jueves, 19 de septiembre de 2013

Capítulo 31 - Creo que estoy empezando a caer de nuevo.


- ¿Pero qué dices tío? - dijo Jake.
- Que te ha cambiado la cara nada más verla.
- ¿No puedo alegrarme de ver a tu prima o qué? - dijo Jake.
- Jake vamos tío, que se te han iluminado los ojos cuando la has visto entrar. - le restregó Hugo.
- No me esperaba verla que quieres que te diga.
- Y ese 'no molestas eh' ¿qué? - dijo algo burlón Hugo.
- Bueno vale ya, ¿no? Es una buena amiga y me ha gustado verla, punto.
- Una buena amiga de la que sigues colado. - dijo algo serio Hugo.
- Hemos hablado esto muchas veces Hugo, es mi amiga, nada más.
- Jake soy tu mejor amigo desde que nos sacamos los mocos, ¿crees que no sé cuando mientes?
- Sí, pero es que ahora mismo no estoy mintiendo, es solo mi amiga.
- Es solo tu amiga porque ella no quiere nada más, porque si por ti fuera volveríais a estar juntos.
- No me apetece discutir un tema que es evidente. -dijo picado Jake.
- Que es evidente que te mueres por ella.
- ¿Vas a estar así toda la noche? - dijo algo molesto.
- Solo hasta que me reconozcas que es cierto lo que te estoy diciendo.
- Vale sí, lo reconozco la he visto y se me han iluminado los ojos, me han dado unas ganas enorme de abrazarla y no soltarla, no me la he podido sacar de la cabeza, sigo siendo el mismo idiota que mataría por verla sonreír, ¿estás contento ya? - respondió Jake cabreado y dolorido.
- Pues sí, eso es lo que estaba esperando escuchar. - le abrazó. - ¿vas a intentar algo de nuevo?
- No.
- ¿Por qué? - preguntó Hugo.
- Ha vuelto porque ya está recuperada, eso quiere decir que la he perdido y esta vez para siempre.
- Nunca es tarde para nada, además si tu en casi 2 años no has logrado sacártela de la cabeza, ¿crees que ella a ti sí? - dijo Hugo muy seguro de sí mismo.
- Pues sí, ¿si no, por qué crees que ha vuelto?
- Porque no aguantaba más sin verte, por ejemplo.
- Claro, ¿y que viene después?
- No lo sé, eso tendrás que comprobarlo tu solo.
         _____________________________ Mientras tanto Valeria ______________________
De camino a casa un cúmulo de sentimientos rondaban tanto por mi cabeza como por mi estómago.
Demasiadas sensaciones habían recorrido mi cuerpo tras la presencia de Jake en casa de Hugo, no sé porqué pero me cambió el estado de ánimo mucho a mejor por haberlo visto, realmente no quiero darle importancia seguramente sería porque en el fondo le guardo cariño, al fin y al cabo es un buen amigo.
Miré el reloj y aceleré el paso para llegar a casa.
- Ya he llegado mamá.
- Ven al comedor que te estamos esperando todo para cenar.
Subí a ponerme las zapatillas de andar por casa y bajé.
- ¿Qué tal, se han puesto muy contentos de verte? - preguntó mamá.
- Sí, excepto Chris, que parece que está enfadado conmigo porque me despedí de él por carta y no en persona.
- Cierto, su madre me lo contó, pero estaba como loco por verte, que tonto ahora que te tiene aquí y se enfada, ais la juventud de hoy en día. - dijo mamá.
- En fin dos opciones tiene, enfadarse y desenfadarse. - dije.
- ¿Y bueno los demás qué?
- A Paula casi le da un algo cuando me ha visto, nadie se lo creía, el que hubiera vuelto, ha sido bonito.
- Me alegro mucho cielo, mañana que no se te olvide ir a ver a la tía y al primo Hugo que no ha dejado de preguntar por ti.
- Tranquila que ya he ido a verles, y ¿ a qué no sabes quien estaba con Hugo?
- ¿Quién? - dijo intrigada mamá.
- Jake.
Mamá se quedó blanca.
- Cariño sabes que no es bueno que lo veas, tienes que recuperarte del todo.
- Mamá, si he vuelto es porque ya estoy bien, además ante todo Jake es mi amigo y la verdad es que me ha gustado verle.
- No cariño no vuelvas a caer.
- Estate tranquila mamá, que si algo he aprendido es que las segundas partes nunca son buenas.
- Más te vale.
Estuvimos hablando de todo durante la cena, Marc y Dani me contaron que ganaron la liga de fútbol y Héctor que se había echado una nueva novia.
Al terminar de cenar, subí a mi habitación y me puse el pijama.
Me tumbé en la cama con el móvil, y comencé a leer mensajes antiguos, mensajes los cuáles empezaron a romperme sin motivo alguno, hablo de mensajes de Jake y míos, apagué el móvil porque no quería saber nada de aquello, me levanté y me senté en la ventana, me dediqué a observar lo bonito que estaba el cielo y lo mucho que brillaban las estrellas, dejar la mente en blanco es lo que necesitaba.
Al cabo de 1 hora, decidí que era hora de descansar e irme a la cama.
A la mañana siguiente el olor a tortitas recién hechas y los gritos de Marc y Dani por ver quien se duchaba antes hicieron que me despertase.
Miré el reloj, eran las 7:30 y a las 8:15 el autobús del instituto pasaba a por nosotros.
Abrí el armario y empecé a sacar ropa y más ropa hasta que encontré la perfecta para desfasar en mi vuelta al instituto, shorts vaqueros, camiseta de básica blanca de tirantes, camiseta vaquera, y un pañuelo en el pelo, lista y divina para comenzar mi primer día de clase.
Bajé y desayune todo lo rápido que pude, cogí la mochila y salí a esperar el autobús.
Vi de lejos el autobús y la verdad es que empecé a ponerme nerviosa, ¿habrían cambiado las cosas en el instituto? ¿habría gente nueva? ¿alguien se alegraría de verme? Miles de preguntas rondaban por mi cabeza.
El autobús se detuvo, las puertas se abrieron, las piernas comenzaron a temblarme 'Tranquila' me repetía a mi misma. Me adentré en el autobús y allí en el fondo estaban sentados Hugo, Jake, Chaz, Ryan y lo demás.
- Eh enana ven aquí con nosotros. - gritó Hugo desde el final del autobús.
Sonreí al ver que no tenía de qué preocuparme teniendo a ellos allí, para mi desgracia, dos asientos antes estaba Stacy y sus malditas secuases las cuáles me miraron de arriba a abajo, no le di importancia y seguí hacia delante.
- Buenos días pequeñaja. - dijo Hugo.
- Buenos días a todos. - sonreí.
- ¿Lista para aguantar a Jake en clase? - preguntó Ryan.
- ¿Qué? - dije sorprendida.
- Aquí el menda que ha repetido curso. - dijo Ryan.
- ¿Es eso cierto? - dije mirando a Jake.
Jake agachó la cabeza.
- Mira que te avisé, que no podías ser tan pasota y tú ni caso. - le reproché a Jake.
- Un error lo tiene cualquiera, además no hace falta que me eches la bronca que tengo una persona que se llama madre que ya me la echó en su día. - dijo Jake.
- Haya paz chicos. -dijo Hugo.
Llegamos al instituto, Hugo y los demás se desviaron hacia los edificios de Bachillerato mientras que Jake y yo nos dirigíamos a nuestra clase, la situación y el silencio podían con nosotros, llegamos a clase y me senté al fondo para no llamar mucho la atención, aunque eso de no llamar la atención duró poco cuando vi entrar a Stacy y las otras por la puerta y sentarse a mi alrededor.
Jake no paraba de mirar hacia atrás para procurar que no me dijesen nada, minutos más tarde el profesor entró a clase.
- Buenos días, señorita Valeria veo que te tenemos de nuevo por aquí, espero que haya venido con ganas porque tengo una sorpresa para vosotros.
Cómo sabréis estamos a 15 días del baile de Navidad, lo cuál quiere decir que en nada se acaba el trimestre y por ello debéis entregarme un trabajo por parejas, el trabajo tratará sobre la amistad, de ahí a desarrollar mediante un powerpoint o como veáis, la originalidad suma puntos.
Stacy miró a Megan en plan 'vamos juntas'.
- Señorita Stacy olvídese de ir con Megan, las parejas las escojo yo.
- Pero profesor, que mejor manera de hablar de amistad que con mi mejor amiga.
- Lo siento, mmmm Stacy tu vas a ir con ... - se puso a mirar la clase.
Yo intenté esconderme bajo el pupitre y recé como 10 padre nuestro.
- Señorita Valeria, no se esconda que la estoy viendo. - dijo refiriéndose a mi. - Valeria.
- ¿Qué? - dije alterada.
- Usted y la señorita Stacy haréis el trabajo juntas.
- Esto tiene que ser una broma ¿no? - dijo Stacy.
- Para nada, y si ponéis cualquier tipo de pegas me encargaré de ponerlas juntas en todos los trabajos del curso.
- Está bien... - dijimos ambas.
El profesor terminó de hacer las parejas, y para cuando me quise dar cuenta, ya era hora de irse a casa.
Jake y yo salimos en busca de Hugo y los demás.
- ¿Qué tal tu primer día de vuelta a clase?- dijo Hugo.
- Una puta mierda, tengo que hacer un trabajo con Stacy Stilton.
- Aiba.. - dijo Ryan.
- Tengo que quedar esta tarde con ella para empezar el trabajo y creo que voy a optar por pegarme un tiro.
- Tampoco creo que sea para tanto. - dijo Hugo.
- Te recuerdo que Paula le partió la cara por como me trataba.
- Estoy seguro de que el profesor lo ha hecho para que dejéis vuestras diferencias a un lado. - añadió Hugo de nuevo.
- Pues yo no pienso dejarlas de lado y menos por esa bicho.
- Anda tranquilizate fiera. - me dijo Ryan.
Me acompañaron a casa, al llegar subí  a mi habitación y dejé las cosas sobre el escritorio.
Cogí el móvil y le mandé un whatsapp a Stacy diciéndole que quedábamos a las 5 en las pistas de skate.
Llegó la hora de encontrarme con Stacy.
- Que conste que a mi me da el mismo asco que a ti hacer el trabajo juntas. - le dije nada más verla.
- Mira creo que por primera vez nos hemos puesto de acuerdo.
- Bueno ¿y qué hacemos? Porque tu y yo de amistad podemos hablar poco. - dije.
- Creo que lo mejor es que le digamos al profesor que el trabajo no lo vamos a hacer.
- ¿Estás loca? Nos suspende.
- Pues tu dirás. - dijo.
- Piensa esta noche algo y mañana vemos que tal.
- Vale, he traído un CD por si se te ocurre algo que lo metas. - dijo.
- Vale, pues nos vemos mañana supongo.
- Sí, adiós. - se fue.
Miré el reloj y la verdad es que era pronto para volver a casa así que decidí ir a casa de Jake, porque tenía cosas que aclararme.
Llamé al timbre y me abrió su madre.
- Valeria que alegría verte. - dijo Pattie.
- Lo mismo digo Pattie, ¿está Jake? - dije
- Sí, ¿quieres que le diga que baje?
- No, prefiero subir y darle una sorpresa.
- Adelante.
Subí al piso de arriba, y escuché el sonido de una guitarra, me paré en seco y pude observar que ese sonido venía de la habitación de Jake.
- Vaya no sabía que tocases. -dije entrando.
- ¿Cómo has entrado? - me preguntó.
- Tu madre me ha abierto.
- ¿Y qué haces aquí?
- Me apetecía verte, suena bien lo que estabas tocando, ¿lo has hecho tú?
- Sí.
- No sabia que tocases.
- Nadie lo sabe, es un pequeño secreto que tengo, eres toda una privilegiada
- ¡bieeeeen! - dije
- ¿Qué traes ahí? - preguntó.
- El CD donde voy a meter el trabajo con Stacy, lo dejo aquí mientras.
- Vaya putada ¿no?
- Sí, pero bueno es lo que hay. - me quedé mirándole. - ¿por qué lo hiciste?
- ¿El qué?
- Dejar de estudiar y repetir.
- Cosas que pasan..
- Jake, puedes confiar en mi y lo sabes.
- No quiero que te sientas mal.
- ¿Mal, por qué? - pregunté.
- Sí..cuando volví dejé de ir a clase, empecé a juntarme con Mike y estos, me metieron en líos y de ahí me di cuenta que la estaba cagando, pero era demasiado tarde ya y no pude con el curso.
- Jake.. yo..
- No hace falta que digas nada, si fue culpa mía, ahora no hay nada que hacer.
- Si necesitas este año algo, no dudes en pedirmelo. - me dijo.
- Sí, tranquila.
Me quedé mirándolo y empecé a sonreír.
- ¿Por qué sonríes?- preguntó.
- No sé echaba de menos estas cosas.
- ¿Echarme la bronca? -dijo
- No idiota, estar contigo y contarnos cosas.
- Ah vale jo - dijo mirándome. - La verdad es que yo también echaba de menos estas cosas.
Nos quedamos hablando un buen rato hasta que se hizo la hora de irme.
- Bueno Jake, es tarde y tengo que tener una idea para mañana el trabajo y todo, así que me voy yendo, mañana nos vemos. - le abracé.
Sobre la mesa habían dos CD's no sabía cual era el mío, así que cogí el primero que vi y me lo llevé.
Al llegar a casa, la cena estaba sobre la mesa, cené y subí arriba.
Me puse el pijama, cogí el portátil e introduje el CD del trabajo, por el cual me quedé un poco sorprendida, ya que no era el del trabajo, si no uno de Jake, uno que contenía momentos vividos junto a mí, esto mismo era lo que había en ese CD.
Las lágrimas caían sobre mi mejilla, en ese maldito CD estaba grabado parte de nuestra historia, de nuestros momentos, me preguntaba como lo había hecho para grabar todas esas cosas sin que me enterase.
Mi corazón aceleraba cada vez más, los recuerdos comenzaron a recorrer mi mente, a hacerse de notar en mi, miles de momentos empezaron a apoderarse de mi, empecé a darme cuenta que no me lo pasaba tan mal con él, al contrario era feliz, en todo el video salía sonriendo excepto el momento en que sale con Stacy, en aquel horripilante teatro, por todo lo demás creo que era la chica más feliz del mundo, me estaba dando cuenta que realmente echaba de menos esos momentos, que necesitaba volver a vivirlos y me dolía, me dolía estar dándome cuenta de eso, creo que estaba empezando a caer de nuevo.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Capítulo 30 -He vuelto para quedarme y comerme el mundo.


Me quedé callada porque realmente no quería que se fuese y ganas para besarle no me faltaban así que estaba indecisa, me moría por besarle pero por mi propio bien era mejor que se fuese.
¿Pero sabéis qué? Estoy harta de hacer siempre lo correcto, me apetece ver que viene después del mal.
- Tenemos un problema, no quiero que te vayas, pero tampoco quiero besarte.
- Lo de que no quieras besarme tiene fácil solución - dijo acercando sus labios a los míos.
- ¿Qué haces? - dije.
- Di no, si quieres que pare. - dijo mientras sus labios cada vez estaban más cerca de los míos.
Me empecé a poner tensa ya que la situación estaba pudiendo conmigo.
Jake me miró y se dio de cuenta de que no estaba cómoda ante todo esto y decidió acabar con ello.
- ¿Por qué te apartas? - dije confusa
- Valeria no quiero forzarte a nada, te lo dije un día y te lo repito hoy, no pienso hacer nada que tu no quieras hacer, sé que no estás agusto, y tengo el por qué obligarte a que me beses si no quieres.. -dijo algo entristecido.
Por un momento un escalofrío entró en mi cuerpo, acompañado de él, una sonrisa dibujada en mi cara.
- ¿Y ahora, por qué sonríes? - dijo Jake algo confundido.
- Me encanta cuando te pones humilde, ven anda. - le abracé.
- Te quiero mucho Valeria. - dijo tras el abrazo.
'Ojalá tuviera el valor para poder decírtelo yo a ti' me dije para mi misma.
Simplemente le miré y sonreí, de nuevo volvía a hacer lo correcto sin darme cuenta.
Después de aquello preparamos las maletas para volver al internado, minutos más tarde ya íbamos de camino.
Al llegar al internado, dejamos todas las maletas en nuestras habitaciones y fuimos al salón de actos donde estaba preparada la ceremonia final de la despedida de las alumnas que se marchaban este trimestre del internado.
Me dolía ya que Jake abandonaba el internado y se volvía a Palm Beach donde muchas chicas locas por él lucharán por conquistarle mientras yo le echo de menos aquí, aunque sea decisión mía dejarle escapar no me quedo tranquila sabiendo que lo único que hago es dañarme a mí misma, me salí de la ceremonia y me fui a mi habitación dónde decidí escribirle una carta de despedida a Jake.
La carta decía:
Jake espero que leas esto completamente y no lo dejes para después continuarlo y para cuando hayas terminado de leerlo, espero que hayas entendido lo que te he querido decir.
Quizás critiques el medio. Pero la única razón es porqué no podía hacerlo de otra manera. Si tal vez me vieras ahora lo entenderías. Yo soy siempre la que aconseja a todos en temas del amor. Conozco muchas situaciones diferentes. Muchas que me tocaron vivir a mí, y situaciones que particularmente me hicieron tocar a veces no sé si el fondo, pero era demasiado hondo para mí. Otras que le han pasado a mis amigos y amigas y nunca término de sorprenderme. Pero hoy tengo que decirme todas esas cosas que yo dije a mis amigos y amigas, y hasta a mi mismo. Porqué simplemente no tengo con quién hablarlo. Tal vez por orgullo, y quizás también por vergüenza.  Te imagino leyendo esto. Pero no te equivoques, ser fuerte no significa volverse insensible o frío. Eso es volverse cobarde. Qué es muy distinto a ser fuerte. Yo podré ser muchas cosas, pero no una cobarde, por eso te estoy diciendo esto.
 No voy a decirte que no te echo de menos, porque me muero de ganas de estar contigo. Tampoco voy a decirte que no te necesito, porqué me haces falta, y tal vez más que nunca. No voy a decirte que no quiero llamarte, porqué me pongo nerviosa cada vez que tengo el teléfono en mi mano y mis dedos se van buscando tu número y se me congela la sangre al escuchar a la maldita operadora diciendo que mi saldo se ha agotado. Tampoco voy a decirte que no quiero que me llames. Porque en lo primero que pienso cuando suena el teléfono es en ti. Y para que mentir, si no puedo. Se me nota. Es algo que no puedo hacer. Lo lógico, es que tenga que decirte todo lo contrario para hacer las cosas un poco más fáciles. Pero hay algo más importante que mi orgullo, lo que te prometí. Prometí amarte mientras yo respire. Y eso me juego en contra ahora. Porqué podría dejar esto por el camino más fácil de no haberte prometido algunas cosas. Pero lo hice. Y a pesar de que podría quitar esas promesas, no puedo. Porqué no te voy a dar la posibilidad de que me digas: no cumpliste o me fallaste ¿eso? nunca. No es que me arrepienta, para nada. Uno promete algo cuándo está seguro que puede cumplirlo. Y yo te prometí que te amaría toda la vida, y así lo haré. ¿Recuerdas? Hasta estar viejecitos, para cuidarte hasta el último de mis días, pero me he dado cuenta que es hora de que empiece a ser feliz sin tener que depender de nadie, me has hecho la chicas mas feliz del mundo y ojalá otra chica sepa valorar todo lo que yo no he sabido hacerlo y te haga todo lo feliz que te mereces.
Realmente siento todo el mal que he podido causarte, nunca fue mi intención, desde que me marché de Palm Beach no ha habido día que no me haya acordado de ti, pero las cosas con el tiempo cambian y las personas también. Aquí me tienes, esto puede que sea una despedida a largo plazo, espero verte algún día y saber que todo te ha ido genial, un besito muy grande Valeria.

Tras escribirle la carta fui a su habitación y la metí en su maleta mientras le añadía también mi collar favorito el cuál llevaba meses y meses pidiéndome.
Tras eso, volví a mi habitación donde rompí a llorar, minutos después alguien tocó a mi puerta.
- ¿Se puede? - dijo.
- Seas quien seas márchate. - dije llorando.
- Valeria soy Jake, ábreme. 
- Déjame en paz.
- Por favor, me gustaría despedirme de ti antes de irme. - suplicó.
- No quiero saber nada de nadie. - dije mientras lanzaba un peluche contra la puerta. - Lárgate.
Jake no dijo nada más y se marchó, o eso me hizo creer a mi.
10 minutos después de haberle dicho que se marchase me di cuenta de que la había jodido, empecé a lamentarme y de nuevo rompí a llorar, cuándo de repente una nota apareció por debajo de la puerta.
'No quiero que la última imagen tuya que tenga en mi cabeza sea llorando, me gustaría llevarme un buen recuerdo de aquí e irme sabiendo que mi objetivo de hacerte sonreír ha sido realizado'.
Por la letra y por lo que decía supuse que era de Jake, así que me apoyé en la puerta y le dije
- No hagas esto más difícil por favor - le dije.
- Valeria no pretendo hacerlo difícil, solo quiero saber que vas a estar bien.
'Claro que no voy a estar bien pedazo de idiota, si lo que quiero es estar a tu lado' me dije a mí misma.
- Voy a estar bien, no sé porque te preocupas.
- Porque te conozco y sé que no vas a estar bien.
- Deja de creerte el jodido ombligo del mundo y de pensar que porque te vayas voy a estar hecha una mierda.
- Valeria no he dicho eso, abre por favor.. -dijo entre lágrimas.
- Adiós Jake.. - dije tras la puerta.
Escuché como Jake se marchaba, cada paso que daba me causaba más dolor, creo que no voy a superar esto nunca y voy a tener que estar aquí encerrada mucho tiempo.
               ___________________________ 6 meses después ______________________
Las cosas por el internado han cambiado mucho desde que Jake se marchó, he vuelto a ser la chica humilde de siempre, vuelvo a ser la niña vergonzosa pero esta vez sin callarme nada, realmente vuelvo a ser sonreír de nuevo y eso me gusta.
Creo que al fin estoy preparada para salir del internado y comerme el mundo.
Llamé a mamá para darle la noticia, la cuál le causó una enorme alegría al saber que me iba a tener de nuevo en casa cada día.
Tras la llamada a mamá, la directora me llamó para ir a su despacho y rellenar los papeles para marcharme, mientras los rellenaba me miraba con cara de orgullo.
- Me alegro mucho de que al fin tu misma te veas con fuerzas para marcharte Valeria. - me dijo.
- No podría haberlo logrado sin su ayuda y la del internado, muchísimas gracias por haberme cuidado y tratado tan bien aquí, me llevo un enorme recuerdo y buenas amigas. - dije a la vez que la abracé.
Fui a mi habitación y me preparé todas mis cosas, salí a despedirme de Paola y de las demás.
La verdad es que esta ha sido mi familia durante casi 1 año y medio, y creo que no voy a poder evitar echarles de menos.
Agarré mis maletas y me dispuse a marcharme al aeropuerto donde tras 2 horas de vuelo al fin iba a encontrarme con mi gente.
Bajé algo nerviosa del avión, pero al ver a los idiotas de Marc, Dani y Hector con una pancarta que ponía 'Si alguien ve a una fea amargada de metro y media traerla aquí es nuestra hermana' se me fueron de golpe, una sonrisa se me dibujó en la cara, si esa pancarta me lo hubiera hecho hace meses quizás les hubiera matado, pero ahora solo quería abrazarles y decirles lo mucho que le he echado de menos.
- Eh, la he encontrado, la amargada se apróxima hacia nosotros, premio para mi. - dijo Dani.
- Premio va a ser la hostia que te vas a llevar como te haya escuchad - rió Hector.
- ¿Me habéis echado de menos?  - dije desde la otra punta.
Antes de que pudiera terminar la frase Marc se había tirado encima mía en plan koala abrazándome.
- Estas cosas se hacen en la intimidad no aquí - dijo Dani.
- ¿Qué dice el que quiere un premio por haberme encontrado? - dije.
- Oh oh.. me ha escuchado ¡sálvese quien pueda! - dijo Dani mientras salió a correr.
- Ven aquí pedazo de idota. - dije mientras le perseguía. - como te echaba de menos. - le abracé.
- ¿Quien eres tú y que has hecho con mi hermana? - dijo Dani.
- Memo - le contesté.
- Me alegro de que hayas vuelto - me dijo Dani.
Abracé a Hector y después a mamá y su novio.
Marc y Dani cargaron con mis maletas hasta el coche y al llegar a casa me las subieron a mi habitación.
Por un momento no sabía quien había cambiado si yo o ellos.
Subí a mi habitación y todo seguía que como lo dejé, me encantaba esta sensación de estar en casa, de volver a la rutina.
Y volver a la rutina significaba ir al parque a darles una sorpresa a todos.
- Mamá sé que acabo de llegar y que queréis pasar tiempo conmigo, pero ¿puedo ir a buscar a Chris y a los demás?
- Claro tonta, ellos tendrán incluso más ganas que nosotros de estar contigo, ves corre.
Me puse una chaqueta y tan rápido como pude salí corriendo a buscar a todos.
Al llegar al parque fui a la parte del lago donde solíamos pasar las tardes y efectivamente allí estaban Christian, Paula, Caitlin, Chaz y Ryan.
- Buuuuuuuuuuuuuuu. - grité.
- ¿Valeria? Imposiblee. - dijo Paula.
- Posible nena - dije.
- ¿Qué haces aquí tía? Awwwwwwww - dijo Paula.
- He vuelto para quedarme, pero no os dije nada porque quería que fuera una sorpresa.
- Ven aquí. - me abrazó.
- Christiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan - me tiré como una loca encima.
A lo que él hizo caso sumiso.
- Oh bienvenida Valeria, me alegro de que ya estés bien, te he echado de menos. - dije - Gracias Christian yo a ti también.
- Pues eso. - dijo Christian.
- ¿Pues eso? ¡Hola acabo de llegar después de 1 año y medio verte! - dije.
- Me largo. - dijo mientras se iba.
- ¿Se puede saber que mosca ha picado a este? -dije.
- Creo que es evidente. - dijo Ryan.
- Verás lo evidente tú, por que vamos yo no. - dije.
- Te marchaste sin despedirte de él. - dijo Chaz.
- Le escribí una carta. - dije.
- ¿Crees que eso es manera de despedirse? - dijo Ryan.
- Oye yo también me alegro de veros a todos eh.. - dije.
- ¿Qué? - dijo Chaz.
- Que acabo de llegar y de menudas formas me recibís. - dije algo molesta.
- Lo siento Valeria, ¡bienvenidaaaaaaaaaaaaaa! - dijo Chaz.
- Si no, ¿ahora? - dije riéndome. - Como os he echado de menos.
- Y nosotros a ti. - dijeron.
Nos tiramos la tarde hablando, les conté cosas del internado, ellos cosas de aquí, hasta que anocheció.
- Nos quedamos a cenar por aquí ¿te quedas? - me preguntó Caitlin.
- Me encantaría, pero aún me queda gente por ver, a demás quiero buscar a tu hermano y arreglar a cosas.
- ¿A más gente? - preguntó Chaz.
- Sí, a mi primo Hugo ¿sabéis dónde está?
- Sí está en su casa jugando a la play con .. - le cortó Ryan a Chaz.
- En su casa, en su casa. - dijo Ryan.
- Vale, pues voy a verle, mañana nos vemos chicos. - me fui.
- ¿Por qué no me has dejado decirle que Hugo está con Jake? - dijo Chaz.
- Porque entonces no hubiera ido. - dijo Ryan.
- Verás tú como se vean..
- Han pasado 6 meses ya desde la última vez que se vieron tío. - dijo Ryan
- Habrá pasado tanto tiempo, pero te digo yo que estos acaban volviendo. - dijo Paula.
- ¿Por qué estás tan segura? - preguntó Chaz.
- Cuando Valeria a dicho 'a más gente' no se refería a Hugo, si no a Jake, lo que pasa que va de dura de que ya lo ha superado, pero os puedo asegurar que ha vuelto porque no aguantaba más sin verle.
- Si bueno, pues no flipas. - dijo Chaz.
- ¿Nos apostamos algo? - dijo Paula.
- Lo que quieras.
- El que pierda va al baile de invierno vestido de Hawaiano. - dijo desafiante Paula.
- Prepárate para pasar vergüenza bonita. - dijo Chaz.
- Eso habrá que verlo. - dijo Paula.
- Este chaval es tonto. - dijo Ryan.
Mientras tanto yo iba de camino a casa de mi primo, pero por el camino me encontré en la puerta de casa a Jake a Christian.
- Lo sabía. - dijo.
- ¿Qué dices? - dije.
- Sabía que vendrías a verlo. - dijo.
- ¿A quien? - dije.
- A él, sabía que había vuelto por él.
- Christian, ¿pero qué dices? Voy a casa de mi primo, y te he visto aquí y me he parado porque quiero saber que te pasa conmigo.
- ¿Que qué me pasa? - dijo eufórico.
- Sí, porque me esperaba una mínima alegría al verme.
- Te piras hace 1 año y medio, te despides con una mierda de carta, me prometes escribirme siempre que  puedas, espero como un gilipollas cartas que nunca llegan, me tiro 1 año y medio sin saber nada de ti ¿y pretendes que me alegre de verte? - dijo llorando.
- Si me despedí de ti por carta fue por esto mismo, porque no puedo verte llorar, y sabía que si me iba con la última imagen tuya llorando iba a estar jodida.
- ¿Y por qué no me has escrito?
- Porque no me dejaban mandar cartas a nadie.
- ¿Por qué tendría que creerte?
- Porque a pesar de que no me dejaban mandar cartas, yo te las escribía para dartelas cuando volviera..
- No te creo, no puedo creerte.
- Mira Christan piensa lo que quieras, en el internado no ha habido día que no me acordase de ti, ni de tu abrazos cada vez que estaba mal, te necesitaba muchísimo, pero si quieres pensar que no me has importado allá tú, yo tengo la conciencia muy tranquila, y ahora si me dejas, me voy a ver a los que realmente valoran mi llegada. - me fui.
Me iba tocada, ya que no mentía en nada de lo que le había dicho, pero yo en el internado he madurado mucho y estas rabietas de niño pequeño ya no las aguanto.
Antes de entrar a casa de Hugo, me calmé porque no quería que me notase mal cuando hace horas apenas que he llegado a Palm Beach.
Respiré hondo y llamé a la puerta.
- Valeria cariño, has vuelto - me abrazó mi tía.
- Sí, he vuelto hace apenas horas, ¿está Hugo? - pregunté.
- Sí, está en su habitación jugando a la play con un amigo, sube anda.
Subí las escaleras tan rápido como pude, corrí pasillo hasta llegar a la habitación de Hugo dónde se escuchaban gritos como 'eres un paquete tío', 'pero pásamela pedazo de chupón', abrí la puerta y
- ¡SOOOOOOOPREEEEEEEEEEEEEEEEESA! - grité.
Aunque la sorpresa más bien me la llevé yo cuando vi que el amigo con el que estaba Hugo era Jake.
- ¡Enana, has vuelto! - dijo Hugo mientras soltó el mando y vino a abrazarme. - ¿Cómo no me habías dicho que venías a pasar unos días?
- Porque no vengo a pasar unos días.
- ¿Te has escapado? Que pedazo de malota.  - dijo Hugo.
- No idiota, he vuelto para siempre.
- ¿Qué dices? Que lujazo nena.
- Sí, estoy recuperada del todo y bueno ya os echaba de menos a todos un poco. - dije.
- Pues me alegro muchísimo renacuaja.
Se podía observar la tensión que había en ese mismo instante en la habitación, mi pregunta era ¿si he vuelto porque lo he superado, por qué me ha impactado verle? Quizás es por que no me lo esperaba, o eso espero.
'Venga Valeria, sé valiente' me dije.
- Por cierto, hola Jake que no te había dicho nada. - le di dos besos.
- Hola fea, me alegra verte por aquí de nuevo.
- Lástima no poder decir lo mismo.. - dije, a Jake le cambió la cara - Que no, que es broma idiota.
- Tan graciosa cómo siempre eh. - dijo.
- ¿Quieres quedarte a cenar? - me preguntó Hugo.
- No gracias, mamá querrá que pase mi primera noche con ellos,además no quiero fastidiaros vuestra noche de chicos.
- No molestas eh. - dijo Jake.
- Eso lo tendría que decir yo - dijo Hugo. - Pero es cierto no molestas.
- No en serio gracias, peor prefiero cenar en casa, de echo me voy ya, pasarlo bien feos. - me despedí de los dos y me fui.
- Está guapa eh. - dijo Hugo.
- Está normal, como siempre, no sé no me he fijado. - dijo Jake.
- Vamos Jake si solo te ha faltado un cubo y el mocho para recogerte las babas.


domingo, 1 de septiembre de 2013

Capítulo 29 -No se puede ser fuerte cuando alguien es tu debilidad.


Jake sonrió y empezó a acelerar sus envestidas cada vez más y más viendo mi cuerpo subir y bajar todo el rato hasta que, decidí mandar yo por lo que me coloqué encima suyo. Jake colocó sus dos manos en mis caderas mientras las mías estaban en el respaldo del sofá ayudando mi movimiento de ir hacia arriba y hacia abajo. Jake solo podía contemplar mis pechos por lo que los cogió y besó con ternura haciéndome gemir como nunca, Jake se excitó tanto que cogió sus manos y empezó a envestirme como nunca lo había echo mientras apartaba el pelo de mi sudoroso cuello y lo mordió marcándome. Llegando al final Jake no pudo hacer otra cosa que decirme
"No hay mejor cosa que hacerte el amor después de un partido nena" guiñó su ojo y de liberó dentro de mi.
 Sacándome de encima suyo, me vistió, después el mismo y me llevó al dormitorio donde dormimos abrazados toda la noche.
A la mañana siguiente sonó el despertador a las 6, era hora de levantarse y prepararse para el día que nos esperaba. Hoy nos tocaba tirolina a primera hora, después  rapel y finalmente rafting.
Jake hizo caso sumiso del despertador, así que decidí darle unos buenos días bien frescos tirándole un vaso de agua a la cara.
- ¿Se puede saber que haces? - dijo Jake de mal humor.
- Buenos días dormilón. - dije entre risas.
- Eh corre que se escapa, que se escapa por ahí. -dijo
- ¿Qué se escapa el qué? - dije confusa.
- Tu gracia. - dijo Jake serio.
- Ja-ja  -dije fingiendo una risa.- Vamos no me digas que no te ha parecido una manera original y fresca de despertarte.-dije riendo.
- ¿Tu quieres ver lo que es una manera original de despertarse? -dijo desafiándome con la mirada.
- ¿Me estás amenazando? -dije mirándole de manera interesante.
- Tómatelo como un aviso.-dijo riendo.
- Sabes de sobra que dejaste de darme miedo haces unos años Jake. - dije en tonto burlesco.
- Ahí lo dejo bonita. - dijo desafiante - Y ahora más no vale arreglarnos o llegaremos tarde.
Nos arreglamos lo más rápido posible y nos fuimos para la zona de la tirolina.
Pasamos un gran día entre tantas actividades, las cuáles sirvieron para que Jake y yo estuviésemos más unidos. Al finalizar el rafting, la directora se me quedó mirando fijamente el cuello, en el cuál encontró un enorme chupetón de la noche anterior.
- ¿Me puede explicar que es esto señorita? - dijo bastante seria.
Yo me quedé paralizada ante la situación ya que no sabía que decir, ni que hacer, no sabía como actuar por no delatar a Jake.
- ¿Puede contestarme a la pregunta que le he hecho? - dijo de nuevo.
- No sé a que se refiere con 'esto' señora. -dije algo temblorosa.
- Le estoy hablando de esa enorme marca en su cuello. -dijo seria.
- Pues.. - me quedé en blanco.
- Es culpa mía, directora. - dijo Jake.
- ¿Culpa suya? -dijo algo anonadada.
- Sí, anoche había ácaros en el sofá Valeria es alérgica y pasé la aspiradora para que pudiese sentarse y de broma fui persiguiéndola con la aspiradora me tropecé con el cable y la aspiradora se quedó pegada en su cuello y al quitarla de la presión le hizo eso. - dijo Jake.
La directora estaba alucinando con lo acababa de contar Jake.
- Señorita Jazzy la próxima vez tenga más cuidado, esto de no ser por usted le podía haber costado la expulsión inmediata a la señorita Valeria. - dijo seria.
- Disculpe, no volverá a suceder. -dijo Jake 'serio'.
- En este caso, podéis iros a vuestra cabaña.
Llegamos a la cabaña, y subí enseguida al baño a verme el chupetón, a lo que no me extraña que la directora me hubiese dicho lo que me ha dicho,  dios mío, si tiene el tamaño casi de una galleta.
Bajé abajo y miré de mala manera a Jake.
- Ya sé que soy guapo, pero tampoco creo que sea para tanto. - dijo.
- ¿Te parecerá bonito, no? - dije cabreada.
- ¿Quién, tú? Pues claro. 
- No me vengas ahora con ñoñerías, casi me expulsan por tu culpa.
- Jugaste con fuego y te acabaste quemando, tu misma me dijiste entre gemidos 'quiero quemarme' ¿o no lo recuerdas? - dijo burlón.
- Oh espera, que ahora me dirás que tu no querías que me quemase.
- Me estás dando la razón ¿te das cuenta? 
- ¿Y lo de la aspiradora? No te podía poder inventado algo peor.
- Por lo menos he sabido sacarte del problema ¿o te crees que con tu 'pues..' habrías conseguido mucho?
- Seguramente no, pero algo más creíble que lo de la aspiradora hubiera conseguido.
- Ah bueno si quieres voy y le digo a la directora que era broma y haber que te inventas para seguir aquí.
- ¿Qué vas de remolón o qué? - dije cabreada.
- Soy remolón que es distinto.
- Tío me pones de los nervios. -dije.
- Te pongo y punto. - dijo mientras me guiñaba el ojo.
- ¿No te cansas de intentarlo? - dije.
- ¿Y tú, no te cansas de fingir que puedes vivir sin mi? - dijo Jake.
- Estupendo Jake, acabas de joder este momento tan romántico.
- ¿Romántico? Ves, como quieres algo.
- ¿Te importaría dejar de ser tan creído?
- Cuando reconozcas que te sigue matando tenerme cerca, que te sigue matando verme recién levantado con los pelos de recién levantado que tanto te gusta, cuando me digas que sigues poniéndote al ver mi espalda. - dijo a escasos centímetros de mi boca.
- ¡Oh, genial! Ahora voy a tener que soportar que seas un creído toda mi vida.
- Ais enana, enana. - dijo Jake.
- Voy a darme una ducha que apesto.
- Ah. ¿eras tú? Ya decía yo que olía un poco mal.
- Ja-ja, muy gracioso.
Me levanté y me subí arriba a pegarme una ducha.
En la ducha estuve dándole bastantes vueltas a lo que había pasado la noche anterior, la verdad es que me había encantado, echaba mucho de menos esos piques tontos que acaban en lo que acaban, también echaba de menos la tensión sexual no resuelta que siempre hay entre medias nuestra, lo creído que es pero lo que me encanta que lo sea, pero a la vez, sé que hice mal porque me juré a mi misma que no me iba a volver a fijar en él, ni esos ojos marrón miel que enamoran solo con mirarlos, ni en esos abdominales tan jodidamente perfectos que tiene, ni en, ¿véis? A esto me refería pienso que no quererle y alejarme de él, pero me acabo perdiendo en sus ojos y en la manera que tiene de pincharme para que caiga en sus juegos, dios es que odio tanto que sea mi punto débil, odio no poder ser fuerte con él. Es imposible ser fuerte cuando alguien es tu debilidad.
Al salir de la ducha, me puse la toalla en el cuerpo y me enrosqué la otra más pequeña en el pelo, me di cuenta de que no me había traído el pijama, por lo que tuve que salir a por él.
Y justo cuando salgo del baño en busca de mi pijama ahí estaba Jake, quitándose la camiseta mientra hacía ese meneo de cabeza tan suyo para dejarse el pelo en su sitio, acto seguido se quitó los pantalones y se colocó los de pijama,dejando el pecho al descubierto, su afición era dormir sin camiseta fuera la época del año que fuera, para mi desgracia estornudé y se dio cuenta de que estaba detrás de la puerta viéndolo.
- La próxima vez me avisas de que quieres verme y te hago el striptis personalmente. - dijo.
- Idiota, solo quería entrar a por mi pijama.
- Te recuerdo que tu pijama está en tu habitación no en la mía.
'Mierda' dije entre mí.
- Lo siento, la costumbre. - dije para intentar disimular.
Fui a mi habitación, me puse el pijama y me tumbé en la cama, sinceramente se me hacía raro estar en el mismo espacio que Jake y no tenerlo al lado dándome besos por el cuello ni diciéndome lo mucho que me quiere, no sé, se me hace muy raro, pero es lo que tenía que aguantar si quería olvidarme de él.
No tuve otra que conformarme a dormir abrazada a mi almohada como había hecho meses atrás.
Al día siguiente, los rayos del sol penetraban por la ventana de una manera tan fuerte que hicieron que me despertase, miré el despertador y pude apreciar que aún eran las 5:50 así que cerré de nuevo los ojos y me dormí, pero para mi desgracia mi sueño no duró más de 5 minutos ya que Jake entró como un loco a mi habitación gritando 'DESPIERTA, ES HORA DE DESAYUNAAAAAAR'.
Me quedé un poco asombrada al ver que a la vez que gritaba eso, llevaba una bandeja con zumo, tortitas y oreos.
- ¿Esto es para mi? - pregunté.
- ¿Ves a más gente por aquí? - se hizo el gracioso.
- Y ¿puedo saber que se debe esto?
- Me apetecía hacerte el desayuno ¿no puedo o que? 
- No, al contrario me encanta, pero cuando estábamos juntos no me traías oreo ni zumo eh ya te vale.
- Con el tiempo uno va mejorando.
Me dispuse a comer oreo, pero aquello me hizo que tuviese ganas de vomitar de lo malo que estaba, así que decidí beber el zumo para quitarme el mal sabor de boca y el zumo sabía incluso peor que las oreo.
- ¿Se puede saber que mierdas me has dado?
- Bienvenida a mi despertar original, te presento las oreo con su nueva adquisición de pasta de dientes sustituyendo a la crema y al líquido de varios yogures mezclados como zumo ¡Tachán! - dijo Jake riendo.
- ¿Ahora es cuando se supone que debo reírme contigo de la supermega broma que me has hecho? -dije cabreada.
- Mmmmm deberías - dijo Jake entre risas.
- Suerte tienes de que sea el última día. - dije mirándole furiosa.
- Suerte por no tener que ver esa cara tan fea recién levantado porque por otra cosa. - dijo riendo aún más.
- Demasiado gracioso te has levantado esta mañana ¿no crees? - dije molesta
- Encima que lo hago para que sonrías un poco.. - dijo algo decepcionado.
- Si quieres verme sonreír hazme un desayuno en condiciones, haz que mis amigos de España vuelvan aquí, no te vayas de mi lado, llévame de compras, pero estas pues no.
- Espera, ¿qué has dicho antes de lo último? - dijo sonriendo.
- Que me lleves de compras.
- No, justo antes de eso.
- Que vuelvan mis amigos de España aquí.
- No no, has dicho que no me vaya de tu lado.
- Ah sí, he dicho que te vayas de mi lado, habrás oído mal.
- Valeria ¿tengo que recordarte que se te da muy mal mentir y que cuando te pones nerviosa empiezas a mover las manos? - insistió Jake
Me quedé callada sin saber que decir de nuevo.
- ¿Ves? Tardas hasta en contestar, pues que sepas que esta vez no puedo ser yo el que se invente una excusa eh. 
- Eres un imbécil. - dije yéndome.
Jake me agarró del brazo y pegó mi cuerpo contra el suyo.
- Repíteme eso ahora. - dijo a escasos centímetros de mi boca.
- Eres un imbécil. - le contesté sin preocupación alguna.
- Tu boca dice eso pero tus ojos te delatan enana. - dijo acercándose aún más.
- Mis ojos no dicen nada, si eres un imbécil no es mi problema. - dije.
- ¿Sabes? No sabes lo mucho que me pone verte nerviosa cuando me tienes cerca. - dijo mirándome pícaro.
- Entonces ahora debes estar tranquilo, porque no te estoy de ninguna manera. - dije tartamudeando.
- ¿Estas segura? - dijo a milímetros.
- Totalmente. -dije muy nerviosa.
- Entonces, no te importará que haga esto. - me besó en el cuello.- si total te doy igual. - me susurró al oído.
- No sigas Jake en serio.
- O si no ¿qué, vas a ponerte más nerviosa aún? - dijo.
- No me tientes.
- La última vez que tuvimos una conversación acabamos algo ligeros de ropa ¿recuerdas?
- Encima de imbécil también eres gilipollas, un dos por uno oye.
- Sé que tienes las misma ganas de besarme que yo a ti. -dijo rozando mis labios.
Me mordí los labios, tenía razón, ¿por qué? joder ¿por qué?
Estaba deseando enlazar nuestros labios en un apasionado beso, pero mi corazón había puesto una coraza sobre mí que me lo impedía.
- Lo que quiero es perderte de vista.
- No te creo.
- Créeme.
- ¿Lo comprobamos?
- Cuando de quieras.
- Si quieres que me vaya solo tienes que decírmelo.
- ¿Y si no te lo digo?
- Tendrás que besarme.