martes, 13 de noviembre de 2012
Capítulo 4- Después de la tormenta, llega la calma.
Jake agachó la cabeza, al parecer se había quedado sin saber que decir antes la bronca que le había montado en cuestión de segundos. Pasaron cinco minutos y seguía habiendo voto de silencio en la habitación.
- No sé… tenía curiosidad sobre de que hablan las chicas…-dijo aún con la cabeza agachada.
- Eres gilipollas -susurré con lágrimas en los ojos y me fui dando un portazo.
Corrí escaleras abajo todos me miraban
- ¿Qué t... -no dejé terminar a Hugo .
- No digas nada. Salgo a dar una vuelta. -Sin dejar que respondieran seguí mi camino y escuché a Jake.
- No, Valeria espera - empezó a gritar.
Cerré la puerta y me fui corriendo de allí. Mi cuerpo no tenía límite, corría sin parar. No sabía dónde estaba. ¿Y para qué saberlo? Ya me las arreglaría para salir de aquí. Paré un poco y choqué mi espalda con un árbol y me deslicé sobre ella, hasta caer en el suelo llorando a mares. Las lágrimas se deslizaban. ¿Por qué tenía que estropearlo todo?. Me levanté y grité, con todas mis fuerzas, me quite el chaquetón y lo tire al suelo. Empezó a llover, tenía frio y calor, no podía… La lluvia empezó a caer más fuerte, caían relámpagos. Estaba en medio del bosque, sola. Noté una mano, me sobresalté. Me tocó la piel y se estremeció, lo conozco, ese roce solo lo provoca él. Me giré, ahora mismo le odio y le quiero. Me abracé a él y lloré más, el me abrazaba fuerte, el único sonido que había era el de las gotas caer. Me separé de él.
-¿PARA QUÉ NARICES ME SIGUES HASTA AQUÍ? -dije muy cabreada.
-Lo siento de verdad, de saber que te ibas a poner así.. -dijo entristecido.
- ADIÓS.
-Valeria espera por favor..
- ¿TU QUE PARTE DE ADIÓS NO ENTIENDES?
-Prácticamente no entiendo nada de esa palabra, por que lo que menos quiero yo, es separarme de tu lado. -dijo Jake.
- ¿Oh enserio? Eso habertelo pensado antes de hacer lo que has echo, y ahora si no te importa me voy. -le di la espalda, y me marché para el camping.
Al llegar me encontré en con Marc, intenté ocultarme tras todas las casetas para que no me viese, pero se me olvida que cuando se propone algo lo consigue, y efectivamente hasta que no logró ver que me pasaba no paró.
- ¿Qué te pasa? - dijo bastante preocupado.
Me quedé callada durante un rato, pensando en que responderle, ya que necesitaba desahogarme y contarle todo a alguien, pero claro siempre y cuando sin olvidar que la persona que se estaba preocupando por como estaba era mi hermano, el cuál yo desconocía que fuera hasta buena persona. Tras varios minutos reflexionando, decidí contarselo, al fin y al cabo era mi hermano, y aunque tengamos nuestras diferencias el siempre va estar a mi lado.
-Pero de lo que te acabo de contar, a Dani nada eh, que te conozco. -le dije muy seria.
-Oye, que aunque parezca mentira se puede confiar en mi joder. -dijo algo indignado.
- Ya, ya ¿como aquella vez que no quería más lentejas, las tiré por la ventana y mamá casualmente acabó enterándose al segundo? -le vacilé un poco.
- Valeria, llevas echándome eso en cara 8 años.
- Ais enano ven aquí. -le abracé- Bueno lo dicho, que a Dani nada de esto. -me marché hacia la parcela.
Al entrar a la parcela, seguían estando todos, los cuáles se me quedaron mirando. Pero no paré a preocuparme de ellos, y me subí a mi habitación. Cogí el Ipod, cerré la puerta y me tumbé en la cama, cerré los ojos e intenté poner la mente en blanco y olvidarme de todo lo ocurrido, pero parece ser que mi cabeza no quería olvidar la situación, mucho menos a Jake, su imagen no dejaba de tener presencia en mi. Di vueltas y vueltas en la cama para ver si desaparecía de mi mente, pero era imposible. Era imposible no pensar en esos ojos color miel que brillaban cada vez que los miraba, esa sonrisa tan perfecta que tiene, su pelo rubio oscurito hacia arriba , sus abdominales bien puestos,esa manera de abrazarme tan suya y que tanto me gustaba ya que era bastante mas alto que yo, y podía hacerlo de mil formas, todas y cada una de las veces que rompía la distancia entre nuestros labios, sus mordiscos en el cuello, su mirada pícara al espiarme cuando me cambiaba, lo creído que se lo tiene y lo que me gusta que lo haga. Creo que me estaba enamorando por segunda vez, y quizás por eso reaccioné de esa manera, por el miedo a que después de que él mismo lo sepa, todo cambie, y pase lo que me pasó con Michael, y la verdad es que tengo miedo, mucho miedo, de volver a ser el juguete de otro chico. Me niego ya bastante mal lo pasé. No pude evitar dejar caer una lágrimas por mis rostro, salí a fuera un momento a asegurarme de que todos se había marchado, y cogí un cristal del suelo, y comencé a rajarme como solía hacer antes, se que no debía pero mí, esa era la única forma de sentirme mejor después de un disgusto. Al cabo de 10 minutos, oí unos ruidos, me limpié los brazos y saqué a lavar la toalla con la cuál me limpié y volví a tumbarme en la cama como sí nada, vi a Hugo pasar hacia su habitación en compañía de Allison, salí a fuera, y vi a Jake sacando su ropa sucia a lavar, y me marché a dar una vuelta.
Regresé a la hora de cenar, cuando todos estaban ya sentados en la mesa.
-Se dice hola por lo menos eh -dijo Hugo
-Hola, siento llegar tarde, me he entretenido por el camino. -me disculpé.
- No pasa nada, cielo. -dijo mi tía - toma, ponte lo que quieras de cenar.
- No tengo mucha hambre la verdad, he merendado por ahí.
- ¿Con quién? eh eh. -dijo Dani.
- Y a ti que te importa. -le dije.
- Eso Valeria, dónde has estado, por que hemos quedado todos juntos, y no tú no estabas. -añadió Eric.
- Pues con unos amigos que he conocido en la playa.
- Pero si no te has movido en toda la tarde de aquí -dijo Dani.
- Se ha ido a las tres, lo que pasa que pensaba que estabais echando la siesta, y me lo ha dicho a mi, lo siento por no haberos avisado. -dijo Marc.
- ¿Veis? - les vacilé a Hugo y a Dani.
-Chicos, que más os da dónde haya estado Valeria -dijo mi tía- Por cierto Hugo , ¿y Jake?
- Pues se encontraba mal, y se está en mi habitación durmiendo.
- ¿En tu habitación? -dijo mi tía.
- Sí, no quería molestar a Valeria. -dijo Hugo
- De verdad que Jake es un trozo de pan. -dijo mi tía.
Me puse a toser.
-Me había atragantado. -dije.
Marc me miró, y empezó a reirse, todos nos miraron porque no entendían nada, pero yo sonreír al saber que después de 14 años, tener un hermano mellizo servía para algo. Ayudé a recoger la mesa, y subí a la habitación a ponerme el pijama, ya que parecía que esta noche no íbamos a salir, así que, cogí el móvil, y me puse a mandarme mensajes con mi mejor amiga. Al poco rato, escuché el ruido de la puerta, y era Marc asomando su cabeza pidiéndome permiso para pasar.
- Pasa tonto, ¿dónde te has dejado a Dani?
- Se ha ido un rato a la habitación de Hugo, con Jake que se han puesto a jugar a la play.
- ¿Y tú por que no has ido? Tendrás mono de play.
- Quería saber como estás.
No pude evitar abrazarle, que mi hermano dijese eso era histórico.
- ¿Sabes una cosa?
- Dime -me contestó.
- Jamás pensé que llegaría este día.
-¿Qué días? -dijo algo sorprendido.
-El día, en el que empezásemos a ser unos verdaderos hermanos.
-¿Por qué dices eso? -Marc seguía sorprendido.
- Por que es increíble poder contarte mis problemas,y que te preocupes por voluntad propia de mí.
- Recuerda que ante todo siempre he sido y seré tu hermano, y aunque seas una pija ñoña, te quiero. - dijo Marc.
Se me saltaron la lágrimas, era lo más bonito que Marc me había dicho en 14 años, que se dice pronto, estuvimos varias horas más hablando, hasta que acabamos quedándonos dormidos en la cama los dos.
A la mañana siguiente, me desperté y Marc ya no estaba, busqué por la parcela y no tampoco, salí a fuera y lo vi jugando a waterpolo en la piscina. Entré, para vestirme y justo Jake estaba en la habitación. Me dirigí al armario como si no lo hubiera visto.
- ¿Aún estás enfadada? -me dijo bastante triste.
No le contesté, simplemente me limité a seguir pasando de él, como llevaba haciendo desde que entré a la habitación.
-Vale sí,sigues enfadada.. - dijo bajando la cabeza.
Terminé de escoger la ropa, y la cogí para cambiarme en el cuarto de Marc y Dani, y no tener que verle la cara a Jake, pero al intentar salir, él me lo impidió me agarró del brazo para que no me fuese, y me vió los cortes.
- ¿Cómo te has echo eso?
Le pegué un estirón y me marché llorando, ahora era lo que me faltaba ya, que encima supiese que soy una enferma mental. Me fui al apartamento de Allison en pijama, ya me daba igual todo, en esos momentos solo quería morirme.
Allison, intentó tranquilizarme, me dio de desayunar, y me estuve animando un poco, hasta que se tuvo que marchar con sus padres a comprar al pueblo. Aproveché para volver a la parcela, suponiendo que estaba vacía, pero al entrar escuché a Jake hablando con Marc, algo que me llamó mucho la atención y lo cuál no pude evitar esconderme tras unos arbustos y pegar la oreja.
-Marc se que esto se lo debería contar a tu primo, y que me conoces una mierda, pero necesito contarselo a alguien.
- Dime. -dijo Marc.
- Verás ayer, tu hermana se enfadó muchísimo conmigo.
- Lo sé, me contó todo lo que pasó.
- Vale, pues llevo intentando hablar con ella desde que pasó, por que con todo esto lo menos que quería era hacerle daño, y bueno el caso es que esta mañana intentado que me escuchase le he visto unos cortes muy extraños en los brazos, y no me ha querido contar como se lo había echo ¿tu sabes algo?
- ¿Cortes? No joder no..
-¿Qué pasa? -dijo Jake bastante preocupado.
- No puedo decirtelo.
-Por favor Marc, dímelo necesito saber por que los tiene.
- No debería contartelo, pero verás Valeria hace meses estuvo a punto de morirse por culpa de que tuvo bulimia, y la manera de sentirse mejor con todo ello, era cortarse, el motivo de todo fue por un chico, lo pasó muy mal con él, y desde entonces no ha vuelto a querer a nadie.
- Pero los cortes que yo he visto eran recientes, de echo ayer me encontré con una toalla llena de sangre.
- ¡Jodeeeeeeeeeer! No puede ser que haya vuelto a caer.. -dijo Marc llorando.
- Mira Marc, se que no soy nadie para decirte esto, por que yo le he echo daño, pero yo quiero hacerla feliz, hacerla sentir única en el mundo, quiero hacer que se de cuenta de la princesa que es, quiero llevarle el desayuno a la cama, discutir con ella por quién quiere más a quien, que por lo único que llore sea de alegría, pasear de la mano con ella, abrazarla cuando tiene frío, saber que soy el motivo por el cuál sonría cada día, quiero tratarla como se merece, ¿y sabes por qué? Por que le quiero, le quiero desde el día en que logré rozar sus labios, esos que quiero que sean los últimos que bese. Y igual no me crees, pero tú no sabes lo tonto que me pongo cuando la tengo cerca, lo rojo que me pongo pero que intento disimularlo, por miedo a que ella no sienta lo mismo, ya que siempre he tenido a la que he querido a la primera, pero con tu hermana ha sido todo distinto, y no sabes como jode haberle echo daño. - dijo entre lágrimas.
- ¿Y por qué no pruebas a decirle todo esto a ella?
- Por que ahora mismo no quiere ni verme, me evita. -rompió a llorar.
- Igual te duele más, pero después de una decepción hacia ella, es muy probable que la hayas perdido.. - Marc, tras decirle eso se marchó.
Jake, se quedó destrozado en la habitación, no me imaginé jamás que Jake fuese así, siempre me lo había imaginado de otra manera, pero por que era la imagen que daba, el utilizaba a las tías 3 dias, y luego las dejaba.
Pasaron 3 días, los cuáles todos y cada uno de ellos habían sido iguales, haciendonos el vacío en todas partes, evitandonos, y llorando como dos idiotas cada uno en una punta de la parcela. Yo no había salido de la parcela en los 3 días, así que decidí salir a ver el sol, aunque solo fueran 2 minutos. Y entonces lo vi allí, en el campo de baloncesto con todos, parecía feliz. No me preguntéis por qué pero, salí de la parcela y me dirigí a la cancha muy decidida, todos al verme aparecer se quedaron muy extrañados, pero no me importaba sabía lo que quería y era a Jake, así que fui y le besé delante de todos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario