Hoy hace una semana que decidiste irte. Ha sido un día duro para mí, ha sido mi confirmación y faltabas tu ahí.
Aunque eso, al fin y al cabo no ha sido lo peor del día, lo peor ha sido verte esta tarde, suena irónico ya que lo único que he deseado cada día desde que te fuiste ha sido verte.
Creo que nunca había tenido tantas sensaciones en la tripa como he tenido en ese momento, en el que por accidente me he chocado contigo, cuando he levantado la cabeza y he visto que eras tú, las piernas han empezado a temblarme, por suerte he conseguido disimularlo.
Tu mirada me ha partido los esquemas, no sé si te ha pasado lo mismo que a mí, sin saber que decir, o simplemente mi presencia no te ha gustado.
Ni siquiera nos hemos atrevido a decirnos un simple 'hola', que duro ha sido saludarte con dos besos, cuando realmente quería comerte a besos, ibas tan guapo...con una de las camisetas que te compré para Reyes.
Tras habernos ido cada uno hacia su camino, no he podido evitar llorar de camino a casa a la vez que temblaba de los nervios, ojalá te haya pasado lo mismo, ojalá tu también te hayas alegrado de verme, ojalá te sigas acordando de mí.
sábado, 9 de mayo de 2015
Día siete sin ti.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario