miércoles, 11 de septiembre de 2013

Capítulo 30 -He vuelto para quedarme y comerme el mundo.


Me quedé callada porque realmente no quería que se fuese y ganas para besarle no me faltaban así que estaba indecisa, me moría por besarle pero por mi propio bien era mejor que se fuese.
¿Pero sabéis qué? Estoy harta de hacer siempre lo correcto, me apetece ver que viene después del mal.
- Tenemos un problema, no quiero que te vayas, pero tampoco quiero besarte.
- Lo de que no quieras besarme tiene fácil solución - dijo acercando sus labios a los míos.
- ¿Qué haces? - dije.
- Di no, si quieres que pare. - dijo mientras sus labios cada vez estaban más cerca de los míos.
Me empecé a poner tensa ya que la situación estaba pudiendo conmigo.
Jake me miró y se dio de cuenta de que no estaba cómoda ante todo esto y decidió acabar con ello.
- ¿Por qué te apartas? - dije confusa
- Valeria no quiero forzarte a nada, te lo dije un día y te lo repito hoy, no pienso hacer nada que tu no quieras hacer, sé que no estás agusto, y tengo el por qué obligarte a que me beses si no quieres.. -dijo algo entristecido.
Por un momento un escalofrío entró en mi cuerpo, acompañado de él, una sonrisa dibujada en mi cara.
- ¿Y ahora, por qué sonríes? - dijo Jake algo confundido.
- Me encanta cuando te pones humilde, ven anda. - le abracé.
- Te quiero mucho Valeria. - dijo tras el abrazo.
'Ojalá tuviera el valor para poder decírtelo yo a ti' me dije para mi misma.
Simplemente le miré y sonreí, de nuevo volvía a hacer lo correcto sin darme cuenta.
Después de aquello preparamos las maletas para volver al internado, minutos más tarde ya íbamos de camino.
Al llegar al internado, dejamos todas las maletas en nuestras habitaciones y fuimos al salón de actos donde estaba preparada la ceremonia final de la despedida de las alumnas que se marchaban este trimestre del internado.
Me dolía ya que Jake abandonaba el internado y se volvía a Palm Beach donde muchas chicas locas por él lucharán por conquistarle mientras yo le echo de menos aquí, aunque sea decisión mía dejarle escapar no me quedo tranquila sabiendo que lo único que hago es dañarme a mí misma, me salí de la ceremonia y me fui a mi habitación dónde decidí escribirle una carta de despedida a Jake.
La carta decía:
Jake espero que leas esto completamente y no lo dejes para después continuarlo y para cuando hayas terminado de leerlo, espero que hayas entendido lo que te he querido decir.
Quizás critiques el medio. Pero la única razón es porqué no podía hacerlo de otra manera. Si tal vez me vieras ahora lo entenderías. Yo soy siempre la que aconseja a todos en temas del amor. Conozco muchas situaciones diferentes. Muchas que me tocaron vivir a mí, y situaciones que particularmente me hicieron tocar a veces no sé si el fondo, pero era demasiado hondo para mí. Otras que le han pasado a mis amigos y amigas y nunca término de sorprenderme. Pero hoy tengo que decirme todas esas cosas que yo dije a mis amigos y amigas, y hasta a mi mismo. Porqué simplemente no tengo con quién hablarlo. Tal vez por orgullo, y quizás también por vergüenza.  Te imagino leyendo esto. Pero no te equivoques, ser fuerte no significa volverse insensible o frío. Eso es volverse cobarde. Qué es muy distinto a ser fuerte. Yo podré ser muchas cosas, pero no una cobarde, por eso te estoy diciendo esto.
 No voy a decirte que no te echo de menos, porque me muero de ganas de estar contigo. Tampoco voy a decirte que no te necesito, porqué me haces falta, y tal vez más que nunca. No voy a decirte que no quiero llamarte, porqué me pongo nerviosa cada vez que tengo el teléfono en mi mano y mis dedos se van buscando tu número y se me congela la sangre al escuchar a la maldita operadora diciendo que mi saldo se ha agotado. Tampoco voy a decirte que no quiero que me llames. Porque en lo primero que pienso cuando suena el teléfono es en ti. Y para que mentir, si no puedo. Se me nota. Es algo que no puedo hacer. Lo lógico, es que tenga que decirte todo lo contrario para hacer las cosas un poco más fáciles. Pero hay algo más importante que mi orgullo, lo que te prometí. Prometí amarte mientras yo respire. Y eso me juego en contra ahora. Porqué podría dejar esto por el camino más fácil de no haberte prometido algunas cosas. Pero lo hice. Y a pesar de que podría quitar esas promesas, no puedo. Porqué no te voy a dar la posibilidad de que me digas: no cumpliste o me fallaste ¿eso? nunca. No es que me arrepienta, para nada. Uno promete algo cuándo está seguro que puede cumplirlo. Y yo te prometí que te amaría toda la vida, y así lo haré. ¿Recuerdas? Hasta estar viejecitos, para cuidarte hasta el último de mis días, pero me he dado cuenta que es hora de que empiece a ser feliz sin tener que depender de nadie, me has hecho la chicas mas feliz del mundo y ojalá otra chica sepa valorar todo lo que yo no he sabido hacerlo y te haga todo lo feliz que te mereces.
Realmente siento todo el mal que he podido causarte, nunca fue mi intención, desde que me marché de Palm Beach no ha habido día que no me haya acordado de ti, pero las cosas con el tiempo cambian y las personas también. Aquí me tienes, esto puede que sea una despedida a largo plazo, espero verte algún día y saber que todo te ha ido genial, un besito muy grande Valeria.

Tras escribirle la carta fui a su habitación y la metí en su maleta mientras le añadía también mi collar favorito el cuál llevaba meses y meses pidiéndome.
Tras eso, volví a mi habitación donde rompí a llorar, minutos después alguien tocó a mi puerta.
- ¿Se puede? - dijo.
- Seas quien seas márchate. - dije llorando.
- Valeria soy Jake, ábreme. 
- Déjame en paz.
- Por favor, me gustaría despedirme de ti antes de irme. - suplicó.
- No quiero saber nada de nadie. - dije mientras lanzaba un peluche contra la puerta. - Lárgate.
Jake no dijo nada más y se marchó, o eso me hizo creer a mi.
10 minutos después de haberle dicho que se marchase me di cuenta de que la había jodido, empecé a lamentarme y de nuevo rompí a llorar, cuándo de repente una nota apareció por debajo de la puerta.
'No quiero que la última imagen tuya que tenga en mi cabeza sea llorando, me gustaría llevarme un buen recuerdo de aquí e irme sabiendo que mi objetivo de hacerte sonreír ha sido realizado'.
Por la letra y por lo que decía supuse que era de Jake, así que me apoyé en la puerta y le dije
- No hagas esto más difícil por favor - le dije.
- Valeria no pretendo hacerlo difícil, solo quiero saber que vas a estar bien.
'Claro que no voy a estar bien pedazo de idiota, si lo que quiero es estar a tu lado' me dije a mí misma.
- Voy a estar bien, no sé porque te preocupas.
- Porque te conozco y sé que no vas a estar bien.
- Deja de creerte el jodido ombligo del mundo y de pensar que porque te vayas voy a estar hecha una mierda.
- Valeria no he dicho eso, abre por favor.. -dijo entre lágrimas.
- Adiós Jake.. - dije tras la puerta.
Escuché como Jake se marchaba, cada paso que daba me causaba más dolor, creo que no voy a superar esto nunca y voy a tener que estar aquí encerrada mucho tiempo.
               ___________________________ 6 meses después ______________________
Las cosas por el internado han cambiado mucho desde que Jake se marchó, he vuelto a ser la chica humilde de siempre, vuelvo a ser la niña vergonzosa pero esta vez sin callarme nada, realmente vuelvo a ser sonreír de nuevo y eso me gusta.
Creo que al fin estoy preparada para salir del internado y comerme el mundo.
Llamé a mamá para darle la noticia, la cuál le causó una enorme alegría al saber que me iba a tener de nuevo en casa cada día.
Tras la llamada a mamá, la directora me llamó para ir a su despacho y rellenar los papeles para marcharme, mientras los rellenaba me miraba con cara de orgullo.
- Me alegro mucho de que al fin tu misma te veas con fuerzas para marcharte Valeria. - me dijo.
- No podría haberlo logrado sin su ayuda y la del internado, muchísimas gracias por haberme cuidado y tratado tan bien aquí, me llevo un enorme recuerdo y buenas amigas. - dije a la vez que la abracé.
Fui a mi habitación y me preparé todas mis cosas, salí a despedirme de Paola y de las demás.
La verdad es que esta ha sido mi familia durante casi 1 año y medio, y creo que no voy a poder evitar echarles de menos.
Agarré mis maletas y me dispuse a marcharme al aeropuerto donde tras 2 horas de vuelo al fin iba a encontrarme con mi gente.
Bajé algo nerviosa del avión, pero al ver a los idiotas de Marc, Dani y Hector con una pancarta que ponía 'Si alguien ve a una fea amargada de metro y media traerla aquí es nuestra hermana' se me fueron de golpe, una sonrisa se me dibujó en la cara, si esa pancarta me lo hubiera hecho hace meses quizás les hubiera matado, pero ahora solo quería abrazarles y decirles lo mucho que le he echado de menos.
- Eh, la he encontrado, la amargada se apróxima hacia nosotros, premio para mi. - dijo Dani.
- Premio va a ser la hostia que te vas a llevar como te haya escuchad - rió Hector.
- ¿Me habéis echado de menos?  - dije desde la otra punta.
Antes de que pudiera terminar la frase Marc se había tirado encima mía en plan koala abrazándome.
- Estas cosas se hacen en la intimidad no aquí - dijo Dani.
- ¿Qué dice el que quiere un premio por haberme encontrado? - dije.
- Oh oh.. me ha escuchado ¡sálvese quien pueda! - dijo Dani mientras salió a correr.
- Ven aquí pedazo de idota. - dije mientras le perseguía. - como te echaba de menos. - le abracé.
- ¿Quien eres tú y que has hecho con mi hermana? - dijo Dani.
- Memo - le contesté.
- Me alegro de que hayas vuelto - me dijo Dani.
Abracé a Hector y después a mamá y su novio.
Marc y Dani cargaron con mis maletas hasta el coche y al llegar a casa me las subieron a mi habitación.
Por un momento no sabía quien había cambiado si yo o ellos.
Subí a mi habitación y todo seguía que como lo dejé, me encantaba esta sensación de estar en casa, de volver a la rutina.
Y volver a la rutina significaba ir al parque a darles una sorpresa a todos.
- Mamá sé que acabo de llegar y que queréis pasar tiempo conmigo, pero ¿puedo ir a buscar a Chris y a los demás?
- Claro tonta, ellos tendrán incluso más ganas que nosotros de estar contigo, ves corre.
Me puse una chaqueta y tan rápido como pude salí corriendo a buscar a todos.
Al llegar al parque fui a la parte del lago donde solíamos pasar las tardes y efectivamente allí estaban Christian, Paula, Caitlin, Chaz y Ryan.
- Buuuuuuuuuuuuuuu. - grité.
- ¿Valeria? Imposiblee. - dijo Paula.
- Posible nena - dije.
- ¿Qué haces aquí tía? Awwwwwwww - dijo Paula.
- He vuelto para quedarme, pero no os dije nada porque quería que fuera una sorpresa.
- Ven aquí. - me abrazó.
- Christiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan - me tiré como una loca encima.
A lo que él hizo caso sumiso.
- Oh bienvenida Valeria, me alegro de que ya estés bien, te he echado de menos. - dije - Gracias Christian yo a ti también.
- Pues eso. - dijo Christian.
- ¿Pues eso? ¡Hola acabo de llegar después de 1 año y medio verte! - dije.
- Me largo. - dijo mientras se iba.
- ¿Se puede saber que mosca ha picado a este? -dije.
- Creo que es evidente. - dijo Ryan.
- Verás lo evidente tú, por que vamos yo no. - dije.
- Te marchaste sin despedirte de él. - dijo Chaz.
- Le escribí una carta. - dije.
- ¿Crees que eso es manera de despedirse? - dijo Ryan.
- Oye yo también me alegro de veros a todos eh.. - dije.
- ¿Qué? - dijo Chaz.
- Que acabo de llegar y de menudas formas me recibís. - dije algo molesta.
- Lo siento Valeria, ¡bienvenidaaaaaaaaaaaaaa! - dijo Chaz.
- Si no, ¿ahora? - dije riéndome. - Como os he echado de menos.
- Y nosotros a ti. - dijeron.
Nos tiramos la tarde hablando, les conté cosas del internado, ellos cosas de aquí, hasta que anocheció.
- Nos quedamos a cenar por aquí ¿te quedas? - me preguntó Caitlin.
- Me encantaría, pero aún me queda gente por ver, a demás quiero buscar a tu hermano y arreglar a cosas.
- ¿A más gente? - preguntó Chaz.
- Sí, a mi primo Hugo ¿sabéis dónde está?
- Sí está en su casa jugando a la play con .. - le cortó Ryan a Chaz.
- En su casa, en su casa. - dijo Ryan.
- Vale, pues voy a verle, mañana nos vemos chicos. - me fui.
- ¿Por qué no me has dejado decirle que Hugo está con Jake? - dijo Chaz.
- Porque entonces no hubiera ido. - dijo Ryan.
- Verás tú como se vean..
- Han pasado 6 meses ya desde la última vez que se vieron tío. - dijo Ryan
- Habrá pasado tanto tiempo, pero te digo yo que estos acaban volviendo. - dijo Paula.
- ¿Por qué estás tan segura? - preguntó Chaz.
- Cuando Valeria a dicho 'a más gente' no se refería a Hugo, si no a Jake, lo que pasa que va de dura de que ya lo ha superado, pero os puedo asegurar que ha vuelto porque no aguantaba más sin verle.
- Si bueno, pues no flipas. - dijo Chaz.
- ¿Nos apostamos algo? - dijo Paula.
- Lo que quieras.
- El que pierda va al baile de invierno vestido de Hawaiano. - dijo desafiante Paula.
- Prepárate para pasar vergüenza bonita. - dijo Chaz.
- Eso habrá que verlo. - dijo Paula.
- Este chaval es tonto. - dijo Ryan.
Mientras tanto yo iba de camino a casa de mi primo, pero por el camino me encontré en la puerta de casa a Jake a Christian.
- Lo sabía. - dijo.
- ¿Qué dices? - dije.
- Sabía que vendrías a verlo. - dijo.
- ¿A quien? - dije.
- A él, sabía que había vuelto por él.
- Christian, ¿pero qué dices? Voy a casa de mi primo, y te he visto aquí y me he parado porque quiero saber que te pasa conmigo.
- ¿Que qué me pasa? - dijo eufórico.
- Sí, porque me esperaba una mínima alegría al verme.
- Te piras hace 1 año y medio, te despides con una mierda de carta, me prometes escribirme siempre que  puedas, espero como un gilipollas cartas que nunca llegan, me tiro 1 año y medio sin saber nada de ti ¿y pretendes que me alegre de verte? - dijo llorando.
- Si me despedí de ti por carta fue por esto mismo, porque no puedo verte llorar, y sabía que si me iba con la última imagen tuya llorando iba a estar jodida.
- ¿Y por qué no me has escrito?
- Porque no me dejaban mandar cartas a nadie.
- ¿Por qué tendría que creerte?
- Porque a pesar de que no me dejaban mandar cartas, yo te las escribía para dartelas cuando volviera..
- No te creo, no puedo creerte.
- Mira Christan piensa lo que quieras, en el internado no ha habido día que no me acordase de ti, ni de tu abrazos cada vez que estaba mal, te necesitaba muchísimo, pero si quieres pensar que no me has importado allá tú, yo tengo la conciencia muy tranquila, y ahora si me dejas, me voy a ver a los que realmente valoran mi llegada. - me fui.
Me iba tocada, ya que no mentía en nada de lo que le había dicho, pero yo en el internado he madurado mucho y estas rabietas de niño pequeño ya no las aguanto.
Antes de entrar a casa de Hugo, me calmé porque no quería que me notase mal cuando hace horas apenas que he llegado a Palm Beach.
Respiré hondo y llamé a la puerta.
- Valeria cariño, has vuelto - me abrazó mi tía.
- Sí, he vuelto hace apenas horas, ¿está Hugo? - pregunté.
- Sí, está en su habitación jugando a la play con un amigo, sube anda.
Subí las escaleras tan rápido como pude, corrí pasillo hasta llegar a la habitación de Hugo dónde se escuchaban gritos como 'eres un paquete tío', 'pero pásamela pedazo de chupón', abrí la puerta y
- ¡SOOOOOOOPREEEEEEEEEEEEEEEEESA! - grité.
Aunque la sorpresa más bien me la llevé yo cuando vi que el amigo con el que estaba Hugo era Jake.
- ¡Enana, has vuelto! - dijo Hugo mientras soltó el mando y vino a abrazarme. - ¿Cómo no me habías dicho que venías a pasar unos días?
- Porque no vengo a pasar unos días.
- ¿Te has escapado? Que pedazo de malota.  - dijo Hugo.
- No idiota, he vuelto para siempre.
- ¿Qué dices? Que lujazo nena.
- Sí, estoy recuperada del todo y bueno ya os echaba de menos a todos un poco. - dije.
- Pues me alegro muchísimo renacuaja.
Se podía observar la tensión que había en ese mismo instante en la habitación, mi pregunta era ¿si he vuelto porque lo he superado, por qué me ha impactado verle? Quizás es por que no me lo esperaba, o eso espero.
'Venga Valeria, sé valiente' me dije.
- Por cierto, hola Jake que no te había dicho nada. - le di dos besos.
- Hola fea, me alegra verte por aquí de nuevo.
- Lástima no poder decir lo mismo.. - dije, a Jake le cambió la cara - Que no, que es broma idiota.
- Tan graciosa cómo siempre eh. - dijo.
- ¿Quieres quedarte a cenar? - me preguntó Hugo.
- No gracias, mamá querrá que pase mi primera noche con ellos,además no quiero fastidiaros vuestra noche de chicos.
- No molestas eh. - dijo Jake.
- Eso lo tendría que decir yo - dijo Hugo. - Pero es cierto no molestas.
- No en serio gracias, peor prefiero cenar en casa, de echo me voy ya, pasarlo bien feos. - me despedí de los dos y me fui.
- Está guapa eh. - dijo Hugo.
- Está normal, como siempre, no sé no me he fijado. - dijo Jake.
- Vamos Jake si solo te ha faltado un cubo y el mocho para recogerte las babas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario