lunes, 28 de septiembre de 2015

Ahí cuando sabes que nunca vas a poder olvidarle...


Cuando eres adolescente crees haber encontrado el amor de tu vida, ese con quien aprendes a besar, aprendes a querer, a valorar, a reír, a llorar, aprendes a amar, aprendes tantas cosas..pero lo malo es cuando tienes que aprender a olvidar...
Todo iba bien y de pronto por una razón u otra tu corazón está en pedazos, tienes diecisiete años y ya conoces el dolor, la decepción, la desilusión. Lo que creíste que iba a ser la mejor etapa de tu vida se convierte en un tormento, a esa persona que amaste, ahora crees odiarla.
¿Qué ha pasado? Las mariposas se han vuelto dolor de estómago, las sonrisas se vuelven lágrimas y los mensajes de buenas noches se convierten en insomnio. No estás sola, pero no ves a nadie contigo, a la única persona que quieres ahí, se ha ido, ya no está y no va a volver, te aferras a él, y estás tan cegada que no te das cuenta que de nada va a servir...
Pasan los días, los meses, y ahora ya eres capaz de fingir una sonrisa, de hacer como si nada pasara, pero sabes que en cuánto estés sola, los recuerdos van a bombardearte y vas a terminar sin fuerzas, llorando en tu cama abrazando el peluche que aún tiene su olor, contemplando la primera foto juntos, sí esa que guardabas debajo de la almohada, rota en dos por un arranque de coraje y cinta uniéndola con un aire de nostalgia. Maldices haberlo conocido, maldices cada momento juntos, cada sentimiento, cada mirada, y cada mínima cosa que forma parte de su historia, los maldices pero sabes que en el fondo nunca vas a dejar de amar cada pequeño detalle. Es una guerra entre tu mente y tu corazón, un día lo odias, otro lo echas de menos, y al otro lo amas, parece ser un ciclo sin fin, ¿no?
¿Y qué ha sido de él? ¿Cómo estará? ¿Con quién estará? ¿Te habrá olvidado ya? ¿Será feliz? ¿Te recordará cada segundo como tu lo has hecho desde aquel día que se fue? Una y mil preguntas rondan por tu cabeza a cada momento, preguntas que no puedes responder, ni si quiera eres capaz de hablarle porque sabes que cualquier contacto mínimo te hará caer de nuevo.
Pasan varios meses, su recuerdo sigue ahí, contigo, tus amigos saben tu dolor, tu sabes tu dolor, y te niegas seguir adelante, 'yo lo voy a esperar, algún día va a volver', te lo repites una y otra vez, te lo has repetido tanto tiempo..
Sabes que nunca vas a amar a nadie como lo amaste a él, has logrado ser feliz pero cada fecha importante te recuerda a él, te preguntas como hubiera sido si siguieseis juntos, cuántos meses más habríais cumplido, o incluso si hubieseis llegado a celebrar algún aniversario más, cada detalle sigue en tu mente. No lo has olvidado, simplemente, has aprendido a vivir sin él...
Pero un día normal, mientras vas por la calle, ahí está, después de tanto tiempo sin verlo, los dos habéis cambiado, pero lo reconocerías kilómetros, eso andares son inconfundibles.
Una revolución comienza dentro de ti, él camina hacia adelante, cruzáis miradas y te das cuenta que ninguno de tus esfuerzos durante este tiempo, ninguno ha valido la pena, porque estás temblando como la primera vez que lo viste, toda su historia se resume en imágenes que pasan rápidamente por tu cabeza y es ahí cuando sabes que nunca vas a poder olvidarle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario