Mostrando entradas con la etiqueta amor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta amor. Mostrar todas las entradas

martes, 10 de octubre de 2017

Hace tiempo que dejé de buscarte.


Hace tiempo que dejé de buscarte, que dejé de echarte de menos, que dejé de acordarme de ti cada vez que alguien pasa por mi lado con el olor de tu perfume.
Hace tiempo que no miro nuestras fotos mientras pienso en lo bonito que sería volver a esos instantes de los que solo queda el misero recuerdo acompañado de la misma sonrisa que se producía en mi rostro cuando éramos los dos quiénes pasaban horas observándolas, repitiéndose una y otra vez, que iba a ser para siempre.
Mentiría si dijese que todo lo que he dicho anteriormente es verdad.
Desde que te fuiste, siempre he querido decirlo, no sé cuántas van ya, ni cuántas más habrán, hasta que llegue la real.

Hace mucho tiempo que me dijeron que enamorarse era fácil, que lo difícil es el olvido, y qué razón tenían. Han pasado mil trescientos setenta y nueve días, y sigo preguntándome porque sigues en mi cabeza y no te vas de la misma manera que lo hiciste de mi vida.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Por eso si te preguntas que fue de mí después de ti, ya lo sabes.


Desde tu partida o quizás la mía me he preguntado qué fue de ti cuando desaparecí de tu vida y debo aclarar, no lo hice por gusto lo hice porque era evidente que ya no me necesitabas.
Fue obvio que conociste personas nuevas, quizás mejores personas que yo o quizás no.
Pero si te preguntas lo mismo de mí, te podría decir que después de ti, no fui nadie, desaparecí e incluso hoy no me encuentro, soy un muerto en vida que vaga por las calles buscándote, que trata de encontrarte en cada rostro que ve.
Pasé por la gran pena de que mis amigas me viesen triste por ti, que me vieran con los ojos hinchados por las mañanas y ni siquiera les sonriese por cortesía.
He tratado muchas veces de salir adelante, de fijarme en otras personas tal como tú lo hiciste, pero hay un problema y es que yo, no soy como tú, de egoísta.
No soy capaz de enamorar a más de uno para no sentirme sola por las noches, para no tratar de pensar en ti y tratar de que no me “duelas”.
Sin embargo, sé que algún día voy levantarme y seguiré adelante.
Me enamoraré de alguien a quién yo de verdad quiera y le daré todo lo que tenía para ti y hasta más.
Pasaré por tu lado y te daré una gran sonrisa que te va doler, de ver mi gran felicidad.
Dicen que cada uno recoge lo que siembra, y quizás sí sea verdad.
Yo cosecharé amor y quizás tu coseches soledad y un corazón roto, así como un día me lo dejaste a mí.
Algo me dice que algún día regresarás y te sentarás a mi lado y hablaremos de todo lo que pasó en la ausencia de cada uno y te darás cuenta que nunca debiste de irte de mi lado.
Es verdad que las cosas pasan por algo, que las personas se van de tu vida o entran por alguna u otra razón. Sin embargo, tu tuviste el poder de quedarte conmigo o de así quererlo.
Pero fuiste egoísta y no te importó irte detrás de otras.

Por eso si te preguntas que fue de mí después de ti, ya lo sabes.

sábado, 29 de octubre de 2016

dónde escondiste nuestra posibilidad de ser eternos.

Un día nos sentaremos frente a frente y me contarás dónde escondiste nuestra posibilidad de ser eternos, por qué no me dejaste hacerte fotos mientras dormías, observarte a través de la mampara mientras te duchabas o mirarte como se mira a lo increíble mientras te peinabas.
Y me lo tendrás que contar todo, sin cafés con azúcar que puedan endulzar la situación, ya que esto ha sido un completo desastre.
No entiendo en qué momento decidiste que esto terminaba así porque sí, que no me dejarías enterrar nunca más mis dedos por debajo de la sábana para acariciar tu espalda, que no me dejarías ser mi otra piel. Y te fuiste, y no conozco peor despedida que volver a saludarte con dos besos. Y ahora nos separan demasiados kilómetros desde del pasillo de tu cama a la mía. Y dada la la buena memoria que tengo para lo que no quiero recordar, puede que nunca me olvide de ti. 

Tú te lo has buscado, eres el semáforo rojo de mi vida, en el que que me encuentro estancada desde que ya no estás, sin poder avanzar.

domingo, 25 de septiembre de 2016

Te fuiste huyendo.


Ojalá nunca leas esto. Ojalá nunca te sientas como yo me siento.

Te fuiste huyendo como si de repente hubiese descubierto que aquel no era el sitio en el que deberías estar. Desde el mismo momento en que nos encontramos decidimos jugar a ver quién sentía menos de los dos, como quien juega con fuego consciente de las quemaduras resultado de ello.
Nos sentíamos invencibles dentro y fuera de las sábanas de la incertidumbre de aquello a lo que nunca pusimos nombre pero siempre quisimos.
Nos hicimos daño de tanta rabia por no querer querer. Nos jodimos por las ganas de solo jugar con la piel.
Hoy es estoy cansada de soñar contigo y nunca despertar a tu lado, cansada de jugar a ver si hoy siento menos que ayer y no parar de perder. Hoy el marrón de tus ojos, me atormenta si me hablan de esperanza, y las noches acaban pero ya no hay mañanas.
Ojalá no leas esto, pero me duele la garganta de tanto callar.
Ojalá no leas esto porque voy a confesar, que me duele, me duele aún el alma de querer(te).

jueves, 1 de septiembre de 2016

Si quieres ser inmortal, enamora a un escritor..


Y te dibujará en muchos versos, te hará protagonista de sus desvelos, como si el escribirte se le hiciera terapia.
Probablemente te habrá dicho un millón de veces lo que siente por ti pero tú aún no lo habrás leído, porque cuando escribe habla contigo.
Y cuando te vayas, con el corazón roto te seguirá escribiendo.
Y aunque le duelas: mentirá.
Mentirá para convertirte en el héroe (qué quizás no hayas sido), de una obra de arte, sobre ti, que nunca vas a leer.
Y se culpará si calla, así que aunque por dentro se caiga a pedazos hará que su relato avance hasta acabar.
Enamora a un escritor y vivirás para siempre entre líneas.
Y te besará con versos.
Te convertirá en arte.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Capítulo 51 - El lugar donde empezó todo.



Una vez más pido perdón por tardar meses en subir capítulo nuevo, pero como he dicho en varias ocasiones, 2º de Bach no me deja respirar además entre otras cosas he estado bastante tiempo sin inspiración de ideas para continuar, pero bueno he aprovechado que se acerca Navidad para hacer un descansito y haceros un pequeño regalito que pronto le seguirán unos cuántos capítulos que tengo pensados. Espero que la espera os merezca la pena, un besito.



- ¡Sorpresa! - gritó Jake.
Estaba paralizada, no sabía como reaccionar, ni como actuar, ni mucho menos que decir.
- ¿Qué te pasa Valeria, no te ha gustado la sorpresa? - dijo Jake algo cabizbajo.
- No sé ni que decir, no me esperaba esto después de todo..
- Es una pequeña forma de demostrarte que voy en serio cuando digo que te quiero.
- Jake no me merezco esto joder. - se me escapó una lágrima.
- No digas eso, te mereces esto y mucho más.
- Creeme que no me lo merezco en serio, agradezco la sorpresa, el pedazo detalle que has tenido al volver a traerme aquí, y sobretodo agradezco y valoro los cojones que has tenido de hacer esto solo para demostrarme que soy importante para ti, pero te juro por lo que más quiero en este mundo que no merezco nada.
- Mira Valeria me da igual lo que digas, me da igual que pienses que no te mereces nada, porque no te das cuenta que eres la persona que más cosas se merece en este mundo, empezaste a quererme cuando yo era un auténtico capullo, ni siquiera sé como narices tuabpasar unvalor de enamorarte de mí después de lo mal que lo habías pasado con el otro chico, me diste la oportunidad de conocerte, privilegio el cuál muy pocos han logrado obtener, privilegio el cuál yo, en muchas ocasiones he desaprovechado, sin embargo tú siempre has sabido perdonarme, has hecho lo mejor para mí siempre, y me has cuidado y querido como nadie jamás sobre la Tierra lo ha hecho, por eso te he traído aquí al lugar donde empezó todo, donde me regalaste la noche más bonita de mi vida, y dónde quiero pasar la segunda como si fuese la última.
Rompí a llorar como nunca antes lo había hecho, Jake había apostado por mí una vez más, incluso después de saber que el motivo por el cuál no recuerda nada de sus 18 años de vida es por mi culpa.
Me sentí una gran mierda en ese momento, de hecho cualquiera que hubiese estado en mi lugar ese momento se hubiese sentido así. La había vuelto a cagar como tantas veces, y de nuevo con las mismas personas, esas por las que me prometí a misma que jamás iban a volver a derramar una lágrima por mí. 
Christian me encanta, siempre lo he dicho, es el chico que cualquier chica querría tener, pero a su vez Jake es mi debilidad desde el día que lo conocí y una vez más me demuestro a mí misma que contra una debilidad no se puede luchar. Por mucho que pase el tiempo, por muchas putadas que me haga, por muy mal que lo pase, por muchas noches que me pase llorando, cuando Jake vuelve es como si no hubiese pasado el tiempo y todo lo malo quedase totalmente reducido.

- ¿Por qué lloras Valeria? - preguntó algo confuso.

- Porque me he dado cuenta de que estoy jodidamente enamorada de ti Jake.

Jake sonrió como un idiota.

- ¿Y qué tiene de malo eso? 

- Que no te mereces que te quiera alguien como yo.

Jake no sabía a que me refería con eso que acababa de decirle y puso su cara de no haberse enterado de nada, por la cuál comencé a reír.

- ¿De qué te ríes ahora? - Jake no entendía nada.

- De que me encanta cuando pones esa cara.

- ¿Qué cara? - la volvió a poner, aunque no apropósito.

- La que estás poniendo ahora, esa de no saber qué narices está pasando, que te hace ser aún más irresistible de lo normal.

- ¿Esta? - hizo el intento de ponerla forzadamente pero no le salía.

Reí de nuevo.

- No sé si te prefiero con cara irresistible o haciendo el intento de serlo.

- ¿Haciendo el intento, me estás diciendo que no soy irresistible siempre? - se hizo el indignado.

- Veo que lo vas pillando... - reí mientras le guiñaba un ojo.

- Pues tú tampoco te pienses que lo eres.

- ¿Para cuando el 'ahora me enfado y no respiro'? - dije para picarle.

- Muy graciosa estás esta noche, ¿no crees?

- Esta noche estoy muchas cosas. - dije con cara de pícara.

Jake abrió los ojos como platos.

- ¿Qué cosas? - me empezó a acariciar la espalda.

- No me busques, que me encuentras...

- Lo siento señorita Valeria, pero me apetece encontrarte. - dijo a escasos centímetros de mi boca.

- Pues lo acabas de hacer. - le besé.

Nuestros labios se fundieron en un beso intenso pero delicado a la vez, las manos de Jake estaban alrededor de mi cintura mientras que las mías estaban en su cuello.
Lo dirigí poco a poco hacia la cama, hasta tumbarlo en ella, mi cuerpo se encontraba sobre el suyo.
Jake seguía con sus manos alrededor de mi cintura a diferencia de las mías que ahora estaban quitándole cuidadosamente la camiseta.
Una vez fuera la camiseta, pedí a Jake que se girase y comencé a acariciarle la espalda con delicadeza, mientras que le susurraba al oído, hasta que me cansé, le pedí de nuevo que se diese la vuelta, con la excusa de acariciarle el pecho y me puse encima de él.
Podía notar como su miembro viril había crecido considerablemente, lo cual me podría una excitación mayor aunque me desconcertaba el hecho de que Jake ni siquiera me hubiera tocado el culo aún.

- ¿Tienes pensado quitarme la camiseta o algo, o te piensas que todo lo voy a hacer yo? - dije vacilándole.

- Perdón, es que estoy nervioso..

- ¿Nervioso? ¿Por qué?

- Porque es mi primera vez.

- Muy buena esa Jake. - empecé a reír.

- Valeria hablo en serio, a ver ya sé que aquí tú y yo tuvimos nuestro momento, pero tras el coma y la amnesia sabes que 'volví' a nacer..


- ¿Y Andrea qué?

- No pasó nada..

- Vamos Jake no me jodas, me tiré una tarde entera preparando la casita del bosque contigo para ese día.

- Lo sé, pero no pude hacerlo.

- ¿Por qué?

- Porque encontré en uno de los cajones del salón fotos nuestras y en ese momento supe que tú y yo no habíamos sido simples amigos, empecé entender tu actitud muchas veces frente a Andrea y me di cuenta de todo lo que llevabas aguantando este tiempo sin que nadie lo supiese. Por un momento fue como que sabía quien eras y lo que significábamos el uno para el otro. Es por eso, por lo que te trataba así en muchas ocasiones, para que tu confesases todo lo que habíamos sido y entonces poder verificar lo que vi en esas fotos. 

Me aparté de Jake, y me senté en el borde de la cama, con las manos en la cabeza, no podía creer lo que estaba escuchando.

- Entiendo que después de esto, me odies un poco más de lo que me odiaste en su momento por hacértelo pasar tan mal, lo siento de verdad mi intención nunca fue hacerte daño. - empezó a llorar.

- ¡Ey! Tranquilo cariño, que no te odio. - le abracé.

- Entonces, ¿por qué te has apartado cuando te lo he dicho? - lloraba aún más.

- Porque es la cosa más bonita que han hecho por mí jamás Jake, y una vez más eres tú la persona que me la ha hecho, no te haces una mínima idea de todas y cada una de los detalles que has tenido conmigo a lo largo de todo el tiempo que nos conocemos. Y por cosas como estas me haces recodar porque me enamoré de ti y porque a pesar de todo lo sigo estando, eres increíble Jake, no sé cuántas veces te lo habré dicho ya, pero jamás voy a cansarme de repetírtelo. - le di un beso en la frente mientras le acariciaba la cara y le agarraba la mano.

- ¿De verdad que no me odias? - dijo mientras se secaba las lágrimas.

- ¿Crees que alguien podría odiarte después de lo que has dicho? Cualquiera en su sano juicio se volvería loca por ti.

- Lo siento mucho Valeria, de verdad.

- No tienes que sentir nada, repito que es lo más bonito que nadie ha hecho por mí.

- Siento haber estropeado la noche, te quiero muchísimo Valeria.

- No has estropeado la noche, es más la has arreglado, porque hace unos años, aquí me hiciste pasar la noche más bonita de mi vida y esta te toca a ti.

- Estoy muy nervioso, no quiero que recuerdes esta noche como algo penoso por mi parte.

- Haber si te piensas que aquella noche yo fui gran cosa. - dije para relajar el ambiente. - tú tranquilo mi vida, que recordarás esta noche con una enorme sonrisa, tu relájate y disfruta. Te quiero idiota.

Acto seguido le besé como nunca antes le había besado, era un beso de nostalgia, de amor verdadero, de orgullo por parte de ambos. 
Tomé la iniciativa, y para que se le fuesen los nervios le hice un pequeño striptis que acabó siendo patético puesto que me caí en el intento de quitarme los pantalones de una manera sexy, pero que lograron mi objetivo: hacer reír a Jake y que se olvidase de todo.
De nuevo me puse encima suya, ambos semi desnudos, tomé sus manos y las puse en mi espalda, las mías estaban acariciando sus abdominales. Poco a poco las fui deslizando hasta llegar a la parte superior de sus boxers, los cuales acabaron en el suelo en cuestión de segundos. La cara de Jake era para enmarcarla, no sabía por qué pero me encantaba mirársela (la cara, digo).

- ¿Estás preparado y seguro cariño? 

- Sí pequeña. - me besó.

- Te quiero. - le dije mientras introducía su miembro en el mío.

De nuevo su cara fue para enmarcarla, me cuenta que este Jake era el chico del que me había enamorado ese verano en aquella habitación de camping.
Se lo hizo lento, mientras le acariciaba el pelo y le susurraba al oído lo mucho que le quería.
Tras mucho tiempo, acabamos y me tumbé a su lado. 
Me paré a observarlo, cosa que nunca había hecho y que debería haber hecho mucho antes, puesto que Jake tras hacer el amor estaba tres mil veces más sexy y adorable que de normal.

- Gracias por ser la mejor en todo, pero sobretodo la mejor en quererme.

- Gracias a ti por esconder el móvil debajo de la almohada aquel día y hacer que me diese cuenta de que eras la persona con la que quería pasar gran parte de mi vida.

- ¿Sabes qué? - me dijo.

- Dime.

- Que tú y yo hemos hecho historia.

- ¿A qué te refieres?

- Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero nosotros, no conozco historia más complicada que la nuestra y aún así míranos Valeria, ambos hemos estado con otras personas y sin embargo hemos acabado de nuevo juntos.

- Hay personas que están destinadas a estar juntas toda la vida, otras lo están pero para echarse de menos, también están esas que están destinadas a quererse toda la vida pero no logran estar juntos como toca porque uno de los dos es un cobarde que en cuánto el barco se hunde decide tirarse al mar y salvarse, que intentar elevarlo con la ayuda de la otra persona que está dispuesta a poner la fuerza de ambos. Y luego estamos tú y yo, que por mucho tiempo pero sobretodo muchas personas que pasen, nos seguimos necesitando él uno al otro y me siento muy afortunada de ello, no de que me necesites, si no de que seas tan valiente de seguir queriéndome cuando peor van las cosas en lugar de marcharte, porque créeme conozco historias de personas que han salido muy rotas a causa de que para uno de los dos ha sido más fácil abandonar y volver de vez cuando, que permanecer, y es una jodida putada seguir adelante y que de repente vuelvan a ti, creas que todo volverá a ser como antes, y de nuevo te dejen igual de rota o peor que cuando se fueron la primera vez. Pero aún es más duro aún, seguir estancada en una página mientras que la otra persona ya ha quemado el libro y ha empezado a escribir uno nuevo de la peor calidad existente en el mundo. Así que sí, hemos hecho historia, y te quiero por ello y por todo lo que conlleva estar a tu lado viendo la vida pasar.

- Te amo Valeria.

- Te adoro Jake.

Después de aquella mágica noche, Jake y yo pasamos unos días estupendos por París.

Pero todo era demasiado bonito para ser cierto, y así fue. 
Una semana y media de volver de París con Jake, me sonó la alarma del móvil, por la cual me extrañé puesto que yo no había puesto ninguna alarma, así que al mirarle descubrí que era de la aplicación de mi móvil avisándome de que hacía tres días que debería haber anotado que había comenzado mi período, cosa que me hizo alarmarme porque jamás se me olvida apuntarlo y esta vez no lo había hecho, porque aún no me había bajado.
Al principio no le di importancia porque nunca he tenido la regla regulada, así que por una parte estaba tranquila, aunque dicha tranquilidad desapareció en el momento en el que revisé el calendario y vi que mis dos últimas relaciones sexuales habían sido sin protección.
El móvil cayó al suelo y tras él, yo.
Lo siguiente de eso fue despertar en la cama de un hospital con la cabeza vendada con Brenda sentada a mi lado y Hugo y Jake paseando pasillo arriba, pasillo abajo de los nervios.

- ¿Qué hago aquí y por qué tengo la cabeza vendada?

- Te desmayaste en casa y Jake te encontró en el suelo rodeada de sangre. 

- Joder...tio me duele mucho la cabeza.

- Tranquila que el médico nos ha dicho que en cuánto te despertases, te llevarían a hacerte pruebas.

- ¡NO! ¡PRUEBAS NO! - dije alterada.

- ¿Por qué no?

- No nada...han sido los nervios, perdón.

- Valeria, ¿por qué te desmayaste?

- No-no me acuerdo. -tartamudeé.

- ¿Puedes levantarte las mangas?

- ¿Para qué?

- Quiero verte los brazos.

- ¿Te piensas que me he estado auto lesionando otra vez?

- Pues no lo sé Valeria, pero no se me ocurre otra cosa por la que tengas tanto miedo a que te hagan pruebas.

- Me parece muy fuerte que te pienses que me he vuelto a auto lesionar, estoy recuperada de eso sabes.

- Valeria, has dicho eso muchas veces y luego 
te han vuelto a pillar, te lo he preguntado por tu bien, sabes que quiero lo mejor para ti.

- Pero que cojones vas a querer lo mejor para mí, si me estás acusando de algo sin pruebas, no confías en mí.

- ¿Por qué te pones así, si no? ¿Por qué no quieres que te hagan pruebas?

- ¡POR QUÉ ESTOY EMBARAZADA JODER! 

- ¿QUÉ?

- Eso joder, encima ni siquiera sé quien es el padre. - empecé a llorar.

- ¿QUÉ?

- ¿Puedes decir algo que no sea 'qué'? Gracias. - seguía llorando.

- Valeria ¡qué narices has hecho para no saber ni quien es el padre! 

- Acostarme con Christian una noche y la siguiente con Jake.

- ¿CON CHRISTIAN? HOLA, ¡¿QUÉ ME HE PERDIDO!?

viernes, 20 de noviembre de 2015

Solo quiero que sepas que me voy.

"Querido amor de mi vida y de la vida de otras, no quiero que te lo tomes a mal, supongo que es el dolor el que habla y no yo, son las heridas que todavía escuecen, esas que un día dejaste en mi. Tengo tantas cosas que decirte que no sé cómo empezar..podría decirte que eres un gilipollas, un capullo, un.. bueno todo eso ya lo sabes. Podría decirte que te odio por lo que me hiciste, por todas las veces que volviste y tal cual te fuiste, que no te necesito, que ojalá te vaya tan mal como has hecho tú con mi vida desde que entraste, me diste demasiadas cosas que recordar y te fuiste arrasando todo a su paso..como un incendio sin control que cuando empieza no sabes cómo acabará y cuáles serán los daños. Tú eres el fuego y yo soy el bosque que se quema y que se ha quedado en cenizas..eso es lo único que queda de mi. Podría decirte que nunca he sentido nada pero estaría mintiéndote porque todas y cada una de las palabras que te susurraba en medio del cine, al otro lado de la mesa, debajo de ti en la cama, todas y cada una de ellas eran sinceras. Sólo espero que algún día cuando creas que quieres verdaderamente a alguien pienses en mi y en lo que te perdiste, que se te escape mi nombre cuando la llamas, que veas mis ojos en todas partes y que el perfume que lleve te recuerde a mi y a todas y cada una de las noches que lo dejé impregnado en tu cuerpo.
 Quiero que sepas que he querido odiarte por lo rota y jodida que me dejaste pero lo único que he acabado haciendo es odiarme a mi misma por no poder olvidarte. Y..si algún día lees esto quiero que sepas que ya es tarde, que quiero empezar una vida sin ti, un capítulo nuevo, una historia digna de ser recordada...
Solo quiero agradecerte que me abrieras los ojos antes de que fuese demasiado tarde, antes de quererme quedar toda mi vida con el mayor error que he cometido. Puede que fueses el primero en muchas cosas pero ser el último como tantas me juraste que ibas a ser ya no está hecho para ti. Puede que me arrepienta, puede que esté metiendo la pata al decir todo esto, pero han habido tantas noches en las que te he necesitado y tú, simplemente no has estado. Decías que ibas a quedarte conmigo el resto de tu miserable vida y al final la miserable he sido yo, por quererte, por perderte, por querer creerte cada vez que volvías diciéndome que me echabas de menos, a mí, a mis besos, a dormir juntos, en definitiva que me necesitabas día a día... Y después de todo lo único que pasa es que llega otro otoño en el que ya no estás y siento que me ahogo, siento que este no es mi sitio porque es contigo o sin ti y verte todos y cada uno de los días correteando a mi alrededor, como si nunca hubiésemos tenido recuerdos en común, es lo más difícil que he tenido que hacer aparte de alejarme de ti el resto de mi corta y miserable vida. Y te quiero, y te odio. Y siento tantos sentimientos contradictorios hacia ti. Hay veces en las que he deseado poder ser tú y saber cuánto llegaste a quererme. 

Sólo quiero que sepas que me voy, que ya es tarde para ti, que no hay perdón que valga ni palabras que calmen el dolor que dejaste. Vuelve a por mi, si quieres, que lo más probable es que yo no esté aunque mi corazón se muera de ganas por quedarse. Sólo una última cosa; prometí que me quedaría aunque las cosas se pusieran difíciles pero necesito marcharme y muy en el fondo sabías que lo haría..me conoces más que nadie y sabes que lo necesito. Y hoy, diecinueve de noviembre, siento que me asfixio al no tenerte aquí conmigo pero sé que, al fin y al cabo, es lo mejor. Siempre te dije que en mi vida no había finales felices, solo finales que no eran dignos de ser recordados pero ya me ves, no puedo olvidar a alguien que en su día me hacía feliz.."

martes, 8 de septiembre de 2015

Cuando se trata de olvidar...

El olvido me ha dicho que no es nuestro momento, qué me espere y que deje de buscarle, porque en lo que refiere a ti, nunca voy a encontrarle.
Parece que no quiere que te olvide, que hijo de puta, yo aquí deseando deshacerme de ti, aunque me duela, y él se burla de todo lo que vivimos, queriéndome hacer sufrir y hacerme recordar todas y cada una de las cosas que llegamos a vivir. Y no quiero, joder.
No quiero que cada cosa que hago pueda recordarme a ti, no quiero que de la nada aparezca el olor de tu perfume o que alguien se ría casi de la misma forma que tú lo hacías, y digo casi porque nadie sabe imitarte del todo, ni aunque lo intenten.
No quiero que ninguna canción me hable de ti, ni de mi, ni de nosotros ni de nada de todo lo que vivimos. No quiero que unas sábanas me hagan añorar la cantidad de veces que llegamos a perdernos en ellas, tantas que hasta perdí la cuenta. No quiero que mis amigos me pregunten que cómo lo llevo o si he vuelto a saber de ti o si te echo de menos...
No quiero ver ninguna de nuestras fotos, ni tampoco tu cepillo de dientes en el lavabo. No quiero ver tus calcetines dando vueltas por el suelo de mi habitación ni que pierdas tus llaves por algún rincón de mi casa solo para tener una excusa más para no volver a la tuya.
No quiero encender la radio y encontrar tu emisora favorita cómo tampoco quiero que me llames cada vez qué me quedo dormida y que sonría cuando sea tu nombre el que vea en la pantalla.
No quiero nada de eso y sí, puede que hace unos meses me muriese de ganas de eso y más pero ahora ya no, no quiero pasarme la vida llorando por haberte perdido ni dedicar cada a recordarte hasta que vuelvas, porqué sé sin duda alguna que una vez que alguien se va, ya le quedan pocos motivos para volver, aunque yo sé que te di motivos suficientes para quedarte incluso pensando que el quererte ya era suficiente.
Así que por eso llamo al olvido constantemente para que me ayude a olvidarte pero ya lo ves, parece que quiere reírse de mí, cómo si ya no me hubieses dolido antes. Así que mientras él se niega a venir a mí y se niega a que te olvide, yo finjo olvidarte, finjo que no me dueles y sobre todo finjo que se me ha olvidado lo que era quererte, a ver si llega el día en que el que paso de fingir y empiezo a vivir, sin ti.