viernes, 29 de mayo de 2015

Días veinticuatro, veinticinco, veintiséis y veintisiete sin ti.


Aquí estoy de nuevo escribiéndote, tras cuatro días desde la última vez que lo hice.
Mi cabeza sigue igual, echa un desorden, el cuál no sé como narices va a acabar, siguen pasando los días en los que pienso que vas a volver y como no en los que tengo claro que todo ha acabado.
Analizando las cosas un poco, he llegado a la conclusión que definitivamente no vas a volver, el por qué he llegado a esta conclusión es sencillo, desde que no estamos juntos te veo más feliz de lo que eras últimamente, suena raro decir que te veo más feliz, cuando verdaderamente llevo sin verte 3 semanas, pero veo fotos con tus amigos, has vuelto a unirte a los de toda la vida y has vuelto a salir como solías hacer antes de estar conmigo, es aquí cuando me doy cuenta que con lo bien que te va ahora, no vas a pensarte ni una sola vez eso de volver, por que, para qué, si ahora mismo conforme estás eres feliz. 
Y duele, pero no duele por el hecho de que no vayas a volver, porque al fin y al cabo todo en esta vida se acaba, duele por el miedo que tengo a ser olvidada, y no me refiero a ese olvido que estoy tratando de conseguir contigo, si no al olvido de ni siquiera saber que existo, a ese olvido de que el día de mañana cuando formes una familia, y tus hijos te pregunten de quién te enamoraste por primera vez, ni siquiera te acuerdes de mi nombre, tengo miedo a desaparecer para siempre de tu vida, que para ti no queden ni los recuerdos. He de decir que estoy bastante orgullosa de mi misma, hace una semana y un día que no miro tu última conexión, que ni siquiera me meto en tu conversación, me ha costado tres semanas ser consciente que mirarlo lo único que hacía era más daño, también he sido capaz esta semana de borrar la carpeta de nuestras fotos que tenía en el móvil, es cierto que quedan muchas fotos en otras carpetas, pero supongo que poco seré capaz de borrarlas, incluida mi favorita que hasta nada seguía estando en el cabezal de mi cama pegada...
La verdad es que te sigo teniendo presente aunque no quiera, el otro día mi tío me dijo 'he visto a tu novio y hemos estado hablando', no te imaginas lo que me costó decir que ya no eras mi novio, aunque por otro lado me alegré de saber que a pesar de todo sigues saludando a mi familia, en la comunión de mi prima también me preguntaron por ti, si supieras como me brillan los ojos y se me encharcan cada vez que me toca hablar de ti...
He dejado de plancharme el pelo, desde que me lo corté, para que no se me vuelva estropear, me he acostumbrado a llevarlo tal cuál lo tengo, ¿te acuerdas cuántas veces te decía que lo odiaba?
Yo sí, y también me acuerdo que ante ese reproche constante que te hacía, tu contestación siempre era que no entendías porqué me planchaba el pelo, si cuando más guapa estaba era con mi pelo al natural y sin peinar, por eso cada vez que me miro al espejo me acuerdo de todas esas veces que me apartabas el pelo de la cara y me decías lo preciosa que estaba.

jueves, 28 de mayo de 2015

Capítulo 49 - 'Me gusta cuando sonríes Valeria.'


Si dijese que me quedé en blanco sin saber que contestarle, mentiría, puesto que la respuesta era más que evidente. El verdadero problema que le encontré a esa pregunta, fue si debería contestarle realmente la verdad, o seguir disfrazándola.

- Entiendo que sea una pregunta un tanto atrevida, y que tal vez ni siquiera quieras responderla, estás en todo tu derecho a guardar silencio.. - dijo algo apenado.

- Jake voy a serte sincera.

- Adelante, estoy preparado para cualquier cosa..

- Desde que te pasó lo que te pasó, siempre he intentado alejarme todo lo posible de ti, para que este momento no llegase, pero creo que el destino por una cosa o por otra, ha querido que ocurra. Realmente mentiría si te dijese que alguna vez he llegado a olvidarte, o incluso que alguna vez he llegado a quererte menos de lo que te quise durante todo el tiempo que estuvimos, es cierto, que he estado con Christian, y que hasta hace escasas semanas, creía haberte empezado a olvidar, al igual que creí estar enamorándome de Chris, pero como he dicho, voy a serte sincera.
Creo que me equivoqué al salir con Christian, porque al fin y al cabo, él lo único que quería era verme feliz, y me conoce tanto, que en el fondo él sabía que yo seguía enamorada de ti.
No he dejado de pensar un solo día en ti, no solo desde que te pasó eso, si no desde aquel verano en el camping, nuestro verano. Y claro que me ha fastidiado verte con Andrea, y sobretodo ayudarte a prepararle la fiesta en la casa del bosque, pero como bien dicen, ¿por amor se cometen locuras no?
Así que respecto a tu pregunta, no, nunca te he olvidado, de hecho ahora mismo estoy deseando besarte.

- ¿Y por qué no lo haces? - me preguntó.

- No soy de las que van besando en la primera cita. - dije haciéndome la sobrada.

- Ah, ¿que esto es una cita?

- Pues hombre yo no me meto en la cama con cualquiera.. - reí.

- Osea que no sueles besar en la primera cita pero si te metes en la cama..interesante. - rió.

- No me gustan los que van de graciosos, si sigues con esta actitud tendré que negarte una segunda cita. - bromeé.

- Te advierto que hay una cola de chicas esperando a tener citas conmigo.. - bromeó también.

- Una lástima que ninguna sea yo eh. - reí de nuevo.

- No si al final me acabaré enamorando de ti otra vez y todo. - sonrió.

- No me importaría la verdad. - me quedé callada tras analizar mentalmente que había dicho eso en voz alta.

- ¿Debo tomarme ese comentario como un cumplido? - dijo a la vez que sonreía y sus perfectos hoyuelos aparecían sobre sus mejillas.

- Tal vez. - le devolví la sonrisa.

Jake no paraba de observarme.

- ¿Qué pasa? - pregunté.

- Me gusta cuando sonríes Valeria.

Comencé a ponerme a roja, a la par que nerviosa, ni siquiera le respondí.

- También me gusta que te pongas tan nerviosa que no seas capaz de decir una sola palabra, creo que tu timidez es una de las cosas que te hacen tan bonita. - dijo mientras me acariciaba la cara.

Yo seguía sin poder decir nada, no podía creer que Jake me estuviera diciendo eso.

- No sé porqué me estás diciendo todo esto, pero no dejes hacerlo. - dije.

- No voy a dejar de hacerlo nunca, he perdido demasiado tiempo buscándote y ahora que te he encontrado no voy a permitir que te vayas. - tras decir eso Jake terminó con la poca distancia que había entre nosotros.
No era un simple beso, era el beso, ese beso que llevaba esperando tantos meses, ese beso con sabor a nostalgia, ese beso con sabor a nosotros otra vez, juntos.

- ¿Puedes pellizcarme? - pregunté.

- ¿Por qué? - rió.

- Porque creo que estoy en el cielo.

- Estás más tonta. - comenzó a reír.

- Jake no sabes el tiempo que llevaba esperando esto, ni te lo imaginas. - le abracé.

- ¿Esto quiere decir que vuelves a ser mi chica? - puso cara de seductor.

- Acabas de romper toda la magia del momento, imbécil. - le pegué en el brazo.

- Un imbécil que al parecer te lleva loca desde hace años.

- O tal vez un imbécil que esta noche va a dormir en el jardín. - le guiñé el ojo.

- Mmmm...si no duermo en el jardín...¿dónde duermo? - se hizo el interesante.

- Creo que está bastante claro. - Jake empezó a sonreír - en tu habitación. - reí.

- Yo pensaba que.. - dijo cabizbajo.

- ¿Por qué debería dejarte dormir aquí?

- Porque tengo pupa en la cabeza. - me puso ojitos.

- Mira te quedas a dormir aquí, pero porque no quiero dormir sola.

- Reconoce que han sido estos ojitos los que te han convencido.

- Aún estás a tiempo de dormir en el jardín, ¿te lo recuerdo?

- ¿Te he dicho alguna vez lo guapa que eres?

- ¿Ves la puerta? Pues la abres, sales por ella y no vuelvas a entrar, pelota.

- No te recordaba tan cascarrabias. - rió.

Le di un empujón que hizo que se cayese de la cama.

- ¡Oye, tú que parte de que tengo la cabeza lesionada no entiendes! - gritó.

- Tú tienes la cabeza lesionada desde que naciste. - comencé a reír.

- Ahora te vas a reír y con ganas. - empezó a hacerme cosquillas, no podía dejar de reír.

- ¡Jake, para, para por favor! ¡Haré lo que sea pero para que me voy a mear encima! - decía sin poder parar de reír.

- ¿Lo que sea? - volvió a poner cara de seductor.

- ¡Cerdo! - grité.

- Te iba a decir que me dieses un masaje pero si quieres lo otro yo encantado.. - rió.

- Jake cariño me parece que la caída de la cama te ha afectado considerablemente, vamos a dormir ya va.

- ¡A sus órdenes mi general!

- Buenas noches Jake. - le dije.

- Buenas noches Valeria. - me dio un beso en la mejilla y apagó la luz.


Al poco rato de habernos dormido, llegaron a casa todos los demás.
Brenda cogió su pijama y se vino a mi habitación, puesto que habíamos acordado dormir juntas esa noche, evidentemente tal cuál entró a mi habitación salió de ella y volvió a la suya.

- ¿Qué se te ha olvidado? - dijo Hugo.

- Nada, que al final he decidido dormir aquí. - contestó Brenda para cubrirme.

- ¿Y Valeria como está de rodilla? - preguntó.

- Bien, tiene la pierna extendida por toda la cama, por eso me he venido a dormir aquí, porque necesita dormir cómoda.

- Voy a ir a verla y así le doy un beso de buenas noches que hace mucho que no le doy uno.

- Déjala que está durmiendo, además el beso de buenas noches me lo puedes dar a mi. - le besó,

Brenda consiguió retener a Hugo en su habitación para que no nos viese a Jake y a mi.



____________ Al día siguiente____________

Un rayo de sol penetrante en la ventana se apoderó de la habitación, el sonido de los pájaros y sobretodo el sonido de Chaz y Ryan tirándose a la piscina cada dos por tres, hicieron que me despertase, me di la vuelta para observar a Jake mientras dormía, pero no estaba, en su lugar había una nota que decía 'no recordaba que fuese tan bonito verte al otro lado de la cama por la mañana. pd: estás preciosa durmiendo'. acto seguido de leerla creo que podéis haceros la idea de la cara que puse y sobretodo la sonrisa que se me dibujó en la cara, apoyé la carta en mi pecho y suspiré, esta vez no era un suspiro de pena, era un suspiro de alegría. No estábamos juntos, de hecho anoche fui yo la que no contestó a lo de 'ser su chica', pero estaba claro que la vida me estaba empezando a sonreír de nuevo.
Me puse el bikini y bajé a la piscina a tomar el sol, por suerte Chaz y Ryan se habían marchado con Hugo y Jake a la playa a ver los partidos de volleyball femenino, así que tenía el jardín para mi sola.
Dejé la toalla en el suelo, me puse las gafas de sol, un poco de crema, y me tumbé en la hamaca.
Al momento Brenda apareció en la hamaca de al lado.

- ¿Qué tal ayer? - preguntó.

- Bastante bien, acabé haciendo yo de cuidadora, Jake se cayó por las escaleras, es más tonto. - reí.

- ¿Y qué hizo para caerse?

- Traerme palomitas, es que estuvimos viendo 'Bajo la misma estrella', si vieses como lloró.

- ¿Jake llorando?

- Sí tía, fue una tarde increíble.

- ¿Y por la noche que hicisteis? Porque cuando llegamos ya estaban todas las luces apagadas.

- Pues nada nos fuimos a dormir súper pronto.

- Valeria, ¿no piensas contármelo o qué? - preguntó algo molesta Brenda.

- ¿Contarte el qué?

- Te recuerdo que ayer íbamos a dormir juntas, pero cuando entré a tu habitación encontré un intruso en la cama.

- ¡Ah vale! No era lo que parecía.

- Yo no te he dicho que hayáis hecho nada, pero digo yo que alguna explicación de que duerma contigo hay ¿no?

- Si - dije mientras sonreía - a ver acabamos viendo fotos nuestras, y Jake me preguntó si alguna vez me había olvidado de él, y no sé por qué le dije que no, me abrí a él, le dije todo lo que llevaba callando todos estos meses, él me empezó a decir cosas bonitas y me besó Brenda, me besó.

- ¡No sabes como le alegro mi niña! - me abrazó. - pero, ¿estáis juntos?

- No, bueno, no lo sé, tampoco quiero precipitar las cosas, quiero ir poco a poco, y dios Brenda mira la nota que me ha dejado esta mañana en la cama. - se la enseño.

- ¡Muero de amor! Juro que sois adorables - sonreía Brenda. - Por cierto me debes una.

- ¿Por?

- Anoche Hugo quería ir a darte un beso de buenas noches y le tuve que echar un polvo para que no se moviese de nuestra habitación.

- ¿Desde cuando Hugo me da besos de buenas noches?

- Me quedé igual de sorprendida que tú.

- Aunque mirándolo por ese lado creo que la que me debe una eres tú.

- ¿Yo? ¡Pero si te libré de que Hugo os pillase!

- Y yo hice que echases un polvo, que hacía tiempo que no lo echabas.

- Y tú que sabes lista.

- Te cambia el humor. - reí.

- Capulla. - rió. - Bueno entonces estamos en paz.

- Eso parece.

- ¿Vas a contárselo a Hugo?

- Brenda, ni siquiera sé si estamos juntos.

- Habéis dormido en la misma cama...

- Hasta que no sea oficial eres la única que sabe de esto.

- Tu secreto está a salvo conmigo. - me abrazó.

Ambas nos tumbamos en las hamacas, nos pusimos un poco de música para relajarnos, se respira una paz y una tranquilidad en el jardín impresionante, aunque poco duró, ya que los chicos volvieron de la playa, y entraron sigilosamente en el jardín para tirarse a la piscina y mojarnos a nosotras. Los primeros en tirarse fueron Jake y Hugo, seguidamente Chaz y Ryan.

- ¡Se puede saber de qué vais! - gritó Brenda.

- Os notábamos muy acaloradas. - rieron todos.

- Tenéis la gracia donde mi altura. - dije.

- Os queremos chicas. - dijo Hugo.

- Aunque para acaloradas las del partido de volley. - dijo Ryan.

- ¿Habéis visto a la del bikini amarillo? Esa si que era una buena delantera en el doble sentido. - dice Chaz.

- Esa es la que le ha dado el número a Jake ¿no? - dice Hugo.

- Y esa, ¿para qué le da su número a Jake? - dije molesta.

- A ti que más te da Valeria. - contestó Hugo.

- No si a mi ya ves tú, me piro a dentro. - dije cabreada.

- ¿Por qué te vas? - preguntó Hugo.

- Porque los bombones al sol se derriten. - dijo Jake para intentar arreglar lo de la chica.

- Pues tú deberías meterte también para adentro.

- Fiu fiu, recoge la caña Jake. - dice Chaz.

- No, si lo digo porque la mierda al sol se seca. - me fui.


lunes, 25 de mayo de 2015

NOVELA.

Siento muchísimo llevar más de un mes sin subir el capítulo 49, como podéis observar no estoy en mi mejor momento, pero aprovechando que ya he acabado las clases, he vuelto a escribir la novela, el capítulo 49 está prácticamente acabado, así que entre esta noche y mañana a la hora de comer lo tendréis subido, disculpad las molestias en serio.
¡Suerte a todos los que estéis de exámenes!



Ari.

Días veinte, veintiuno, veintidós y veintitrés sin ti.


Hace varios días que no escribía, no estaba preparada para ello.
Han sido cuatro días intensos y duros, sobretodo duros, está claro que en tres semanas no se puede olvidar a nadie y menos si ese alguien eres tú, que me has regalado los momentos más bonitos, los cuáles a día de hoy sigo recordando con una sonrisa.
El otro día me di cuenta lo bonita que es Valencia, pero que aún lo era más cuando caminábamos juntos de la mano por ella, te enseñé mis lugares favoritos, y ahora cada vez que voy a ellos todo me recuerda a ti, en ocasiones me arrepiento de habértelos enseñado porque antes eran míos, pasaron a ser nuestros y ahora de nuevo vuelven a ser míos pero con sabor a ti.
Como he dicho antes estos días han sido demasiado duros, pero sobretodos confusos para mi, porque igual que un día me levantaba con las ideas bien claras de que si volvías la puerta te la ibas a encontrar cerrada, que hasta aquí habían llegado mis fuerzas, al otro podía levantarme melancólica perdida y romper la puerta que te había cerrado el día anterior y poner un cartel luminoso en ella indicando que estaba abierta.
Creo que no estoy preparada todavía para decirte adiós del todo, que a estas alturas no me creo ninguno de mis adiós, porque cuando se trata de ti nunca me voy, porque no sé por donde se empieza a olvidar, pero si sé como se acaba, se acaba mi vida sin un solo pedacito de ti, y sinceramente no estoy preparada para ello, ni ahora ni nunca. Sé que no puedo estar atada a tu recuerdo el resto de mi vida, pero también sé que no voy a querer a nadie igual que a ti, y mucha gente creerá que eso lo digo ahora porque te tengo reciente, que cuando aparezca otra persona, todo esto se quedará en nada, créeme que no, que el día de mañana cuando mis hijos me pregunten por el amor de mi vida, la persona que me vendrá a la cabeza serás tú, por mucho que me duela mirar al otro lado de mi cama y no verte allí. En el momento que me pregunten por el amor de mi vida, me acordaré de aquello de 'a veces se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quién aprecias', porque es cierto, hay veces que echo de menos discutir contigo, aunque fuese por la mayor tontería o en muchas ocasiones pensase que eran peleas de niños pequeños, te juro que daría lo que fuese por volver a una de ellas, incluso en alguna de esas que acabábamos llorando alguno de los dos y simplemente con un abrazo y un beso del otro todo se calmaba.
¿Sabes? Hoy he encontrado en mi móvil, en el bloc de notas, una que me escribiste en Febrero, la primera vez que me dejaste, la nota decía 'no es un adiós definitivo, sé que dentro de bastante tiempo volveremos a estar juntos, pero ahora mismo necesito estar solo para desagobiarme', la nota sigue, con tonterías tuyas, y a pesar de que me haya dolido verla, también me ha hecho sonreír porque esas gilipolleces que le siguen a esas palabras, eran las que me hacían feliz.
A veces pienso, que si no te hubiera presionado a que volvieses conmigo en ese momento, las cosas igual hubieran sido distintas, y ahora mismo en lugar de estar contando los días que llevo sin ti, estaría contando los días que nos quedarían para empezar otro verano inolvidable, cuántos días nos quedarían para volver a dormir juntos la siesta pegados al ventilador de tu habitación.
Mi cabeza ahora mismo es un puto desorden, y desgraciadamente tú eres el único que puede ordenarla,

jueves, 21 de mayo de 2015

Día diecinueve sin ti.


Ha sido un día completo, del cuál puedo decir que me siento orgullosa, ¿y sabes por qué? Porque he empezado la mañana llorando hasta el punto de llegar la hora de la comida y no tener ni siquiera fuerzas para meterme el puto tenedor en la boca. Probablemente por lo que he llorado, sea menos de lo que es en la realidad, pero me da igual, las cosas duelen, duele ver como tus promesas son solo mentiras, o al menos es lo que me haces ver. Me he pasado la mañana llorando si, he creído que me había vuelto a hacer más hondo el pozo en el que me encuentro desde que te fuiste, pero por suerte o por desgracia he recapacitado y me he dado cuenta de que es hora de ser feliz, que no me sirve de nada estar llorándote en mi cama o en cualquier rincón lleno recuerdos que aún saben a ti, porque mientras lloro, tú estás riendo, y aquí o somos felices todos o ninguno.
Las cosas han cambiado demasiado, tanto que hasta el banco donde empezó todo ha sido reemplazado por uno nuevo, estaba roto ¿recuerdas? Roto como estoy yo ahora mismo.
Hoy he quedado con tu madre y tus hermanos, tu hermano se ha colgado sobre mi cuello como si de un mono se tratase nada más verme, tu madre me ha abrazado tan fuerte como el día que me dejaste, y tu hermana, tu hermana me regalado la mejor de sus sonrisas. 
Hemos ido al parque a merendar horchata con fartons, la última vez que estuve sentada en aquella terraza de la heladería fue contigo.
Tu abuela y tu tía han bajado también a merendar con nosotros, hacía tiempo que no veía a tu abuela, y ni te imaginas la alegría que me ha dado que al despedirse me dijese 'espero volver a verte pronto cariño'. Tu hermano me ha llenado el móvil de selfies de ambos mientras me comía a besos, tu madre sonreía al vernos, creo que ella tampoco está preparada aún para echarme de su vida, y la admiro, admiro muchísimo lo que ha hecho por mi durante todo el tiempo que estuvimos, pero sobretodo admiro lo que está haciendo ahora, y doy gracias a la vida por haberte puesto en mi camino, pero sobretodo se las doy por habérmela puesto a ella, porque de verdad que es increíble, hemos vuelto a quedar dentro de quince días, es lo primero que me ha dicho cuando me ha acompañado a casa.
Hoy empieza mi olvido, mi olvido de verdad, me has hecho daño, demasiado, me ha costado casi tres semanas darme cuenta que hace tiempo que quisiste irte, para no volver, por más que me dijeses que serías amigos, que no querías perderme, parece ser que a día de hoy la única que se acuerda de aquel 'Para siempre' de la foto soy yo, te echaré de menos, como llevo haciendo tanto tiempo, incluso cuando te tenía, pero no puedo seguir así, gracias por haberme hecho tan feliz, empieza una nueva etapa, sin ti (veamos cuanto dura xd).


Día dieciocho sin ti.


[No pude subirlo ayer, así que lo subo hoy, esta noche subiré el diecinueve]:
No sé que me pasa, me ha vuelto la necesidad de mirarte la última conexión a todas horas, sobretodo cuando me despierto, aunque últimamente solía hacerlo al llegar al colegio y veía que tu última conexión era de las 7 y algo, cosa que hacía meses que no te conectabas por la mañana, cosa que me hace pensar que ya hay otra por la que te levantas y te conectas para darle los buenos días.
Me doy cuenta, que el daño que estoy padeciendo este tiempo, es más por mi culpa, que por la tuya.
Y no lo digo para excusarte de nada, lo digo porque es la verdad, porque si lloro muchas veces es por la cantidad de cosas que mi cabeza se imagina cuando ve tu última conexión, o simplemente cuando mi cabeza está despejada y lo único que se le viene a la mente eres tú, tú y todos y cada uno de los recuerdos forman los 531 días que pasamos juntos.
Me hago daño a mi misma, sabiendo que mirando nuestras fotos o leyendo conversaciones, me voy a poner a llorar, pero lo necesito, es una forma de calmarme, por raro que suene, me calma, como si por mirar todo eso fuese a volver..
He vuelto a hundirme, pero esta vez el pozo está más hondo que nunca, y no sé cuando voy a ser capaz de salir, ni siquiera sé si saldré, no estoy preparada para cicatrizar todas heridas.


martes, 19 de mayo de 2015

Día diecisiete sin ti.

Hoy no es un día normal, aunque desde
que te fuiste ningún día lo ha sido. Pero si miramos el calendario, podemos observar que día es hoy, es 19, ¿y sabes lo que significa eso? Sí, tal día como hoy haríamos un año y medio, 548 días.
Ha sido un día duro, sobretodo cuando he ido a recoger a mi hermana al colegio y ha salido tu hermano antes que ella y al verme a venido corriendo a abrazarme y me ha dado un beso, a la vez que me ha preguntado como estaba mientras me acariciaba la cara, acto seguido tu abuelo se ha dado cuenta que estaba ahí y me ha saludado con un capón y una sonrisa de las suyas, sinceramente he finjido que no lo había visto, porque no sabía como actuar, solo sé que se me ha caído el mundo encima en el momento en el que tu hermano me ha abrazado.
Pero hablando de momentos duros del día podríamos hablar de cuando te he hablado y mi mensaje se ha quedado con los ticks azules sin respuesta alguna, y me duele porque simplemente te he pasado una foto del largarto que le han regalado a mi prima, sabiendo que tú llevabas meses diciéndome que te querías comprar uno, es inútil acordarme de ti y mucho más desmostrarte que me acuerdo, porque sinceramente parece que te moleste.
Y creo que no hay peor sensación en el mundo que ver como molestas a alguien que te importa, pero es peor darme cuenta cada día de que tú sigues haciendo tu vida, que eres feliz (o al menos eso es lo que aparentas) y sobretodo que no te acuerdas de mí.
Todo el mundo me repite cada día que si que te debes acordar de mí, que un año y medio no se olvida en dos días y mucho menos si a la persona que hay que olvidar es a mí.
Supongo que me lo dicen porque se piensan que es lo que quiero oír, y no, no es así. Soy la primera que piensa que no te acuerdas de mí, e incluso que ya estás empezando a sustituirme aunque realmente tú no eres así, y no hay cosa más dolorosa que pensar en que ahora mismo puede haber llevándose tus besos, tus abrazos, tus caricias por el pelo, tus sonrisas, tus buenos días, esos bocatas de lomo con queso de los viernes o esas patatas fritas con huevo o pizza de algunos domingos, tus te quieros, tus visitas inesperadas, tus detalles y sorpresas, que ya pueden venir los que quieran, que jamás ninguno va a llegarte a la suela de los zapatos a la hora de hacer una sorpresa, porque todas las sorpresas que me has dado han sido increíbles y sobretodo tuyas, muy tuyas, cada cuál era superior a la anterior, era la envidia de todas mis amigas.
Hoy no tengo ganas de nada, ni siquiera tengo ganas de escribir, solo tengo ganas de verte aunque sea por última vez y abrazarte, escucharte decir un te quiero...
Me hubiera gustado tanto estar contigo hoy, tenía tantas sorpresas preparadas para hoy...
No puedo seguir con esto, por hoy ya es suficiente, me noto a mí misma ausente.
Gracias por los 531 días que decidiste compartir a mi lado, ojalá algún día pueda seguir sumando días y meses contigo, y no sin ti.

lunes, 18 de mayo de 2015

Día dieciséis sin ti.

Otro día más que me he levantado pensando en ti, otro día más creyendo que estabas aquí.
Me está resultando bastante jodido estudiar estos últimos exámenes, porque no sé porqué no para de merendear por mi cabeza más de lo normal y ¿sabes? No me gusta.
Estudiando esta tarde, me he dado cuenta que el día que quité todas tus cosas de mi habitación se me olvidó quitar una, la nota pequeña que me pusiste en la rosa cuando volví de Cantabria.
La nota decía "te he echado mucho de menos mi vida, TE QUIERO", con esa letra de niño pequeño de la que tanto me reía para ver como te enfadabas y así tener una nueva excusa para comerte a besos, no sabes la cantidad de recuerdos en los que me he inundado en cuestión de segundos. Aquella nota simbolizaba tu añoranza hacia mi durante mi estancia en Cantabria, ha sido imposible no acordarme de cómo me engañaste diciéndome que te habías dormido y que no te daba tiempo a venir a despedirte, y minutos antes de que el autobús saliese, alguien me dijo que estabas allí, salí a correr como una loca y te abrace como si se tratase de la última vez que te abrazaba, me puse tan nerviosa que ni siquiera me despedí de mis padres, simplemente te abracé y te besé hasta que el profesor me dijo que o me subía ya al autobús o se iba sin mi.
También ha sido inevitable no acordarme de los vídeos que me mandabas lanzándome besitos, para que no me olvidase de como eran, con esa cara de bebé que solías poner, sin olvidarnos tampoco de las llamadas telefónicas diarias antes de irme a dormir y tus madrugones excepcionales para darme los buenos días antes de que me despertase, y mira que me tenía que despertar pronto... Por no hablar de la cuenta atrás que llevábamos para las horas que quedaban para vernos, menos mal que solo fueron 6 días, que si llegan a ser más, no sé que hubiéramos hecho.
Renunciaste a irte a Francia por pasar los últimos días antes de irme conmigo, incluso me compraste una camiseta de Minion y una rosa, para darme la bienvenida cuando volví, sí, como no viniste a por mi por la noche al autobús, todas se morían de envidia al ver el pedazo de novio que tenía, y yo orgullosa de ti sonreía al saber que al mejor lo tenía yo.
Sé nunca nadie va a hacer algo así por mi, se qué nadie va a quererme nunca de la misma manera en la que me querías tu en esos momentos, se qué nadie va a poder ocupar tu lugar, que por más que quiera no te voy a olvidar.
Pd: te echo de menos.

domingo, 17 de mayo de 2015

Día quince sin ti.

Me encuentro en la recta final del curso, a dos días de acabar 1° de Bachiller, y hoy mientras estaba resumiéndome historia a las 8 de la mañana, para ponerme a estudiar pronto, me he puesto los cascos para desconectar un poco porque como cada día me he despertado pensando ti.
La música ha empezado a sonar, y entre tanta canción ha sonado la de 'Fall', nuestra canción. Al escucharla me he acordado de porqué se convirtió en nuestra canción.
Fue una mañana de sábado, en la cuál viniste de sorpresa a buscarme a mi casa, acto seguido fuimos a la tuya, y me dejaste esperando en el sofá porque tenías algo preparado para mi en tu habitación.
Me acuerdo que empecé a escuchar a Justin cantar y no pude evitar abrir la puerta a pesar de que no me habías avisado para que entrase ya.
La persiana estaba bajada, dos velas con olor a fresa estaban sobre tu mesita, sobre tu escritorio un plato con donuts de chocolate y galletas, sobre la cama un 'Te quiero', y 'Fall' sonando por toda la habitación.
Me cogiste de la cintura, mientras que susurrabas al oído que disfrutase del momento.
'Down to earth' empezó a sonar, seguido de 'One less lonely girl', y así sucesivamente.
Te pregunté que como habían llegado esas canciones a tu móvil, simplemente sonreiste y me besaste. Cogí tu móvil y vi que te habías creado una carpeta adrede para esas canciones, lo mejor de todo y lo más bonito fue el nombre de la carpeta, pero es algo que prefiero que se quede entre nosotros.
Cuando pienso en momentos como ese, no logro entender que las cosas hayan cambiado tanto, no logro entender porque habiéndonos querido como nadie jamás sobre esta Tierra se ha querido, todo ha acabado.
El dolor de no tenerte es inevitable, pero el dolor que me produce saber que cosas como esas las va a poder disfrutar otra me rompen, y no sabes de qué manera, porque me prometiste que iba a ser la primera, pero sobretodo que iba a ser la última.
Duele ver la realidad, duele echarte tantísimo de menos, sabiendo que tú, has sabido hacer vida sin mí, que no me necesitas ya para vivir.

sábado, 16 de mayo de 2015

Día catorce sin ti.

Ayer vi un vídeo que me abrió los ojos, o al menos eso creía.
Parecía que lo hubiesen hecho a propósito para mi, me parece que no había llorado tanto con un vídeo en mi vida, y no lo digo por exagerar, si no porque es verdad. A medida que iba escuchando el vídeo, era como si nos estuviese viendo a nosotros, dándome cuenta que realmente esto ya hacía tiempo que se había acabado, pero que ninguno de los dos éramos capaces de ponerle punto y final.
Hace dos semanas que decidiste poner el punto, hace dos semanas que yo le puse puntos suspensivos, con la esperanza de que algún día detrás de esos puntos suspensivos haya una historia infinita que contar.
Los días siguen pesando aunque no de la misma manera, poco a poco voy siendo capaz de meterme en nuestra conversación solo una vez al día, parece que voy mejorando.
Me emociono cada vez que me meto y veo que tu última conexión es de hace mucho, sonrío, ni si quiera sé el porqué.
Me mantengo en la idea de que con el tiempo volverás, que te arrepentirás, me engaño a mi misma lo sé, pero mi único deseo es volverte a tener.

viernes, 15 de mayo de 2015

Dia trece sin ti.

Otro viernes más, otro viernes que odio desde que no estás.
La gente normal desea durante toda la semana que llegue el viernes, es por todo el día más deseado, es cierto, para mi antes lo era, pero desde que no estás preferiría que no existiera.
Viernes desde hace más de año y medio, para mi, para ti, para nosotros, era sinónimo de cenar en tu casa, pasando una tarde juntos perfecta, acompañada del mítico bocadillo de lomo y queso o tortilla y bacon, a excepción de algunas noches que me preparabas patatas fritas para acompañar, deseando que Kike terminara de ducharse y arreglarse como cada viernes y se fuese, para terminar de rematar la noche del viernes. Viernes es sinónimo de caricias por la espalda en tu cama, de cosquillas en el sofá acabando por los suelos, de abrazos con caricias por mi pelo, mi cabeza apoyada en tu pecho, mirarte, mirarme, mirarnos, sentir que estaba en el cielo. Sin olvidarnos de las prisas que siempre te metía para no llegar tarde a casa, de las despedidas en mi patio que duraban casi más que todo el tiempo que habíamos estado juntos, y mis 'ten cuidado ahora cuando vuelvas cariño, te quiero'.
Lo que daría por volver a decírtelo, ya que la última vez que te fuiste de casa, ni siquiera me despedí de ti, ojalá hubiera sabido que era la última vez, ojalá te pudiera volver a tener.

jueves, 14 de mayo de 2015

Día doce sin ti.

Hacía tres días que no lloraba, pensaba que esto iba mejorando, parece que me equivocaba.
Han pasado doce días, y aún no ha habido ningún día que no me haya metido en nuestra conversación, tampoco ha habido día que no haya mirado tu última conexión, yo misma sé que solo sirve para hacerme daño, pero que hago si te extraño.
Me alegra ver que te pones mis camisetas, eso quiere decir que al menos antes de ponértela piensas en mi.
Yo sigo durmiendo con tu peluche, lo seguiré haciendo mucho tiempo, no es un peluche cualquiera, tiene una historia, me acuerdo de ella como si hubiera ocurrido ayer, lo pienso y te veo a ti, diciéndome que tenías una sorpresa, que ya podía tirar el peluche del otro, que en tu casa había uno, permufumado con tu colonia, aún mejor, esperándome.
Me lo metiste en la mochila sin que me diera cuenta, una de las tardes que fui a tu casa a ayudarte a estudiar.
Me lo dabas todo, sin pedirte nada.
Lo echo de menos, te echo de menos, te quiero.

Día once sin ti.

Los días van pasando, y tu recuerdo, tu ausencia, tus caricias, tus besos, tus te quiero, siguen pesando.
Todo el mundo dice que vas a volver, que todo es cuestión de tiempo, que en once días no se deja a alguien de querer.
¿Sabes? Me encantaría estar tan segura de que vas a volver como lo están ellos, el problema es que te conozco, te conozco demasiado bien como para saber que si te has ido no vas a aparecer, y no veas si duele. Aunque siendo sincera a quién voy a mentir diciendo que no me muero porque vuelvas, si lo último que te dije antes de irme de tu casa aquella mañana, es que las puertas las dejaba abiertas.
Ojalá te arrepientas, ojalá te des cuenta, ojalá vuelvas, ojalá contigo, ojalá no sin ti.

martes, 12 de mayo de 2015

Día diez sin ti.

Esta tarde he visto a una pareja paseando al perro, y cómo no, me ha recordado a ti, a mi, a nosotros, las primeras veces que quedábamos, a escondidas.
Pasear al perro se convirtió en la mejor excusa para verte, para bajar a la calle y verte a ti allí abajo esperando con una de tus mejores sonrisas.
Pasé de no pasear nunca los perros a pasearlos tres o cuatro veces al día, la verdad es que, que vinieras a recogerme a casa para 'sacarlos' juntos e ir al parque, a aquel banco, a nuestro banco, el más reventado de todo el parque, se convirtió en mi pasatiempos favorito y juro que para mi aquel banco era el más bonito cuando nos sentábamos en él.
Parece mentira, pero allí empezó todo, allí fue donde me di cuenta por primera vez que no debería haberme apartado cuando quisiste besarme, ahí me di cuenta de que por ti estaba dispuesta a equivocarme.

Día nueve sin ti.

Ha empezado ya el calor, pero no ese calor que de vez en cuando se agradece, si no el que me hace sudar como solo tú sabes, ese calor que tanto odio. Sabes que para mí sinónimo de calor, es aire acondicionado a todas horas, pero sobretodo por la noche.
Ahí es donde quería llegar, sí, ya empiezan mis noches de encender el aire, apagarlo a los dos minutos porque tengo frío, y volver a encenderlo a los diez segundos porque si no me muero de calor, y si antes odiaba esa situación de encender y apagar, imagínate ahora, que cada vez que lo hago me recuerda a aquella noche en la que dormimos en mi casa.
Aunque realmente esa noche, creo que dormir fue lo que menos hicimos, por tu culpa, si esa de encender el aire y taparte para no tener frío, taparme una y otra vez a mí solo para oírme renegar, porque a pesar de que te pensases que no me daba cuenta, sé que te encantaba hacerme rabiar. En resumido, que nos pasamos la noche aire encendido, aire apagado, manta hacia arriba, manta hacia abajo.
Incluso habiendo sido el peor compañero de cama del mundo, adoro recordar además con una gran sonrisa en la cara, aquella noche, en la que los nervios se apoderaron de ambos y no nos dejaron disfrutar del todo bien la noche, pero juro que volvería a repetirla una y otra vez, por que, ¿sabes qué?
No hay nada más bonito que despertarse a tu lado.

domingo, 10 de mayo de 2015

Día ocho sin ti.

No he podido, después de una semana y un día, te he hablado, he aprovechado el encuentro inesperado que tuvimos ayer, como excusa para hacerlo.
Sé que no debería haberlo hecho, de hecho me arrepiento, supongo que de los errores se aprende ¿no?
Aún así no te olvido, sigo amándote como aquella noche prometí.

sábado, 9 de mayo de 2015

Día siete sin ti.

Hoy hace una semana que decidiste irte. Ha sido un día duro para mí, ha sido mi confirmación y faltabas tu ahí.
Aunque eso, al fin y al cabo no ha sido lo peor del día, lo peor  ha sido verte esta tarde, suena irónico ya que lo único que he deseado cada día desde que te fuiste ha sido verte.
Creo que nunca había tenido tantas sensaciones en la tripa como he tenido en ese momento, en el que por accidente me he chocado contigo, cuando he levantado la cabeza y he visto que eras tú, las piernas han empezado a temblarme, por suerte he conseguido disimularlo.
Tu mirada me ha partido los esquemas, no sé si te ha pasado lo mismo que a mí, sin saber que decir, o simplemente mi presencia no te ha gustado.
Ni siquiera nos hemos atrevido a decirnos un simple 'hola', que duro ha sido saludarte con dos besos, cuando realmente quería comerte a besos, ibas tan guapo...con una de las camisetas que te compré para Reyes.
Tras habernos ido cada uno hacia su camino, no he podido evitar llorar de camino a casa a la vez que temblaba de los nervios, ojalá te haya pasado lo mismo, ojalá tu también te hayas alegrado de verme, ojalá te sigas acordando de mí.

viernes, 8 de mayo de 2015

Día seis sin ti.

He salido de la ducha esta tarde y mi madre me ha recibido con un abrazo y un beso, de parte de alguien que me quiere mucho.
No he logrado adivinar de quién se trataba, finalmente me ha dicho que eran de parte de tu madre y de tu hermano.
Si el otro día lloré cuando ambos me estaban hablando por whatsapp, hoy no ha sido menos.
Sinceramente, es lo mejor que me ha pasado en toda la semana, no hay nada más muy bonito sentirse apreciada (y más si son ellos).

Ojalá tú siendo ambas personas.


'Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos, esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella… Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que pierdes siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y te impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejarás de intentarlo. Te rendirás y buscarás a esa otra persona que acabarás encontrando. Pero te aseguro que no pasarás una sola noche sin necesitar otro abrazo suyo, o tan siquiera discutir una vez más… Todos saben de qué estoy hablando, porque mientras estas leyendo esto, te ha venido su nombre a la cabeza. Te librarás de él o de ella, dejarás de sufrir, conseguirás encontrar la paz (le sustituirás por la calma), pero les aseguro que no pasará un día en que deseen que estuviera aquí para perturbarlos. Porque, a veces, y se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.'
                                                                          Paulo Coehlo.

Cuántas veces te habré dicho que ojalá tú fueses ambas personas en una, que prefería discutir contigo sabiendo que luego íbamos a tener nuestra reconciliación, a hacer el amor con otra persona.
Cuántas veces te dije que eras tú y nadie más, y cuántas veces me doy cuenta cada día que sin ti no puedo estar.

                                                                       

Te quiero como solo se quiere una vez en la vida.


Los días pesan de una manera considerable desde que no estás.
Las mañanas se hacen raras sin tu presencia por mi pantalla de notificaciones, no tiene sentido mirarla y no ver tu nombre en ella. Realmente despertarme cada día se ha convertido en una auténtica tortura, la peor tortura que he conocido jamás.
Tu ausencia me tiene atormentada, mi móvil no es el mismo desde que no recibe tus mensajes.
Finjo que todo va bien, que solo es un mal día, pero es que desde que decidiste irte, todos los días son malos.
Mi teléfono suena, y no eres tú, entonces dime, ¿de qué sirve?
Sirve para ilusionarme, para cogerlo cada vez que lo oigo vibrar, con la esperanza de que seas tú, aunque realmente sepa que no.
Entonces es cuando me digo a mi misma, que solo es cuestión de esperar, que el tiempo lo dirá todo, pero es que a quién quiero engañar.
Mentiría si dijese que no pienso cada día en si te acuerdas de mi,si pasas por esos lugares que fueron tan nuestros y te acuerdas de mí. tampoco puedo negar que no te hablo para que veas puedo estar sin hacerlo y así sepas que estoy cambiando, que soy capaz de no agobiarte, a pesar de que por dentro me muera por querer hablarte, decirte que te quiero y que así será para siempre..
Tenía tan claro que te quería a ti dándole forma y vida a nuestros hijos, que te quería a ti en el sofá de casa una tarde de domingo, a ti al otro lado de mi cama, despertándote cada mañana, a la vez que sonrío y pienso que no puedo tener más suerte que la de tenerte.
Y ojalá vuelvas
porque tu adiós es el único que no tendré valor de pronunciar nunca.
Han pasado seis días, aunque parece que han sido 3 meses, aún así necesito que vuelvas, a pesar de todo, dejaría que te quedases.
Nunca llegaste a despedirte de mí y a veces, me gusta pensar que nunca quisiste despedirte porque pensabas todo el tiempo en volver.
Te quiero, te quiero como solo se quiere una vez en la vida.

jueves, 7 de mayo de 2015

Día cinco sin ti.


Esta tarde he tenido que confesarme, por motivo de la confirmación, y he acabado llorando sobre el hombro del cura en plena confesión.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Día cuatro sin ti.


Hacía dos días que no lloraba, hoy no he podido evitar hacerlo, las lágrimas han ido cayendo lentamente por mis mejillas, por un momento te he visto a mi lado, chupándome el ojo a la vez que me decías 'estás salada', como solías hacer.
He alzado la cabeza, y he vuelto a realidad, no estabas, no estás.

Día tres sin ti.


No llamas,
y todo, las canciones, mi cama,
la pena, mi pecho,tu nombre, mi nombre con el tuyo,
tus fotos, mis trozos, nuestros restos,
                                    comunica..