- Vamos a un sitio al que nunca antes he llevado a
nadie. - dijo sonriendo.
- ¿Y eso? - le dije bastante intrigada.
- Nadie ha sido nunca lo suficientemente
especial para ir allí -tras decir esto, apartó la mirada de mis ojos y la fijó
en la carretera. A mí se me formó una tonta sonrisa. Aparcamos en un sitio
arenoso. Se bajó y vino a abrirme la puerta.
- Gracias -sonreí-
- Nada -me devolvió la sonrisa- Vale, ahora
sígueme -me cogió de la mano, gesto que no le rechacé y comenzó a correr, con
lo que yo también. Estuvimos corriendo unos cinco minutos. Llegamos a un sitio
magnífico, precioso, increíble, era fantástico. Parecía un campo sacado de un
cuento de hadas. Todo perfectamente verde, flores, perfectas, ni una marchitada
ni pisoteada, era perfecto, hasta había un pequeño estanque con un banco al
lado-
- ¿Y este sitio?
- Lo encontré y desde entonces es mío. -dijo
algo orgulloso.
- ¿Lo compraste?
- No, pero es mío -reímos-
- Pues me encanta, es... es.... perfecto. -
dije.
- Sabía que te gustaría, bueno, ven -Comenzó a
andar hacia el estanque, todavía no me había soltado la mano, cosa que por
alguna razón me encantaba...- Quítate los zapatos
- Vale -nos quitamos los zapatos y nos sentamos
al borde del estanque metiendo los pies en el agua- Este sitio es increíble...
-susurré-
- Creo que este es mi lugar favorito del mundo,
perfecto, sencillo, silencioso. -dijo mientras sonreía.
- Si, me quedaría aquí años... - añadí.
Jake sonrió- Bueno, cuéntame cosas de tí
- ¿Cómo cuáles? - dije aperplejada
- No sé, detalles como tu color favorito, número
de la suerte, etcétera...
-Reí- Bueno... pues... -Empecé a contarle
prácticamente mi vida, posteriormente el hizo lo mismo. Era el primer día en el
que no discutíamos, sencillamente, hablábamos como amigos. Me encantaba la forma
en la que sus ojos miel me miraban, la forma en la que se acercaba a mi a
ratos, creyéndose que no me daba cuenta. Este chico es increíble, tiene algo,
algo que hace que caigas enamorada de él...Entonces empezó a llover, más bien
una pequeña llovizna-
- ¿Quieres irte ya? - me preguntó.
- No, no, vamos bajo un árbol o algo
- Vale -sonrió. Nos fuimos bajo un sauce que
había cerca del estanque y nos sentamos allí. Seguimos hablando, pero la
conversación no duró mucho. Empezó a diluviar y no exagero, nunca había visto
llover así- Vale, a correr hacia el coche -dijo gritando ya que con el ruido de
la lluvia no se le escuchaba-
- ¡Vale! -Grité también. Empezamos a correr
hasta el coche, nos metimos dentro, empapados.- Madre mía ¿has visto cómo nos
hemos puesto?
- Bueno, ahora en casa nos secamos.- Fue a
arrancar el coche, pero no arrancaba se había quedado atascado en lo que antes
era tierra pero por la lluvia se había convertido en barro- ¡Genial! ¿Y ahora?
- Bueno hay dos opciones, una esperar a que deje
de llover, lo que nos va a llevar una horas, o la otra, que es que te bajes del
coche y empieces a empujarlo, mientras yo piso el acelerador
- Vale, me salgo fuera cuando te diga, el
acelerador
- Vale -Jake salió del coche y empezó a empujar
el coche con todas sus fuerzas, aunque no lo movió ni un centímetro-
- ¡Valeria, pisa el acelerador! -Pisé el
acelerador y la rueda hizo que todo el barro que había alrededor de esta cayera
sobre Jake.
-me puse las manos en la boca- Lo siento, lo
siento -Jake estaba completamente lleno de barro-
- ¿Lo sientes?
- Si... -. Se empezó a acercar a mí-
Jake... ¿Qué vas ha hacer? ¿¡Jake?! -Llegó hasta el coche y ya que la puerta
estaba abierta me cogió en brazos, y me puso en el barro-
- Te vas a enterar -empezó a tirarme barro con las
manos y yo igual, allí estábamos los dos llenos de barro, tirándonoslo
mutuamente- ¡Vale, vale ya! -reímos-
- ¿Y ahora qué hacemos? - le dije.
- Pues vamos dentro a esperar que descampe
- Vale -sonreí. Nos metimos en el coche, y al
segundo de meternos en el coche dejó de llover
- Iba a tardar años en dejar de llover... -dijo
con tono irónico-
- Pensaba que iba a tardar más
- Bueno, vamos anda -Arrancó el coche, con un
poco de dificultad, pero lo consiguió, nos dirigimos al camping, eran las ocho
de la tarde más o menos. Llegamos y tocamos a la puerta de la caravana.
- Hola chi... ¿¡Qué os ha pasado?! - dijo muy
sorprendido Hugo .
- El muy gracioso comenzó a tirarme barro
- Oye, que la primera fuiste tú
- Fue sin querer...
- Vale, me da igual quien empezara a tirar
barro, así no entráis, os ducháis antes de entrar o nada. -dijo algo enfadado.
- ¿Cómo me voy a duchar antes de entrar,
Einstein? -dije haciéndome un poquito la guay.Hugo me puso la mano en el hombro- No sé si
sabrás que hay un instrumento de jardín, llamado, manguera -dijo manguera muy
lentamente.
- ¿Nos vas a hacer lavarnos con una manguera? -
añadió Jake.
- Sí, cuando estéis listos avisadme -Hugo cerró
la puerta-
- Será cabrón... -susurré y Jake se rió al
escucharme-
- Vamos anda... -dijo cogiéndome de la mano otra
vez y dirigiéndose al patio trasero. Yo me acerqué a la manivela de la manguera
y la abrí- ¡ME CAGO EN LA PUTA! -yo no pude evitar descojonarme de él, ya que
había cogido la manguera y se la estaba apuntando a la cara cuando la abrí
- ¿Puedes dejar de tirarme barro o agua?- dijo algo
enfadado.
Yo me estaba riendo a más no poder y no podía parar,
así que Jake se acercó a mí, me apuntó con la manguera y me empapó. A mí se me
fue completamente la risa y le intenté matar con la mirada
- No tiene una pizca de gracia -ahora era él el que se
reía a más no poder-
- ¡Para mí sí! -dijo desde el suelo yo cogí la
manguera y le di otro manguerazo, pero esta vez queriendo- ¿Vale ya no?
- Nos tenemos que limpiar... -dije mojándole
otra vez-
- Tú sigue, que verás
Le di un manguerazo en la cara- ¿O que veré?
- Algo que no te gustará... -pensé mal-
- ¡Qué asco! -le mojé más todavía-
- ¿Qué asco por.... -se quedó pensando- ¡No me
refería a eso! Y de todos modos TE ENCANTARÍA...
- ¡Buajajaja.! Si seguro...
-Pero si lo estás desean..-no le dejé terminar y
le mojé con la manguera-
- No termines lo que estabas diciendo –reí. Jake
se fue acercando a mí, aunque costaba con la presión del agua en su pecho. Al
final consiguió acercarse a mí, y solté la manguera, nuestros pechos estaban
unidos y estábamos cerca el uno del otro.
- Y ahora... –susurró. Y cuando me quise dar
cuenta estaba en el hombro de Jake. Me había cogido.
- ¡Jake suéltame! -le daba pequeños puñetazos en
la espalda-
- Vamos a bañarnos en algo más grande, porque
así no vamos a terminar nunca -rió- venga, tu primera.
- No Jake, no creo que me lan.. -Me tiró a la
piscina.- ¿¡ERES TONTO!? -El empezó a reírse, y se tiró de cabeza a la piscina.
Lo perdí un de vista, ya que veía algo borroso por el cloro. Noté unas manos en
mi cintura y su aliento en mi cabeza.-
- Admite que ahora estás mejor-susurró contra mi
oído. Me puse nerviosa- Nena, contesta, no muerdo - me giró y quedamos
enfrente-
- ¿Qué quieres que conteste? -susurré nerviosa-
Jake rió - Estás nerviosa.
- No -recuperé mi tono de voz - No me he puesto
nerviosa
- Sí que te has puesto –rió. Negué con la cabeza
y fui a salir pero él me cogió de la mano- No te vayas…
- Tengo frío…
- Ven- tiró de mí, me abrazó y me pegó a
la pared de la piscina.- ¿Ahora estás mejor? -Pasé mis manos por su espalda y
lo abracé-
- Sí - nos quedamos así un tiempo, nadie decía
nada, estábamos a gusto-
- ¿Entramos ya?
- Un poco más… -me agarré más a él. Rió. Nos
quedamos un poco más. Salimos de la piscina y tirité-
- ¿Tienes frío?
- Si…-me abrazó-
- Ahora te das una ducha calentita y estarás
mejor –sonrió. Llamamos a la puerta y por fin Eric nos dejó pasar, yo me di la
ducha calentita y después se metió Jake. Cenamos todos juntos y nosotros
estábamos cansados y nos fuimos a dormir-
- Me ha gustado mucho este día -reí al
recordarlo todo-
- Y a mí –sonrió-
- ¿Te puedo abrazar? –dije tímida-
- Claro -sonrió. Me abracé a él. Y así nos
quedamos dormidos. A la mañana siguiente, no estaba Jake. Me levanté y me puse
algo de ropa, una camiseta y unos pantalones simples. Bajé abajo y estaban Hugo, Jake, Allison, Chris y Chaz.-
- ¡Hola! –dije antes de acercarme a ellos y
darles dos besos a cada uno-
- ¡Por fin una presencia femenina! –dijo
Allison- ¿Sabes lo que es intentar entablar una conversación con cuatro tíos?
Reí -Pues ya estoy aquí. ¿Quieres que nos
vayamos arriba?
- ¡Si! Sácame de aquí –reímos-
- Cómo nos queréis ¿eh? -dijo Hugo
- A ti sí –Allison se acercó a él y le dio un
beso- Te quiero
- Y yo.
- Vamos, Valeria –nos fuimos arriba a la
habitación-
- Bueno, aquí no hay gran cosa que hacer –reí-
- Podemos hablar ¿no? -dijo Allison.
- Si, claro –nos sentamos en la cama como
indios. Y empezamos ha hablar sobre nuestras anécdotas, nuestra vida, entre
risas, sonrisas, y alguna que otra tristeza. Entonces pegaron a la puerta-
- ¿Se puede? -dijo al timido Jake.
- Es tu cuarto también, como siempre dices
Jake rió. - Bueno, solo iba a coger una cosa
–cogió su móvil y se fue.-
- ¿Qué tal con el? -dijo Allison.
- ¿Qué?
- ¿Qué que tal con el?-volvió a insistir.
- Pues normal… -reí-
- Vamos, se nota en la forma en que le miras,
que sientes algo
- ¿Qué? No… es que… a ver… No sé…
Allison rió a carcajadas- Por Dios, estás
coladita
- ¡No, no lo estoy!
- SIIII, ADMÍTELO
- No… Bueno… Puede…. Que un poco…. -dije
sonrojada completamente.
- ¡Sí, lo sabía! –empezó ha hacer un bailecito
yo le tiré un cojín- ¡Aish!
- No digas nada por favor - le supliqué.
Espera, espera ¿no se lo vas ha decir?
- ¿Qué? No, no, ni de coña.
- ¿Pero por qué? A ver, le quieres, no,
rectifico, le amas y a el se le nota muchísimo que el a ti también.
- Hasta hace dos días no podía ni verle, además
que soy la prima pequeña de su mejor amigo..
- ¿Y qué? Por amor se cometen locuras ¿no?
- Si…-asentí.
- ¿Qué pierdes con intentarlo? El no, lo tienes
si no lo pruebas ¿Por qué no pruebas, y buscas un probable sí?
No lo sé, supongo que tengo miedo…
- ¿Miedo? ¿De qué? ¿De qué algo salga mal? Si
algo saliese más, al menos lo has intentado
- Ya… pero me refiero a que, pf, yo ya lo he
pasado muy mal por alguien el cuál también empezó muy bonito todo, el cuál
según todos estaba loco por mí y luego acabó siendo la mayor farsa que he
vivido.
- Si le quieres, las consecuencias son las
consecuencias, pero merece la pena, si estás junto a la persona que amas
- No lo sé Allison.
- Bueno si quieres hacerme caso, inténtalo
¿vale? Y si lo vas a intentar me avisas, que no quiero perdérmelo
- ¿Qué te vas a poner a espiar?
- No, tan mala no soy, pero me llamarás con lo
que hagas ¿no?
- Sí, claro –sonreí. Ella se acercó a mí y me
abrazó-
- Me caes genial –rió-
- Y tú a mí. Muchas gracias…
- No me las des tonta, estoy aquí para todo
¿vale?
- Vale, lo mismo digo
- Bueno, me voy abajo que quiero estar con Eric
un poquito.
- Vale, adiós –nos abrazamos y se fue. Yo me
quedé arriba, pensando en todo lo que me había dicho Allison. Pasé media hora
pensando hasta que entraron por la puerta-
- ¡Hola! –dijo Jake sonriendo.
- Hola... -dije tímida pero intentando parecer
alegre-
- Bueno, ¿qué tal? -se sentó a mi lado.- ¿Algo
nuevo que contar?
- No... ¿Por?
- Por nada, por nada... -sonrió- Y bueno, ¿qué
tal los amores?
- Eeeh… Bien ¿y… a ti? -dije asustada.
- Estupendamente... -se me volcó el corazón...-
Hace nada se me han declarado, pero ella no lo sabe...
- Oooh... -puñetero vuelco...- Me alegro mucho
por ti... -intenté sonreir-
- Gracias, estoy muy contento... -suspiró- Lo
que pasa es que esa chica no sabe que se me ha declarado...
- ¿Cómo? -dije más asustada aún.
-Digamos que- se levantó de la cama y se dirigió
a la cómoda que estaba al lado de la puerta- Los móviles son MUY útiles... -oh
Dios... Que no sea lo que estoy pensando...- pensé.
- ¿Q…qué?
- Sí, ¿sabías que puedes llamar a un amigo que
está contigo y escuchar una conversación dejando el móvil en el sitio adecuado?
-cogió su móvil de encima de la cómoda-
- ¡Hay Dios no! ¿Por qué me has hecho eso? -me
puse las manos en la cara gritando como una energúmena y él se acercó a mí-
¿¡POR QUÉ LO HAS HECHO?
- ¿Y eso? - le dije bastante intrigada.
- Nadie ha sido nunca lo suficientemente especial para ir allí -tras decir esto, apartó la mirada de mis ojos y la fijó en la carretera. A mí se me formó una tonta sonrisa. Aparcamos en un sitio arenoso. Se bajó y vino a abrirme la puerta.
- Gracias -sonreí-
- Nada -me devolvió la sonrisa- Vale, ahora sígueme -me cogió de la mano, gesto que no le rechacé y comenzó a correr, con lo que yo también. Estuvimos corriendo unos cinco minutos. Llegamos a un sitio magnífico, precioso, increíble, era fantástico. Parecía un campo sacado de un cuento de hadas. Todo perfectamente verde, flores, perfectas, ni una marchitada ni pisoteada, era perfecto, hasta había un pequeño estanque con un banco al lado-
- ¿Y este sitio?
- Lo encontré y desde entonces es mío. -dijo algo orgulloso.
- ¿Lo compraste?
- No, pero es mío -reímos-
- Pues me encanta, es... es.... perfecto. - dije.
- Sabía que te gustaría, bueno, ven -Comenzó a andar hacia el estanque, todavía no me había soltado la mano, cosa que por alguna razón me encantaba...- Quítate los zapatos
- Vale -nos quitamos los zapatos y nos sentamos al borde del estanque metiendo los pies en el agua- Este sitio es increíble... -susurré-
- Creo que este es mi lugar favorito del mundo, perfecto, sencillo, silencioso. -dijo mientras sonreía.
- Si, me quedaría aquí años... - añadí.
- ¿Cómo cuáles? - dije aperplejada
- No sé, detalles como tu color favorito, número de la suerte, etcétera...
-Reí- Bueno... pues... -Empecé a contarle prácticamente mi vida, posteriormente el hizo lo mismo. Era el primer día en el que no discutíamos, sencillamente, hablábamos como amigos. Me encantaba la forma en la que sus ojos miel me miraban, la forma en la que se acercaba a mi a ratos, creyéndose que no me daba cuenta. Este chico es increíble, tiene algo, algo que hace que caigas enamorada de él...Entonces empezó a llover, más bien una pequeña llovizna-
- ¿Quieres irte ya? - me preguntó.
- No, no, vamos bajo un árbol o algo
- Vale -sonrió. Nos fuimos bajo un sauce que había cerca del estanque y nos sentamos allí. Seguimos hablando, pero la conversación no duró mucho. Empezó a diluviar y no exagero, nunca había visto llover así- Vale, a correr hacia el coche -dijo gritando ya que con el ruido de la lluvia no se le escuchaba-
- ¡Vale! -Grité también. Empezamos a correr hasta el coche, nos metimos dentro, empapados.- Madre mía ¿has visto cómo nos hemos puesto?
- Bueno, ahora en casa nos secamos.- Fue a arrancar el coche, pero no arrancaba se había quedado atascado en lo que antes era tierra pero por la lluvia se había convertido en barro- ¡Genial! ¿Y ahora?
- Bueno hay dos opciones, una esperar a que deje de llover, lo que nos va a llevar una horas, o la otra, que es que te bajes del coche y empieces a empujarlo, mientras yo piso el acelerador
- Vale, me salgo fuera cuando te diga, el acelerador
- Vale -Jake salió del coche y empezó a empujar el coche con todas sus fuerzas, aunque no lo movió ni un centímetro-
- ¡Valeria, pisa el acelerador! -Pisé el acelerador y la rueda hizo que todo el barro que había alrededor de esta cayera sobre Jake.
-me puse las manos en la boca- Lo siento, lo siento -Jake estaba completamente lleno de barro-
- ¿Lo sientes?
- Si... -. Se empezó a acercar a mí- Jake... ¿Qué vas ha hacer? ¿¡Jake?! -Llegó hasta el coche y ya que la puerta estaba abierta me cogió en brazos, y me puso en el barro-
- ¿Y ahora qué hacemos? - le dije.
- Pues vamos dentro a esperar que descampe
- Vale -sonreí. Nos metimos en el coche, y al segundo de meternos en el coche dejó de llover
- Iba a tardar años en dejar de llover... -dijo con tono irónico-
- Pensaba que iba a tardar más
- Bueno, vamos anda -Arrancó el coche, con un poco de dificultad, pero lo consiguió, nos dirigimos al camping, eran las ocho de la tarde más o menos. Llegamos y tocamos a la puerta de la caravana.
- El muy gracioso comenzó a tirarme barro
- Oye, que la primera fuiste tú
- Fue sin querer...
- Vale, me da igual quien empezara a tirar barro, así no entráis, os ducháis antes de entrar o nada. -dijo algo enfadado.
- ¿Cómo me voy a duchar antes de entrar, Einstein? -dije haciéndome un poquito la guay.Hugo me puso la mano en el hombro- No sé si sabrás que hay un instrumento de jardín, llamado, manguera -dijo manguera muy lentamente.
- ¿Nos vas a hacer lavarnos con una manguera? - añadió Jake.
- Sí, cuando estéis listos avisadme -Hugo cerró la puerta-
- Será cabrón... -susurré y Jake se rió al escucharme-
- Vamos anda... -dijo cogiéndome de la mano otra vez y dirigiéndose al patio trasero. Yo me acerqué a la manivela de la manguera y la abrí- ¡ME CAGO EN LA PUTA! -yo no pude evitar descojonarme de él, ya que había cogido la manguera y se la estaba apuntando a la cara cuando la abrí
- ¡Para mí sí! -dijo desde el suelo yo cogí la manguera y le di otro manguerazo, pero esta vez queriendo- ¿Vale ya no?
- Nos tenemos que limpiar... -dije mojándole otra vez-
- Tú sigue, que verás
Le di un manguerazo en la cara- ¿O que veré?
- Algo que no te gustará... -pensé mal-
- ¡Qué asco! -le mojé más todavía-
- ¿Qué asco por.... -se quedó pensando- ¡No me refería a eso! Y de todos modos TE ENCANTARÍA...
- ¡Buajajaja.! Si seguro...
-Pero si lo estás desean..-no le dejé terminar y le mojé con la manguera-
- No termines lo que estabas diciendo –reí. Jake se fue acercando a mí, aunque costaba con la presión del agua en su pecho. Al final consiguió acercarse a mí, y solté la manguera, nuestros pechos estaban unidos y estábamos cerca el uno del otro.
- Y ahora... –susurró. Y cuando me quise dar cuenta estaba en el hombro de Jake. Me había cogido.
- ¡Jake suéltame! -le daba pequeños puñetazos en la espalda-
- Vamos a bañarnos en algo más grande, porque así no vamos a terminar nunca -rió- venga, tu primera.
- No Jake, no creo que me lan.. -Me tiró a la piscina.- ¿¡ERES TONTO!? -El empezó a reírse, y se tiró de cabeza a la piscina. Lo perdí un de vista, ya que veía algo borroso por el cloro. Noté unas manos en mi cintura y su aliento en mi cabeza.-
- Admite que ahora estás mejor-susurró contra mi oído. Me puse nerviosa- Nena, contesta, no muerdo - me giró y quedamos enfrente-
- ¿Qué quieres que conteste? -susurré nerviosa-
Jake rió - Estás nerviosa.
- No -recuperé mi tono de voz - No me he puesto nerviosa
- Sí que te has puesto –rió. Negué con la cabeza y fui a salir pero él me cogió de la mano- No te vayas…
- Tengo frío…
- Ven- tiró de mí, me abrazó y me pegó a la pared de la piscina.- ¿Ahora estás mejor? -Pasé mis manos por su espalda y lo abracé-
- Sí - nos quedamos así un tiempo, nadie decía nada, estábamos a gusto-
- ¿Entramos ya?
- Un poco más… -me agarré más a él. Rió. Nos quedamos un poco más. Salimos de la piscina y tirité-
- ¿Tienes frío?
- Ahora te das una ducha calentita y estarás mejor –sonrió. Llamamos a la puerta y por fin Eric nos dejó pasar, yo me di la ducha calentita y después se metió Jake. Cenamos todos juntos y nosotros estábamos cansados y nos fuimos a dormir-
- Me ha gustado mucho este día -reí al recordarlo todo-
- Y a mí –sonrió-
- ¿Te puedo abrazar? –dije tímida-
- Claro -sonrió. Me abracé a él. Y así nos quedamos dormidos. A la mañana siguiente, no estaba Jake. Me levanté y me puse algo de ropa, una camiseta y unos pantalones simples. Bajé abajo y estaban Hugo, Jake, Allison, Chris y Chaz.-
- ¡Hola! –dije antes de acercarme a ellos y darles dos besos a cada uno-
- ¡Por fin una presencia femenina! –dijo Allison- ¿Sabes lo que es intentar entablar una conversación con cuatro tíos?
Reí -Pues ya estoy aquí. ¿Quieres que nos vayamos arriba?
- ¡Si! Sácame de aquí –reímos-
- Cómo nos queréis ¿eh? -dijo Hugo
- A ti sí –Allison se acercó a él y le dio un beso- Te quiero
- Y yo.
- Vamos, Valeria –nos fuimos arriba a la habitación-
- Bueno, aquí no hay gran cosa que hacer –reí-
- Podemos hablar ¿no? -dijo Allison.
- Si, claro –nos sentamos en la cama como indios. Y empezamos ha hablar sobre nuestras anécdotas, nuestra vida, entre risas, sonrisas, y alguna que otra tristeza. Entonces pegaron a la puerta-
- ¿Se puede? -dijo al timido Jake.
- Es tu cuarto también, como siempre dices
Jake rió. - Bueno, solo iba a coger una cosa –cogió su móvil y se fue.-
- ¿Qué tal con el? -dijo Allison.
- ¿Qué?
- ¿Qué que tal con el?-volvió a insistir.
- Pues normal… -reí-
- Vamos, se nota en la forma en que le miras, que sientes algo
- ¿Qué? No… es que… a ver… No sé…
Allison rió a carcajadas- Por Dios, estás coladita
- ¡No, no lo estoy!
- SIIII, ADMÍTELO
- No… Bueno… Puede…. Que un poco…. -dije sonrojada completamente.
- ¡Sí, lo sabía! –empezó ha hacer un bailecito yo le tiré un cojín- ¡Aish!
- No digas nada por favor - le supliqué.
Espera, espera ¿no se lo vas ha decir?
- ¿Qué? No, no, ni de coña.
- ¿Pero por qué? A ver, le quieres, no, rectifico, le amas y a el se le nota muchísimo que el a ti también.
- Hasta hace dos días no podía ni verle, además que soy la prima pequeña de su mejor amigo..
- ¿Y qué? Por amor se cometen locuras ¿no?
- Si…-asentí.
- ¿Qué pierdes con intentarlo? El no, lo tienes si no lo pruebas ¿Por qué no pruebas, y buscas un probable sí?
No lo sé, supongo que tengo miedo…
- ¿Miedo? ¿De qué? ¿De qué algo salga mal? Si algo saliese más, al menos lo has intentado
- Ya… pero me refiero a que, pf, yo ya lo he pasado muy mal por alguien el cuál también empezó muy bonito todo, el cuál según todos estaba loco por mí y luego acabó siendo la mayor farsa que he vivido.
- Si le quieres, las consecuencias son las consecuencias, pero merece la pena, si estás junto a la persona que amas
- No lo sé Allison.
- Bueno si quieres hacerme caso, inténtalo ¿vale? Y si lo vas a intentar me avisas, que no quiero perdérmelo
- ¿Qué te vas a poner a espiar?
- No, tan mala no soy, pero me llamarás con lo que hagas ¿no?
- Sí, claro –sonreí. Ella se acercó a mí y me abrazó-
- Me caes genial –rió-
- Y tú a mí. Muchas gracias…
- No me las des tonta, estoy aquí para todo ¿vale?
- Vale, lo mismo digo
- Bueno, me voy abajo que quiero estar con Eric un poquito.
- Vale, adiós –nos abrazamos y se fue. Yo me quedé arriba, pensando en todo lo que me había dicho Allison. Pasé media hora pensando hasta que entraron por la puerta-
- ¡Hola! –dijo Jake sonriendo.
- Hola... -dije tímida pero intentando parecer alegre-
- Bueno, ¿qué tal? -se sentó a mi lado.- ¿Algo nuevo que contar?
- Por nada, por nada... -sonrió- Y bueno, ¿qué tal los amores?
- Eeeh… Bien ¿y… a ti? -dije asustada.
- Estupendamente... -se me volcó el corazón...- Hace nada se me han declarado, pero ella no lo sabe...
- Oooh... -puñetero vuelco...- Me alegro mucho por ti... -intenté sonreir-
- Gracias, estoy muy contento... -suspiró- Lo que pasa es que esa chica no sabe que se me ha declarado...
- ¿Cómo? -dije más asustada aún.
-Digamos que- se levantó de la cama y se dirigió a la cómoda que estaba al lado de la puerta- Los móviles son MUY útiles... -oh Dios... Que no sea lo que estoy pensando...- pensé.
- ¿Q…qué?
- Sí, ¿sabías que puedes llamar a un amigo que está contigo y escuchar una conversación dejando el móvil en el sitio adecuado? -cogió su móvil de encima de la cómoda-
- ¡Hay Dios no! ¿Por qué me has hecho eso? -me puse las manos en la cara gritando como una energúmena y él se acercó a mí- ¿¡POR QUÉ LO HAS HECHO?
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