viernes, 7 de diciembre de 2012

Capítulo 11 -¿MICHAEL, QUE HACES TÚ AQUÍ?


Jake al poco rato de apoyarme sobre él se despertó y empezó a darme besitos mientras me abrazaba, entonces abrí un ojo y lo vi sonriéndome.
- Ya era de que te despertases. -dijo sonriendo.
- Pero que dices, si me he dormido mucho después que tú. -dije haciéndome la enfada.
- Que era broma princesa. -me besó.- ¿Sabes? Me encanta verte dormida, y más si es sobre mí.
- Sjhaskdskfh.
Jake, se puso los cascos de su Ipod, y desconectó un poco de todo, incluso de mí, yo estaba en la parte de la ventana, empecé a preguntarme una duda que tenía desde hace mucho ¿Jake era virgen? Me daba vergüenza preguntárselo, y sé que no era el momento, pero la curiosidad siempre puede conmigo, así que me atreví a decirselo.
 - Jake…-me miró-
- Dime. - ¿Eres virgen? –pregunté directamente algo avergonzada-  Jake  rió.
- No, no lo soy. -dijo sonriente como él solo. – O sea, que ya has… - Si -rió- Pero fue una vez con mi ex… -nos quedamos en silencio- ¿Y tú? -preguntó.  - Yo.. em.. pues.. sí. -dije algo tímida y a la vez avergonzada. - Es decir, que voy a ser yo el que te estrene, ¿no? - dijo mirándome algo pícaro.Mis colores subieron por completo. Él se empezó a reír fuertemente y me abrazó.
- Vas a disfrutar mucho conmigo -susurro en mi oído. Me estremecí. El viaje lo pasamos hablando de nuestras cosas y a las horas llegamos a París. Cogimos un taxi y nos llevó a nuestro hotel. Llegamos a recepción, nos dieron la habitación y subimos a verla. Al entrar me quedé fascinada, ya que las vistas daban a la Torre Eiffel, la cama era enorme, y además era de agua, en cuánto supe que era de agua me puse a saltar como una loca, sí, quizás parecería una cría, pero nunca había dormido en una cama de agua. Para mí, todo esto era un sueño, un sueño del que no quería despertar, entré al baño y vi un enorme jacuzzi, Jake me miraba sonriendo.
- Me alegro de que te guste todo esto pequeña. -dijo mientras me abrazaba por atrás y me besaba levemente en la mejilla.
- Gracias, gracias y mil gracias por traerme aquí, por hacer todo lo que haces por mí, por ser el mejor novio del mundo. -dije sonriendo como una estúpida.
- No me des las gracias por nada, sabes que lo único por lo que vivo es por tu felicidad. - me agarró de la cintura. - Y ahora, vamos a ver la ciudad ¿no?
- Sí, pero espera que tengo que coger unas cosas. 
Me metí en el baño, me hice una coleta , me puse una gorra, y un poco de crema en la cara, cogí la cámara y salí.
- ¿Pero dónde vas así? JAJAJAJA. -Jake no pudo evitar reírse. - Anda ven aquí. -me quitó la gorra, me soltó el pelo, y me quitó la crema de la cara. - Así mucho mejor. Y ahora sí que podemos irnos. -dijo mientras me pegaba una palmadita en el culo.
Jake ya había estado antes en París, así que él era el que llevaba el rumbo del viaje, primero me llevo a unos jardines muy bonitos que había, seguido de una avenida terriblemente inmensa de tiendas, en la cuál tuve que esperar un buen rato fuera de una, ya que Jake había decidido entrar sin mí, lo curioso es que salió de ella sin nada. Poco después de aquello fuimos a cenar a un restaurante y finalmente volvimos al hotel. Al llegar allí, salí a la terraza de la habitación donde se veía todo París iluminado, la Torre Eiffel de noche era incluso más bonita que de día, todo era una auténtica pasada.
- Espero que hayas disfrutado del día. -dijo Jake.
- Ha sido una auténtica pasada, no me imaginaba París tan bonito como he podido ver hoy.
- Y aún queda lo mejor.
- ¿El qué? ¿El qué? -dije muy insistente.
- Siento decirte esto, pero mañana hay que madrugar. -dije Jake.
- ¿Por qué? ¿A dónde me llevas?
- Mañana, vas a estar en lugar de dónde vienes, el lugar donde seguramente te sacaron cuando eras un bebé.
- ¡PERO ME QUIERES DECIR YA DÓNDE ME LLEVAS! -dije algo nerviosa.
- Vamos a Disneyland, a que te reencuentres con tus hermanas, las princesas.
- ¿QUÉ ME VAS A LLEVAR A DISNEYLAND? ¡KSDJHSKHFKJHG, AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! - yo no podía para de gritar, y saltar de alegría a la vez que lloraba. Mi ilusión desde pequeña siempre fue ir allí, conocer a Mickey, Minnie y demás personajes disney, y a día de hoy, con 14 años que tengo, sigue siéndolo, tras varios minutos de gritos conseguí reaccionar. -¿Cómo sabías que quería ir allí?
- Valeria soy tu novio, tengo mis propios contactos. -dijo haciéndose el interesante.
- Vamos que te lo ha dicho Eric.
- No. -intentó disimular.
- Vamos Jake, que sé cuando mientes.
- Vale sí, me lo ha dicho Eric.
- Dios, es que eres tan adorable. -le abracé. 
- Aún no te he dicho lo que viene después de pasar el día en Disney eh.
- ¡ESPERA, ESPERA! ¿¡QUE HAY MÁS?¡ -dije muy ilusionada.
- Sí, pero eso ya es sorpresa. -dijo pícaro.
- Jo Jake, dímelo.
- No, no tendrás que esperar hasta mañana por la noche.
- ¿Por la noche? No creo que pueda aguantar sin saberlo tanto tiempo.
- Solo te digo que la espera, merecerá la pena. Ahí lo dejo.
- Eres malo. -dije acercándome a él.
- Sabes que puedo serlo aún más. -dijo acercándose más a mí.
- Lo dudo. - fui rompiendo más la distancia que había entre lo dos.
- Sí. -dijo acercándose para besarme, pero se apartó. - ¿Lo ves? 
- ¿A sí? - dije pícara.- Tu te lo pierdes.
Me levanté y puse a llenar el jacuzzi, mientras que me ponía el bikini para meterme, me coloqué la toalla en el cuerpo, y salí un momento a la habitación.
- ¿Te metes? - pregunté.
- No, báñate tú sola, que yo estoy muy cansado.
- Muy bien, tú te lo pierdes. -dije mientras dejé caer la toalla al suelo, hasta quedarme en bikini delante suya.
- Aunque pensándolo mejor, creo que un bañito no me vendría nada mal. -dijo con los ojos abiertos como platos.
- Igual ahora la qué esta cansada y no quiero bañarse soy yo.
-¿ Que no? -me cogió en brazos mientras me metió en el jacuzzi con él.
- Jake, que vas en calzoncillos.
- Si quieres me los quito.
- No seas cerdo.
- Que era broma mujer.
Estuvimos tumbados un buen rato, relajados, sin hablar, contemplando el silencio. Cuando decidí romper la tranquilidad y me puse a morderle la oreja.
- No me tientes enana, no me tientes. -dijo Jake.
Hice oídos sordos, y seguí mordiéndole la oreja, fui bajando por el cuello y luego por el pecho, subía y bajaba. Empecé a besarle, me puse encima suya, a lo que que yo, puse sus manos en mi cintura, las que poco a poco fueron desplazándose hasta mi trasero. Seguimos besándonos con gran intensidad, las manos de Jake, fueron subiendo poco a poco por mi espalda hasta llegar al broche de mi bikini, el cuál quedó desabrochado en cuestión de segundos.
Me pegué aún más a ´él, haciendo que mis pechos quedasen totalmente pegados al suyo, sus manos fueron bajando poco a pocos de nuevo, cuando llamaron a la puerta.
- ¡Servicio de habitaciones! - gritaron.
- Un momento. -Jake salió de la ducha y fue a abrir la puerta.
Al abrir la puerta, a la pobre chica del servicio de habitaciones se le fue la vista a donde no se le tenía que haber ido, sí hablo de la masculinidad inferior de Jake, que después de haber tenido la escena en el jacuzzi, se había puesto algo feliz, yo no podía evitar reírme desde la cama, ya que me había salido ya para ponerme el pijama, la chica no sabía que decir, y Jake estaba rojo, lo único que se oía en la habitación y probablemente en el pasillo era mi risa.
- A.. aquí les.. de.. dejo.. el cartel de no molestar por sí desean ponerlo, que veo que lo necesitan. -dijo con la voz vergonzosa. -a.. adiós. -se marchó corriendo.
Jake cerró la puerta y me mató con la mirada, yo seguía riéndome, se que era al vergonzoso para él, pero la cara de la chica al haber abierto la puerta Jake había sido un puto poema.
- Vale ya ¿no? -dijo serio.
- Lo siento, lo siento. Pero reconoce que ha tenido su gracia. -dije aún riendo.
- Un poco sí. -dijo riendo él. - bueno por dónde ¿íbamos?
- Por la hora de dormir, que si no mañana no ha un dios que nos levante. -dije sonriendo maliciosamente.
- ¿Y me vas a dejar así? - miró su masculinidad inferior- 
- Sí, es que yo también soy mala.- empecé a reírme -
- Muy bonito Valeria, muy bonito. -dijo Jake.
- Anda tonto ven aquí. - Jake se acercó a mí poniendo morritos, le dí un leve pico. - Ale buenas noches.
- Pero Valeria..
- Buenas noches mi vida.
Me di la vuelta en la cama mientras me reía sola, me encantaba hacerme la mala con él, al ratito sentí el cuerpo de Jake cerca del mío, al igual que a sus manos en mi tripa, finalmente nos dormimos abrazados.
¡Pi, pi , pi , pi! 
Sonó el despertador, el cuál hizo que Jake que se levantase, y se diera cuenta de que yo no estaba en la cama. Llevaba cosas de dos horas levantada ya, no por lo nervios de que me iba a Disney ni mucho menos, si no por el dulce  aroma a crêpes que había, aunque bueno para ser sinceros si que era por lo de Disney. Entré del balcón tan hermoso que teníamos y le di un beso de buenos días a Jake. Se metió en el baño a darse una ducha, y cuando se terminó de arreglar, bajamos a desayunar. 
- ¿Qué vas a querer desayunar? - le pregunté.
- Algo rápido que si no, en las atracciones luego me sube mucho.  -dijo Jake.
- Vale, pues entonces te cojo lo que quiera ¿no? - le dije.
- Ey pequeña, que aquí nos sirven, lo que pidamos.
- Ay lo siento, no me acordaba que esto era un super mega hotel de lujo. -dije en tono burlesco.
En eso que Jake, hizo ese gestito que se suele hacer para que venga alguien del servicio para atendernos, y vino una chica, y al mirarle la cara me di cuenta que era la chica de anoche, y no pude evitar reírme. Jake me miró, y se fijó en la chica, y comenzó a ponerse rojo a lo que añadió.
- Yo no quiero desayunar, me subo a arriba. - y se levantó y se fue.
- ¿Tu deseas algo señorita? - preguntó la chica.
- Eh, ¿puedes subirlo arriba?
- Claro.
Le dije lo que queríamos y subimos arriba.
- Jake, ven aquí.
- ¿Cuánto te va a durar la puta risa? Una vez vale, dos también, pero ¿tres? Valeria joder.
- Lo siento, no sabía que te fastidiaba tanto.
- Es como si ahora abres la puerta tu en sujetador, y siempre que veo al tío al que le abriste me río.
- Tu directamente le hubieras partido la cara por mirarme..
- Cierto.. -soltó una risa.-
- He pedido que nos suban el desayuno.
- Pues vas a abrir tú eh.
- No te preocupes tonto. -le besé.
Trajeron el desayuno, y como no, tuve que ir a abrir yo, le di una propinilla a la chica y cerré la puerta. Llevé el desayuno a la cama.
- Esto de llevar el desayuno a la cama, lo suele hacer el chico a la chica eh, algo falla aquí. -dije burlándome.
- ¿ Te apetece ser el juguete erótico de los sueños de una empleada de hotel? Ejem..
- No no. -dije riendo.
- Pues ya esta.
Comencé a comerme los crêpes con chocolate, que eran sexo para mi paladar. A lo que Jake me miraba mientras se reía.
- ¿ Qué pasa?
- Tienes chocolate por toda la cara.
- ¿Dónde? - le pregunté.
- Por ahí abajo -me señalaba.
- Em hola, no me veo sabes. -dije.
- Espera. -se acercó a mi, y poco a poco me lo fue quitando con sus labios. - Así mucho mejor, y venga deja de comer tanto y vamonos.
Cogimos las cosas, y nos fuimos a Disney. 
Al llegar allí, Jake fue a las taquillas a sacar las entradas, mientras yo esperaba en la cola para entrar. Era extraño ya que en la cola, todo eran familias con niños pequeños de la mano, mientras que nosotros éramos dos adolescentes. La verdad es que me gustaba la sensación de estar allí, por que iba como volver a ser pequeña de nuevo. Me quedé muy embobada mirando a todos esos renacuajos saltando de alegría por que iban a entrar. Jake vino de las taquillas, y me abrazó a la vez que me susurró al oído.
- Dentro de unos años, esos adultos acompañados de la mano de críos seremos nosotros, así que fíjate bien que tienes que coger práctica eh. -dijo mientras me besaba en la mejilla.
- Mira que eres tonto. -le besé.
Al fin abrieron la puerta alfin de Disney, y salí a correr como una cría más de miles y miles de los que habían allí. En esos momentos me sentía una más, una pequeña, por que apuesto lo que queráis que tenía más ilusión que muchos de esos niños. Los personajes míticos del parque comenzaron poco a poco a aparecer, y logré hacerme fotos con todos y cada uno de ellos. Jake me sonreía porque le enorgullecía verme así.  Después de la pequeña sesión de fotos, cogí a Jake del brazo corriendo y lo obligué a subirse en la primera atracción que vi, era de las tortugas estas raras de nemo, muy graciosas y majas ellas. Pero era demasiada poca tensión para la adrenalina que llevaba dispuesta a soltar yo. Así que decidí llevar a Jake a la atracción esa del hotel que tanto anunciaban hace años en Disney Channel, subimos las escaleras que deparaban a la entrada de la atracción, había demasiada cola pero seguro que merecería le pena. A medida que subíamos la tensión subía con nosotros, los fuertes gritos de la gente que se montaban eran mayores, yo estaba muy asustada la verdad, en ese momento quise bajar, pero me asomé y entre el vértigo que tengo, se me juntó todo y empecé a temblar.
- ¿Qué te pasa? - dijo Jake.
- Tengo miedo, no quiero subirme. -dije algo avergonzada.
- ¿Pero, por qué? Si has sido tú la que quería subir.
- Pf, tengo mucho vértigo, además , ¿no oyes como grita la gente? 
- Verás como una vez montada se te pasa todo. - me besó.
En eso que salió el chico que lleva esto de la cola.
- Haber parejita, necesitamos a dos personas para subir, que sobran dos asientos, ¿os importa que os cole?
Mi miedo desapareció por completo.
- ¡CLARO!. -dije.
- La que tenía miedo sabes. -dijo por lo vagini Jake.
- Sh a callar. -le cogí la mano.
El chico nos guió el camino.
- Debéis de colocaros detrás de aquellos 4 que hay en primera fila. -y se fue al panel de control.
Jake y yo, fuimos hacia la primera fila, dónde un grupo de 4 adolescentes más o menos de nuestra edad estaban dispuestos y preparados a pasárselo casi tan bien como nosotros. Pero al llegar allí, algo me incomodaba, la cara de una de las de allí me resultaba un tanto familiar, aunque en ese momento no caía en quien.
- Hola nosotros somos los 2 chicos que vamos a subir con vosotros. -dijo Jake.
De inmediato los cuatros se giraron, y yo no podía creerme quienes era.
- ¿Valeria, eres tú?
- ¿MICHAEL, QUE HACES TÚ AQUÍ?

No hay comentarios:

Publicar un comentario