miércoles, 30 de septiembre de 2015
Ojalá sean tus pasos los que se oyen y hayas decidido venir otra vez.
Se oyen pasos de personas que nunca llegan, retumba el eco de un portazo que terminó por romperlo todo, se te escucha a lo lejos diciéndome 'adiós, no pienso volver'.
Y joder, ojalá sean tus pasos los que se oyen y hayas decidido venir otra vez, y ya te lo dije en su momento que claro que vendrás, tarde, pero seguirá siendo a tiempo, a tiempo para nosotros, ya te lo expliqué en su momento, que el mundo parece menos malo cuando me coges de la mano.
Te lo dije y te lo vuelvo a decir, te quiero. Y puedes seguir jurándome que es imposible, que hay cosas en la vida que nunca salen bien y que nuestra historia nació para ser una de esas cosas, qué triste me parece rendirse antes de intentarlo.
Ya lo dije una vez, y creo que no me equivoqué, en un mundo de cobardes, siempre será el valiente el que termina pagando y duele como ya te dije, pero solo mientras tu le dejes doler..
Me he cansado de dar pasos en falso, de verte irte y no volver, aunque ya sabes que como siempre, terminaré yéndote a buscar.
He de decirte, que el otro día leyendo a Sergio Carrión, me acordé de ti, de mí, de nosotros, tras leer una simple frase que decía algo así como 'soñaba con que me dijeras, estoy aquí para alegrarte la vida, gilipollas', y creo que no necesitas una explicación de porqué pensé en nosotros.
Leyendo Irene X, también había otra que decía 'estoy enamorada de ti, y tus pasos hacia atrás son mis ganas de seguir hacia delante'. Supongo que lo que te quiero decir es que, hay mil cosas que me recuerdan a ti, y que por inercia termino odiándo al verlas, recordando que los imposibles, solo son así cuando nosotros queremos que las cosas no cambien.
lunes, 28 de septiembre de 2015
Ahí cuando sabes que nunca vas a poder olvidarle...
Cuando eres adolescente crees haber encontrado el amor de tu vida, ese con quien aprendes a besar, aprendes a querer, a valorar, a reír, a llorar, aprendes a amar, aprendes tantas cosas..pero lo malo es cuando tienes que aprender a olvidar...
Todo iba bien y de pronto por una razón u otra tu corazón está en pedazos, tienes diecisiete años y ya conoces el dolor, la decepción, la desilusión. Lo que creíste que iba a ser la mejor etapa de tu vida se convierte en un tormento, a esa persona que amaste, ahora crees odiarla.
¿Qué ha pasado? Las mariposas se han vuelto dolor de estómago, las sonrisas se vuelven lágrimas y los mensajes de buenas noches se convierten en insomnio. No estás sola, pero no ves a nadie contigo, a la única persona que quieres ahí, se ha ido, ya no está y no va a volver, te aferras a él, y estás tan cegada que no te das cuenta que de nada va a servir...
Pasan los días, los meses, y ahora ya eres capaz de fingir una sonrisa, de hacer como si nada pasara, pero sabes que en cuánto estés sola, los recuerdos van a bombardearte y vas a terminar sin fuerzas, llorando en tu cama abrazando el peluche que aún tiene su olor, contemplando la primera foto juntos, sí esa que guardabas debajo de la almohada, rota en dos por un arranque de coraje y cinta uniéndola con un aire de nostalgia. Maldices haberlo conocido, maldices cada momento juntos, cada sentimiento, cada mirada, y cada mínima cosa que forma parte de su historia, los maldices pero sabes que en el fondo nunca vas a dejar de amar cada pequeño detalle. Es una guerra entre tu mente y tu corazón, un día lo odias, otro lo echas de menos, y al otro lo amas, parece ser un ciclo sin fin, ¿no?
¿Y qué ha sido de él? ¿Cómo estará? ¿Con quién estará? ¿Te habrá olvidado ya? ¿Será feliz? ¿Te recordará cada segundo como tu lo has hecho desde aquel día que se fue? Una y mil preguntas rondan por tu cabeza a cada momento, preguntas que no puedes responder, ni si quiera eres capaz de hablarle porque sabes que cualquier contacto mínimo te hará caer de nuevo.
Pasan varios meses, su recuerdo sigue ahí, contigo, tus amigos saben tu dolor, tu sabes tu dolor, y te niegas seguir adelante, 'yo lo voy a esperar, algún día va a volver', te lo repites una y otra vez, te lo has repetido tanto tiempo..
Sabes que nunca vas a amar a nadie como lo amaste a él, has logrado ser feliz pero cada fecha importante te recuerda a él, te preguntas como hubiera sido si siguieseis juntos, cuántos meses más habríais cumplido, o incluso si hubieseis llegado a celebrar algún aniversario más, cada detalle sigue en tu mente. No lo has olvidado, simplemente, has aprendido a vivir sin él...
Pero un día normal, mientras vas por la calle, ahí está, después de tanto tiempo sin verlo, los dos habéis cambiado, pero lo reconocerías kilómetros, eso andares son inconfundibles.
Una revolución comienza dentro de ti, él camina hacia adelante, cruzáis miradas y te das cuenta que ninguno de tus esfuerzos durante este tiempo, ninguno ha valido la pena, porque estás temblando como la primera vez que lo viste, toda su historia se resume en imágenes que pasan rápidamente por tu cabeza y es ahí cuando sabes que nunca vas a poder olvidarle.
martes, 8 de septiembre de 2015
Cuando se trata de olvidar...
El olvido me ha dicho que no es nuestro momento, qué me espere y que deje de buscarle, porque en lo que refiere a ti, nunca voy a encontrarle.
Parece que no quiere que te olvide, que hijo de puta, yo aquí deseando deshacerme de ti, aunque me duela, y él se burla de todo lo que vivimos, queriéndome hacer sufrir y hacerme recordar todas y cada una de las cosas que llegamos a vivir. Y no quiero, joder.
No quiero que cada cosa que hago pueda recordarme a ti, no quiero que de la nada aparezca el olor de tu perfume o que alguien se ría casi de la misma forma que tú lo hacías, y digo casi porque nadie sabe imitarte del todo, ni aunque lo intenten.
No quiero que ninguna canción me hable de ti, ni de mi, ni de nosotros ni de nada de todo lo que vivimos. No quiero que unas sábanas me hagan añorar la cantidad de veces que llegamos a perdernos en ellas, tantas que hasta perdí la cuenta. No quiero que mis amigos me pregunten que cómo lo llevo o si he vuelto a saber de ti o si te echo de menos...
No quiero ver ninguna de nuestras fotos, ni tampoco tu cepillo de dientes en el lavabo. No quiero ver tus calcetines dando vueltas por el suelo de mi habitación ni que pierdas tus llaves por algún rincón de mi casa solo para tener una excusa más para no volver a la tuya.
No quiero encender la radio y encontrar tu emisora favorita cómo tampoco quiero que me llames cada vez qué me quedo dormida y que sonría cuando sea tu nombre el que vea en la pantalla.
No quiero nada de eso y sí, puede que hace unos meses me muriese de ganas de eso y más pero ahora ya no, no quiero pasarme la vida llorando por haberte perdido ni dedicar cada a recordarte hasta que vuelvas, porqué sé sin duda alguna que una vez que alguien se va, ya le quedan pocos motivos para volver, aunque yo sé que te di motivos suficientes para quedarte incluso pensando que el quererte ya era suficiente.
Así que por eso llamo al olvido constantemente para que me ayude a olvidarte pero ya lo ves, parece que quiere reírse de mí, cómo si ya no me hubieses dolido antes. Así que mientras él se niega a venir a mí y se niega a que te olvide, yo finjo olvidarte, finjo que no me dueles y sobre todo finjo que se me ha olvidado lo que era quererte, a ver si llega el día en que el que paso de fingir y empiezo a vivir, sin ti.