domingo, 16 de diciembre de 2012

Capítulo 12 - Dale las gracias a Michael, es él , el que ha conseguido que estemos aquí.



- Vaya yo también me alegro de verte.. -dijo algo entristecido.
- No, no si me alegro de verte, pero que no te esperaba aquí. -dije para intentar arreglarlo.
- Pues que a mi padre le han destinado ha trabajar este verano aquí, y me dio permiso para traer a Rachel y aquí estamos. -dijo con esa sonrisa hijoputesca que se suele poner.-
- Vaya pues me alegro. -dije.
- ¿Y este quién es? - dijo Rachel mirándolo de arriba abajo con cara de deseo.
- Soy su novio. -me besó.
Rachel se quedó bocabadada.
- Rachel, cielo cierra la boca que te van a entrar moscas. -le dijo Michael.
- Aish pues encantada yo soy Rachel, una amiga de tu novia. -dijo al intentar presentarse a Jake.
- Lástima no poder decir lo mismo. -dijo Jake, a la vez que le pegué un codazo. - Digo el gusto es mío.
Tras unos segundos más de conversación, abrieron las vallas para que pudiéramos subir a la atracción, al subir Jake, me agarró la mano y me susurró "si tienes miedo apretamela". Michael y Rachel se sentaron al lado nuestra. El chisme ese, comenzó a moverse, y a hacer unos movimientos bruscos además de extraños, los ruidos de cosas tenebrosas cada vez eran mayores, quería morirme, empezamos a descender poco a poco hasta que nos soltaron de golpe, me cagué es cierto, pero fue la ostia. Miré la cara de Jake, y creo que al final el que acabó con miedo fue él. Bajamos de la atracción.
- ¿Oye queréis veniros con nosotros? - dijo Michael.
- Es que nosotros ya habíamos planeado el día y tal. -dijo Jake.
- Venga hombre, que uno no está en París con su novia, veniros y disfrutamos del día. -insistía Michael.
- Va a estar así hasta que aceptemos. -le susurré a Jake.
- ¿Y qué hacemos? Sé que a ti no te hace mucha gracia, y yo no los conozco de nada. -dijo Jake.
- Tampoco creo que nos vayamos a morir por irnos con ellos ¿no? - añadí.
- Venga va, nos has convencido. -dijo Jake.
Así que nos fuimos con Michael, a pesar de que a mi no me hiciera mucha gracia. Estuvimos merodeando un rato más por allí, hasta que llegó la hora de comer, y nos paramos en un sitio de esos de comida rápida de por allí dentro.Yo no paraba de fijarme, en que Rachel no le quitaba el ojo a Jake, cosa que estaba empezando a cabrearme y mucho. Después de comer, decidimos montarnos unas cuántas atracciones más, las cuáles a la que nos quisimos dar cuenta ya se habían echo las 18:00 , decidimos descansar un poco, ya que el día había sido un poco movido, y nos fuimos a un pequeño jardín que había dentro de Disney. Y como no, Michael decidió romper el hielo de todo.
- Y bueno contadme, ¿como os conocistéis? Porque Valeria, nunca me había hablado de ti, claro eso debe ser porque estuvo 8 meses queriéndome. -dijo Michael.
- Pues la verdad nos conocemos desde que somos pequeños, pero digamos que nunca habíamos hablado más que para gritarnos y pelearnos como solíamos hacer de pequeños. Y pues nada, este verano su primo me invitó a su camping, sin avisarme de que iba a tener que compartir habitación con ella, que también estaba allí. Y pues bueno, al principio, no podíamos ni vernos, estábamos todo el día de mala ostia por el echo de saber que en cuánto se hiciera la hora de dormir, tendríamos que vernos las caras en la misma cama, y todo empezó un día en el que el coche no arrancaba, llovía y acabamos echos mierda, por el barro y su primo nos mandó a lavarnos con la manguera, donde finalmente acabamos en la piscina bajo la lluvia y nos fundimos en un beso, ahí empezó todo. Y a día de hoy, puedo decir que me alegra ser yo, el chico que le haga feliz, y no todos esos que en su día pudieron y no quisieron. - dijo Jake, para recochinearle a Michael todo.
- Que historia tan bonita. - dijo Rachel, que fue a abrazar a Jake.
- Para bonita ella. - me miró Jake.
- Ois pero que cosa más tierna, ¿me das tu móvil y nos llamamos para quedar algún día?. -dijo Rachel tocándole la oreja a Jake.
A lo que yo, ya exploté y salté.
- A ti no te va a dar ni los buenos días. -dije
- ¿Perdona? - dijo Rachel.
- ¿Pero a ti, qué te pasa? - dije.
- ¿ A mí? -dijo Rachel, en todo subidito.
- Sí a ti, que te tiras al cuello de todo lo que se mueve. -dijo cabreada.
- ¿Pero de qué vas diciendome eso? - su puso delante mía.
- ¿Qué de que voy? De que estoy hasta los cojones de que te empeñes en hacerme la vida imposible y no pares hasta consegurilo, en que tengas que tener todo lo que yo tengo y sí es lo es mío mucho mejor. ¿No te cansas?
- ¿Pero que hablas? - dijo.
- Lo que estás oyendo, que te ha faltado tiempo para zorrearle a mi novio. Que parece que te gusten mis babas nano. -dije.
- Valeria, tranquilizate. -dijo Jake.
- NO ME DA LA GANA, ESTOY HARTA DE QUE SIEMPRE HAGA LO MISMO.
- Bueno nosotros nos vamos, un placer chicos. - dijo Jake, mientras me cogía del brazo.
Me sacó del parque  de atracciones y me llevó al hotel.
- ¿Pero bueno, a ti qué te pasa montando esos cirios en público? -dijo Jake, algo enfadado.
- ¿ Qué, qué me pasa? ¿Pero tu has visto lo que te estaba haciendo, la cerda esa? -dije.
- Tampoco veo que fuese nada malo lo que me estaba haciendo.
- Ah , ¿encima te pones de su parte? De puta madre Jake, de PUTA MADRE.
Jake empezó a reírse solo.
- No se que te hace tanta gracia la verdad. -dije cabreadísima.
- Lo terriblemente mona que estás cuando te pones celosa. -dijo cogiendome de la cintura.
- ¿Pero tú no estabas cabreado?
- No - dijo soltando una risa.- Solo te he echo eso, para que te des cuenta, y me entiendas a mi, cuando pasa con Chris, así que ahora ya no podrás regañarme cuando lo haga jeje.
- Lo seguiré haciendo hasta el fin de mis días, por ser un chico malo. -dije acercándome a él.
- Este chico malo tiene una reserva para la celosa peleona y para él, y como la celosa peleona no se arregle ahora mismo se queda sin noche mágica.
- La celosa peleona y la que te quiere como nadie más lo va hacer va a vestirse ya.
Bueno, para mí eso de vestirme y arreglarme ya , era 'esperate sentadito ahí viendo la tele, que en una hora y media salgo medio decente'. Efectivamente, me duché , me sequé el pelo y le planché. Me puse un vestido algo bastante sexy y entallado. Era por encima de la rodilla un poco más, azul electro muy kwjedhwf, unos tacones, he de decir que era la primera vez que me ponía unos tacones, ya que yo soy muy de deportivas.
Saqué el maquillaje y decidí pintarme un poco la raya, mientras lo hacía un mensaje llegó a mi móvil. Y lo más extraño es que era de Michael. Lo abrí y decía "Hoy estabas preciosa, sobretodo tu sonrisa, me alegra haberla visto, hacía mucho tiempo que no salía a la calle así de bonita". Me quedé en shock, al leerlo, fue en plan como,  ¿osea hola? ¿Michael diciéndome eso? Cuando acabé de arreglarme, un instante antes de salir del baño, le respondí diciéndole algo como esto " Echaba de menos pasar ratos contigo, gracias por lo de hoy". Tras ese mensaje, apagué el movil y salí a que Jake me viera.
- Bueno, ¿qué tal? -le pregunté.
- Oh díos mío. -dijo mirándome de arriba a abajo.
- Jake, cariño.
- Dime.
- La baba, que se te cae. -dije tras soltar una carcajada.
- Es inevitable que no salga tras ver semajante perfección junta.
- Anda tonto vamos.
Al salir del hotel, había una limusina esperándonos en la puerta.
- ¿Esto es para nosotros? - pregunté.
- Toda nuestra princesa. - me besó.
Me pellizqué varias veces, porque mi cabeza no asumilaba semejante lujo, y semejante todo que había a mi alrededor, al subir a la limusina, Jake me tapó los ojos con una venda, y me dijo que quedaba prohibido quitarmela hasta que él me avisase, ya que esperaba que lo que venía después de quitarmela me gustase.
Tras varios minutos en la lumusina, bajamos, y noté como las manos de Jake se posaban en mi cintura guiándome el camino, mientras me susurraba al oído. Noté como subíamos por un ascensor hasta un lugar al aire libre, avanzamos varios metros, hasta que finalmente Jake me quitó la venda. Al abrir los ojos pude darme cuenta que desde allí arriba podía contemplar todo París, pero sin ver la Torre Eiffel cosa que me parecía rara.
- Bienvenida a la azotea de la Torre Eiffel, pequeña.
- ¿Azotea? ¿Torre Eiffel? ¿Enserio? -dije emocionada.
- Si, esta noche es toda nuestra. - dijo Jake.
- Dios Jake, esto debe ser un sueño.
- No lo es princesa.
- Pero ¿tú sabes lo que tiene que costar alquilarla?
- Nada comparado con tu felicidad.
Vale sí, acababa de morir de amor tras eso.
- Y aún no has visto lo mejor. -dijo.
Me llevó de nuevo con los ojos tapados a una habitación.
- Oh dios mío es inmensa. -dije alucinando.
- Y lo mejor de todo es que seguimos en la Torre Eiffel.
- ¿Desde cuando la Torre, tiene habitaciones? -dije.
- Desde hace mucho, lo que pasa que solo la disfrutan famosas o gente con dinero.
- ¿Y qué hacemos nosotros aquí?
- Dale las gracias a Michael, es él , el que ha conseguido que estemos aquí.
- ¿Qué? -dije flipando.
- Sí, yo te había preparado una cita aquí, en la azotea, pero él, habló con su padre , que ahora es alguien muy importante aquí en Francia, y nos ha conseguido esto.
Por un momento, se me paró el corazón, osea Michael, ese chaval que hace 8 meses estaba haciéndome la puñeta en unas jodidas canchas de baloncesto con mi mejor amiga y su novio melodeando por ahí alrededor, ¿había conseguido esta habitación para mi novio y para mi? Creo que después de todo lo mal que lo pasé, he obtenido la recompensa que me merecía.
- Ey pequeña, ¿estás biene? - preguntó Jake algo preocupado.
- Sí lo siento pequeño, pero es que después de lo mal que lo pasé, me sorprende que haga esto..
- Creo que en el fondo, el chaval es buena gente.
- Sí, eso parece.
- Y bueno ahora tengo que decirte algo.. -dijo Jake.
- Dime.. -dije asustada.
- Que me me encanta cuando hablamos, cuando me dices que me quieres, y yo te digo que yo más, y nos picamos a ver quien quiere más a quien. Me gusta cada palabra que sale de tu boca, y que me digas que soy lo más importante de tu vida. Tambien me gusta que me hagas la puñeta, y enfadarnos por tonterias , y que luego vaya pidiendote perdon como un niño pequeño. Que me prometas cosas que nos gustaria hacer a los dos.Y creo que me podria acostumbrar a que cada noche, antes de dormir, me dijeras que soy la suerte de tu vida, y ponerme rojo cada vez que me miras.
Y por todo eso, quiero decirte, que eres lo más bonito que tengo alrededor, lo mejor que voy a tener y la persona con la que quiero pasar el resto de mis días. -Jake sacó un colgante y me lo pusó. - Te quiero más que a nadie Valeria, aquí o en la China.
- Jake es la cosa más bonita que han echo por mi en mi vida, eres el primer chico que me hace feliz de verdad y te agradezco todo lo que haces por mí, enserio. -dije tras besarle.
- Quiero que seas así de feliz siempre ¿vale? - me miró cogido a mi cintura.
- Si es a tu lado tenlo por seguro. - le besé.
Pasamos una noche fantástica, entre risas, besos, caricias, historias,  y demás. Llegó la hora de descansar ya que mañana cogíamos el vuelo temprano, y me di cuenta que me sentía muy bien con él, era perfecto este chico. Me puse de espaldas a él y me puse el pelo hacia delante para poder desabrocharme la cremallera. Entonces noté sus manos bajarla con cuidado y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Terminó de bajarla entera y besó mi espalda descubierta, suspiré pesadamente. Me giré hacia él, que tenía solo el pantalón. Su mirada reflejaba deseo. Deseo de poseerme, algo que yo también sentía. Me besó, empezó con un beso suave y se convirtió en un gran beso, el abría su boca y daba paso a su lengua, eso me encantaba. Sentía su lengua con la mía, mucha pasión. Fue andando hasta la cama y cayó encima de mí. Bajó más el vestido, se veía mi torso al descubierto. Él tocaba mi barriga con sensualidad. Yo mientras suspiraba en su boca. Bajó más el vestido hasta que cayó al suelo, me quedé en ropa interior. Le quité su cinturón y le bajé sus pantalones -
Justin - Quiero que disfrutes como nunca antes lo has hecho - dijo en mi oído. 
Después mordió mi oreja y gemí. Se acomodó entre mis piernas y apretó su dulce y fuerte masculinidad inferior hacia mí. Gemí al notarla tan abultada. Me quitó suavemente el sujetador por si yo daba marcha atrás, pero quería seguir. Lo quitó y lo tiro por ahí. Me miró y me besó. Su mano subió desde mi vientre hasta mis pechos. Me estaba matando. Sus besos bajaron desde mis labios, por mi cuello, mi pecho, mi vientre hasta las finas braguitas que llevaba. Él posó su mano en mi feminidad, y gemí. Las quitó dulcemente. Me abrió un poquito más las piernas y me empezó a tocar. Me agarré a las sábanas lo más que podía. Paró poco a poco y subió hacia mi boca con besos. Le giré y me puse encima de él. Me volvió a girar.
- Hoy quiero que disfrutes tú. Aunque créeme, estoy en una nube ahora mismo -susurró contra mi oído. 
Él se levantó y fue a por un preservativo. Se lo puso y volvió hacia mí. Se acomodó entre mis piernas y se introdujo en mí. No me dolió nada. Un fuerte grito salió de mí
- ¿Te duele?
- No…Sigue por favor-dije muy excitada.
 Él siguió. Contra mas se movía más gritaba yo. Esto era lo mejor. Cada vez iba más rápido, el ritmo aumentaba. Hasta que poco a poco llegamos ambos al orgasmo con un fuerte gemido. Él se puso a mi lado. Nuestros pulsos estaban dislocados. Apoyé mi cabeza en su pecho.
- Me ha encantado -susurré-
 - Y a mí princesa - dijo tocando mi pelo.
 Nos quedamos los dos dormidos en menos de cinco minutos. A la mañana siguiente me desperté, con una sábana blanca encima de nosotros. Los pequeños e insignificantes rayos de sol me daban en la cara, me incorporé y estaba totalmente desnuda, sonreí y me mordí el labio al recordar lo de anoche. Me puse mi ropa interior. Y una fina tela, beige por mi cuerpo. Me salí a la terraza y me senté en una silla, las vistas eran preciosa. Me quedé pensando en todo lo que había pasado entre Jake y yo. Para mí esto es amor. Siento que estoy en una nube. Cuando me abraza, como ahora lo está haciendo y cierro los ojos, siento su calidez, y después me da un precioso beso en la mejilla y sonrío. Me encanta. Él es el que me encanta. Se sentó enfrente de mí. 
– ¿Qué tal has dormido? -sonrió-
 - Mejor que nunca -sonreí- ¿Y tú?
 – Estupendamente -se acercó a mí y puso sus manos en mis piernas. Me besó lentamente. Puse mis manos en su cara. Y le seguía su precioso beso. 
He de decir que fue el mejor viaje de mi vida, junto al amor de mi vida. Hicimos las maletas. Y fuimos en taxi hasta el aeropuerto nos montamos en el avión. Y en 6 horas llegamos a California de nuevo. Llegamos a casa. Abrimos la puerta y no había nadie, era raro… Subimos arriba con las maletas, y nos encontramos una carta encima de la cama. La abrimos y decía: 
"Jake y Valeria: Sentimos no haber ido allí al aeropuerto para recogeros, tuvimos que salir todos y no estaremos durante todo el día, por la noche nos vamos todos a cenar ¿vale? Besos, Chris, Chaz,Hugo & Brenda."
- Estamos solos Jake –sonreí. Él se acercó y me agarró por la cintura, y me pegó a él. Sonrió pícaro-
- Me gusta eso de estar los dos solos -susurró. Reí y le besé

- Valeria, ponte el bikini que nos vamos a bañar juntos -tiró un poco de mi labio. Y se fue abajo dándome un "cachete" en el culo, reí y me puse el bikini, bajé con la toalla. Él estaba ya en el agua, en bóxers creo. Me miró y le sonreí. Me fui a meter poco a poco por las escaleras cuando Jake me empujó hacia él. Estaba congelada-
- Dios Jake está helada
 - Cuando te acostumbras está bien -sonrió y me besó.

Le seguí el beso más apasionado y el rió en mis labios. Le volví a besar y rodeé con mis piernas su cintura. Noté un gran bulto entre mis piernas y sin quererlo gemí el rió, esta vez más fuerte. Me puse roja…
- No te cortes tonta -rió y se acercó a mi oído.

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