lunes, 18 de mayo de 2015

Día dieciséis sin ti.

Otro día más que me he levantado pensando en ti, otro día más creyendo que estabas aquí.
Me está resultando bastante jodido estudiar estos últimos exámenes, porque no sé porqué no para de merendear por mi cabeza más de lo normal y ¿sabes? No me gusta.
Estudiando esta tarde, me he dado cuenta que el día que quité todas tus cosas de mi habitación se me olvidó quitar una, la nota pequeña que me pusiste en la rosa cuando volví de Cantabria.
La nota decía "te he echado mucho de menos mi vida, TE QUIERO", con esa letra de niño pequeño de la que tanto me reía para ver como te enfadabas y así tener una nueva excusa para comerte a besos, no sabes la cantidad de recuerdos en los que me he inundado en cuestión de segundos. Aquella nota simbolizaba tu añoranza hacia mi durante mi estancia en Cantabria, ha sido imposible no acordarme de cómo me engañaste diciéndome que te habías dormido y que no te daba tiempo a venir a despedirte, y minutos antes de que el autobús saliese, alguien me dijo que estabas allí, salí a correr como una loca y te abrace como si se tratase de la última vez que te abrazaba, me puse tan nerviosa que ni siquiera me despedí de mis padres, simplemente te abracé y te besé hasta que el profesor me dijo que o me subía ya al autobús o se iba sin mi.
También ha sido inevitable no acordarme de los vídeos que me mandabas lanzándome besitos, para que no me olvidase de como eran, con esa cara de bebé que solías poner, sin olvidarnos tampoco de las llamadas telefónicas diarias antes de irme a dormir y tus madrugones excepcionales para darme los buenos días antes de que me despertase, y mira que me tenía que despertar pronto... Por no hablar de la cuenta atrás que llevábamos para las horas que quedaban para vernos, menos mal que solo fueron 6 días, que si llegan a ser más, no sé que hubiéramos hecho.
Renunciaste a irte a Francia por pasar los últimos días antes de irme conmigo, incluso me compraste una camiseta de Minion y una rosa, para darme la bienvenida cuando volví, sí, como no viniste a por mi por la noche al autobús, todas se morían de envidia al ver el pedazo de novio que tenía, y yo orgullosa de ti sonreía al saber que al mejor lo tenía yo.
Sé nunca nadie va a hacer algo así por mi, se qué nadie va a quererme nunca de la misma manera en la que me querías tu en esos momentos, se qué nadie va a poder ocupar tu lugar, que por más que quiera no te voy a olvidar.
Pd: te echo de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario