animó a hacerte esto, y darme cuenta que lo que hiciste el otro día en el trabajo al fin y al acabo no era para que me enfadase.
- Y pensar que hace 3 días me llevaba mal con ella, esto es realmente increíble. -dije sonriendo.
- Detrás de esa chica egocéntrica, se esconde una gran persona. - dijo.
- Es cierto que las apariencias engañan.
- Bueno, dejemos de hablar de Stacy, y empecemos a disfrutar de este maravilloso baile, señorita Valeria, ¿sería tan amable de concederme este baile?
- Lo siento, estoy esperando a que llegue mi pareja, pero creo que aquella chica de allí, espera haber como se llama, mmm Casper sí Casper, estaría encantado de bailar contigo. - dije riendo.
- ¿Qué de vas de graciosa o qué? - dijo desafiándome con la mirada.
- Perdona, soy graciosa tete. - dije vacilandole.
- Veo que se te ha olvidado que a mi no me vacila nadie. - dijo.
- Veo que se te ha olvidado que yo si. - dije desafiándole.
- Tu juega con fuego enana, que hoy te acabas quemando.
- No me hagas reír, y sácame a bailar de una vez, jodido aburrido.
Jake me cogió del brazo, y me plantó en medio del salón de la casa aquella, 'All I want is you' volvía a sonar entre nosotros, copos de nieve falsa caían sobre ambos, Jake me cogió de la cintura, yo puse mis brazos alrededor de su cuello, ambos sonreíamos como idiotas al tenernos en frente, no había nada más, solo existíamos nosotros dos, sobre el mundo.
Sobraban las palabras, sobraba todo, si lo tenía ahí delante, sentía la necesidad de besarle, pero tenía miedo, ¿y si no me ha olvidado ya? ¿y si se aparta? ¿y si estropeo este momento?
Miles de preguntas rondaban por mi cabeza sin respuesta alguna.
Le miré y pude observar como no me quitaba el ojo de encima, este momento era demasiado bonito como para jugármela.
Ahora sonaba 'Live my life' solté a Jake de mi cintura y me puse a bailar como una loca, adoraba esa canción y lo movida que era.
- No te recordaba tan marchosa eh. - dijo.
- Calla y sigue el ritmo venga unch unch unch.
- ¿Hola, hablo con el psiquiátrico, sí? Verás, es que se les ha escapado una loca, si se llama Valeria Williams.
- Ni puta gracia Jake, sabes que esa parte de mi vida me jodió muchísimo y encima tu, juegas con eso. - dije seria.
Jake se quedó blanco, no sabía que decir.
- Perdón Valeria, no me acordaba..
- Que es broma gilipollas, ven aquí. -me tiré encima suya y lo tiré al suelo.
- Oye..¿pero a ti que te han dado de cenar? lo digo porque pesas más que una vaca.. -dijo riéndose.
- Cómete un pijo nene.
- Que es broma idiota. - dijo mientras me hacía cosquillas. - por cierto tengo la  play ahí, te recuerdo que debes un fifa.
- ¿Y qué estás esperando a perder o a que te deje ganar por penita? Saca los mando va, que te esta noche vas a flipar.
- Tu si que vas a flipar payasa.
Jake sacó los mandos, la enchufó.
Antes de encenderla observé como se quitaba la camisa, y los pantalones.
- Eh..Jake..que vamos a jugar al fifa..
- Ya lo sé idiota, pero tendré que ponerme cómodo para ganarte ¿no?
- Dirás para perder.
- Bueno lo que tu digas, pero yo voy a jugar cómodo, mientras que tú vas a estar ahí sufriendo con el vestido.
Me quedé mirándolo con cara de perdonarle la vida, lo estaba haciendo aposta, era una estrategia para desnudarme, la verdad es que Jake era bueno para seducirme.
- Tu lo que quieres es que me quite la ropa. - dije.
- Te he visto mil veces sin ella, ¿crees que es un misterio para mi lo que hay debajo de ese vestido?
- Ahora que lo pienso, tienes razón. -dije riendo. - Pero es que abajo, solo tengo la ropa interior y así voy a tener frío.
- Yo si quieres te dejo mi camisa, total para ganarte no la necesito.
- Dame tu camisa, y comprobemos quien es el perdedor.
Me quité el vestido, y me puse su camisa, olía a él, sonreí eso me recordaba a cuando estábamos juntos y utilizaba sus camisetas como pijama o simplemente para ir por casa.
Encendió la tele, y empezamos a jugar.
A medida que transcurría el tiempo y veía que perdía, me ponía más histérica, de normal conmigo no se puede jugar, porque le grito a la tele, insulto a los muñecacos del juego, y le pego al mando, pues imaginaros si pierdo. Opté por apagar 'accidentalmente' la televisión.
- Ui que pena. - dije.
- Pena es la que das, que apagas la televisión para no asumir que pierdes pringada.
- Tu si que eres un pringado, normal si jugamos a algo en lo que tu sabes y yo no..
- Pero si eras tu la que quería jugar que hablas. -dijo a carcajada limpia.
- Juguemos ahora a lo que a mi se me da bien.
- A ver, sorpréndeme.
Saqué mi móvil, lo conecté a los altavoces, busqué en mi reproductor, en un instante 'Love me like you do' empezó a sonar por todo el comedor.
Seguido del sonido del primer 'love me like you do', mi cuerpo comenzó a moverse lentamente, a subir y a bajar, acerqué a Jake, y empecé a perrearle de la manera más lenta y sensual que hay, observé como se mordía el labio y la cara de tonto iba apareciendo.
- Deja de hacer eso, o vas a acabar haciéndolo mejor y no precisamente aquí.
- ¿Decías? - dije bajando y subiendo lentamente por su cuerpo.
Jake me cogió en brazos y me llevó al sofá, me puso sobre él, me quitó la camisa, puso sus manos en mi espalda, las cuáles fueron bajando hasta llegar a mi trasero, empezó a besarme, su lengua entrelazaba la mía, pronto dejaron de hacerlo, cuando empezó a bajarla por mi cuello, seguidamente de mi pecho y mi tripa, cada vez iba bajando más, llegó al borde de mis bragas, las cuáles en cuestión de segundos fueron al suelo, sus manos subieron lentamente por mi espalda mientras me desabrochaba el sujetador, de nuevo su lengua iba bajando por mi cuerpo, hasta llegar a mi feminidad, minutos más tarde,sus calzoncillos quedaron en el suelo haciendo compañía al resto de la ropa, me coloqué encima, si lo que quería era guerra, la iba a tener, su masculinidad fue entrando poco a poco, pero eso duro poco, ya que empezó fuerte con las embestidas, creo que mis gemidos se oían por toda la ciudad, le mordí el labio, me estaba matando, subía y bajaba, a medida que la velocidad aumentaba más placer me daba, estaba viendo las estrellas, finalmente llegué al orgasmo.
Él me miró y sonrió, realmente ninguno de los dos creíamos lo que acababa de pasar, pero sinceramente nos daba igual, nuestro cuerpos lo necesitaban, y nosotros también, había demasiada tensión sexual no resuelta.
Tras aquello, nos quedamos durmiendo abrazados.
A la mañana siguiente, me desperté antes que Jake, así que decidí despertarle.
- Tengo una hambre feroz esta mañana, voy a empezar contigo el desayuno. - le dije.
- ¿Quieres repetir lo de anoche gatita? - dijo chulesco.
- Pretendía comerte a veces imbécil.
- Que ya lo se idiota, ven aquí. - me besó.
- No sabes lo que echaba de menos esto.
- ¿Mis polvos? Lo sé son adictivos.
- Ver lo gilipollas que eres. - dije vaciládole.
- No ahora en serio, el que.
- Despertarme a tu lado.
- ¿Esto es una manera de decirme que vuelves a ser mía?
- Nunca he dejado de serlo.
- Te quiero Valeria, y nunca dejaré de hacerlo.
- Eres mi vida Jake, y siempre lo serás. - le besé.
- Te has ganado que te traiga el desayuno a la cama como en los viejos tiempos, ahora vuelvo mi vida.
Jake bajó a hacerme el desayuno, mientras que yo me quedé en la cama, analizando todo lo que había pasado, no era consciente que volvía a ser suya, que volvía a ser feliz, todo era demasiado bonito para ser verdad.
El móvil de Jake sonó, era un mensaje.
- Jake, te ha llegado un mensaje, voy a ver de quien es.
- Vale - gritó desde la cocina.
- Es de tu madre, lo abro ¿vale?
- Valeeeeee -dijo.
Al segundo.
- No Valeria, espera no lo abras. - subió corriendo.
Ya era tarde, lo había abierto, en él decía.
'Acuérdate de tomarme las pastillas, y de que mañana tienes hora con el cirujano, a y también que te quiero'.
Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, el móvil cayó al suelo, Jake entró a la habitación.
- ¿Y mi móvil? - preguntó.
- En el mismo lugar que tu confianza conmigo, por el suelo.
- ¿De qué hablas?
- ¿Me puedes explicar que pastillas tienes que tomarte y porque tienes hora con el cirujano?
- Las pastillas son para la garganta y lo del cirujano no lo sé.
- Jake, ¿crees que soy tonta? ¿Qué está pasando?





lunes, 7 de octubre de 2013

Capítulo 32 -¿Te he pedido acaso que muestres lo que soy para ti?


Por una parte no me gustaba la sensación de ver que estaba cayendo de nuevo, pero por otra sentía nostalgia y morriña de todo aquello.
Aquellos vídeos, me teletransportaron al pasado, empezando por el primer día que Jake llegó al camping y me enteré que tenía que compartir habitación con él, más tarde cuando escondió el móvil bajo la almohada y descubrió que estaba enamorada de él. El fin de semana en París, bello y maravilloso fin de semana con uno de los recuerdos más bonitos e inolvidables de mi vida. Y qué decir del mes que pasamos en la casa aquella todos juntos, sus buenos días, nuestros besayunos, todo era tan perfecto, que sinceramente no sé porque dejé de verlo así, me ahogué en un mar de lágrimas que cada vez se apoderaban más de mí y me rompían lenta y dolorosamente por dentro.
Decidí hacer una copia de aquel CD, creo que esos vídeos eran la clave perfecta para el trabajo.
Tras hacer la copia, destapé mi cama y me acurruqué al peluche que me regaló Jake y finalmente caí rendida.
¡Pi, pi, pi, pí!
Una mañana más el sonido del despertador marcaba que era hora de ir clase, me levanté de la cama,
Abrí el armario, cogí mi camiseta favorita y unos vaqueros, los acompañé con mis vans y una palestina rosa fosforita.
Desayuné lo primero que cogí y salí a esperar el autobús.
Llegamos al instituto y de camino a clase hable con Jake.
- Toma, me confundí ayer de CD cuando fui a tu casa. - le dije.
Jake se quedó paralizado al ver el CD porque pudo reconocer que era el de los recuerdos.
- ¿De dónde lo has sacado? - dijo furioso.
- Te acabo de decir que me confundí, y me llevé este en vez de el mío.
- ¿Y por qué no te fijas en lo que te llevas? - dijo.
- Jake, tranquilízate tampoco creo que sea para tanto, además me gustó el contenido de ese CD.
- Eso lo dices por quedar bien.
- No en serio, después de tanto tiempo es bonito recordar viejos tiempos.
- Déjame Valeria, no lo entiendes.
Jake se calló y siguió pasillo adelante, mientras que yo, me quedé atrás pensando en porqué se había puesto así.
A medida que iba pasando el día, noté como Jake había dejado de hablarme.
Al volver a casa ni siquiera me dirigía la palabra.
- ¿Tienes pensado hablarme o vas a seguir así todo el camino? - le dije algo molesta.
- ¿No puedo ir callado o qué?
- Una cosa es que vayas callado  y otra es que no hayas dirigido la palabra desde que te he devuelto el CD.
- Tío era privado.
- Te recuerdo que salgo en esos vídeos, y sin consentimiento.
- Valeria no lo entiendes, ni lo vas a entender nunca.
- Solo quiero saber porque hiciste esos vídeos, que por cierto me encantaron.
- No estás preparada para el porqué de esos vídeos.
- ¿A qué te refieres con qué no estoy preparada?
- Valeria no intentes entenderlo, no intentes buscarle una explicación a esto, porque nadie te la va a dar, ni siquiera yo.
- ¿Y por qué no me la vas a dar? Creo que tengo derecho a saberlo.
- Mañana hablamos.
Jake desapareció.
Sinceramente no entendía nada, necesitaba saber porque no me contaba porque hizo esos vídeos, necesitaba saber porque no estoy preparada para saber el porqué, todo era muy extraño.
Miré el reloj y tan solo faltaban 5 minutos para que Stacy viniese a casa para empezar con el trabajo, así que me di prisa para llegar a casa.
Al llegar, subí a dejar la mochila y en cuestión de 2 minutos, Stacy llegó.
Le dije que subiera a la habitación, mientras preparaba una pequeña merienda para acompañar el infierno de tarde que me esperaba.
- Ya estoy aquí. - dije mientras dejaba la bandeja de la merienda en el escritorio.
- Vale.
- ¿Te gustan los brownies no?
- Sí, son mis favoritos. -dijo.
- Pues ten coge. - dije.
- Bueno al final cómo vamos a hacer el trabajo. - dijo.
- He tenido una idea, verás ayer encontré un CD con vídeos de Jake y míos, de momentos juntos y tal, y había pensando en basar el trabajo en mi amistad con él.
- ¿Me estás vacilando no?
- No, lo digo muy enserio
- Vamos haber Valeria, te recuerdo que tu y yo, nos peleamos por él, ¿y pretendes que haga un trabajo de él y tú? Bájate del poni anda.
- ¿Acaso tienes una idea mejor? - dije.
- No.
- Pues entonces, es lo único que se me ha ocurrido, además no sé tú, pero yo quiero aprobar.
- Yo también, pero entiéndeme tío.
- Mira Stacy, no tengo nada en contra tuya, pero entiéndeme tú a mi, te aseguro que me jode más que a ti, ver estos vídeos, y recordar lo jodidamente feliz que era a su lado, y como lo desaproveché, me fui a ese internado pensando que Jake me había fallado pero no era así, allí me di cuenta que la que le había fallado era yo, y creo que esta es una oportunidad para pedirle perdón públicamente y además recordarle que sigo aquí.
- ¿Recordarle que sigues aquí? - dijo sorprendida.
- Sí, que soy su amiga a pesar de todo.
- Ya, ya su amiga. - dijo en tono burlesco.
- Bueno voy a ponerte los vídeos y opinas.
Puse los vídeos, pegué unos retoques, Stacy a mitad del vídeo pude observar su cara de sorprendida.
- Dios mío. -dijo.
- ¿Qué pasa?
- Lo siento Valeria, de corazón.
- ¿Lo siento? ¿Stacy que dices? -dije confusa.
- Sí, lo siento, siento haberme metido por medio de vosotros dos, tío se os ve tan felices juntos en esos vídeos.
- La verdad es que éramos muy felices..pero no es tu culpa, tranquila.
- Sí, porque si no me hubiera metido por medio ahora mismo podríais tener más vídeos así.
- No, porque la culpa fue mía, le dejé por otro yo, por el chico por el que estuve hospitalizada, me cegaron los recuerdos con él y me dejé llevar, para luego cagarla.
- Yo no soy nadie para decirte esto, pero Jake aún estando conmigo me avisó que seguía pensando en ti y que no te podía olvidar, y yo seguía con él.
- ¿Y por qué seguías con él?
- Porque llevo detrás suya desde que teníamos 6 años, para mi estar con él era como estar en el paraíso, tenía la esperanza de lograr que se enamorase de mi, pero no lo conseguí aunque después de ver esto..
- Stacy yo..
- No pasa nada Valeria, te pido perdón por haberte tratado mal pero lo hice por envidia, porque solo con tu presencia él se descolocaba y perdía todos los sentidos si te veía y no sabes lo que me jodía.
- Realmente te entiendo, porque he pasado por tu situación y sé que lo duele. - dije.
- ¿Puedo preguntarte una cosa? - dijo Stacy.
- Adelante.
- ¿Sigues enamorada de él, verdad?
- No, ¿por qué?
- Vamos Valeria no sabes como se te iluminan los ojos al ver esas imágenes, y estoy segura que tú has vuelto porque no aguantabas más sin verlo, no porque te hayas recuperado como dices.
- Pf..
- Sé que no somos amigas, pero no puedes negar lo evidente.
- Vine porque pensaba que lo había olvidado, pero siéndote sincera el otro día al ver estos vídeos me di cuenta que a su lado todo era perfecto, no me cabía en la cabeza porque me había alejado de él de esa manera, empecé a darle vueltas y vueltas a la cabeza, me di cuenta de que sigo enamorada de él.
- Pues no seas idiota y aprovecha porque ojalá yo pudiese tener esa oportunidad.
- ¿Aprovechar? Seguro que ya me ha olvidado, es un chico.
- Te recuerdo que estás hablando de ese chico que se fue a un internado por ti y que ha grabado cada momento paso a paso eh.
- Ya bueno no sé..
Así, nos tiramos horas y horas, llamó a su madre y se quedó a dormir en casa para poder terminar el trabajo porque lo entregábamos mañana.
A la mañana siguiente todo el mundo andaba flipado por el instituto al vernos juntas, incluso Hugo y los demás se quedaron anonadados por ello.
Realmente no me importaba, había descubierto que Stacy en el fondo si la conoces es una buena chica.
Sonó el timbre y entramos a clase.
- Muy buenos días, hoy a llegado el día, el gran dia de los proyectos y la verdad es que tengo muchas ganas de verlos todos, en especial el de la señoritas Stacy y Valeria, si sois tan amables me gustaría que fueseis las primeras.
Nos levantamos y nos dirigimos al centro de la clase, introdujimos el CD y empezó a proyectarse.
Imágenes con Jake empezaron a ser proyectadas sobre aquella pantalla, tras esas imágenes, los vídeos y a la vez de aquello mi voz.
- Para una persona común amistad significa tener muchos amigos con los que te lo pasas bien, sales a divertirte y todo es maravilloso, pero mi pregunta es ¿cuántos de esos están cuando ni vosotros mismos os aguantáis, cuántos de esos darían la cara por vosotros? Ninguno.
La gente normalmente está acostumbrada a enlazar la palabra amistad con popularidad, dando a entender que una persona popular tiene muchos más amigos que cualquier persona normal, la gente asocia amistad con ver a gente junta sin discutir, busca un prototipo de amistad que es absurda e irreal.
¿De verdad creéis que existe la amistad perfecta? No, al igual que tampoco existe nadie perfecto.
Para mí el concepto amistad es preferir calidad antes que cantidad, es decir tener 3 amigos y de verdad, que no 10 y que luego ninguno esté ahí.
Por que decirme ¿de qué os sirve tener +500 amigos en tuenti, si realmente solo habláis con 5, y de esos solo 2 son vuestros verdaderos amigos? Simplemente por la sociedad en la que estamos.
Realmente amistad es querer tener a tu lado a una persona que sería capaz de dar la vuelta al mundo solo por saber como estás, amistad es que separarte de alguien y que se cuelen en tu internado disfrazado de chica solo para ver como estás, amistad es caerse 7 veces y levantarse 8, amistad es permanecer al lado de alguien a pesar de todos los malos que hayan estado de por medio, amistad es no saber que hacer si no tienes a tu amigo cerca.
En estos vídeos, habéis podido comprobar como al principio todo era maravilloso, a mitad se ha complicado, los caminos de ambos se separaron mucho tiempo, pero realmente pudimos con todo y día de hoy permanecemos unidos como prometimos aquel día. -dije entre lágrimas.
- Magnífico señoritas, me habéis sorprendido gratamente creo que ha sido uno de los trabajos más excelentes que me han presentado nunca, enhorabuena. -nos dijo a Stay y a mi el profesor.
Pasamos la mañana viendo exposiciones de trabajos, así para cuando me quise dar cuenta ya era hora de irse.
De camino a casa decidí preguntarle a Jake que le había parecido mi exposición.
- Bueno qué ¿te ha gustado mi exposición? - dije ilusionada.
- Pareces imbécil tío, no solo los ves tú, ¿que encima los tiene que ver toda la clase?
- Jake he dicho públicamente lo sumamente importante que eres para mi y ¿me vienes con estas?
- ¿Te he pedido acaso que muestres lo que soy para ti? No, pues no sé a que juegas, esos vídeos eran míos joder, y ahora los ha visto medio instituto.
- ¿Sabes lo que te digo? Que te vayas con tu mierda de vídeos lejos de mí, no sé ni para que narices he vuelto.
Me fui sin decir nada más.
Llegué a casa y subí corriendo a encerrarme en mi habitación.
Pegué la silla a la puerta, no quería que nadie entrase, abrí el armario y empecé a sacar todo lo que tenía que ver con Jake, fotos, camisetas, peluches, cartas, gorras, pijamas y demás, comencé a observarlos mientras las lágrimas caían sobre mis mejillas, la situación estaba pudiendo conmigo, ¿por qué tiene que ser tan jodidamente adorable hasta cuando se enfada? me preguntaba.
Me tratase como me tratase, seguía queriéndole, es un completo capullo sí, pero me encanta tío.
Me jodía ver que después de tanto tiempo sigue siendo mi debilidad.
            _______________________ 3 semanas después________________________
Han pasado 3 semanas de todo aquello, estamos a 2 días del baile de invierno y aún sigo como una jodida idiota esperando a que venga Jake a pesar de que esté enfadado y me lo pida, han venido como 9 chicos ya a pedirmelo y he rechazado a todos y cada uno de ellos por él.
En estas 3 semanas, no nos hemos dirigido ni la más mínima palabra, ni siquiera en clase, y yo sinceramente no puedo aguantar más con esta situación porque me está matando, así que voy a comerme mi orgullo una vez más y voy a ir plantarme en su casa a pedirle que me acompañe al baile y no pienso aceptar un no por respuesta.
Dicho y hecho me armé de valor, y me planté en la puerta de su casa.
- Hola cielo. -dijo Pattie al abrir la puerta. - Jake está en su habitación.
- Muchas gracias Pattie. -le dije mientras le daba dos besos.
Al subir por las escaleras me temblaba todo, debía ser fuerte.
- ¿Se puede?- dije.
- Adelante. -dijo sin percatarse que era yo.
- Hola. -dijo.
- P̶e̶n̶s̶a̶b̶a̶ ̶q̶u̶e̶ ̶n̶o̶ ̶v̶o̶l̶v̶e̶r̶í̶a̶s̶ ̶a̶ ̶h̶a̶b̶l̶a̶r̶m̶e̶. - Hola.
- ¿Cómo estas? - me preguntó.
- T̶r̶i̶s̶t̶e̶ - Bien ¿y tú? - pregunté.
- H̶e̶c̶h̶o̶ ̶m̶i̶e̶r̶d̶a̶ - Bien también jeje. - dijo.
Venga Valeria díselo ya, pídele ir a baile, me dije a mi misma.
- ¿Qué es de tu vida?- le pregunté.
¿En serio, que hago diciéndole eso?
- M̶i̶ ̶v̶i̶d̶a̶ ̶d̶e̶j̶ó̶ ̶d̶e̶ ̶s̶e̶r̶ ̶v̶i̶d̶a̶ ̶c̶u̶a̶n̶d̶o̶ ̶t̶e̶ ̶f̶u̶i̶s̶t̶e̶ ̶d̶e̶ ̶e̶l̶l̶a̶  Genial, ¿y la tuya?
- T̶e̶ ̶e̶c̶h̶o̶ ̶d̶e̶ ̶m̶e̶n̶o̶s̶ Muy bien, estoy conociendo a alguien. - dije sin pensarlo, me salio solo así sin más, realmente no sé porque le estaba mintiendo de tal manera.
- Q̶u̶é̶ ̶r̶á̶p̶i̶d̶o̶ ̶t̶e̶ ̶o̶l̶v̶i̶d̶a̶s̶ ̶d̶e̶ ̶m̶i̶   Oh me alegro mucho enana. -dijo sonriendo.
- ¿̶t̶e̶ ̶a̶l̶e̶g̶r̶a̶s̶?̶ ̶b̶f̶ Gracias jaja, y tú ¿le has puesto el ojo a alguna?
- S̶i̶ ̶p̶u̶d̶i̶e̶r̶a̶ ̶s̶a̶c̶a̶r̶t̶e̶ ̶d̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶a̶b̶e̶z̶a̶ ̶i̶g̶u̶a̶l̶ ̶l̶o̶ ̶l̶o̶g̶r̶a̶b̶a̶ ̶y̶ ̶t̶o̶d̶o̶   Pues si, estoy de rollo con una, me gusta mucho.. quiero algo serio con ella, pero poco a poco jiji.
- L̶o̶ ̶s̶a̶b̶í̶a̶ ̶j̶o̶d̶e̶r̶ ̶t̶e̶ ̶h̶e̶ ̶p̶e̶r̶d̶i̶d̶o̶ ̶d̶e̶l̶ ̶t̶o̶d̶o̶.̶    Ah ok. - dije sin más.
- E̶s̶ ̶d̶i̶f̶í̶c̶i̶l̶ ̶e̶m̶p̶e̶z̶a̶r̶ ̶a̶l̶g̶o̶ ̶s̶e̶r̶i̶o̶ ̶c̶o̶n̶ ̶a̶l̶g̶u̶i̶e̶n̶ ̶c̶u̶a̶n̶d̶o̶ ̶s̶i̶g̶o̶ ̶e̶n̶a̶m̶o̶r̶a̶d̶o̶ ̶d̶e̶ ̶t̶i̶   Borde.
- C̶o̶n̶ ̶u̶n̶ ̶p̶a̶r̶ ̶d̶e̶ ̶b̶e̶s̶o̶s̶ ̶s̶e̶ ̶m̶e̶ ̶p̶a̶s̶a̶.̶   Es lo que hay.
- N̶o̶ ̶t̶i̶e̶n̶e̶s̶ ̶p̶o̶r̶q̶u̶e̶ ̶p̶o̶n̶e̶r̶t̶e̶ ̶c̶e̶l̶o̶s̶a̶,̶ ̶s̶o̶l̶o̶ ̶t̶e̶n̶g̶o̶ ̶o̶j̶o̶s̶ ̶p̶a̶r̶a̶ ̶t̶i̶.̶    Eres una niñata.
- T̶u̶y̶a̶   Y tú un inmaduro de mierda.
Cerré la puerta de su habitación y salí de su casa corriendo.
Llegué a casa hecha mierda y hecha mierda me quedé los 2 días que faltaban para el baile, el momento de cada mañana de ir al instituto y ver como cada día habían más adornos, como llevaban la cuenta atrás, me partía. Volvieron a pedirmelo 2 chicos más, pero les rechacé de nuevo.
Sinceramente después de aquella última discusión con Jake no tenía ganas de nada.
Llegó la noche del baile, miles de mensajes en twitter rebosaban felicidad, fotos en pareja, chicas arregaladas, chicos nerviosos, todos tan asquerosamente ilusionados mientras que yo, estaba en mi habitación con el pijama puesto y una tarrina de helado de chocolate.
Miré el reloj, marcaba las 22:00, lo cuál quería decir que faltaban 30 minutos para que la gente empezase a disfrutar del baile.
Quise desconectar y me puse los cascos mientras me tumbaba en la cama.
Poco me duró ese descanso, cuando Marc apareció por la puerta y me trajo un paquete enorme.
- Han traído esto para ti. - dijo.
- ¿Quién? - dije.
- No lo sé, han tocado al timbre y al abrir la puerta me he encontrado esto.
- Vale gracias enano. - lo eché desinteresadamete de la habitación.
Abrí el paquete, dentro de él había un vestido azul precioso, y bajo el vestido había una nota que decía:
' Eres mi deseo de Navidad, ponte ese vestido acompañado de tu preciosa sonrisa, te veo fuera en 5 minutos'.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Capítulo 31 - Creo que estoy empezando a caer de nuevo.


- ¿Pero qué dices tío? - dijo Jake.
- Que te ha cambiado la cara nada más verla.
- ¿No puedo alegrarme de ver a tu prima o qué? - dijo Jake.
- Jake vamos tío, que se te han iluminado los ojos cuando la has visto entrar. - le restregó Hugo.
- No me esperaba verla que quieres que te diga.
- Y ese 'no molestas eh' ¿qué? - dijo algo burlón Hugo.
- Bueno vale ya, ¿no? Es una buena amiga y me ha gustado verla, punto.
- Una buena amiga de la que sigues colado. - dijo algo serio Hugo.
- Hemos hablado esto muchas veces Hugo, es mi amiga, nada más.
- Jake soy tu mejor amigo desde que nos sacamos los mocos, ¿crees que no sé cuando mientes?
- Sí, pero es que ahora mismo no estoy mintiendo, es solo mi amiga.
- Es solo tu amiga porque ella no quiere nada más, porque si por ti fuera volveríais a estar juntos.
- No me apetece discutir un tema que es evidente. -dijo picado Jake.
- Que es evidente que te mueres por ella.
- ¿Vas a estar así toda la noche? - dijo algo molesto.
- Solo hasta que me reconozcas que es cierto lo que te estoy diciendo.
- Vale sí, lo reconozco la he visto y se me han iluminado los ojos, me han dado unas ganas enorme de abrazarla y no soltarla, no me la he podido sacar de la cabeza, sigo siendo el mismo idiota que mataría por verla sonreír, ¿estás contento ya? - respondió Jake cabreado y dolorido.
- Pues sí, eso es lo que estaba esperando escuchar. - le abrazó. - ¿vas a intentar algo de nuevo?
- No.
- ¿Por qué? - preguntó Hugo.
- Ha vuelto porque ya está recuperada, eso quiere decir que la he perdido y esta vez para siempre.
- Nunca es tarde para nada, además si tu en casi 2 años no has logrado sacártela de la cabeza, ¿crees que ella a ti sí? - dijo Hugo muy seguro de sí mismo.
- Pues sí, ¿si no, por qué crees que ha vuelto?
- Porque no aguantaba más sin verte, por ejemplo.
- Claro, ¿y que viene después?
- No lo sé, eso tendrás que comprobarlo tu solo.
         _____________________________ Mientras tanto Valeria ______________________
De camino a casa un cúmulo de sentimientos rondaban tanto por mi cabeza como por mi estómago.
Demasiadas sensaciones habían recorrido mi cuerpo tras la presencia de Jake en casa de Hugo, no sé porqué pero me cambió el estado de ánimo mucho a mejor por haberlo visto, realmente no quiero darle importancia seguramente sería porque en el fondo le guardo cariño, al fin y al cabo es un buen amigo.
Miré el reloj y aceleré el paso para llegar a casa.
- Ya he llegado mamá.
- Ven al comedor que te estamos esperando todo para cenar.
Subí a ponerme las zapatillas de andar por casa y bajé.
- ¿Qué tal, se han puesto muy contentos de verte? - preguntó mamá.
- Sí, excepto Chris, que parece que está enfadado conmigo porque me despedí de él por carta y no en persona.
- Cierto, su madre me lo contó, pero estaba como loco por verte, que tonto ahora que te tiene aquí y se enfada, ais la juventud de hoy en día. - dijo mamá.
- En fin dos opciones tiene, enfadarse y desenfadarse. - dije.
- ¿Y bueno los demás qué?
- A Paula casi le da un algo cuando me ha visto, nadie se lo creía, el que hubiera vuelto, ha sido bonito.
- Me alegro mucho cielo, mañana que no se te olvide ir a ver a la tía y al primo Hugo que no ha dejado de preguntar por ti.
- Tranquila que ya he ido a verles, y ¿ a qué no sabes quien estaba con Hugo?
- ¿Quién? - dijo intrigada mamá.
- Jake.
Mamá se quedó blanca.
- Cariño sabes que no es bueno que lo veas, tienes que recuperarte del todo.
- Mamá, si he vuelto es porque ya estoy bien, además ante todo Jake es mi amigo y la verdad es que me ha gustado verle.
- No cariño no vuelvas a caer.
- Estate tranquila mamá, que si algo he aprendido es que las segundas partes nunca son buenas.
- Más te vale.
Estuvimos hablando de todo durante la cena, Marc y Dani me contaron que ganaron la liga de fútbol y Héctor que se había echado una nueva novia.
Al terminar de cenar, subí a mi habitación y me puse el pijama.
Me tumbé en la cama con el móvil, y comencé a leer mensajes antiguos, mensajes los cuáles empezaron a romperme sin motivo alguno, hablo de mensajes de Jake y míos, apagué el móvil porque no quería saber nada de aquello, me levanté y me senté en la ventana, me dediqué a observar lo bonito que estaba el cielo y lo mucho que brillaban las estrellas, dejar la mente en blanco es lo que necesitaba.
Al cabo de 1 hora, decidí que era hora de descansar e irme a la cama.
A la mañana siguiente el olor a tortitas recién hechas y los gritos de Marc y Dani por ver quien se duchaba antes hicieron que me despertase.
Miré el reloj, eran las 7:30 y a las 8:15 el autobús del instituto pasaba a por nosotros.
Abrí el armario y empecé a sacar ropa y más ropa hasta que encontré la perfecta para desfasar en mi vuelta al instituto, shorts vaqueros, camiseta de básica blanca de tirantes, camiseta vaquera, y un pañuelo en el pelo, lista y divina para comenzar mi primer día de clase.
Bajé y desayune todo lo rápido que pude, cogí la mochila y salí a esperar el autobús.
Vi de lejos el autobús y la verdad es que empecé a ponerme nerviosa, ¿habrían cambiado las cosas en el instituto? ¿habría gente nueva? ¿alguien se alegraría de verme? Miles de preguntas rondaban por mi cabeza.
El autobús se detuvo, las puertas se abrieron, las piernas comenzaron a temblarme 'Tranquila' me repetía a mi misma. Me adentré en el autobús y allí en el fondo estaban sentados Hugo, Jake, Chaz, Ryan y lo demás.
- Eh enana ven aquí con nosotros. - gritó Hugo desde el final del autobús.
Sonreí al ver que no tenía de qué preocuparme teniendo a ellos allí, para mi desgracia, dos asientos antes estaba Stacy y sus malditas secuases las cuáles me miraron de arriba a abajo, no le di importancia y seguí hacia delante.
- Buenos días pequeñaja. - dijo Hugo.
- Buenos días a todos. - sonreí.
- ¿Lista para aguantar a Jake en clase? - preguntó Ryan.
- ¿Qué? - dije sorprendida.
- Aquí el menda que ha repetido curso. - dijo Ryan.
- ¿Es eso cierto? - dije mirando a Jake.
Jake agachó la cabeza.
- Mira que te avisé, que no podías ser tan pasota y tú ni caso. - le reproché a Jake.
- Un error lo tiene cualquiera, además no hace falta que me eches la bronca que tengo una persona que se llama madre que ya me la echó en su día. - dijo Jake.
- Haya paz chicos. -dijo Hugo.
Llegamos al instituto, Hugo y los demás se desviaron hacia los edificios de Bachillerato mientras que Jake y yo nos dirigíamos a nuestra clase, la situación y el silencio podían con nosotros, llegamos a clase y me senté al fondo para no llamar mucho la atención, aunque eso de no llamar la atención duró poco cuando vi entrar a Stacy y las otras por la puerta y sentarse a mi alrededor.
Jake no paraba de mirar hacia atrás para procurar que no me dijesen nada, minutos más tarde el profesor entró a clase.
- Buenos días, señorita Valeria veo que te tenemos de nuevo por aquí, espero que haya venido con ganas porque tengo una sorpresa para vosotros.
Cómo sabréis estamos a 15 días del baile de Navidad, lo cuál quiere decir que en nada se acaba el trimestre y por ello debéis entregarme un trabajo por parejas, el trabajo tratará sobre la amistad, de ahí a desarrollar mediante un powerpoint o como veáis, la originalidad suma puntos.
Stacy miró a Megan en plan 'vamos juntas'.
- Señorita Stacy olvídese de ir con Megan, las parejas las escojo yo.
- Pero profesor, que mejor manera de hablar de amistad que con mi mejor amiga.
- Lo siento, mmmm Stacy tu vas a ir con ... - se puso a mirar la clase.
Yo intenté esconderme bajo el pupitre y recé como 10 padre nuestro.
- Señorita Valeria, no se esconda que la estoy viendo. - dijo refiriéndose a mi. - Valeria.
- ¿Qué? - dije alterada.
- Usted y la señorita Stacy haréis el trabajo juntas.
- Esto tiene que ser una broma ¿no? - dijo Stacy.
- Para nada, y si ponéis cualquier tipo de pegas me encargaré de ponerlas juntas en todos los trabajos del curso.
- Está bien... - dijimos ambas.
El profesor terminó de hacer las parejas, y para cuando me quise dar cuenta, ya era hora de irse a casa.
Jake y yo salimos en busca de Hugo y los demás.
- ¿Qué tal tu primer día de vuelta a clase?- dijo Hugo.
- Una puta mierda, tengo que hacer un trabajo con Stacy Stilton.
- Aiba.. - dijo Ryan.
- Tengo que quedar esta tarde con ella para empezar el trabajo y creo que voy a optar por pegarme un tiro.
- Tampoco creo que sea para tanto. - dijo Hugo.
- Te recuerdo que Paula le partió la cara por como me trataba.
- Estoy seguro de que el profesor lo ha hecho para que dejéis vuestras diferencias a un lado. - añadió Hugo de nuevo.
- Pues yo no pienso dejarlas de lado y menos por esa bicho.
- Anda tranquilizate fiera. - me dijo Ryan.
Me acompañaron a casa, al llegar subí  a mi habitación y dejé las cosas sobre el escritorio.
Cogí el móvil y le mandé un whatsapp a Stacy diciéndole que quedábamos a las 5 en las pistas de skate.
Llegó la hora de encontrarme con Stacy.
- Que conste que a mi me da el mismo asco que a ti hacer el trabajo juntas. - le dije nada más verla.
- Mira creo que por primera vez nos hemos puesto de acuerdo.
- Bueno ¿y qué hacemos? Porque tu y yo de amistad podemos hablar poco. - dije.
- Creo que lo mejor es que le digamos al profesor que el trabajo no lo vamos a hacer.
- ¿Estás loca? Nos suspende.
- Pues tu dirás. - dijo.
- Piensa esta noche algo y mañana vemos que tal.
- Vale, he traído un CD por si se te ocurre algo que lo metas. - dijo.
- Vale, pues nos vemos mañana supongo.
- Sí, adiós. - se fue.
Miré el reloj y la verdad es que era pronto para volver a casa así que decidí ir a casa de Jake, porque tenía cosas que aclararme.
Llamé al timbre y me abrió su madre.
- Valeria que alegría verte. - dijo Pattie.
- Lo mismo digo Pattie, ¿está Jake? - dije
- Sí, ¿quieres que le diga que baje?
- No, prefiero subir y darle una sorpresa.
- Adelante.
Subí al piso de arriba, y escuché el sonido de una guitarra, me paré en seco y pude observar que ese sonido venía de la habitación de Jake.
- Vaya no sabía que tocases. -dije entrando.
- ¿Cómo has entrado? - me preguntó.
- Tu madre me ha abierto.
- ¿Y qué haces aquí?
- Me apetecía verte, suena bien lo que estabas tocando, ¿lo has hecho tú?
- Sí.
- No sabia que tocases.
- Nadie lo sabe, es un pequeño secreto que tengo, eres toda una privilegiada
- ¡bieeeeen! - dije
- ¿Qué traes ahí? - preguntó.
- El CD donde voy a meter el trabajo con Stacy, lo dejo aquí mientras.
- Vaya putada ¿no?
- Sí, pero bueno es lo que hay. - me quedé mirándole. - ¿por qué lo hiciste?
- ¿El qué?
- Dejar de estudiar y repetir.
- Cosas que pasan..
- Jake, puedes confiar en mi y lo sabes.
- No quiero que te sientas mal.
- ¿Mal, por qué? - pregunté.
- Sí..cuando volví dejé de ir a clase, empecé a juntarme con Mike y estos, me metieron en líos y de ahí me di cuenta que la estaba cagando, pero era demasiado tarde ya y no pude con el curso.
- Jake.. yo..
- No hace falta que digas nada, si fue culpa mía, ahora no hay nada que hacer.
- Si necesitas este año algo, no dudes en pedirmelo. - me dijo.
- Sí, tranquila.
Me quedé mirándolo y empecé a sonreír.
- ¿Por qué sonríes?- preguntó.
- No sé echaba de menos estas cosas.
- ¿Echarme la bronca? -dijo
- No idiota, estar contigo y contarnos cosas.
- Ah vale jo - dijo mirándome. - La verdad es que yo también echaba de menos estas cosas.
Nos quedamos hablando un buen rato hasta que se hizo la hora de irme.
- Bueno Jake, es tarde y tengo que tener una idea para mañana el trabajo y todo, así que me voy yendo, mañana nos vemos. - le abracé.
Sobre la mesa habían dos CD's no sabía cual era el mío, así que cogí el primero que vi y me lo llevé.
Al llegar a casa, la cena estaba sobre la mesa, cené y subí arriba.
Me puse el pijama, cogí el portátil e introduje el CD del trabajo, por el cual me quedé un poco sorprendida, ya que no era el del trabajo, si no uno de Jake, uno que contenía momentos vividos junto a mí, esto mismo era lo que había en ese CD.
Las lágrimas caían sobre mi mejilla, en ese maldito CD estaba grabado parte de nuestra historia, de nuestros momentos, me preguntaba como lo había hecho para grabar todas esas cosas sin que me enterase.
Mi corazón aceleraba cada vez más, los recuerdos comenzaron a recorrer mi mente, a hacerse de notar en mi, miles de momentos empezaron a apoderarse de mi, empecé a darme cuenta que no me lo pasaba tan mal con él, al contrario era feliz, en todo el video salía sonriendo excepto el momento en que sale con Stacy, en aquel horripilante teatro, por todo lo demás creo que era la chica más feliz del mundo, me estaba dando cuenta que realmente echaba de menos esos momentos, que necesitaba volver a vivirlos y me dolía, me dolía estar dándome cuenta de eso, creo que estaba empezando a caer de nuevo.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Capítulo 30 -He vuelto para quedarme y comerme el mundo.


Me quedé callada porque realmente no quería que se fuese y ganas para besarle no me faltaban así que estaba indecisa, me moría por besarle pero por mi propio bien era mejor que se fuese.
¿Pero sabéis qué? Estoy harta de hacer siempre lo correcto, me apetece ver que viene después del mal.
- Tenemos un problema, no quiero que te vayas, pero tampoco quiero besarte.
- Lo de que no quieras besarme tiene fácil solución - dijo acercando sus labios a los míos.
- ¿Qué haces? - dije.
- Di no, si quieres que pare. - dijo mientras sus labios cada vez estaban más cerca de los míos.
Me empecé a poner tensa ya que la situación estaba pudiendo conmigo.
Jake me miró y se dio de cuenta de que no estaba cómoda ante todo esto y decidió acabar con ello.
- ¿Por qué te apartas? - dije confusa
- Valeria no quiero forzarte a nada, te lo dije un día y te lo repito hoy, no pienso hacer nada que tu no quieras hacer, sé que no estás agusto, y tengo el por qué obligarte a que me beses si no quieres.. -dijo algo entristecido.
Por un momento un escalofrío entró en mi cuerpo, acompañado de él, una sonrisa dibujada en mi cara.
- ¿Y ahora, por qué sonríes? - dijo Jake algo confundido.
- Me encanta cuando te pones humilde, ven anda. - le abracé.
- Te quiero mucho Valeria. - dijo tras el abrazo.
'Ojalá tuviera el valor para poder decírtelo yo a ti' me dije para mi misma.
Simplemente le miré y sonreí, de nuevo volvía a hacer lo correcto sin darme cuenta.
Después de aquello preparamos las maletas para volver al internado, minutos más tarde ya íbamos de camino.
Al llegar al internado, dejamos todas las maletas en nuestras habitaciones y fuimos al salón de actos donde estaba preparada la ceremonia final de la despedida de las alumnas que se marchaban este trimestre del internado.
Me dolía ya que Jake abandonaba el internado y se volvía a Palm Beach donde muchas chicas locas por él lucharán por conquistarle mientras yo le echo de menos aquí, aunque sea decisión mía dejarle escapar no me quedo tranquila sabiendo que lo único que hago es dañarme a mí misma, me salí de la ceremonia y me fui a mi habitación dónde decidí escribirle una carta de despedida a Jake.
La carta decía:
Jake espero que leas esto completamente y no lo dejes para después continuarlo y para cuando hayas terminado de leerlo, espero que hayas entendido lo que te he querido decir.
Quizás critiques el medio. Pero la única razón es porqué no podía hacerlo de otra manera. Si tal vez me vieras ahora lo entenderías. Yo soy siempre la que aconseja a todos en temas del amor. Conozco muchas situaciones diferentes. Muchas que me tocaron vivir a mí, y situaciones que particularmente me hicieron tocar a veces no sé si el fondo, pero era demasiado hondo para mí. Otras que le han pasado a mis amigos y amigas y nunca término de sorprenderme. Pero hoy tengo que decirme todas esas cosas que yo dije a mis amigos y amigas, y hasta a mi mismo. Porqué simplemente no tengo con quién hablarlo. Tal vez por orgullo, y quizás también por vergüenza.  Te imagino leyendo esto. Pero no te equivoques, ser fuerte no significa volverse insensible o frío. Eso es volverse cobarde. Qué es muy distinto a ser fuerte. Yo podré ser muchas cosas, pero no una cobarde, por eso te estoy diciendo esto.
 No voy a decirte que no te echo de menos, porque me muero de ganas de estar contigo. Tampoco voy a decirte que no te necesito, porqué me haces falta, y tal vez más que nunca. No voy a decirte que no quiero llamarte, porqué me pongo nerviosa cada vez que tengo el teléfono en mi mano y mis dedos se van buscando tu número y se me congela la sangre al escuchar a la maldita operadora diciendo que mi saldo se ha agotado. Tampoco voy a decirte que no quiero que me llames. Porque en lo primero que pienso cuando suena el teléfono es en ti. Y para que mentir, si no puedo. Se me nota. Es algo que no puedo hacer. Lo lógico, es que tenga que decirte todo lo contrario para hacer las cosas un poco más fáciles. Pero hay algo más importante que mi orgullo, lo que te prometí. Prometí amarte mientras yo respire. Y eso me juego en contra ahora. Porqué podría dejar esto por el camino más fácil de no haberte prometido algunas cosas. Pero lo hice. Y a pesar de que podría quitar esas promesas, no puedo. Porqué no te voy a dar la posibilidad de que me digas: no cumpliste o me fallaste ¿eso? nunca. No es que me arrepienta, para nada. Uno promete algo cuándo está seguro que puede cumplirlo. Y yo te prometí que te amaría toda la vida, y así lo haré. ¿Recuerdas? Hasta estar viejecitos, para cuidarte hasta el último de mis días, pero me he dado cuenta que es hora de que empiece a ser feliz sin tener que depender de nadie, me has hecho la chicas mas feliz del mundo y ojalá otra chica sepa valorar todo lo que yo no he sabido hacerlo y te haga todo lo feliz que te mereces.
Realmente siento todo el mal que he podido causarte, nunca fue mi intención, desde que me marché de Palm Beach no ha habido día que no me haya acordado de ti, pero las cosas con el tiempo cambian y las personas también. Aquí me tienes, esto puede que sea una despedida a largo plazo, espero verte algún día y saber que todo te ha ido genial, un besito muy grande Valeria.

Tras escribirle la carta fui a su habitación y la metí en su maleta mientras le añadía también mi collar favorito el cuál llevaba meses y meses pidiéndome.
Tras eso, volví a mi habitación donde rompí a llorar, minutos después alguien tocó a mi puerta.
- ¿Se puede? - dijo.
- Seas quien seas márchate. - dije llorando.
- Valeria soy Jake, ábreme. 
- Déjame en paz.
- Por favor, me gustaría despedirme de ti antes de irme. - suplicó.
- No quiero saber nada de nadie. - dije mientras lanzaba un peluche contra la puerta. - Lárgate.
Jake no dijo nada más y se marchó, o eso me hizo creer a mi.
10 minutos después de haberle dicho que se marchase me di cuenta de que la había jodido, empecé a lamentarme y de nuevo rompí a llorar, cuándo de repente una nota apareció por debajo de la puerta.
'No quiero que la última imagen tuya que tenga en mi cabeza sea llorando, me gustaría llevarme un buen recuerdo de aquí e irme sabiendo que mi objetivo de hacerte sonreír ha sido realizado'.
Por la letra y por lo que decía supuse que era de Jake, así que me apoyé en la puerta y le dije
- No hagas esto más difícil por favor - le dije.
- Valeria no pretendo hacerlo difícil, solo quiero saber que vas a estar bien.
'Claro que no voy a estar bien pedazo de idiota, si lo que quiero es estar a tu lado' me dije a mí misma.
- Voy a estar bien, no sé porque te preocupas.
- Porque te conozco y sé que no vas a estar bien.
- Deja de creerte el jodido ombligo del mundo y de pensar que porque te vayas voy a estar hecha una mierda.
- Valeria no he dicho eso, abre por favor.. -dijo entre lágrimas.
- Adiós Jake.. - dije tras la puerta.
Escuché como Jake se marchaba, cada paso que daba me causaba más dolor, creo que no voy a superar esto nunca y voy a tener que estar aquí encerrada mucho tiempo.
               ___________________________ 6 meses después ______________________
Las cosas por el internado han cambiado mucho desde que Jake se marchó, he vuelto a ser la chica humilde de siempre, vuelvo a ser la niña vergonzosa pero esta vez sin callarme nada, realmente vuelvo a ser sonreír de nuevo y eso me gusta.
Creo que al fin estoy preparada para salir del internado y comerme el mundo.
Llamé a mamá para darle la noticia, la cuál le causó una enorme alegría al saber que me iba a tener de nuevo en casa cada día.
Tras la llamada a mamá, la directora me llamó para ir a su despacho y rellenar los papeles para marcharme, mientras los rellenaba me miraba con cara de orgullo.
- Me alegro mucho de que al fin tu misma te veas con fuerzas para marcharte Valeria. - me dijo.
- No podría haberlo logrado sin su ayuda y la del internado, muchísimas gracias por haberme cuidado y tratado tan bien aquí, me llevo un enorme recuerdo y buenas amigas. - dije a la vez que la abracé.
Fui a mi habitación y me preparé todas mis cosas, salí a despedirme de Paola y de las demás.
La verdad es que esta ha sido mi familia durante casi 1 año y medio, y creo que no voy a poder evitar echarles de menos.
Agarré mis maletas y me dispuse a marcharme al aeropuerto donde tras 2 horas de vuelo al fin iba a encontrarme con mi gente.
Bajé algo nerviosa del avión, pero al ver a los idiotas de Marc, Dani y Hector con una pancarta que ponía 'Si alguien ve a una fea amargada de metro y media traerla aquí es nuestra hermana' se me fueron de golpe, una sonrisa se me dibujó en la cara, si esa pancarta me lo hubiera hecho hace meses quizás les hubiera matado, pero ahora solo quería abrazarles y decirles lo mucho que le he echado de menos.
- Eh, la he encontrado, la amargada se apróxima hacia nosotros, premio para mi. - dijo Dani.
- Premio va a ser la hostia que te vas a llevar como te haya escuchad - rió Hector.
- ¿Me habéis echado de menos?  - dije desde la otra punta.
Antes de que pudiera terminar la frase Marc se había tirado encima mía en plan koala abrazándome.
- Estas cosas se hacen en la intimidad no aquí - dijo Dani.
- ¿Qué dice el que quiere un premio por haberme encontrado? - dije.
- Oh oh.. me ha escuchado ¡sálvese quien pueda! - dijo Dani mientras salió a correr.
- Ven aquí pedazo de idota. - dije mientras le perseguía. - como te echaba de menos. - le abracé.
- ¿Quien eres tú y que has hecho con mi hermana? - dijo Dani.
- Memo - le contesté.
- Me alegro de que hayas vuelto - me dijo Dani.
Abracé a Hector y después a mamá y su novio.
Marc y Dani cargaron con mis maletas hasta el coche y al llegar a casa me las subieron a mi habitación.
Por un momento no sabía quien había cambiado si yo o ellos.
Subí a mi habitación y todo seguía que como lo dejé, me encantaba esta sensación de estar en casa, de volver a la rutina.
Y volver a la rutina significaba ir al parque a darles una sorpresa a todos.
- Mamá sé que acabo de llegar y que queréis pasar tiempo conmigo, pero ¿puedo ir a buscar a Chris y a los demás?
- Claro tonta, ellos tendrán incluso más ganas que nosotros de estar contigo, ves corre.
Me puse una chaqueta y tan rápido como pude salí corriendo a buscar a todos.
Al llegar al parque fui a la parte del lago donde solíamos pasar las tardes y efectivamente allí estaban Christian, Paula, Caitlin, Chaz y Ryan.
- Buuuuuuuuuuuuuuu. - grité.
- ¿Valeria? Imposiblee. - dijo Paula.
- Posible nena - dije.
- ¿Qué haces aquí tía? Awwwwwwww - dijo Paula.
- He vuelto para quedarme, pero no os dije nada porque quería que fuera una sorpresa.
- Ven aquí. - me abrazó.
- Christiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan - me tiré como una loca encima.
A lo que él hizo caso sumiso.
- Oh bienvenida Valeria, me alegro de que ya estés bien, te he echado de menos. - dije - Gracias Christian yo a ti también.
- Pues eso. - dijo Christian.
- ¿Pues eso? ¡Hola acabo de llegar después de 1 año y medio verte! - dije.
- Me largo. - dijo mientras se iba.
- ¿Se puede saber que mosca ha picado a este? -dije.
- Creo que es evidente. - dijo Ryan.
- Verás lo evidente tú, por que vamos yo no. - dije.
- Te marchaste sin despedirte de él. - dijo Chaz.
- Le escribí una carta. - dije.
- ¿Crees que eso es manera de despedirse? - dijo Ryan.
- Oye yo también me alegro de veros a todos eh.. - dije.
- ¿Qué? - dijo Chaz.
- Que acabo de llegar y de menudas formas me recibís. - dije algo molesta.
- Lo siento Valeria, ¡bienvenidaaaaaaaaaaaaaa! - dijo Chaz.
- Si no, ¿ahora? - dije riéndome. - Como os he echado de menos.
- Y nosotros a ti. - dijeron.
Nos tiramos la tarde hablando, les conté cosas del internado, ellos cosas de aquí, hasta que anocheció.
- Nos quedamos a cenar por aquí ¿te quedas? - me preguntó Caitlin.
- Me encantaría, pero aún me queda gente por ver, a demás quiero buscar a tu hermano y arreglar a cosas.
- ¿A más gente? - preguntó Chaz.
- Sí, a mi primo Hugo ¿sabéis dónde está?
- Sí está en su casa jugando a la play con .. - le cortó Ryan a Chaz.
- En su casa, en su casa. - dijo Ryan.
- Vale, pues voy a verle, mañana nos vemos chicos. - me fui.
- ¿Por qué no me has dejado decirle que Hugo está con Jake? - dijo Chaz.
- Porque entonces no hubiera ido. - dijo Ryan.
- Verás tú como se vean..
- Han pasado 6 meses ya desde la última vez que se vieron tío. - dijo Ryan
- Habrá pasado tanto tiempo, pero te digo yo que estos acaban volviendo. - dijo Paula.
- ¿Por qué estás tan segura? - preguntó Chaz.
- Cuando Valeria a dicho 'a más gente' no se refería a Hugo, si no a Jake, lo que pasa que va de dura de que ya lo ha superado, pero os puedo asegurar que ha vuelto porque no aguantaba más sin verle.
- Si bueno, pues no flipas. - dijo Chaz.
- ¿Nos apostamos algo? - dijo Paula.
- Lo que quieras.
- El que pierda va al baile de invierno vestido de Hawaiano. - dijo desafiante Paula.
- Prepárate para pasar vergüenza bonita. - dijo Chaz.
- Eso habrá que verlo. - dijo Paula.
- Este chaval es tonto. - dijo Ryan.
Mientras tanto yo iba de camino a casa de mi primo, pero por el camino me encontré en la puerta de casa a Jake a Christian.
- Lo sabía. - dijo.
- ¿Qué dices? - dije.
- Sabía que vendrías a verlo. - dijo.
- ¿A quien? - dije.
- A él, sabía que había vuelto por él.
- Christian, ¿pero qué dices? Voy a casa de mi primo, y te he visto aquí y me he parado porque quiero saber que te pasa conmigo.
- ¿Que qué me pasa? - dijo eufórico.
- Sí, porque me esperaba una mínima alegría al verme.
- Te piras hace 1 año y medio, te despides con una mierda de carta, me prometes escribirme siempre que  puedas, espero como un gilipollas cartas que nunca llegan, me tiro 1 año y medio sin saber nada de ti ¿y pretendes que me alegre de verte? - dijo llorando.
- Si me despedí de ti por carta fue por esto mismo, porque no puedo verte llorar, y sabía que si me iba con la última imagen tuya llorando iba a estar jodida.
- ¿Y por qué no me has escrito?
- Porque no me dejaban mandar cartas a nadie.
- ¿Por qué tendría que creerte?
- Porque a pesar de que no me dejaban mandar cartas, yo te las escribía para dartelas cuando volviera..
- No te creo, no puedo creerte.
- Mira Christan piensa lo que quieras, en el internado no ha habido día que no me acordase de ti, ni de tu abrazos cada vez que estaba mal, te necesitaba muchísimo, pero si quieres pensar que no me has importado allá tú, yo tengo la conciencia muy tranquila, y ahora si me dejas, me voy a ver a los que realmente valoran mi llegada. - me fui.
Me iba tocada, ya que no mentía en nada de lo que le había dicho, pero yo en el internado he madurado mucho y estas rabietas de niño pequeño ya no las aguanto.
Antes de entrar a casa de Hugo, me calmé porque no quería que me notase mal cuando hace horas apenas que he llegado a Palm Beach.
Respiré hondo y llamé a la puerta.
- Valeria cariño, has vuelto - me abrazó mi tía.
- Sí, he vuelto hace apenas horas, ¿está Hugo? - pregunté.
- Sí, está en su habitación jugando a la play con un amigo, sube anda.
Subí las escaleras tan rápido como pude, corrí pasillo hasta llegar a la habitación de Hugo dónde se escuchaban gritos como 'eres un paquete tío', 'pero pásamela pedazo de chupón', abrí la puerta y
- ¡SOOOOOOOPREEEEEEEEEEEEEEEEESA! - grité.
Aunque la sorpresa más bien me la llevé yo cuando vi que el amigo con el que estaba Hugo era Jake.
- ¡Enana, has vuelto! - dijo Hugo mientras soltó el mando y vino a abrazarme. - ¿Cómo no me habías dicho que venías a pasar unos días?
- Porque no vengo a pasar unos días.
- ¿Te has escapado? Que pedazo de malota.  - dijo Hugo.
- No idiota, he vuelto para siempre.
- ¿Qué dices? Que lujazo nena.
- Sí, estoy recuperada del todo y bueno ya os echaba de menos a todos un poco. - dije.
- Pues me alegro muchísimo renacuaja.
Se podía observar la tensión que había en ese mismo instante en la habitación, mi pregunta era ¿si he vuelto porque lo he superado, por qué me ha impactado verle? Quizás es por que no me lo esperaba, o eso espero.
'Venga Valeria, sé valiente' me dije.
- Por cierto, hola Jake que no te había dicho nada. - le di dos besos.
- Hola fea, me alegra verte por aquí de nuevo.
- Lástima no poder decir lo mismo.. - dije, a Jake le cambió la cara - Que no, que es broma idiota.
- Tan graciosa cómo siempre eh. - dijo.
- ¿Quieres quedarte a cenar? - me preguntó Hugo.
- No gracias, mamá querrá que pase mi primera noche con ellos,además no quiero fastidiaros vuestra noche de chicos.
- No molestas eh. - dijo Jake.
- Eso lo tendría que decir yo - dijo Hugo. - Pero es cierto no molestas.
- No en serio gracias, peor prefiero cenar en casa, de echo me voy ya, pasarlo bien feos. - me despedí de los dos y me fui.
- Está guapa eh. - dijo Hugo.
- Está normal, como siempre, no sé no me he fijado. - dijo Jake.
- Vamos Jake si solo te ha faltado un cubo y el mocho para recogerte las babas.


domingo, 1 de septiembre de 2013

Capítulo 29 -No se puede ser fuerte cuando alguien es tu debilidad.


Jake sonrió y empezó a acelerar sus envestidas cada vez más y más viendo mi cuerpo subir y bajar todo el rato hasta que, decidí mandar yo por lo que me coloqué encima suyo. Jake colocó sus dos manos en mis caderas mientras las mías estaban en el respaldo del sofá ayudando mi movimiento de ir hacia arriba y hacia abajo. Jake solo podía contemplar mis pechos por lo que los cogió y besó con ternura haciéndome gemir como nunca, Jake se excitó tanto que cogió sus manos y empezó a envestirme como nunca lo había echo mientras apartaba el pelo de mi sudoroso cuello y lo mordió marcándome. Llegando al final Jake no pudo hacer otra cosa que decirme
"No hay mejor cosa que hacerte el amor después de un partido nena" guiñó su ojo y de liberó dentro de mi.
 Sacándome de encima suyo, me vistió, después el mismo y me llevó al dormitorio donde dormimos abrazados toda la noche.
A la mañana siguiente sonó el despertador a las 6, era hora de levantarse y prepararse para el día que nos esperaba. Hoy nos tocaba tirolina a primera hora, después  rapel y finalmente rafting.
Jake hizo caso sumiso del despertador, así que decidí darle unos buenos días bien frescos tirándole un vaso de agua a la cara.
- ¿Se puede saber que haces? - dijo Jake de mal humor.
- Buenos días dormilón. - dije entre risas.
- Eh corre que se escapa, que se escapa por ahí. -dijo
- ¿Qué se escapa el qué? - dije confusa.
- Tu gracia. - dijo Jake serio.
- Ja-ja  -dije fingiendo una risa.- Vamos no me digas que no te ha parecido una manera original y fresca de despertarte.-dije riendo.
- ¿Tu quieres ver lo que es una manera original de despertarse? -dijo desafiándome con la mirada.
- ¿Me estás amenazando? -dije mirándole de manera interesante.
- Tómatelo como un aviso.-dijo riendo.
- Sabes de sobra que dejaste de darme miedo haces unos años Jake. - dije en tonto burlesco.
- Ahí lo dejo bonita. - dijo desafiante - Y ahora más no vale arreglarnos o llegaremos tarde.
Nos arreglamos lo más rápido posible y nos fuimos para la zona de la tirolina.
Pasamos un gran día entre tantas actividades, las cuáles sirvieron para que Jake y yo estuviésemos más unidos. Al finalizar el rafting, la directora se me quedó mirando fijamente el cuello, en el cuál encontró un enorme chupetón de la noche anterior.
- ¿Me puede explicar que es esto señorita? - dijo bastante seria.
Yo me quedé paralizada ante la situación ya que no sabía que decir, ni que hacer, no sabía como actuar por no delatar a Jake.
- ¿Puede contestarme a la pregunta que le he hecho? - dijo de nuevo.
- No sé a que se refiere con 'esto' señora. -dije algo temblorosa.
- Le estoy hablando de esa enorme marca en su cuello. -dijo seria.
- Pues.. - me quedé en blanco.
- Es culpa mía, directora. - dijo Jake.
- ¿Culpa suya? -dijo algo anonadada.
- Sí, anoche había ácaros en el sofá Valeria es alérgica y pasé la aspiradora para que pudiese sentarse y de broma fui persiguiéndola con la aspiradora me tropecé con el cable y la aspiradora se quedó pegada en su cuello y al quitarla de la presión le hizo eso. - dijo Jake.
La directora estaba alucinando con lo acababa de contar Jake.
- Señorita Jazzy la próxima vez tenga más cuidado, esto de no ser por usted le podía haber costado la expulsión inmediata a la señorita Valeria. - dijo seria.
- Disculpe, no volverá a suceder. -dijo Jake 'serio'.
- En este caso, podéis iros a vuestra cabaña.
Llegamos a la cabaña, y subí enseguida al baño a verme el chupetón, a lo que no me extraña que la directora me hubiese dicho lo que me ha dicho,  dios mío, si tiene el tamaño casi de una galleta.
Bajé abajo y miré de mala manera a Jake.
- Ya sé que soy guapo, pero tampoco creo que sea para tanto. - dijo.
- ¿Te parecerá bonito, no? - dije cabreada.
- ¿Quién, tú? Pues claro. 
- No me vengas ahora con ñoñerías, casi me expulsan por tu culpa.
- Jugaste con fuego y te acabaste quemando, tu misma me dijiste entre gemidos 'quiero quemarme' ¿o no lo recuerdas? - dijo burlón.
- Oh espera, que ahora me dirás que tu no querías que me quemase.
- Me estás dando la razón ¿te das cuenta? 
- ¿Y lo de la aspiradora? No te podía poder inventado algo peor.
- Por lo menos he sabido sacarte del problema ¿o te crees que con tu 'pues..' habrías conseguido mucho?
- Seguramente no, pero algo más creíble que lo de la aspiradora hubiera conseguido.
- Ah bueno si quieres voy y le digo a la directora que era broma y haber que te inventas para seguir aquí.
- ¿Qué vas de remolón o qué? - dije cabreada.
- Soy remolón que es distinto.
- Tío me pones de los nervios. -dije.
- Te pongo y punto. - dijo mientras me guiñaba el ojo.
- ¿No te cansas de intentarlo? - dije.
- ¿Y tú, no te cansas de fingir que puedes vivir sin mi? - dijo Jake.
- Estupendo Jake, acabas de joder este momento tan romántico.
- ¿Romántico? Ves, como quieres algo.
- ¿Te importaría dejar de ser tan creído?
- Cuando reconozcas que te sigue matando tenerme cerca, que te sigue matando verme recién levantado con los pelos de recién levantado que tanto te gusta, cuando me digas que sigues poniéndote al ver mi espalda. - dijo a escasos centímetros de mi boca.
- ¡Oh, genial! Ahora voy a tener que soportar que seas un creído toda mi vida.
- Ais enana, enana. - dijo Jake.
- Voy a darme una ducha que apesto.
- Ah. ¿eras tú? Ya decía yo que olía un poco mal.
- Ja-ja, muy gracioso.
Me levanté y me subí arriba a pegarme una ducha.
En la ducha estuve dándole bastantes vueltas a lo que había pasado la noche anterior, la verdad es que me había encantado, echaba mucho de menos esos piques tontos que acaban en lo que acaban, también echaba de menos la tensión sexual no resuelta que siempre hay entre medias nuestra, lo creído que es pero lo que me encanta que lo sea, pero a la vez, sé que hice mal porque me juré a mi misma que no me iba a volver a fijar en él, ni esos ojos marrón miel que enamoran solo con mirarlos, ni en esos abdominales tan jodidamente perfectos que tiene, ni en, ¿véis? A esto me refería pienso que no quererle y alejarme de él, pero me acabo perdiendo en sus ojos y en la manera que tiene de pincharme para que caiga en sus juegos, dios es que odio tanto que sea mi punto débil, odio no poder ser fuerte con él. Es imposible ser fuerte cuando alguien es tu debilidad.
Al salir de la ducha, me puse la toalla en el cuerpo y me enrosqué la otra más pequeña en el pelo, me di cuenta de que no me había traído el pijama, por lo que tuve que salir a por él.
Y justo cuando salgo del baño en busca de mi pijama ahí estaba Jake, quitándose la camiseta mientra hacía ese meneo de cabeza tan suyo para dejarse el pelo en su sitio, acto seguido se quitó los pantalones y se colocó los de pijama,dejando el pecho al descubierto, su afición era dormir sin camiseta fuera la época del año que fuera, para mi desgracia estornudé y se dio cuenta de que estaba detrás de la puerta viéndolo.
- La próxima vez me avisas de que quieres verme y te hago el striptis personalmente. - dijo.
- Idiota, solo quería entrar a por mi pijama.
- Te recuerdo que tu pijama está en tu habitación no en la mía.
'Mierda' dije entre mí.
- Lo siento, la costumbre. - dije para intentar disimular.
Fui a mi habitación, me puse el pijama y me tumbé en la cama, sinceramente se me hacía raro estar en el mismo espacio que Jake y no tenerlo al lado dándome besos por el cuello ni diciéndome lo mucho que me quiere, no sé, se me hace muy raro, pero es lo que tenía que aguantar si quería olvidarme de él.
No tuve otra que conformarme a dormir abrazada a mi almohada como había hecho meses atrás.
Al día siguiente, los rayos del sol penetraban por la ventana de una manera tan fuerte que hicieron que me despertase, miré el despertador y pude apreciar que aún eran las 5:50 así que cerré de nuevo los ojos y me dormí, pero para mi desgracia mi sueño no duró más de 5 minutos ya que Jake entró como un loco a mi habitación gritando 'DESPIERTA, ES HORA DE DESAYUNAAAAAAR'.
Me quedé un poco asombrada al ver que a la vez que gritaba eso, llevaba una bandeja con zumo, tortitas y oreos.
- ¿Esto es para mi? - pregunté.
- ¿Ves a más gente por aquí? - se hizo el gracioso.
- Y ¿puedo saber que se debe esto?
- Me apetecía hacerte el desayuno ¿no puedo o que? 
- No, al contrario me encanta, pero cuando estábamos juntos no me traías oreo ni zumo eh ya te vale.
- Con el tiempo uno va mejorando.
Me dispuse a comer oreo, pero aquello me hizo que tuviese ganas de vomitar de lo malo que estaba, así que decidí beber el zumo para quitarme el mal sabor de boca y el zumo sabía incluso peor que las oreo.
- ¿Se puede saber que mierdas me has dado?
- Bienvenida a mi despertar original, te presento las oreo con su nueva adquisición de pasta de dientes sustituyendo a la crema y al líquido de varios yogures mezclados como zumo ¡Tachán! - dijo Jake riendo.
- ¿Ahora es cuando se supone que debo reírme contigo de la supermega broma que me has hecho? -dije cabreada.
- Mmmmm deberías - dijo Jake entre risas.
- Suerte tienes de que sea el última día. - dije mirándole furiosa.
- Suerte por no tener que ver esa cara tan fea recién levantado porque por otra cosa. - dijo riendo aún más.
- Demasiado gracioso te has levantado esta mañana ¿no crees? - dije molesta
- Encima que lo hago para que sonrías un poco.. - dijo algo decepcionado.
- Si quieres verme sonreír hazme un desayuno en condiciones, haz que mis amigos de España vuelvan aquí, no te vayas de mi lado, llévame de compras, pero estas pues no.
- Espera, ¿qué has dicho antes de lo último? - dijo sonriendo.
- Que me lleves de compras.
- No, justo antes de eso.
- Que vuelvan mis amigos de España aquí.
- No no, has dicho que no me vaya de tu lado.
- Ah sí, he dicho que te vayas de mi lado, habrás oído mal.
- Valeria ¿tengo que recordarte que se te da muy mal mentir y que cuando te pones nerviosa empiezas a mover las manos? - insistió Jake
Me quedé callada sin saber que decir de nuevo.
- ¿Ves? Tardas hasta en contestar, pues que sepas que esta vez no puedo ser yo el que se invente una excusa eh. 
- Eres un imbécil. - dije yéndome.
Jake me agarró del brazo y pegó mi cuerpo contra el suyo.
- Repíteme eso ahora. - dijo a escasos centímetros de mi boca.
- Eres un imbécil. - le contesté sin preocupación alguna.
- Tu boca dice eso pero tus ojos te delatan enana. - dijo acercándose aún más.
- Mis ojos no dicen nada, si eres un imbécil no es mi problema. - dije.
- ¿Sabes? No sabes lo mucho que me pone verte nerviosa cuando me tienes cerca. - dijo mirándome pícaro.
- Entonces ahora debes estar tranquilo, porque no te estoy de ninguna manera. - dije tartamudeando.
- ¿Estas segura? - dijo a milímetros.
- Totalmente. -dije muy nerviosa.
- Entonces, no te importará que haga esto. - me besó en el cuello.- si total te doy igual. - me susurró al oído.
- No sigas Jake en serio.
- O si no ¿qué, vas a ponerte más nerviosa aún? - dijo.
- No me tientes.
- La última vez que tuvimos una conversación acabamos algo ligeros de ropa ¿recuerdas?
- Encima de imbécil también eres gilipollas, un dos por uno oye.
- Sé que tienes las misma ganas de besarme que yo a ti. -dijo rozando mis labios.
Me mordí los labios, tenía razón, ¿por qué? joder ¿por qué?
Estaba deseando enlazar nuestros labios en un apasionado beso, pero mi corazón había puesto una coraza sobre mí que me lo impedía.
- Lo que quiero es perderte de vista.
- No te creo.
- Créeme.
- ¿Lo comprobamos?
- Cuando de quieras.
- Si quieres que me vaya solo tienes que decírmelo.
- ¿Y si no te lo digo?
- Tendrás que besarme.