"Querido amor de mi vida y de la vida de otras, no quiero que te lo tomes a mal, supongo que es el dolor el que habla y no yo, son las heridas que todavía escuecen, esas que un día dejaste en mi. Tengo tantas cosas que decirte que no sé cómo empezar..podría decirte que eres un gilipollas, un capullo, un.. bueno todo eso ya lo sabes. Podría decirte que te odio por lo que me hiciste, por todas las veces que volviste y tal cual te fuiste, que no te necesito, que ojalá te vaya tan mal como has hecho tú con mi vida desde que entraste, me diste demasiadas cosas que recordar y te fuiste arrasando todo a su paso..como un incendio sin control que cuando empieza no sabes cómo acabará y cuáles serán los daños. Tú eres el fuego y yo soy el bosque que se quema y que se ha quedado en cenizas..eso es lo único que queda de mi. Podría decirte que nunca he sentido nada pero estaría mintiéndote porque todas y cada una de las palabras que te susurraba en medio del cine, al otro lado de la mesa, debajo de ti en la cama, todas y cada una de ellas eran sinceras. Sólo espero que algún día cuando creas que quieres verdaderamente a alguien pienses en mi y en lo que te perdiste, que se te escape mi nombre cuando la llamas, que veas mis ojos en todas partes y que el perfume que lleve te recuerde a mi y a todas y cada una de las noches que lo dejé impregnado en tu cuerpo.
Quiero que sepas que he querido odiarte por lo rota y jodida que me dejaste pero lo único que he acabado haciendo es odiarme a mi misma por no poder olvidarte. Y..si algún día lees esto quiero que sepas que ya es tarde, que quiero empezar una vida sin ti, un capítulo nuevo, una historia digna de ser recordada...
Solo quiero agradecerte que me abrieras los ojos antes de que fuese demasiado tarde, antes de quererme quedar toda mi vida con el mayor error que he cometido. Puede que fueses el primero en muchas cosas pero ser el último como tantas me juraste que ibas a ser ya no está hecho para ti. Puede que me arrepienta, puede que esté metiendo la pata al decir todo esto, pero han habido tantas noches en las que te he necesitado y tú, simplemente no has estado. Decías que ibas a quedarte conmigo el resto de tu miserable vida y al final la miserable he sido yo, por quererte, por perderte, por querer creerte cada vez que volvías diciéndome que me echabas de menos, a mí, a mis besos, a dormir juntos, en definitiva que me necesitabas día a día... Y después de todo lo único que pasa es que llega otro otoño en el que ya no estás y siento que me ahogo, siento que este no es mi sitio porque es contigo o sin ti y verte todos y cada uno de los días correteando a mi alrededor, como si nunca hubiésemos tenido recuerdos en común, es lo más difícil que he tenido que hacer aparte de alejarme de ti el resto de mi corta y miserable vida. Y te quiero, y te odio. Y siento tantos sentimientos contradictorios hacia ti. Hay veces en las que he deseado poder ser tú y saber cuánto llegaste a quererme.
Sólo quiero que sepas que me voy, que ya es tarde para ti, que no hay perdón que valga ni palabras que calmen el dolor que dejaste. Vuelve a por mi, si quieres, que lo más probable es que yo no esté aunque mi corazón se muera de ganas por quedarse. Sólo una última cosa; prometí que me quedaría aunque las cosas se pusieran difíciles pero necesito marcharme y muy en el fondo sabías que lo haría..me conoces más que nadie y sabes que lo necesito. Y hoy, diecinueve de noviembre, siento que me asfixio al no tenerte aquí conmigo pero sé que, al fin y al cabo, es lo mejor. Siempre te dije que en mi vida no había finales felices, solo finales que no eran dignos de ser recordados pero ya me ves, no puedo olvidar a alguien que en su día me hacía feliz.."