jueves, 28 de mayo de 2015

Capítulo 49 - 'Me gusta cuando sonríes Valeria.'


Si dijese que me quedé en blanco sin saber que contestarle, mentiría, puesto que la respuesta era más que evidente. El verdadero problema que le encontré a esa pregunta, fue si debería contestarle realmente la verdad, o seguir disfrazándola.

- Entiendo que sea una pregunta un tanto atrevida, y que tal vez ni siquiera quieras responderla, estás en todo tu derecho a guardar silencio.. - dijo algo apenado.

- Jake voy a serte sincera.

- Adelante, estoy preparado para cualquier cosa..

- Desde que te pasó lo que te pasó, siempre he intentado alejarme todo lo posible de ti, para que este momento no llegase, pero creo que el destino por una cosa o por otra, ha querido que ocurra. Realmente mentiría si te dijese que alguna vez he llegado a olvidarte, o incluso que alguna vez he llegado a quererte menos de lo que te quise durante todo el tiempo que estuvimos, es cierto, que he estado con Christian, y que hasta hace escasas semanas, creía haberte empezado a olvidar, al igual que creí estar enamorándome de Chris, pero como he dicho, voy a serte sincera.
Creo que me equivoqué al salir con Christian, porque al fin y al cabo, él lo único que quería era verme feliz, y me conoce tanto, que en el fondo él sabía que yo seguía enamorada de ti.
No he dejado de pensar un solo día en ti, no solo desde que te pasó eso, si no desde aquel verano en el camping, nuestro verano. Y claro que me ha fastidiado verte con Andrea, y sobretodo ayudarte a prepararle la fiesta en la casa del bosque, pero como bien dicen, ¿por amor se cometen locuras no?
Así que respecto a tu pregunta, no, nunca te he olvidado, de hecho ahora mismo estoy deseando besarte.

- ¿Y por qué no lo haces? - me preguntó.

- No soy de las que van besando en la primera cita. - dije haciéndome la sobrada.

- Ah, ¿que esto es una cita?

- Pues hombre yo no me meto en la cama con cualquiera.. - reí.

- Osea que no sueles besar en la primera cita pero si te metes en la cama..interesante. - rió.

- No me gustan los que van de graciosos, si sigues con esta actitud tendré que negarte una segunda cita. - bromeé.

- Te advierto que hay una cola de chicas esperando a tener citas conmigo.. - bromeó también.

- Una lástima que ninguna sea yo eh. - reí de nuevo.

- No si al final me acabaré enamorando de ti otra vez y todo. - sonrió.

- No me importaría la verdad. - me quedé callada tras analizar mentalmente que había dicho eso en voz alta.

- ¿Debo tomarme ese comentario como un cumplido? - dijo a la vez que sonreía y sus perfectos hoyuelos aparecían sobre sus mejillas.

- Tal vez. - le devolví la sonrisa.

Jake no paraba de observarme.

- ¿Qué pasa? - pregunté.

- Me gusta cuando sonríes Valeria.

Comencé a ponerme a roja, a la par que nerviosa, ni siquiera le respondí.

- También me gusta que te pongas tan nerviosa que no seas capaz de decir una sola palabra, creo que tu timidez es una de las cosas que te hacen tan bonita. - dijo mientras me acariciaba la cara.

Yo seguía sin poder decir nada, no podía creer que Jake me estuviera diciendo eso.

- No sé porqué me estás diciendo todo esto, pero no dejes hacerlo. - dije.

- No voy a dejar de hacerlo nunca, he perdido demasiado tiempo buscándote y ahora que te he encontrado no voy a permitir que te vayas. - tras decir eso Jake terminó con la poca distancia que había entre nosotros.
No era un simple beso, era el beso, ese beso que llevaba esperando tantos meses, ese beso con sabor a nostalgia, ese beso con sabor a nosotros otra vez, juntos.

- ¿Puedes pellizcarme? - pregunté.

- ¿Por qué? - rió.

- Porque creo que estoy en el cielo.

- Estás más tonta. - comenzó a reír.

- Jake no sabes el tiempo que llevaba esperando esto, ni te lo imaginas. - le abracé.

- ¿Esto quiere decir que vuelves a ser mi chica? - puso cara de seductor.

- Acabas de romper toda la magia del momento, imbécil. - le pegué en el brazo.

- Un imbécil que al parecer te lleva loca desde hace años.

- O tal vez un imbécil que esta noche va a dormir en el jardín. - le guiñé el ojo.

- Mmmm...si no duermo en el jardín...¿dónde duermo? - se hizo el interesante.

- Creo que está bastante claro. - Jake empezó a sonreír - en tu habitación. - reí.

- Yo pensaba que.. - dijo cabizbajo.

- ¿Por qué debería dejarte dormir aquí?

- Porque tengo pupa en la cabeza. - me puso ojitos.

- Mira te quedas a dormir aquí, pero porque no quiero dormir sola.

- Reconoce que han sido estos ojitos los que te han convencido.

- Aún estás a tiempo de dormir en el jardín, ¿te lo recuerdo?

- ¿Te he dicho alguna vez lo guapa que eres?

- ¿Ves la puerta? Pues la abres, sales por ella y no vuelvas a entrar, pelota.

- No te recordaba tan cascarrabias. - rió.

Le di un empujón que hizo que se cayese de la cama.

- ¡Oye, tú que parte de que tengo la cabeza lesionada no entiendes! - gritó.

- Tú tienes la cabeza lesionada desde que naciste. - comencé a reír.

- Ahora te vas a reír y con ganas. - empezó a hacerme cosquillas, no podía dejar de reír.

- ¡Jake, para, para por favor! ¡Haré lo que sea pero para que me voy a mear encima! - decía sin poder parar de reír.

- ¿Lo que sea? - volvió a poner cara de seductor.

- ¡Cerdo! - grité.

- Te iba a decir que me dieses un masaje pero si quieres lo otro yo encantado.. - rió.

- Jake cariño me parece que la caída de la cama te ha afectado considerablemente, vamos a dormir ya va.

- ¡A sus órdenes mi general!

- Buenas noches Jake. - le dije.

- Buenas noches Valeria. - me dio un beso en la mejilla y apagó la luz.


Al poco rato de habernos dormido, llegaron a casa todos los demás.
Brenda cogió su pijama y se vino a mi habitación, puesto que habíamos acordado dormir juntas esa noche, evidentemente tal cuál entró a mi habitación salió de ella y volvió a la suya.

- ¿Qué se te ha olvidado? - dijo Hugo.

- Nada, que al final he decidido dormir aquí. - contestó Brenda para cubrirme.

- ¿Y Valeria como está de rodilla? - preguntó.

- Bien, tiene la pierna extendida por toda la cama, por eso me he venido a dormir aquí, porque necesita dormir cómoda.

- Voy a ir a verla y así le doy un beso de buenas noches que hace mucho que no le doy uno.

- Déjala que está durmiendo, además el beso de buenas noches me lo puedes dar a mi. - le besó,

Brenda consiguió retener a Hugo en su habitación para que no nos viese a Jake y a mi.



____________ Al día siguiente____________

Un rayo de sol penetrante en la ventana se apoderó de la habitación, el sonido de los pájaros y sobretodo el sonido de Chaz y Ryan tirándose a la piscina cada dos por tres, hicieron que me despertase, me di la vuelta para observar a Jake mientras dormía, pero no estaba, en su lugar había una nota que decía 'no recordaba que fuese tan bonito verte al otro lado de la cama por la mañana. pd: estás preciosa durmiendo'. acto seguido de leerla creo que podéis haceros la idea de la cara que puse y sobretodo la sonrisa que se me dibujó en la cara, apoyé la carta en mi pecho y suspiré, esta vez no era un suspiro de pena, era un suspiro de alegría. No estábamos juntos, de hecho anoche fui yo la que no contestó a lo de 'ser su chica', pero estaba claro que la vida me estaba empezando a sonreír de nuevo.
Me puse el bikini y bajé a la piscina a tomar el sol, por suerte Chaz y Ryan se habían marchado con Hugo y Jake a la playa a ver los partidos de volleyball femenino, así que tenía el jardín para mi sola.
Dejé la toalla en el suelo, me puse las gafas de sol, un poco de crema, y me tumbé en la hamaca.
Al momento Brenda apareció en la hamaca de al lado.

- ¿Qué tal ayer? - preguntó.

- Bastante bien, acabé haciendo yo de cuidadora, Jake se cayó por las escaleras, es más tonto. - reí.

- ¿Y qué hizo para caerse?

- Traerme palomitas, es que estuvimos viendo 'Bajo la misma estrella', si vieses como lloró.

- ¿Jake llorando?

- Sí tía, fue una tarde increíble.

- ¿Y por la noche que hicisteis? Porque cuando llegamos ya estaban todas las luces apagadas.

- Pues nada nos fuimos a dormir súper pronto.

- Valeria, ¿no piensas contármelo o qué? - preguntó algo molesta Brenda.

- ¿Contarte el qué?

- Te recuerdo que ayer íbamos a dormir juntas, pero cuando entré a tu habitación encontré un intruso en la cama.

- ¡Ah vale! No era lo que parecía.

- Yo no te he dicho que hayáis hecho nada, pero digo yo que alguna explicación de que duerma contigo hay ¿no?

- Si - dije mientras sonreía - a ver acabamos viendo fotos nuestras, y Jake me preguntó si alguna vez me había olvidado de él, y no sé por qué le dije que no, me abrí a él, le dije todo lo que llevaba callando todos estos meses, él me empezó a decir cosas bonitas y me besó Brenda, me besó.

- ¡No sabes como le alegro mi niña! - me abrazó. - pero, ¿estáis juntos?

- No, bueno, no lo sé, tampoco quiero precipitar las cosas, quiero ir poco a poco, y dios Brenda mira la nota que me ha dejado esta mañana en la cama. - se la enseño.

- ¡Muero de amor! Juro que sois adorables - sonreía Brenda. - Por cierto me debes una.

- ¿Por?

- Anoche Hugo quería ir a darte un beso de buenas noches y le tuve que echar un polvo para que no se moviese de nuestra habitación.

- ¿Desde cuando Hugo me da besos de buenas noches?

- Me quedé igual de sorprendida que tú.

- Aunque mirándolo por ese lado creo que la que me debe una eres tú.

- ¿Yo? ¡Pero si te libré de que Hugo os pillase!

- Y yo hice que echases un polvo, que hacía tiempo que no lo echabas.

- Y tú que sabes lista.

- Te cambia el humor. - reí.

- Capulla. - rió. - Bueno entonces estamos en paz.

- Eso parece.

- ¿Vas a contárselo a Hugo?

- Brenda, ni siquiera sé si estamos juntos.

- Habéis dormido en la misma cama...

- Hasta que no sea oficial eres la única que sabe de esto.

- Tu secreto está a salvo conmigo. - me abrazó.

Ambas nos tumbamos en las hamacas, nos pusimos un poco de música para relajarnos, se respira una paz y una tranquilidad en el jardín impresionante, aunque poco duró, ya que los chicos volvieron de la playa, y entraron sigilosamente en el jardín para tirarse a la piscina y mojarnos a nosotras. Los primeros en tirarse fueron Jake y Hugo, seguidamente Chaz y Ryan.

- ¡Se puede saber de qué vais! - gritó Brenda.

- Os notábamos muy acaloradas. - rieron todos.

- Tenéis la gracia donde mi altura. - dije.

- Os queremos chicas. - dijo Hugo.

- Aunque para acaloradas las del partido de volley. - dijo Ryan.

- ¿Habéis visto a la del bikini amarillo? Esa si que era una buena delantera en el doble sentido. - dice Chaz.

- Esa es la que le ha dado el número a Jake ¿no? - dice Hugo.

- Y esa, ¿para qué le da su número a Jake? - dije molesta.

- A ti que más te da Valeria. - contestó Hugo.

- No si a mi ya ves tú, me piro a dentro. - dije cabreada.

- ¿Por qué te vas? - preguntó Hugo.

- Porque los bombones al sol se derriten. - dijo Jake para intentar arreglar lo de la chica.

- Pues tú deberías meterte también para adentro.

- Fiu fiu, recoge la caña Jake. - dice Chaz.

- No, si lo digo porque la mierda al sol se seca. - me fui.


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