lunes, 25 de mayo de 2015

Días veinte, veintiuno, veintidós y veintitrés sin ti.


Hace varios días que no escribía, no estaba preparada para ello.
Han sido cuatro días intensos y duros, sobretodo duros, está claro que en tres semanas no se puede olvidar a nadie y menos si ese alguien eres tú, que me has regalado los momentos más bonitos, los cuáles a día de hoy sigo recordando con una sonrisa.
El otro día me di cuenta lo bonita que es Valencia, pero que aún lo era más cuando caminábamos juntos de la mano por ella, te enseñé mis lugares favoritos, y ahora cada vez que voy a ellos todo me recuerda a ti, en ocasiones me arrepiento de habértelos enseñado porque antes eran míos, pasaron a ser nuestros y ahora de nuevo vuelven a ser míos pero con sabor a ti.
Como he dicho antes estos días han sido demasiado duros, pero sobretodos confusos para mi, porque igual que un día me levantaba con las ideas bien claras de que si volvías la puerta te la ibas a encontrar cerrada, que hasta aquí habían llegado mis fuerzas, al otro podía levantarme melancólica perdida y romper la puerta que te había cerrado el día anterior y poner un cartel luminoso en ella indicando que estaba abierta.
Creo que no estoy preparada todavía para decirte adiós del todo, que a estas alturas no me creo ninguno de mis adiós, porque cuando se trata de ti nunca me voy, porque no sé por donde se empieza a olvidar, pero si sé como se acaba, se acaba mi vida sin un solo pedacito de ti, y sinceramente no estoy preparada para ello, ni ahora ni nunca. Sé que no puedo estar atada a tu recuerdo el resto de mi vida, pero también sé que no voy a querer a nadie igual que a ti, y mucha gente creerá que eso lo digo ahora porque te tengo reciente, que cuando aparezca otra persona, todo esto se quedará en nada, créeme que no, que el día de mañana cuando mis hijos me pregunten por el amor de mi vida, la persona que me vendrá a la cabeza serás tú, por mucho que me duela mirar al otro lado de mi cama y no verte allí. En el momento que me pregunten por el amor de mi vida, me acordaré de aquello de 'a veces se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quién aprecias', porque es cierto, hay veces que echo de menos discutir contigo, aunque fuese por la mayor tontería o en muchas ocasiones pensase que eran peleas de niños pequeños, te juro que daría lo que fuese por volver a una de ellas, incluso en alguna de esas que acabábamos llorando alguno de los dos y simplemente con un abrazo y un beso del otro todo se calmaba.
¿Sabes? Hoy he encontrado en mi móvil, en el bloc de notas, una que me escribiste en Febrero, la primera vez que me dejaste, la nota decía 'no es un adiós definitivo, sé que dentro de bastante tiempo volveremos a estar juntos, pero ahora mismo necesito estar solo para desagobiarme', la nota sigue, con tonterías tuyas, y a pesar de que me haya dolido verla, también me ha hecho sonreír porque esas gilipolleces que le siguen a esas palabras, eran las que me hacían feliz.
A veces pienso, que si no te hubiera presionado a que volvieses conmigo en ese momento, las cosas igual hubieran sido distintas, y ahora mismo en lugar de estar contando los días que llevo sin ti, estaría contando los días que nos quedarían para empezar otro verano inolvidable, cuántos días nos quedarían para volver a dormir juntos la siesta pegados al ventilador de tu habitación.
Mi cabeza ahora mismo es un puto desorden, y desgraciadamente tú eres el único que puede ordenarla,

No hay comentarios:

Publicar un comentario