jueves, 27 de diciembre de 2012
Capítulo 15. -Dejadme en paz joder,no estoy embarazada.
- No seas tonta -me dio un suave beso en los labios-
- No lo soy... -Jake se levantó de la cama y me cogió la ropa. Después me ayudó a vestirme muy despacito para no hacerme daño hasta que acabó- Gracias...
- De nada tonta -me dio otro beso con un poco más de pasión, pero le aparté-
- Cariño, me encanta que me beses y tal, pero es que me duelen los labios...
- ¿También?
- Si…
- No te preocupes que eso lo curo yo... -me volvió a dar un beso pero le aparté otra vez-
- Por favor Jake, dame picos porque me duelen de verdad...
- Vale... -me dio un pico- Pero estaré todo el tiempo así -me dio otro-
- Vale -reí- ¿Que hacemos ahora?
- ¿Te apetece dar una vuelta?
- ¡Claro! Vamos - me ayudó a bajar las escaleras y salimos de casa. Estuvimos paseando durante horas, con constantes picos por parte de Jake y muchas risas por la mía. A las nueve y media decidimos volver a casa para ayudar a hacer la cena y así lo hicimos. Pusimos la mesa y comimos y cuando acabamos lo recogimos todo y limpiamos. Nos sentamos todos en el sofá.-
- ¿Queréis ver una película? - preguntó Hugo
- ¡Sí! -dije.
- ¿Cuál? - preguntó Jake.
- ¡Titanic! - gritó Brenda
- ¿Otra vez? - añadió Chris.
- Sí -le fulminó Brenda con la mirada- ¿Algún problema?
- Claro que no, cariño -le dio un beso y le mandó una mirada de súplica a Chris-
- ¡Bien! Ponla, ponla. -dije entusiasmada.
- Eso Hugo . Ponla, ponla -dijo Jake con un tono burlón. Hugo puso la película y todos nos acomodamos en el sofá. Yo intenté no tocar nada demasiado para no hacerme daño y Jake se reía de mí-
- No te rías -reí-
- Te estás riendo tú también -rió-
- Es que me duele la parte de delante
- Ven anda - me senté a su lado- Poned la película -la pusieron y noté las manos de Jake en mis piernas- Tranquila -susurró en mi oído. Me desabrochó el pantalón y subió más los pantalones para que no me rozase y me levantó la camiseta un poco para que me entrase un poco de aire fresquito y me soplaba en el pecho, suspiré y eché la cabeza hacia atrás. Se acercó a mi oído
- Valeria, hace tiempo que no hacemos nada y si te comportas así, me voy a morir -me mordió la oreja. Reí y me mordí el labio. Entonces la película paró-
- A ver... Para hacer esto en público, lo hacéis en vuestra habitación. -dijo Hugo
- Le estoy calmando las quemaduras -rió Jake-
- Jake, mira tu pantalón - dijo Hugo
Lo miré yo también y estaba contento. Me empecé a reír. Jake se puso las manos y se puso rojísimo, entonces todos se empezaron a reír-
- ¿Podéis parar de reíros? - entonces Jake se levantó, me cogió de la mano y me levantó, tiró de mí hacia el cuarto, yo no paraba de reírme. Cerró la puerta. Me apoyé en la puerta porque me moría de la risa, entonces noté como Jake puso sus manos al lado de mi cabeza y se iba pegando a mí-
- Estoy quemada… -dije parando de reírme –
- Esto no te duele –sonrió pícaro. Entonces se juntó lo más posible a mí, rozando su amigo con mi feminidad, haciendo que gimiera. Puso su cabeza en mi cuello y su aliento chocaba con mi piel, me estaba muriendo
- ¿Te duele? -besó mi cuello-
- No… Sigue -la mano derecha que tenía en la pared la pasó a mi barriga acariciándola suavemente -
- ¿Te duele, mi vida? -susurró en mi oído-
- No... Me encanta –susurré. Se acercó a mis labios, despacio, rozó mis labios y me mordió el labio inferior. Salté encima de él, rodeando con mis piernas su cintura, agarrando su cuello. Me mordí el labio, rompí la casi inexistente distancia que nos separaba y le di un apasionado beso. Comenzó a quitarme la camiseta mientras seguía besándome. Yo le quité rápidamente la suya y él soltó una pequeña risita en mis labios, cosa que me encantó. Empecé a moverme un poco encima de él, lo que provocó que soltara un leve gemido, yo sonreí pícara. Le desabroché los pantalones, él se los bajó y se quedó en bóxers. Me colocó bien encima de él cogiéndome del culo. Me desabrochó los pantalones a mi también y me los quitó rápidamente-
- Te amo -susurró en mis labios-
- Y yo -seguidamente mordí su labio y le bajé los bóxers. Me pegó a la pared por lo que su amigo se pegó demasiado a mi feminidad y solté un gran gemido. Sonrió pícaro, desabrochó rápido mi sujetador, lo tiró al suelo y volvió a pegar sus partes con mi feminidad con más fuerza.
- Hazlo ya por dios -dije con dificultad.
- Tus deseos son órdenes... -dijo en un gemido y entró en mí. Estuvimos un rato de pie, hasta que me di cuenta de que Jake así se cansaría mucho, ya que no soy una pluma.-
- Jake... Ve... a.... la cama... -dije como pude entre gemidos-
- Vale.... -contestó y empezó a caminar poco a poco hasta la cama sin soltarme. Una vez llegamos, se tiró de espaldas a la cama conmigo encima y continuó. Yo intentaba besarle lo máximo posible para evitar gritar y que los de abajo se enteraran, pero entre mis gritos y gemidos y los de Jake, seguro que se enteraban y después tendríamos que explicar cosas. Jake aumentaba y disminuía de velocidad, mientras me cogía de la cintura o el trasero para sujetarse mejor, y yo, aparte de besarle en la boca, le besaba el cuello y le gemía en el oído por que sabía que eso le gustaba y así subía el ritmo. Cuando ya no pudimos más ninguno de los dos, me bajé de encima de él y me tumbé a su lado mientras lo único que se oía en la habitación eran nuestras respiraciones agitadas. Me acarició suavemente la mejilla y me dio un delicado beso en los labios.
- Te amo.... -Me dio otro suave beso.-
- Y yo... -ahora fui yo quien le besó, pero con más pasión, y él rio ante mi acción.-
- ¿Tienes sueño?
- Pues un poco... Más que tener sueño, estoy cansada...
- ¿Quieres dormir la siesta? Son las... -miró su reloj- Seis.
- Vale, pero solo si me prometes que tu dormirás conmigo.
- Eso ni lo dudes pequeña -me di otro beso más y me quedé dormida al poco rato. Notaba leves besos por mi cuello y por mi pecho. Me estremecí al sentirlo. Di la vuelta y me quede encima de él-
- Quiero que me despiertes así, todos los días -le besé-
- Tus deseos son órdenes mi princesa -me dio un tierno beso- podría estar toda una vida besándote y no cansarme
- ¿Te despertaste romántico? -me mordí el labio-
-Si, y sé que te encanta -sonrió-
-Me encantas de todas formas -le besé tiernamente y me giró, tocaba mis piernas desde mi muslo, me tocaba la tripa y noté como estaba más contento
- Jake, cálmate –reí. Se acercó a mi oído haciendo caso omiso a mi comentario.-
- ¿Lo hacemos? Te lo haría lento pero intenso, fuerte pero suave, romántico pero a la vez salvaje te llevaría al séptimo cielo -se puso entre mis piernas- Rozar cada parte de tu cuerpo y hacer que sientas cosas inexplicables. Hagámoslo. -Y así lo hizo. Tal y como él dijo. Sentí que solo él estaba a mi lado, haciéndome sentir la mejor mujer del mundo mis gemidos se multiplicaban por mil. Mis sentimientos se multiplican por dos mil. Todo se estaba multiplicando. Después terminamos. Estuvimos juntos, abrazados
- Oye, ¿ya no te duele?-me miró-
-Después de todo esto, no me duele nada -le besé, el rio en mis labios- ¿Te duchas conmigo?
- Mmmm, no sé... -hacía como el que se lo pensaba
- Por favor... - puse cara de pena -
- Claro que si tonta -me besó y me cogió en peso yo le seguía besando sin parar- No estoy viendo por donde vamos y nos vamos a matar -rio-
- No quiero dejar de besarte -dije en sus labios para capturarlos dije en sus labios para capturarlos después. Me metió en la bañera de pie y después se metió él. Me miró de arriba abajo-
- Eres perfecta -se acercó a mi y me besó tiernamente. Nos duchamos y luego salimos y nos vestimos, bajamos abajo y todos seguían allí y rieron al vernos-
- ¿Qué pasa ? -preguntó Jake.
- Nada... sólo espero que no hayáis partido la cama . - dijo Eric entre risas.
- ¿Por qué?-dije intentando disimular-
- Os recuerdo que vuestra habitación está justo encima del salón - dijo Hugo a la vez que todos rieron. Noté como mis mejillas subían de color-
- A vosotros también se os escucha. Recordad que estáis en la habitación de enfrente -guiñó un ojo y todos se callaron y siguieron viendo otra peli. Jake tiró de mi, y nos sentamos en el sofá, me abrazó y hundió su cabeza en mi cuello
- No tengas vergüenza. -susurró en mi oído.
- Lo intentaré pero se han enterado de todo...
- Te amo-me abrazó y seguimos viendo la película abrazados hasta que empecé a sentirme mal, me levanté y fui al cuarto de baño y tenía ganas de vomitar y lo hice, me sentía fatal hasta que se me pasó un poco y entró Jake-
- ¿Qué te pasa? Tienes muy mala cara... -dijo Jake preocupado.
- No lo sé... Creo que me ha sentado mal la comida...
- Pues túmbate y descansa, mi amor -me dio un beso en la frente y me cogió para dejarme suavemente en la cama-
- Gracias, Jake... -le di un suave beso en los labios y me acomodé en la cama-
- ¿No quieres que me quede contigo?
- Es que no quiero que estés aquí aburrido...
- Cariño, yo nunca me aburro contigo... -sonrió pícaro-
- No seas tonto.
- No lo soy -se acurrucó junto a mi y yo le abracé al rato Jake me habló- ¿Te encuentras mejor?
- Más o menos... -me acurruqué en Jake-
- ¿Quieres que te traiga una pastilla?
- Prefiero dar una vuelta a que me de el aire…
-Pues vamos pero si te encuentras peor, me lo dices ¿vale?
- Vale -sonreí. Nos levantamos y bajamos abajo-
- ¿Te encuentras bien Vane? –me miró Chris-
- Si... -sonreí-, solo que me duele la barriga
- ¿Quieres una pastilla? - dijo Hugo
- No… Ya me la ofreció Jake y le dije que no, que prefería dar una vuelta…
- Cuídala eh Jake. -dijo Chaz.
- Por supuesto -me abrazó, salimos de casa y estuvimos paseando por un parque-
- Jake… Me encuentro peor, me mareo…
- Vámonos a casa ya
- Vale... -me cogió por si acaso me caía y llegamos a casa-
- ¿No os acabáis de ir? - preguntó Eric.
- Sí, pero dice que se ha empezado a marear y hemos decidido volver a ca... -le interrumpí-
- ¡JAKE! ¡Al baño, al baño! –grité ya que me tenía en brazos-
- ¿Pero... -le interrumpí de nuevo-
- ¡Jake, tengo ganas de vomitar! -en ese momento reaccionó y me llevó corriendo al baño. Llegamos justo a tiempo. Me agaché ante la taza del váter y Jake me cogió el pelo- Jake, vete... No quiero que veas esto...
- Valeria, no seas tonta... -me sujetó mejor el pelo y me mojó la nuca y la frente. Eso me relajó un poco- ¿Estás mejor? -preguntó cuando me levanté-
- Sí... Quiero tumbarme... -me acompañó hasta el sofá ignorando las estúpidas preguntas de Ryan y me tumbó- Gracias...
- Valeria, ¿qué te pasa? -preguntó Hugo
- Nada... Solo he comido algo que me ha sentado mal...
- ¿Y no podría ser... -le corte-
- No Hugo no. - dije.
- Ve al médico y salimos de dudas…
- Que no joder, que no estoy embarazada
- Valeria... Vamos al médico… - dijo Jake
- Dejadme en paz .
Me levanté y subí a la habitación, me eché en la cama y comencé a llorar. La puerta se abrió
- Seas quien seas, ¡fuera! quiero estar sola -dije entre lagrimas-
- Sabes que nunca te dejaría sola mi vida –entró, se acercó a mi y besó mi cuello-
- Déjame Jake… -se echó a mi lado-
- Mírame
- No
- Mírame
- No quiero…
- Valeria mírame - me giré y quedamos uno frente al otro- No llores más mi vida -me limpió las lágrimas-
- Es que yo sé que no estoy embarazada
- Pero por asegurarnos no pasa nada -comencé a llorar otra vez- ¿Por qué lloras, mi vida…?
- Porque tengo miedo…
- ¿Miedo? -asentí- ¿De qué?
- De que me dejes…
– Eh pequeña, no pienses eso más. Está totalmente prohibido. Nunca te dejaría, y menos por eso ¿vale? Si estuvieses embarazada yo te cuidaría y nunca te dejaría, nunca, nunca ¿me oíste?
– Sí... -las lágrimas no paraban. Jake se acercó y me abrazó. Escondí mi cabeza en su pecho y llore más. El me abrazaba fuerte y eso es lo único que quería en ese momento.- Gracias…
Jake se apartó y me miró levantando una ceja- ¿Gracias? ¿Gracias por qué?
- Por ser como eres conmigo… Por aguantarme me ponga como me ponga…
– Anda, ven aquí pequeña –abrió sus brazos y volví a acurrucarme a él- Te amo –susurró y me dio un pequeño beso en la cabeza-
- Yo más –dije levantando la mirada y dándole un pequeño beso en los labios. Nos quedamos ahí quietos, abrazados.-
- ¿Te vas a hacer las pruebas?
– Si…
– No va a pasar nada ya verás –dijo juntándome más hacia él-
- Pf… ¿Y si pasa?
– Si pasa, estaré a tu lado contigo, no te dejaré sola en ningún momento, te apoyaré, te ayudaré en todo lo que pueda.
Le miré y le sonreí.
- Ese no es el problema, sé que no me dejarías sola, pero… ¿y mis padres? ¿qué les diría?... Mi madre me mataría y eso si tengo la suerte de pillarla con buen humor
– Para empezar no digas nada hasta que vayas al médico y estés totalmente segura ¿vale?
– Vale…
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