viernes, 8 de mayo de 2015

Te quiero como solo se quiere una vez en la vida.


Los días pesan de una manera considerable desde que no estás.
Las mañanas se hacen raras sin tu presencia por mi pantalla de notificaciones, no tiene sentido mirarla y no ver tu nombre en ella. Realmente despertarme cada día se ha convertido en una auténtica tortura, la peor tortura que he conocido jamás.
Tu ausencia me tiene atormentada, mi móvil no es el mismo desde que no recibe tus mensajes.
Finjo que todo va bien, que solo es un mal día, pero es que desde que decidiste irte, todos los días son malos.
Mi teléfono suena, y no eres tú, entonces dime, ¿de qué sirve?
Sirve para ilusionarme, para cogerlo cada vez que lo oigo vibrar, con la esperanza de que seas tú, aunque realmente sepa que no.
Entonces es cuando me digo a mi misma, que solo es cuestión de esperar, que el tiempo lo dirá todo, pero es que a quién quiero engañar.
Mentiría si dijese que no pienso cada día en si te acuerdas de mi,si pasas por esos lugares que fueron tan nuestros y te acuerdas de mí. tampoco puedo negar que no te hablo para que veas puedo estar sin hacerlo y así sepas que estoy cambiando, que soy capaz de no agobiarte, a pesar de que por dentro me muera por querer hablarte, decirte que te quiero y que así será para siempre..
Tenía tan claro que te quería a ti dándole forma y vida a nuestros hijos, que te quería a ti en el sofá de casa una tarde de domingo, a ti al otro lado de mi cama, despertándote cada mañana, a la vez que sonrío y pienso que no puedo tener más suerte que la de tenerte.
Y ojalá vuelvas
porque tu adiós es el único que no tendré valor de pronunciar nunca.
Han pasado seis días, aunque parece que han sido 3 meses, aún así necesito que vuelvas, a pesar de todo, dejaría que te quedases.
Nunca llegaste a despedirte de mí y a veces, me gusta pensar que nunca quisiste despedirte porque pensabas todo el tiempo en volver.
Te quiero, te quiero como solo se quiere una vez en la vida.

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